DOS TRAVESTIS CON SEMENTAL
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi adolescencia, fue difícil, no por ser gay, ni siquiera lo sabia a esa edad, creía me gustaban las mujeres, aunque, todos y todas se reian de mi por mi físico, con lo qué acentuó mi timidez, además mi pene en erección mide unos raquíticos 9 cms, solamente, una vez, tuve el valor de decirle a una chica, si deseaba salir conmigo, tenia yo 17 años, y no solo no acepto, sino que durante meses fui el hazmerreir de sus amigas y amigos, por donde quiera que me tropezaba con ellos, mi hermano un año menor que yo me defendia, y es todo lo opuesto a mi fuerte alto, como mi padre.
Con 21 años, tuve, mi única experiencia con una mujer, mayor que yo estaba borracha en la discoteca, y no se por que decidio ir conmigo, fue traumatico, la chica, se rio de mi pene al verlo, y al verme desnudo, con su borrachera termino diciendo lo dejaramos pues creía estar acostándose con otra mujer por como era mi físico.
Quizas, escuché tantas veces, que era maricón, sin yo siquiera haber pensado en un hombre, que casí sin darme cuenta, comencé a masturbarme pensando en hombres, y cada vez mas, hasta llegar un momento que los idealice, y a su vez tenia unos orgasmos tremendos, ya con 23 ó 24 años, con 25 años, me independice, tenia mis estudios, pero sin haber aun sacado provecho de ellos, trabajando en el negocio familiar y ahogándome cada vez mas en mi pueblo, cuando, surgio una oportunidad, y decidí probar, suerte.
Laboralmente, gracias a dios hoy estoy mas bien, y viendo la situación, del país, mas que mejor, pero una vez comencé a vivir solo, mis fantasias, sexuales, me fueron devorando, aunque siempre, en mi apartamento solo, un año después de llegar, mi vida, se resumia, en lo siguiente, trabajo, y al volver, a casa, me duchaba y transformaba, en Gaby, me llamo Gabriel, pero Gaby era una chica, vestia de chica, y cada vez mas deseaba, ser poseída pertenecer a un macho, una vez, me levantaba al dia siguiente volvia a la realidad, y sin ningún esfuerzo volvia a ser Gabriel, dia tras dia semana tras semana, mes tras mes, llegué a los 28 años, varias veces al año iba a mi pueblo, a ver a mis padres, y hermano, a veces, ellos, vienen a mi apartamento muy de tarde en tarde.
Con 28 años, mi hobby era, fotografiarme de mujer, sin el rostro claro, y exponerme a los comentarios, de los machos, aquello, durante un tiempo largo me calmó, tenia muchísimas propuestas pero, incapaz de dar ni un minimo paso, hasta la tarde que chateando conocí, a Jose, aunque se hacia llamar, Judith.
Sus medidas, eran parecidas a las mias, y su historia aunque, diferente, el final había sido el mismo, era travesti, también, sin salir del armario, un año mas joven que yo, solo que el tenia un amante, pero no vivian juntos, por supuesto, quedaban todos los fines de semanas completos salvo, si tenían, obligaciones, y algunas noches, entre semana si podía ser, pero, los fines de semana era la mujer de la casa.
Judith buscaba, algo, y ese algo era, otra que pensara y se sintiera como ella, para estar con ella y su como decía ella en esos momentos su macho, no fui ni la primera vez ni la segunda, ni muchas después, pasé mas de 3 meses, de indecisiones deseos, y miedos, en esos tres meses, ya conocía a Mauricio, su "macho", 36 años, con vello en el pecho lo justo, de casi dos metros, ancho musculoso, y una herramienta de 24 cms insaciable, además de una fantasia, inacabable, me gusto desde el primer dia que lo ví, no lo negaré, pero me daba tanto miedo, le gusta dominar la situación, sentirse el macho machista, en el sexo, sabiendo que además es deseado de esa forma.
Casi me daban ya por perdido, ante mi indecisiones, a pesar de llegar a haberlos visto follar por cam, cuando llego aquella tarde de viernes, yo estaba depresivo, pensando en que volveria a mi apartamento, a la soledad, y quizás lo mas que llegaría seria a ver a ellos dos follar por cam eso si no salían ambos de marcha y pasaban de mí.
Y así comenzó esa tarde, ya vestido de mujer yo charlaba con Judith, ella iba a casa de Mauricio, hablábamos por waschat, hasta que llegó, a la casa, después me dijo que iban a salir, no lo sé fue de pronto, sin pensarlo, la casa me ahogaba, y decidi decirle que quería salir con ellos, pero sin prometer nada, volvi a transformarme en Gabriel, y los esperé, a 15 minutos de mi apartamento andando, crei que todo el que se cruzaba conmigo sabia a donde iba, tal era mi miedo.
Mauricio era aun mas enorme que por cam, y jose, como yo parecíamos, dos, enanitos junto a Mauricio, aquello no se por que me excitaba, pensarlo, apenas, 5 minutos después, de salir de allí charlaba amigablemente con ellos, mas tranquilo, además de que pronto la conversación, se desvio del sexo, y me tranquilizo mucho mas, fuimos a un bar de copas, yo he bebido muy poco en mi vida, y pronto la bebida me desinibio completamente, me sentía mas seguro, de lo que quería, fuimos a otro que había al lado, y después, terminamos bailando en la discoteca, por supuesto todo como hombres en esos momentos.
Al menos eran las dos, cuando salimos de allí, fuimos al coche, y volvi a montarme en el asiento de atrás, arrancando el coche, apenas llevábamos, unos metros recorrido, cuando Mauricio dijo sabeis que me gustaría ahora, Jose le contesto que, y Mauricio dijo que hicierais una buena tortilla las dos atrás, Jose me miro, y yo dije, irreconocible, sonriendo, vale.
Jose pasó al asiento de atrás, y Mauricio, cambio de dirección pues se suponía iba a mi casa, Jose comenzó besándome suavemente, y yo le respondi, pronto me vi envuelto en un frenesí, de lengua boca y tocamientos, escuche como Mauricio aparco el coche, ya para entonces, yo estaba en camisa y slip, y Jose, comenzaba a lamer mi culito por primera vez, entre ayes mios, vi como Mauricio se volvió, la cabeza en su asiento, diciéndonos que rica estais las dos, como os voy a follar esta noche, ahora soys dos buenas bolleras aunque no lo creáis, pero para mi si, yo si lo creía pues para mi también era aquello, el pene de Jose, como dije al principio era como el mio pero eso era ya lo de menos era como si me cogiera otra mujer y yo me sentía en ese momento una hembra, no me cogia con fuerza de un macho como yo tampoco a el ni me besaba con furia, y dominación, de rponto, dijo Mauricio, vestiros, y salgamos que me teneis muy caliente y quieros meteros ya en mi casa, aparte de meteros mi verga ja ja ja rio, y al instante paramos, por primera vez, me dolia los huevos, de mi excitación, tan enorme, casi parecía que estaba a mil kilómetros de su casa cuando estábamos a menos de 30 metros aparcado en la oscuridad.
Entramos y vi la experiencia de ellos e inexperiencia mia, yo iba fuera de si casi para correrme y ellos, parecían haberse aplacados de golpe, me duche junto a Judith y me vesti con braguitas y vestido suyo uno rojo estrecho como sus braguitas, de encaje, medias y ligueros, los zapatos de tacon me apretaban un poco, salimos ya las dos, ella de negro yo de rojo, y Mauricio, nos tenia una nueva copa puesta, aunque apenas la probé mientras el se daba una fugaz ducha, salio solo con una pequeñísima toalla, como deseaba yo a aquel macho, y mas al verlo de esa forma.
Judith y yo nos arrodillamos en la alfombra besándonos tocándonos mientras Mauricio con una copa, en la mano miraba sentado, en un sofá de dos piezas pero ancho, nos magreamos las dos, largamente, las bragas, las nalgas, nos besamos una y otra vez, hasta que Mauricio se levanto, y coloco entre las cabezas de las dos, su enorme pieza, ahora si supe que estaba ante un macho, y devore torpemente su polla al principio mientras el comenzó a dirigirme, pronto me vi, a 4 patas devorando la verga de Mauricio y siendo, lubricada por Judith, sentí que tras sus dedos entro unas bolas chinas, las sacaba y metia, entre mis gemidos pero sin yo soltar la verga de Mauricio, este ya varias veces me había quitado la mano de mi pequeño pero duro pene, mi cuerpo me temblaba la cabeza de me daba vueltas, pero había atrapado el glande, y parte de su tronco, y no soltaba, aquella verga mi boca, como si estuviese adherida a ella, y ya chupando muchísimo mejor, cuando Mauricio de esa forma me saco el vestido, me aparto de su verga colocando mi cabeza junto a uno de sus muslos, y lami sus huevos, hasta que me percaté se estaba lubricando su polla vertiendo el contenido de un sobre, y extendiéndolo con su mano sin soltar mi cabeza con la otra, la dejo esta apoyada sobre, el sofá y el se coloco de rodillas tras de mi después de apartar a Judith, escuche como me decía te voy a desvirgar ese culito, voy a hacer de ti una buena putita como lo he hecho de esta sentí como me daba varias palmadas en mis nalgas, ni flojas ni demasiado fuertes, y sus fuertes y grandes manos me agarraban haciendo inútil cualquier movimiento de liberación por mi parte, aunque no era mi intención yo estaba entregada, su gordo glande, paseo por mi raja de arriba a abajo, varias veces y casi termino corriéndome así, cuando comenzó a penetrarme, sentí un leve dolor, por mi bien dilatado ano, para después sentirme llena como jamas antes, era como si hubiera encajado en mi la pieza que me faltaba para tocar el cielo, no volvi a sentir dolor, solo se me nublo la vista, y de mi empezaron a brotar, gritos de placer, a moverme incapaz de pararme, cuando, me corrí como una loca escuchándome decir no pares no pares, follame, apenas descanse, medio minuto pegado a su polla de nuevo comencé a culear, primero poco a poco después mas frenéticamente mi pollita apenas, se había rebladecido, seguía dura, y mi cuerpo quería mas de aquello.
Mauricio me la sacó, al poco, me agarro como un fardo, sin soltarme consiguió darme la vuelta y el tumbarse hacia arriba y me coloco encima de el, ahora yo tenia el mando pensé, y quería cabalgar a aquel macho, quería que fuera mi macho quería satisfacerlo, a toda costa, y satisfacerme a su vez yo como jamas había siquiera soñado, cabalgue como una loca en su polla al poco, Jose comenzó a besarme, la boca y Mauricio decía si asi mis dos putitas, comeros bien si calentaros bien si hay polla para las dos, tenia que liberarme de la boca de Judith, me asfixiaba, al solo emitir yo ruidos y ayes, de gusto, un gusto atroz, un placer inimaginable, de pronto Mauricio me agaro por mis nalgas muy fuerte haciendo que cayera hacia delante sin despegarme de su verga y comenzó a moverse el, como un semental en celo, sentí sus enorme embiestidas que eran respondidas por mi con gritos, mi sudor caia ahora sobre el, pero el no se inmutaba era como si el león hubiera atrapado una gacela, y la estuviera devorando aun viva sin importarle, lo mas minimo, que hiciera o dejara de hacer así me sentía yo y aquello, me hacia a su vez, destrozarme de gusto, montada de esa manera volvi a correrme pero el me tuvo asi unos segundos mas, y comenzó a explotar diciéndome eso es puta, te voy a llenar bien de leche, por primera vez vas a ver como te llena de leche un macho, yo estaba como lejano deseando eso si que ocurriera, esperndolo y sintiendo como su verga aun se hichaba mas en mi culo, y exploto, por fin paro sus embestidas, y su enorme brazo paso sobre mi espalda quedando yo pegado en su pecho, cogio mi mano y la puso en sus huevos, los sentí pringosos subi mas aunme la tenia metida una parte acaricie la que estaba fuera toda pringosa de leche, y demás efluvios, bese su hombro, y después su mejilla y el me apretó aun mas, por las dos tan seguidas y enormes explosiones mias, sumadas a que no suelo beber, simplemente no podía mas, casi no podía levantarme débil llegue al baño, ahora si sentía el mareo de la bebida, me duche, observada por Judith, y al salir esta me seco, me llevo, a una pequeña habitación, y apenas cai dormi no escuche nada.
Me levanté avergonzado, tanto, que necesitaba irme, y Mauricio lo comprendio y me llevo a casa, ya a solas mi cabeza era un volcán un lio, lo había pasado como nunca pero por que me reprimia, por que quería, intentar no ser de esta forma, fui incapaz de volver con ellos, ese fin de semana a pesar de pedírmelo ambos y yo desearlo aun mas que ellos, pero, paso la semana todos trabajando, y los tres charlando, por watshat, el viernes, ya no podía resisitirme deseaba estar con ellos, y sentir todo lo que había sentido una paja ya no me bastaba ni vestirme a solas de mujer, necesitaba me vieran ellos, charlas vestido y tratado como una hembra, con ellos, y follar con ellos.
Hoy Soy una de sus dos putitas, solo he tenido a el como macho, y me sobra, me siento su hembra, y me encanta, llegar a su casa sentirme y vestirme de hembra, hablar, con Judith y saber que compartimos a nuestro macho, y lo tenemos bien alimentado, de sexo, y fantasias, hechas realidad, y cuando nos vamos, de la casa, somos Gabriel y Jose, para cuando volvemos, convertirnos en Gaby, y Judith,
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