EL PODER DEL DESEO 1ª PARTE
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Carmen emitia pequeños y continuados gemidos, le invadia un enorme placer, sus esfinteres se dilataban y contraian involuntariamente, recibiendo oleadas de placer, mas y mas intensos, su "aparato masculino" parecía querer eyacular pero a la vez se retenía sin solter el mas minimo liquido mientras que la cara de carmen se transformaba hacia gestos muecas intentando reprimir en algo aquel incesante placer, se mordia los labios, intentando no gemir mas fuerte, hasta que todo cesaba, su cuerpo quedaba relajado, incapaz de el mas minimo movimiento, esfuerzo por unos minutos, al fin se levantaba iba ahora hacia el bidet se lavaba su sexo su ano, se miraba al espejo, el pelo largo aún húmedo del baño, su boca con unos labios carnosos, gruesos, su piel blanca suave, sin rastro de vello, su culo prominente, se miraba, en el espejo quería ver a Carmen, pero a veces veía a Román, pensando no, no y no,, aquí en mi apartamento tu no existes existo yo Carmen fuera, fuera, vuelve el lunes para ir a trabajar.
Desde el viernes que entraba en su apartamento, era Carmen, Román había poco a poco abandonado su mente, siendo ocupada por "carmen" .
Al principio solo fueron algunas horas, se ponía braguitas sujetadores, tras masturbarse, Carmen abandonaba rapidamente su mente, incluso llegaba a avergonzarse de "ella", pero despues llego, comprar vestidos zapatos lencería mas sofisticada, pintarse labios y mejillas sombra de ojos, para terminar quedandose Carmen los fines de semana e incluso ya muchos dias de entre semana simplemente para hacer las labores domesticas.
Román era Carmen, a la vez no lo era, si era su cuerpo su mente, la de Roman pero ya Carmen cuando estaba allí estaba muy definida, su forma de andar, de moverse, incluso su mente al pensar, si era Carmen pensaba como Carmen, si era Roman pensaba como Román.
El único punto debil si podria llamarse así de Román, era que desde hacia año y medio habia descubierto una zona en el campo junto a la ciudad relativamente cerca de su apartamento a 20 minutos en coche, hay desde su coche observaba muchas veces a parejas gays, en encuentros esporadicos, pero eso no era lo que la ponía realmente cachonda sino que los sábados volvía, si habia buen tiempo, bien temprano casi amaneciendo, allí solitaria recorría los lugares donde habia visto una felación o incluso una penetración, casados solteros divorciados, maduros, jovenes venian de todo tipo y condición a tener una rapida furtiva relación con otro desconocido por lo general.
Ahora Carmen los recorría vestido de mujer, miraba la cantidad de pañuelos de papel, sobre la tierra bajo los arboles, prueba de su observación, cartones de grandes dimensiones, usados como fugaz cama, envoltorios de condones y a veces hasta estos arrojados entre el alto martorral y los pequeños claros bien resguardados usados como refugios improvisados, testigos mudos de tantos y tantos encuentros, Carmen, los miraba los tocaba, evocaba imagenes vistas desde su coche, desde el cual sobretodo observaba al que hiciera de activo, deseando en esos momentos que un activo, la "cogiera", pero sabía reprimir sus instintos.
Tras el "paseo" se acomodaba en su coche, ahí se daba la mejor masturbación de la semana con diferencia, su ano, era un volcán, si, su ano, pues rara vez y solo si él, se masturbaba directamente su pene, se corría, expulsando como todos su semen, pero eso quizas cada dos semanas lo hacía, pues no era comparable, el placer recibido por su ano por su escroto por su bajo vientre jugueteando con su ano y recto, con la ventaja que cuando se reponia rapidamente podia volver a jugar con él incluso mas excitada que la primera vez, la vez que recordaba que mas veces lo hizo así seguido fueron tres veces una tras otra, que en la tercera vez ya llegó a perder la consciencia por unos segundos.
SABADO, 14 DE JULIO DE 2018.
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Eran las 7 20 de la mañana aún no habia salido el sol pero ya habia una total claridad cuando un coche rojo pequeño apareció, por esa zona del campo, lo conducía Carmen, si ya era Carmen antes habia parado a la entrada y se habia vestido, transformado, sus ansias por ello eran enormes su confianza sin limites, llevaba mucho haciendo aquello sin un minimo fallo jamas, sin ningún espectador indeseado, hoy vestía corpiño y bragas blancas a juego al igual que las medias, un vestido color celeste claro casi malva, al menos hasta las diez por sus calculos o mas no habria nadie por allí, además de verlo llegar desde lejos por el sonido del motor del coche, bajó del coche, hacia tres días habia estado allí, dos chicos jovenes sobre los veinte, ante él sin importarles se habian dado un buen "lote", le gusto el que hizo de activo,se veia "dominante" como a Carmen le gustaba, sin medias tintas, llegó a follarse al otro ante "ella" es mas Carmen se creyo parte del espectaculo, en parte tenia razón, pues le excitaron a los chicos ser observados, ahora estaba en el mismo lugar que dias antes ellos evocaba las imagenes incluso reconoció el papel del condon que iba envuelto y que uso el chaval, paseó por allí cerca de su coche, libre vestida de mujer, sintiendose una hembra, para finalmente entrar en su coche, excitada, pronto acomodo el sillon para poder tumbarse y acariciar su ano, con sus dedos entre las bragas, sintió que hoy precisamente estaba excitada sobremanera, pronto se encontró gimiendo entre caricias de sus dedos y al principio peuqeñas y suaves penetraciones, su ventana abierta, dejaba escapar los gemidos de placer, que emitia, por fin se decidió a coger su "amigo" su pequeño consolador, lo introdujo entre suaves jadeos, cerrando los ojos escuchando el zumbido del motor a pilas,
Carmen gemía, jadeaba sintiendo las vibraciones en su ano, no supo como ocurrió, su mente se quedó en blanco, su cuerpo sin reacción, sus ojos se abrieron repentinamente al sentir algo, al abrirlos vio una cara si, un rostro grande lo miraba fijamente a la vez que terminaba de colarse ese rostro por la ventana, de barba de dos dias canosa, como su pelo, aunque el rostro era mas joven que lo que parecía decir su pelo, un rostro de fuertes rasgos todo eso fueron instantes pero lo aturdidor era que sentía la mano sobre su mano, era lo que habia sentido primero, era una gran mano fuerte solbre la suya que a su vez sujetaba el pequeño consolador, su primera reacción tras los segundos iniciales de incertidumbre fue dar un gritito, no un grito, sino un gritito que finalmente le salió de su garganta, que no por ello el hombre se amilano, a la vez su mano fue a quitarla y a su vez asi quitarse el pequeño consolador aun dando aquel zumbido, pero el hombre no estaba por la labor sintió a traves de su mano lo que "Carmen" se proponía, la dejó firme ella dio un gemido y él, terminó por apartarle la mano y seguir él, sin dejar de mirar él rostro de Carmen y sus reacciones.
Estaba demasiado excitada, era incapaz de ocultar nada, intentó de nuevo apoderarse del consolador sin el minimo exito, a la vez que él proseguia firme moviendo apenas el vibrador, mirandola ella se sentía como una cervatilla atrapada empezó a gemir, sin poder contenerse, él en un primer momento se sorprendió, pero no se amilano prosiguió a la vez que los gemidos de Carmen eran mas y mas potentes, sintió invadirle el orgasmo, a la vez él a traves de su mano sintió que el vibrador parecía ser absorvido y expulsado a la vez, aguanto firme sin dejar de mirar de nuevo la desencajada cara de Carmen en esos momentos, pasaban los segundos y no remitía aquello, de repente se escuchó el motor de un coche, estaba entrando en aquella zona, a la vez Carmen estaba "terminando", se iba relajando, él dejó de comprimir el pequeño consolador ella de nuevo intento quitarselo él se lo impidió y aún mas, empujó hasta que él ano de Carmen lo "tragó" totalmente" desapareció dando ella un largó jadeó, él apartó el rostro, a la vez que le decía.
– Ahí quieta eh
El coche pasó a unos 10 metros de ello, él de pie junto a la ventana pero mirando al coche de frente que pasaba, Carmen, a la vez quería la tragara la tierra, miraba hundida en el asiento al hombre, este vestia atuendo de ciclista, miró ahora vio algo a lo lejos apoyado en un tronco, si era su bicicleta, por eso habia sido "sorprendida" ni lo vio llegar, ni lo oyo siquiera, por confiarse demasiado, a su vez sentía en su rectó su pequeño consolador totalmente introducido.
El coche no paró, se alejaba ya mas y mas, a la vez que Carmen temblaba pero ahora de miedo, ¿ue le diría ? quería irse, pero Carmen no tuvo que decir nada, simplemente el hombre abrió la puerta, la hizo salir, Carmen se vio ante un hombre de al menos 20 cms mas alto que ella, que mide 1,64 ante un hombre que nada mas verlo veia pasaba de los 100 kilos seguro de peso cuello ancho espalda grande una barriga algo prominente, que la cogió al sacarla del coche y ver bien su vestido la hizo pegar su culo a la entrepierna del hombre rodeandola con un fuerte brazo para decir
– Vamos para alla
Carmen iba como una cervatilla asustada incapaz de decir ni hacer nada sentia la molestía del vibrador en su interior, él la introdujo entre unos altos matojos los mismos que antes habia visto sola Carmen, se sentó él sobre una enorme y gruesa Rama caida del arbol, usandolo como silla tiró de Carmen esta se dejaba hacer incapaz de decir nada, instantes despues se vio a 4 patas ladeada, él la atrapaba con sus dos fuertes piernas los muslos de ella, le levantó el vestido y sus dedos empezaron a hurgar en el lubricado ano de Carmen, hasta localizar los dos dedos el pequeño consolador, extrayendolo entre grititos de ella, una vez terminó, lo dejó caer sobre los cartones casi al unisono, le dió una enorme palmada con su mano abierta sobre una de las nalgas de Carmen que resonó en aquel bosquecillo a la vez que Carmen dio un aaaaayyyy, creyendo que aquello seria todo, pero solo fue el principio, tras a esa le siguió otra y otra fuertes, ella empezó a pedir que la soltara, pero sus suplicas no eran en absolutos escuchadas, fue azotada, sin él decir una sola palabra, Carmen hacia ya tiempo que solo lloraba ante los azotes, sin decir nada, sin haber obtenido la mas minima clemencia al fin cesaron sus nalgas las sentía arder, sus mejillas mojadas por el llanto, ahora él las acariciaba, las nalgas, ella las sentia arder debian estar muy rojas pensaba, él habia cesado la presión de sus piernas, finalente las quitó, se movió por la rama hasta quedar a la altura de la cabeza de Carmen, una de sus manos la tenia asida por el pelo, sin soltarla con la otra mano se baj´o el pantalon deportivo.
Carmen, vio ante ella moviendose al moverse él para despojarse del pantalón ya por los tobillos, un pene, un nabo, un rabo, una verga, muy velluda alrededor de vellos entre blancos y negros, la piel de la polla bastante mas oscura que la piel del vientre o alrededores del maduro, la vega se bamboleaba como el vergajo de una campana, a los movimientos de él, gorda larga sin estar en total erección le caia aún y eso hacia que el movimiento de la verga fuera continuo y Carmen no dejaba de mirarlos, hasta que sintió la presión sobre su pelo mas fuerte siendo su rostro gruiado hasta llegar al frente de aquella verga, el hombre con la otra mano se la agarró por la base, guiandola hasta los labios de ella, se la fue paseando y Carmen con la boca cerrada sentia en sus labios pasar el grueso glande suave oloroso, hasta que el maduro empezó a apretarlo contra sus labios, estos se abrieron y triunfalmente entró, el glande para ser saboreado para tomar posesión de aquella boca aun inexplorada por ninguna polla, CArmen sintió entrar aquella suave glande paladeo su fuerte sabor, a su vez olió, aquella polla, hasta que empezó a chupar como si se tratara de un enorme chupa chup, sentía la mano de él sobre su menlena pero ahora no ejercia ya fuerza, sintio deseos de tocar aquellos enormes huevos que habia visto, empezó con cierto temor pero al ver que debía estar haciendolo bien, los fue acariciando mas y mas hasta que perdió la noción de todo.
El maduro, la tenía a 4 patas él sentado, volvio a darle algun azote ahora mas espaciado y flojo sus dedos a volver al ano de Carmen, dos dedos hurgaban en su interior los frotaba lentamente en el interior, pronto Carmen estaba comiendo polla como una posesa y a la vez, gimoteando temblando entre placeres, hasta que el maduro empezó a gemir a gruñir, se agarró la polla sin sacarla de la boca de Carmen la agitó, gruñó, suspiro jadeo fuerte y a la vez Carmen empezó a recibir chorros de caliente y espesa leche, intentó apartarse pero él la tenía ahora de nuevo bien sujeta se lo impidió pero apenas segundos pues Crmen termino aceptando y bebiendo hasta la última gota de leche, como él la obligó.
Aun se estaba reponiendo él ella seguía a 4 patas ladeada su cara casi pegada a la verga ahora de nuevo empezaba a caer, en un instante él metió la mano entre las nalgas de Carmen hasta alcanzar desde atras y ocultos por las bragas su minusculo pene y testiculos todo le cabía en la mano y sobraba bastante apretó hasta hacerla gritar ella sin saber a que venía aquello, el maduro empezó a decirle
– Lame los pies, lame mis pies perra
Carmen obedeció al instante a la vez que él bajaba la presión, al ver que era obedecido, hasta que quitó la mano Carmen seguia lamiendo, sin dejar de escuchar
– Asi me gusta perra, que seas obediente, te voy a educar.
Carmen no dejaba de lamer los pies aunque escuchaba atentamente, él la iba acomodando hasta tenerla de nuevo de frente pero sin haber dejado de lamer los pies Carmen moviendose así, hasta que él le levanto la cabeza tirando del pelo ella di un grito, ante su asombro, él puso el rostro pegado al de ella apenas habia 5 cms de separación empezó a decirle
– ¿Esta casada? ¿tienes novio?, ¿estas sola? – ella decia no, no, si, contestando – Bien, me vas a dar tu wasapp te voy a hacer mi perra, ¿te has enterado bien ? – si contestó Carmen, – no te follo porque ya ae me hace tarde he de ir de viaje, ademas de que anoche me harte de follar, te voya a advertir voy muy muy en serio, entendido
– Si,
– Pues dame el numero
Carmen le dio el numero él lo comprobó alli mismo, la miró, le dijo
– Me gustas asi que vistas de mujer siempre conmigo entendido, lastima que en dos horas tengo que coger un avión pero estaremos en contacto ya te diré lo que debes y no debes hacer, pero te lo advierto ten cuidado con jugar conmigo o lo lamentaras
Carmen llegó a casa, se duchó, se aclaró, aquello habia sido una locura, claro que no iría, se habia visto las nalas rojas habia llorado de dolor, estaría loca, era un desconocido, no sabía donde vivia pasaría de él y punto, ese dia, le fue muy facil, estaba segura no cogeria el telefono pasaría de todo, se levantó el domingo, sus nalgas ya apenas le dolian pero si le recordaban a él, a veces desde que se levantó, pensaba en él en lo vivido se excitaba, se masturbaba se relajaba, no le habia mandado whasapp él pasaría también de ella, pensó, hasta la noche, que sonó un whasapp era él le decía hola, no contestó, Carmen quería olvidar aquello, sin embargo, el whasapp sonó varias veces con larguisimos mensajes, diciendole lo que haría con ella a solas, o otros en los que le decía estas ahi wapa, hasta que finalmente dejó de enviar.
El lunes fue al trabajo, no se quitaba de la cabeza al maduro, ahora leia los mensajes una y otra vez, le excitaba pensar lo que decía haría con ella, antes de salir del trabajo recibió uno, ecía que ya estaba en la ciudad, si no le contestaba ese día era que pasaba de él, Carmen no le contestó, aunque a duras penas se contuvo, habia estado ese dia y la noche solo con él en la cabeza.
FIN DE LA PRIMERA PARTE
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