El enanito y yo

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Vulpecula.
Como ya sabrán también, mi ano ya está bien trabajadito, ya había probado las mieles del sexo en un lugar público, pero esta vez quería algo distinto. Otra de mis fantasías (mas reciente) era coger con un ser diminuto. Esos individuos comenzaron a llamarme la atención después de haber visto una parodia xxx de blancanieves, los vi desnudos con sus vergas gorditas y chiquitas y de verdad que me calenté. Pero rápido entendí que esa fantasía seria realizada con más complejidad, debido a la difícil tarea de encontrar una persona con esas características, así que la desilusión apareció de pronto. La verdad es que durante dos días me obsesione demasiado con la idea de follar con un enanito, me masturbaba pensando en cómo sería la situación; sabia que él estaría a la altura ideal como para lamerme el ano ¿y porque no?, la verga también. Que su pene seria de la medida predilecta como le gusta a su sexy servidora, pero mientras más pensaba…

En esa situación, mas me decepcionaba la idea de no poder encontrar un enanito para coger…hasta que llego el maravilloso día en que lo encontré. Me sentía como un pirata al encontrar el tesoro, como un niño al encontrar los obsequios bajo el árbol, pero sobretodo, como una puta hambrienta de cogerme a ese enano. Aquel individuo tan delicioso lo encontré en un mercado de la zona poniente de la ciudad (ya saben que me gusta explorar las zonas alejadas de mi hogar para encontrar un buen polvo). En fin este tipin lo halle mientras el entraba al mercado con una bolsa, dispuesto seguramente a adquirir víveres para él y su familia. La cosa fue que lo seguí muy disimuladamente por todos y cada uno de los pasillos y locales que visitaba, imaginándome a esa personita justo detrás de mí follándome como poseído. La idea de ser la puta de aquel chaparrín me ponía hirviente, pero me logre contener debido a que había olvidado incluir mi vestuario especial en mi mochila (que pendeja! solo llevaba maquillaje y zapatos). Lo cierto es que lo seguí hasta su casa al salir del mercado, (digo para saber donde localizarlo cuando estuviera lista) y fue en el camino a su casa donde…

Se le acercaron un par de tipos, bastante “chacalones” para molestarlo. Yo solo esperaba a una distancia considerable para no intervenir. Solo permanecieron hablando con él, pero solo podía observar que se reían uno con el otro, mientras mi “futuro amante” solo los empujaba para lograr continuar con su camino. Fue cuando los tipos al parecer se molestaron y comenzaron a empujar al pobre enanito, le derribaron las bolsas y lo empujaron, claro que él no se dejo y comenzó a empujarlos y a gritarles, pero ellos con la ventaja de ser altos, ser dos y ser unos ¡verdaderos hijo de puta! Lo tiraron al suelo y ahí lo dejaron mientras se iban por la calle contigua solo volviéndose para reír del pobre chaparrin. Al ver que se levantaba me aproxime para intentar ayudar al pobre, me acerque y comencé a levantarle sus pertenencias que habían ido a parar hasta debajo de un carro.

El amablemente me dijo “gracias compa, no te hubieras molestado”, a lo que yo le dije “no es molestia “compa”, esos tíos de verdad que son unas lacras”, y asentó con una sonrisa y me dijo “si lo son, pero yo también tengo la culpa por no pagarles lo que les debo”…

Y claro para seguir en el tema pregunte “si no es mucha indiscreción ¿Qué les debes compa?”, y el sin sentirse incomodo porque un extraño le hiciera esa pregunta me contesto “ Ah, les debo ———-” (lo pongo así porque esto toma mucha relevancia como para revelar mi identidad ante los que no me conocen en mi faceta de putita, y ya verán porque) y yo le dije con cierta alegría “y ¿porque no se los compras y ya?, a lo que atendió “no compa, esas madres están muy caras y ahora no puedo pagarlas ¿sabes?, tengo que cuidar a mi jefa y la casa de mi hermano en lo que regresa de su viaje, y por eso no puedo regresarme a mi trabajo en Morelos, y pues…ahora no tengo tanto dinero”, entonces acertadamente le dije con apuro “no te preocupes, mi padre vende ———- pero mas barato, y pues la verdad hasta salen más chingones que los originales” y el con una expresión que denotaba curiosidad me pregunto “y…¿Cómo cuánto costaría si se lo compro a el? Y le dije “pues, te andarías ahorrando como 800 varos compa” (ya saben, hay que hablar con cierto agrado hacia el cliente para vender cosas, pero sobretodo hay que caerle bien al sujeto con el que se pretende coger en algún momento)…

así pues, lo convencí para que adquiriera ———- con mi padre, pero de nuevo atinadamente le dije “mira yo te lo traigo mañana, lo ves y si te convence me lo compras, ¿va?” y él como si el mundo se le quitara de encima por su deuda me dijo con mucho entusiasmo “claro compa, vaya que no esperaba esto, pero gracias”, y le conteste con mucha sabiduría “estas cosas son así, la suerte llega cuando las personas la esperan con increíble levedad”, “jajá, es cierto” solo dijo mientras caminaba con él, para rápido preguntarle “solo dime donde es tu domicilio” y me dijo es aquí, y justo a una casa de distancia del lugar de la incidencia era el domicilio a visitar. Enseguida al llegar a la puerta me dijo “¿no quieres pasar?, mi jefa está arriba y…” lo interrumpí “no compa, ahora tengo que hacer algo importante pero ten por seguro que mañana te traigo él ———-, solo dime cómo te llamas para saber a quién le traigo eso”, y me dijo “a pues me llamo Gabriel ¿y tú?” “a, yo soy vir… Saúl” (¡¡¡que loco!!! Estuve a nada de revelarle mi identidad de putita) y con eso estrechamos la mano y nos despedimos.

Habia logrado mi cometido…
Acercarme a ese pedacito de ser humano y logre obtener una “cita” con él, claro una cita de venta, pero lo que él no sabía era lo que tenía preparado para el al siguiente día.
Claro que avise de mi oportuna venta a mi padre y gustoso me dijo “pues si lo vendes, lo de la venta es para ti hijo. Jajá, ya viste mujer (refiriéndose a mi santa madre) ya tengo distribuidores de los ———-” y yo sonriendo pícaramente pensando “si supieran porque voy a vender esto, jajá seguro me corren”. Y ya con el completo conocimiento de mis padres de lo sucedido con la venta, me dispuse al traslado hacia el poniente, no sin antes haber preparado mi mochila con lo respectivo –maquillaje, zapatos de tacón, una minifalda de color negro y una blusa blanca- Ahh, el solo pensar que me hecharía al plato a un enanito después de añorarlo por días me hacía temblar y jadear. Arribe al domicilio alrededor de las once de la mañana para hacer la entrega del ———-, y dispuesta a ser una verdadera puta con el enanito. Al llegar me dijo sorprendido “¡¡¡ hey, Saúl ¿verdad?!!! Jajá pensé que no vendrías” y le conteste alegremente “claro que vine Gabriel, no pensaras que te me ib… se me iba a escapar…

Un negocio ¿o sí?” (¡¡Pendeja!!, de nuevo casi le suelto la sopa de los nervios) y el contestó “no pues sí, hoy en día la chamba es la chamba, pero pásate compa”. Entre directamente a su sala, era muy cálida y acogedora, y me pare junto a la mesita de centro y mientras sacaba él ———- le dije “mira, aquí esta, ¿Qué te parece? ¿A poco no está más chingon que el original? Y se sentó en el sillón y me dijo, “no pues sí, la neta si se ve bien” mientras lo observaba bien yo solo postraba mi mirada en su entrepierna, pues solo faltaba abordarlo ya totalmente cambiado, y en eso me dijo “pero siéntate Saúl, con confianza ¿qué te ofrezco?”, y yo le respondí “tu pe…un vaso con agua si no es molestia” (de nuevo me salió lo pendeja), el medio extrañado me dijo “claro Saúl”. Y sin esperar más, mientras se dirigía a la cocina le dije “¿tu baño Gabriel?” y se detuvo a decirme “arriba a mano izquierda, la segunda puerta”, claro que subí con mis cosas para ya bajar como toda una perra en brama. Al subir me di cuenta que no estaba solo, pues como ya me había dicho el día anterior, el cuidaba a su madre. Ella estaba en su recamara junto al baño, en una silla de ruedas dormida, y me metí al baño con cierta desilusión…

Pues era obvio que el ruido la despertaría y arruinaría mis planes. En eso escuche a Gabriel acercarse y ya estando yo adentro del cuarto de baño me dijo “ah, no te preocupes por mi madre, ella esta sedada ahorita, es que pensé que te preocuparía el hacer ruido aquí arriba” y le conteste con voz relajada “ah sí, gracias Gabriel, la verdad si me perturbo un poco ver a tu madre ahí y no quise hacer mucho ruido” y por supuesto que ya me sentía más tranquila, pues era como si los dos estuviéramos solos en su casa. Tarde alrededor de 20 minutos en terminar de maquillarme y vestirme, me mire al espejo y ya completamente segura me dispuse a bajar, la verdad es que me veía muy suculenta y ya estaba que ardía por la lujuria. Claro que mis tacones hacían ruido al bajar las escaleras y eso llamo la atención de mi “amante”. El se asomo y con asombro balbuceo “estas Bi-bien, tardas-tardaste en el…” y yo ya con mi vocecilla de putita le conteste “si Gabrielito, me tarde para ponerme bella para ti, ¿te gusta papito?, ¿te gusta cómo me veo?” y él se quedo como una estatuilla recorriéndome lentamente con la mirada, y le dije de nuevo “¿Qué te ocurre Gabriel, acaso no se te antoja?…

Era notable que le gustaba mi look, pues en su entrepierna lucia ya un pequeño bulto. El acercándose lentamente menciono “q-que pier-piernas tan, tan largas y…lindas” y yo a su vez me acerque y con mi clara risita de puta le dije “si te parece, porque no me las acaricias” y el con sus pequeñas manitas me abrazo de las piernas, y comenzó a olerlas y a acariciarlas, y yo gimiendo levemente le dije “si, Gabriel, tócame, tócame más…me gusta que me manoseen, manoséame Gabriel, mete las manos en donde quieras” su nuca ya rozaba con mi pene, que al sentir ese contacto comenzó a responder, mientras él seguía acariciándome las piernas, pero pronto se despego de mí y me tomo de la mano, me dijo “ven, siéntate linda”, caminamos hacia el sillón y ahí nos postramos los dos. De inmediato cruce las piernas (me encanta verlas en esa posición) y el se acomodo de manera que seguía con las caricias en mis ya tibias piernas, enseguida me dijo “vaya, nunca pensé que tu…bueno que fueras…así” y le conteste “y…¿te gusta que sea así?” y el con voz levemente jadeante me dijo “no me gusta, me encanta” y yo con un ademan por demás de puta, me acomode y riéndome le dije “entonces, ¿me vas a coger?”…

Y el sin más ni más se bajo los pantalones dejándome ver una verga minúscula y flácida, ¡era fascinante!, así que la tome entre una de mis manos y comenzó a estimularla, primero la apretujaba entre mi mano y luego la sacudía, y así pronto tomo una posición más firme. Su verga llegaba a medir unos 9 o 10 cm de longitud y unos 3 o 4 de grosor. Era fantástica, al verla ya completamente erecta me dispuse a bajar y chuparla, y así lo hice, comencé por darle lengüetazos en el glande brilloso y rosita de mi “amante chiquito” para después lamérsela cual paleta. El pronto me saco toda la ropa tan solo para quedarme desnudita y en tacones, el me dijo rápidamente mientras me alejaba la cabeza de su fabuloso pene “modela para mi bebe, anda mueve tu hermosa colita por mi sala”, era obvia mi gran excitación en ese momento y no dude en contonearme putamente por el lugar, así me levante y comencé mi andar, trataba de mover mi culito (quizá y no es grande, pero sí que estaba caliente ese día y el moverlo cual puta enloquecería a cualquier pinche caliente). La pasarela duro unos cuantos minutos mientras él se masturbaba viéndome modelar. Hasta que los dos quedamos totalmente…

Desnudos, el me atrajo con una mano y me dijo “vuélveme a mamar chiquita, quiero tu lengua en mi pija”, para ese entonces la modelada ya me estaba comenzando a fastidiar y ya quería sentir su pito rozándome los dientes. Yo no tarde en bajarme por completo al suelo de su sala, completamente hambrienta de aquella pija miniatura. Así me la pase mamando y mamando como becerra con su madre, hasta que él se levanto y me dijo ya muy cachondo y sudoroso “apóyate en el sillón mamita y abre bien las piernitas porque te voy a coger” y yo solo sonriendo, me apoye firmemente con mis brazos delgados en aquel sillón de color marrón, el solo lamio su mano y la froto en mi ya ardiente fundillo y sin esperar más me la clavo. La posición era bastante aceptable y su verga penetro todo mi culito, pues sentí en la primer embestida sus huevitos peludos chocar contra mi trasero. Yo solo gemía placenteramente y gritando “reviéntame el culo Gabrielito, reviéntamelo todo” el cómo pudo acelero sus embestidas, pero al parecer estaba un poco inconforme con la posición así que se monto por completo en mi, era como un pequeño juguetito humano totalmente montado en mi trasero, bien afianzado…

A mí, penetrando hasta el fondo como si la vida se le fuera en ello. Para ese momento mi verga ya colgaba de mi, dura y con la cabeza más caliente y con el cosquilleo pertinente entre el culo y los huevos, esa típica sensación de cuando la leche esta por ordeñarse a sí misma. Y así sucedió, mi leche se derramo sin compasión por el suelo de la sala de Gabriel, y esto lo percibió por mis continuos jadeos y me suplico “déjame, déjame beber tu leche” y yo un poco extrañada pensando “bueno, aquí la puta tragaleche soy yo, pero…que mas da”, y así fue, el se desmonto rápidamente de su “potrita sexual” y comenzó a lamer mis fluidos directamente del piso, al terminarse estos se volvió y miro mi ya flácida verga y comenzó a mamarme y absorber la leche que aun quedaba en mi cabecita. Era lo que menos esperaba de esa sesión de sexo, pues yo iba en plan de mujer en busca de un macho que me cogiera, pero obtuve más que eso, obtuve la otra parte…el al terminar de chuparme me pregunto “¿tardara mucho en volverse a parar?” y yo con cara de absoluta intriga le conteste “no sé, depende de que tan caliente me pongas papi” y rápidamente con sonrisa de plan maquiavélico me dijo…

“sabes, también me gustaría que me cogieras a mí”, ¡¡¡ vaya, vaya, jamás hubiera esperado eso!!! Yo en mi calidad de putita cogiéndome a un enano, era espectacular el momento. Sin pensarlo mi verga de nuevo se activo y pronto solo la comencé a estimular y le dije “oye, no cualquiera soporta un pito en el ano, solo las verdaderas putitas como yo lo hacemos, ¿estás consciente de lo que me estas pidiendo?” y el con las ansias a punto de explotar me dijo, “si mami, y que mejor que una putita como tu sea la que me estrene el chiquilín”, con lo de putita me convenció y así sin más que una buena lamida en su culo peludo me dispuse a penetrarlo. ¡¡¡ Wow, era realmente virgen el chaparrin, pues su culo era muy apretado!!! La cabeza de mi pene se sometió a una increíble presión de las paredes anales de Gabrielito, lo cual produjo en él un gran grito, que a su vez me produjo un malestar a mí y tratando de ya no empujar le pregunte “¿te estoy lastimando, quieres que pare?” y el con un rictus de dolor transformado en placer me dijo “no, no te pares, se siente deliciosa tu verga” y ya sin preocupación le deje ir toda mi tranca en la cola, el solo jadeaba intensamente mientras se jalaba la verguita…

Y le dije “descuida papi” mientras mi mano derecha tomaba su verga al inclinarme, Así fue la posición, el totalmente “de a perrito” y yo penetrándolo y jalándole la verguita, ¡¡¡era sabrosísimo!!! Y así duramos unos 15 minutos hasta que no pudimos mas y al unisonó nos corrimos, el me pidió “córrete en mi culo Saúl, derrama tu leche en mi interior” y así lo hice mientras él me regalaba su lefa en la mano. Al terminar acerque mi mano y pude beber un poco de aquel “néctar de dioses” y le acerque mi mano a él y le dije “quieres probar tu lechita”, mas tarde en decir esto en lo que él se bebió todo liquido presente en mi mano. Así nos tumbamos en el suelo de su sala, jadeantes por aquella sesión de sexo bisexual tan delicioso. Solo me quedaba despedirme y regresar a mi casa, no sin antes haber recibido el pago del ———- que le había llevado. Mi satisfacción concluyo al momento en que llegue a mi casa y me preguntaron qué tal lo del negocio, yo solo mostré el dinero y recibí una calurosa felicitación de mis padres, aunque no supieran ni remotamente lo que había sucedido unas horas antes. Gracias por su caliente atención, Espero les haya gustado. Nos vemos la próxima…saludos.