Dos nenas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por SICARDIS.
Hola me llamo Ismael, tengo 34 años, y desde que recuerdo siempre he querido ser poseído por un chico lindo, tierno y muy, muy femenino.
Tal vez eso suene algo extraño, pero en un mundo donde la sexualidad es tan variada y la imaginación basta como el mismo universo, puedo permitirme fantasear con muchas cosas, así que aunque el siguiente relato es solamente una fantasía, espero algún día hacerla realidad, por eso la contaré como si en verdad hubiera pasado.
Desperté muy temprano dispuesto a hacer un poco de ejercicio y olvidarme de tantas cosas que pienso y que me han estado sucediendo, así que me levanté, busqué entre mi ropa una panty de algodón con estampados de corazones en color rosa y un bello moñito blanco en el centro, un corpiño de la misma tela y decorado, mis licras blancas, una sudadera negra, mis calcetines blancos y mis tenis; me dispuse a vestirme, me quité mi pijama y comencé a ataviarme con mis prendas femeninas, me miraba en el espejo y veía como me ajustaban las pantys y mi pene se acomodaba muy discreto, el corpiño hacía perfecto juego y aunque no tengo tetas, me acomodo mis pezones de tal manera que se me abulten un poco y se note más, me pongo las licras blancas y veo en el espejo como se transparenta la panty, recuerdo que me hace falta algo esencial en mi atuendo, así que voy al baño, busco una toalla sanitaria de las nocturnas que me gusta usar porque son las más grandes y se notan más, la saco de su envoltura, me bajo la licra, luego la pantaleta y acomodo la toalla en su lugar. Para entonces mi pene está a mil goteando precum vuelvo a poner mis prendas en su lugar en tanto siento como la humedad de mi pene se impregna en la pantaleta y se humedece también la licra; voy por mi sudadera, me pongo mis calcetines, mis tenis y salgo a caminar.
Así súper excitado salgo de mi casa, voy caminando mientras veo como los chicos de la preparatoria que está cerca se apresuran a llegar a sus clases, no puedo evitar verlos, hay muchos chicos muy guapos, no falta el chico juguetón que se me acerca cuando nota que mi ropa interior es de nena, para decirme muy cerca y discretamente "adiós mamita" "te ves muy linda" "si quieres invítame a desayunar y vemos que pasa", volteo impresionado por esos susurros cuando veo a un chico de complexión media blanco con ojos café claro, pestañas largas, boca pequeña como de 1.70 que me guiña un ojo y sonríe.
No pude evitar sonreírle también y le dije vamos a mi casa si quieres, aunque creo que tienes que ir a clase, a lo cual contestó que si tenía clase pero que no podría dejar pasar un buen rato con alguien como yo, me dijo que le gusté mucho y que en verdad estaba muy nervioso, pero podían más sus ganas de estar conmigo, así que nos fuimos a mi casa.
En el camino me dijo que se llama Ángel que tenía 18 años, no le creí y bromeando le pedí su identificación, me la mostró y efectivamente pude ver que tenía 18; le pregunté la razón por la cual me había abordado y me dijo que no pudo resistirse a verme de cerca, así que cuando llegó hasta mi notó que vestía con ropa interior de mujer y sobre todo que llevaba puesta una toalla, entonces pensé "de verdad que se transparenta la licra", por eso se atrevió a hablarme porque de inmediato se calentó, además de que siempre ha sido muy caliente y no pudo evitar hablarme.
Llegamos a mi casa, lo invité a pasar, noté que sus ademanes eran demasiado femeninos, así que pensé será la nena que tanto he querido poseer; en cuanto cerré la puerta se volteó, me tomó por la cintura abrazándome muy tiernamente para darme un beso, rozó sus labios con los míos, acarició con su lengua las comisuras de mis labios mientras con sus manos acariciaba mis nalgas de forma muy suave y restregaba su pene erecto con el mío; así sin dejar de besarnos empecé a quitarle su sopa, me deshice de su suéter, su camisa, desabroché su cinturón lo desabotoné, bajé muy despacio la bragueta mientras sentía la firmeza de su erección, pude sentir que su verga tal vez medía como 15 o 16 centímetros y era un tanto delgada (perfecta pensé), acaricié suavemente sus testículos en tanto su mano derecha hurgaba entre mis piernas.
Cuando estaba a punto de quitarle su bóxer me detuvo, me tomó de la mano, me sonrió y me dijo:
ANGEL. ¿tienes otro conjunto de ropita como el que tienes puesto para mí?
YO. Confundido le pregunté ¿quieres ponerte pantaletas, corpiño y todo lo demás?
ANGEL. Sí claro me encantaría, si a ti no te molesta por su puesto.
YO. Para nada, al contrario me encantaría.
Fuimos a mí recamara, saque un conjunto de panty y corpiño en color amarillo, con estampados de mariposas, se terminó de desnudar, cuando bajó su bóxer pude ver su erección, tenía pegado el pene a su pubis y su glande húmedo apuntando hacia arriba, se puso primero el corpiño y luego las pantaletas, entonces me dijo:
ANGEL. Me falta algo muy importante.
YO. ¿qué te falta?
ANGEL. Eso que tienes tu entre las piernas
Comprendí que se refería a la toalla, fui por una al baño y se la entregué.
ANGEL. Gracias pero ¿cómo se usan?
YO. ¿No sabes y quieres ponerte una?
ANGEL. Si me excitó mucho desde que te vi y luego cunado la sentí con mis dedos entre tus piernas me prendí mucho más.
Entonces saqué del empaque la toalla, quité las cintas y la coloque en la pantaleta, mientras la colocaba tuve muy cerca su pene al punto que alcanzó a rozar su glande húmedo con mi mejilla dejándome su delicioso líquido pre seminal, estuve a punto de llevarme a la boca tan delicioso manjar pero me contuve, quise verlo vestido como yo. Cuando terminé de poner la toalla en su lugar le subí la panty y acomodé sus testículos y pene el cual ya había mojado la prenda en el centro.
Nos volteamos a ver se dio media vuelta paró su lindo culito, abrió ligeramente sus piernas y me dejó ver la toalla y como las alitas de ésta envolvían deliciosamente la panty, se acarició las nalgas y pasó sus dedos entre sus piernas tocando la línea que dibujaba la toalla femenina, rozándola tal como si una chica se estuviera masturbando.
ANGEL. Que rico se siente, nunca me había puesto una toalla, si alguna vez usé pantys si de mi hermana y a veces de mis primas, pero nunca una toalla femenina, se siente muy bien, es genial esa sensación de tener algo más grueso entre las piernas y el roce es muy cachondo.
Mientras me decía eso, se volteó y pude notar como su verga había mojado mucho la pantaleta, estaba realmente excitado, entonces me tomó de la mano, me llevó hacia él para besarme nuevamente, mientras me bajaba la licra y me quitaba la sudadera, hasta que quedamos los dos sólo con nuestras prendas íntimas de nena; no pude evitar voltear al espejo y ver como en la imagen se dibujaba dos princesas abrazadas vestidas de forma muy tierna y femenina.
Estuvimos besándonos un buen rato hasta que me dijo:
ANGEL. Quiero cogerte mamita.
YO. Si mamita cógeme, hazme tu putita.
Nuestra respiración era agitada, nuestros cuerpos hervían y nuestros penes estaban a punto de estallar, así que bajé mi mano derecha hacia su verga, se la sobé un rato y no pudo resistir más las caricias, la vista de nuestros cuerpos vestidos como nenas y el roce de mi mano sobre la tela de algodón de su pantaleta y eyaculó tanto que mojó casi toda la prenda por el frente, en tanto me besaba como poseído metiendo su lengua por toda mi boca, cuando terminó su orgasmo, hice a un lado la pantaleta, saqué su pene y sus testículos por el lado izquierdo, a pesar de tan abundante eyaculación y tan agradable orgasmo seguía con la verga muy dura, así que me bajé para mamársela, le chupé desde la punta, hasta los huevos, abrí sus piernas y pasé mi lengua entre sus pliegues sólo haciendo a un lado la panty, hasta llegar a su culo, el cual lamí como desesperado succionando y ensalivando; lamiendo su delicioso culito de bebé y casi llegué a mordisquear un poco los pliegues de su ano, metí mi lengua en su agujero y volví después de un rato a mamar tan delicioso pito que olía a semen y estaba pegajoso por la eyaculación previa que había tenido, para mí su verga era la de un efebo virgen que experimentaba por primera vez la sensación de ser estimulada y él gemía deliciosamente.
Nos subimos a la cama, entonces él se bajó a chuparme la verga que estaba a punto de explotar también, igual que yo solamente corrió hacia un lado la pantaleta para chupar mi entre pierna, lamer mi ano y dilatarlo un poco con sus dedos, me penetró primero con uno, lamió un poco más, me metió un segundo dedo, lamió otro poco, abrió mis piernas, las colocó en sus hombros, me dio un escupitajo directo en el culo, tomó su verga dura, colocó su glande en mi entrada, me miró a los ojos y me dijo:
ANGEL. Te ves hermosa, mi amor, quiero que seas mía ya mamita, te deseo como un loco y quiero poseerte.
YO. Si hazme tuya lléname el culo con tu virilidad, bombeame hasta que quedes satisfecho y lléname las entrañas con leche de macho.
Así comenzó a penetrarme muy despacio muy tierno, sentí como mi culo se abría ante su glande duro, luego como su tronco recorría mi intestino hasta el fondo, me tenía ensartado por completo, no había dolor, solo placer, mi culo apretaba esa verga deliciosa, como no era muy grande nunca hubo dolor, sentí tal placer que después de un rato de ser poseído por tal ejemplar de niño eyacule a chorros, mi semen botó hasta su cara y unas gotas cayeron en sus labios, al sentirlo sonrió y me beso para compartir mi leche en un beso delicioso.
Cambiamos de posición, me puso en cuatro volvió a meterme su verga mientras yo gemía como puta en celo, él pujaba al tiempo en que me nalgueaba deliciosamente diciéndome lo rico que se me veían las nalgas y como nuestras pantaletas se rozaban, me estuvo metiendo el pito otro rato hasta que se montó por completo en mi y me dijo al oído:
ANGEL. Te voy a embarazar mamacita, comete mis mecos.
YO. Si papi embarázame lléname mi puchita de leche de macho.
Dicho eso se convulsionó de tal forma que me enterró la verga hasta lo más profundo, sentí sus pelos pegarse a mis nalgas y su verga hacer más grande mi dilatado ano, estimulando mi próstata de tal manera que eyaculamos al mismo tiempo.
Cansado se dejó caer sobre mi, me dijo lo hermoso que había sido nuestro encuentro y que estaba enamorándose de mi, así poco a poco se quedó dormido al igual que su pene el cual salió de mi culo suavemente derramando unas pequeñas gotas de semen sobre mis nalgas.
Lo arropé para que durmiera un rato y me recosté a su lado, quedándome dormido junto a mi angelito maravilloso, lleno de su leche húmedo de mis jugos y los suyos.
Lo que vino después fue más hermoso toda vía pero se los dejo a su imaginación, tal vez lo escriba, tal vez no por ahora espero que les haya gustado.
Besos.
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