Georgina… toda una vida de travestismo. CAPITULO 1 a 5
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Georgina… toda una vida de travestismo.
CAPITULO 1 UN CHICO NORMAL.
En verdad no recuerdo exactamente como empezó mi travestismo, solo recuerdo que yo era un niño “normal” más o menos hasta los diez u once años….
Jugaba con mis amigos a cualquier juego de niños “normales”, éramos traviesos, peleoneros y revoltosos; como cualquier grupo de niños, nos metíamos en problemas como todo niño.
Mi familia era una familia desintegrada, ya que mi padre nos abandonó cuando yo aún era muy pequeño, supongo que por problemas con mi madre; pues ella era una mujer muy dominante y neurótica y para acabarla de amolar era muy católica
Debido a los problemas mentales y emocionales de mi madre, ella nunca pudo conseguir un empleo para mantenernos, (éramos tres hermanos: José Luis el mayor, Yo Jorge el de en medio y Laura la menor).
Para poder sostenernos mi madre envió a trabajar a mi hermano mayor, quien a partir de ese momento se convirtió en el jefe de la familia…
Recuerdo que una madrugada entré al cuarto de mis padres sin llamar, y ¡vaya sorpresa! Los encontré cogiendo… ¡quedé sorprendido!! Y muy sorprendido… por supuesto que eso me valió una buena reprimenda por parte de mi padre, y una golpiza por parte de mi madre.
Supongo que por ese hecho se despertó en mí un precoz interés por el sexo. A partir de ese momento me obsesioné con ello.
A partir de ese momento me pasaba todo el tiempo en el sexo, sin embargo no tenía a nadie que me informara al respecto, ya que en esa época el sexo era tabú, ni hablar de sexo con los adultos…
Te podía costar una golpiza…
En cuanto a mi grupo de amigos del barrio, estaban tan ignorantes o más que yo, desde luego que hablábamos de sexo pero eran puras tonterías. Ya que ninguno teníamos experiencia al respecto.
Cuando cumplí los 12 años no recuerdo como pero… encontré una revista pornográfica en el basurero. Era una revista de dibujos y estaba maltratada e incompleta, pero para mí fue todo un descubrimiento.
Se la mostraba a mis amigos y comentábamos sobre sexo… pero siempre mostrando nuestra total ignorancia del tema.
Para esas fechas ya empezábamos a mostrar interés en las chicas, empezamos a tener novia (algunos), y a tener sexo con ellas, supongo que yo fui de los afortunados ya que tuve una o dos novias. Incluso llegué a bajarle las pantaletas a una de ellas y me permitió tocarle su vagina.
No hubo penetración pero me dejó puntearle el ano con mi verga…
Así que como ven hasta los 12 años yo era un chico completamente normal… pero había un detalle: siempre me gustó más tocarles el culo a las chicas, que tocarles la vagina…
A causa que nuestro departamento contaba solamente con 2 recamaras, mi hermano mayor y yo dormíamos en una y mi madre con mi hermana ocupaban la otra.
Sin embargo como ya éramos adolecentes mi hermano y yo peleábamos mucho en la cama.
Por lo que mi madre decidió que yo durmiera en la sala, en un sofá que se podía convertir en cama…
Dicho sofá tenía un compartimento en la parte baja para guardar las cobijas, ese compartimento me fue muy útil como verán a continuación.
Bueno… pues resulta que a mi hermano y a mí nos olían muy mal los pies, por eso mi madre nos obligaba a lavarnos los pies cada noche antes de dormir, así que diario calentábamos un poco de agua, la vaciábamos en una cubeta y nos lavábamos los pies por turnos: mi hermano primero (por ser el mayor y el consentido de mamá).
El único inconveniente era que yo no me podía acostar a dormir, hasta que mi familia terminaba de ver televisión, ya que esta se encontraba en la sala.
Entonces yo me lavaba los pies después de que ellos se iban a dormir, entonces lo hacía… pero me daba flojera ir al baño a tirar el agua de la cubeta. Así que la dejaba junto a mi cama hasta la mañana siguiente. Y eso molestaba a mi madre.
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CAPITULO 2 EL INICIO
Mi madre me reprendió porque en las mañanas encontraba la cubeta con el agua usada en la sala, en mi defensa le dije… que no tenía caso ir descalzo al baño para tirar el agua en el retrete; si me acababa de lavar los pies porque entonces me los iba a ensuciar otra vez. Ya que no tengo chanclas de baño…
Me dijo que entonces utilizara unas zapatillas de ella para hacerlo y que ya no tendría pretextos para no vaciar la cubeta… así que a partir de esa noche utilicé unas zapatillas de mi madre eran unas zapatillas de tacón alto preciosas, eran de tiritas atadas al tobillo preciosas…
Para esa época yo tenía un amigo llamado Raúl, quien era mi ídolo, porque era muy guapo y tenía mucha suerte con las chicas… con el aprendí a masturbarme lo cual hacíamos juntos casi a diario, lo hacíamos en su casa porque en la mía era imposible. Lo hacíamos de manera diferente cada uno, Raúl lo hacía sentado en la cama con la verga en su mano, solo con la bragueta desabrochada… yo lo hacía poniéndome bocabajo sobre la cama y agarrando mi verga por debajo de mi estómago, lo hacía así porque en mi revista porno solo había dibujos de una pareja cogiendo en la postura “del misionero”, el hombre encima de la mujer estando ella de espaldas a la cama…
Así que yo suponía que debía masturbarme en la postura del hombre de los dibujos, pero para no ensuciarme me tenía que bajar el pantalón y la trusa. Raúl me veía las nalgas y se reía… pero como éramos buenos amigos a mí no me importaba y así seguimos haciéndolo durante mucho tiempo…
Una noche después de que mi madre y mis hermanos se fueron a dormir, procedí a lavarme los pies y al terminar me puse las hermosas zapatillas de mi madre… tiré el agua y me acosté para dormir pero me encontraba muy caliente y decidí masturbarme.
Me tendí bocabajo en la cama y empecé a tocarme la verga cuando vi las preciosas zapatillas
junto a mi cama… decidí ponérmelas mientras me masturbaba, me sentía muy bien masturbándome completamente desnudo usando solamente las zapatillas, por alguna razón que no entendí comencé a fantasear… imaginándome totalmente vestido de mujer y con las zapatillas esa visión me puso tan caliente que me vine copiosamente… terminé y me limpie con el trapo que utilizaba para secarme los pies y me dormí.
Esa noche soñé que salía a la calle vestido de mujer y a la gente no parecía importarle verme vestido así, me desperté y me pasé todo ese día pensando en mi sueño. Todo el día lo pase muy excitado.
Esa noche repetí mi masturbación igual totalmente desnudo usando las zapatillas y fantaseando con la imagen de mí mismo vestido de mujer… acabando con una eyaculación muy rica.
Así noche tras noche me masturbaba de la misma manera, pero a la mañana siguiente… los remordimientos me atormentaban sintiéndome culpable por imaginarme vestido de mujer.
Fuera de eso, mi vida transcurría normalmente, entre la escuela, los amigos, las travesuras, novias, etc.
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CAPÍTULO 3 LAS NALGAS DE MI MADRE
Mis hermanos asistían a la escuela por las mañanas mientras que yo lo hacía por las tardes,
Por ello yo tenía que ayudar a mi madre en los quehaceres de la casa, me ordenaba barrer y trapear la casa, yo lo hacía de mala gana porque esos eran trabajos para mujeres, no para hombres pero mi madre me obligaba a hacerlo.
Siempre al terminar de arreglar la casa mi madre se encerraba en el baño para asearse, mientras yo hacía mis tareas escolares y terminando me salía a la calle a buscar a mis amigos…
Pero un día sucedió algo que marcó el rumbo de mi vida…
El día anterior nos habían suspendido el suministro de energía eléctrica, así que cuando mi madre entro al baño para asearse dejó la puerta abierta, suponiendo que la cortina que colgaba frente a la puerta impediría que yo pudiera verla pero… entre la cortina y el piso hay un espacio de 30 cm. Aproximadamente, cuando mi madre procedió a su aseo se me ocurrió espiarla. Yo aproveché que frente a la puerta del baño había un sillón… me tendí bocabajo en el piso detrás del sillón y por debajo de este pude ver ¡!las nalgotas de mi madre!!… ella estaba en cuclillas, de espaldas a la puerta insertándose la boquilla de su irrigador en la vagina y lavándose con agua tibia… yo la podía ver claramente… sus nalgas, sus piernas abiertas, y sus pies con mis hermosas zapatillas,
Veía perfectamente cómo se pasaba las manos por su vagina y nalgas lavándose perfectamente…
!! Guau, que excitante!! Cuando mi madre terminó de asearse me levanté del piso cautelosamente y Salí de la casa sin hacer ruido.
Mi mente era un lio ¡!acababa de ver a mi madre desnuda!!, lavándose las nalgas, y lo más importante usando las zapatillas que yo utilizaba todas las noches, pasé todo el día excitadísimo… solo deseaba que llegara la noche para masturbarme y aplacar mi calentura.
El problema era que no podía comentar con nadie mi descubrimiento, ni siquiera con mi amigo Raúl.
Esa noche me lavé los pies, me puse las zapatillas, me desnudé, me tendí bocabajo en la cama, y se me antojó acariciarme el culo como vi que mi madre lo hacía en el baño pero…
Mi culo olía mal por estar sucio, entonces se me ocurrió aprovechar la cubeta con agua que estaba junto a mi cama, me senté sobre la cubeta y procedí a lavarme el culito, metía mi dedito medio en mi ano para retirar la suciedad mmm…!!Se sentía muy rico!!…!!Me estaba lavando el culo igual que mi madre!!… ¡!además estaba usando las mismas zapatillas que ella!!, esa noche mi masturbación fue memorable me vine como “LOCA”.
(A partir de este momento dejé de pensar en mi como chico, ahora me imaginaba a mí misma como CHICA)…
Desde esa noche mi ritual de masturbación consistía en: lavarme los pies, ponerme MIS zapatillas, lavarme el culito a conciencia, tenderme bocabajo en la cama, y masturbarme como desesperada metiendo mis dedos en mi culito…
Pero yo quería más, ahora deseaba ponerme más prendas femeninas aparte de mis zapatillas, así que aprovechaba las pocas ocasiones que tenía para hurgar entre las ropas de mi madre. Pero ella no tenía lencería muy sexy y además corría el riesgo de que se diera cuenta que yo usaba sus prendas…
Entre mi grupo de amigos teníamos la costumbre de entrar a las casa de todos con absoluta libertad, así que se me ocurrió ir a las casas de los amigos que tenían hermanas y los que tenían madres jóvenes, para ver si podría encontrar ropa femenina de mi gusto. Y tal vez podría robarme algunas prendas.
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CAPITULO 4 LADRONA DE ROPA
Así día tras día visitaba a mis amigos y pretextaba cualquier cosa para entrar a las recamaras y hurgar en los cajones y roperos para ver que podía hurtar… incluso me ponía una chamarra de mi hermano que me quedaba grande para ocultar mi botín, así pude ocultar 2 pares de zapatos de tacón alto que robé de diferentes casa. De esta manera poco a poco y corriendo el riesgo de ser descubierta me hice de un buen número de prendas femeninas.
Ya tenía 3 pares de zapatos de mujer, incluidas mis zapatillas, 2 brassieres, 4 pantaletas, 1 camisón transparente y cortito y muchos pares de medias de diferentes colores…!!Huy que emoción!!…día tras día repetía mi ritual: en la mañana espiar a mi madre lavándose el culo y vagina, y por la noche lavado de pies, lavado de culito, y ahora añadí ponerme medias, brassier, pantaletas, zapatos de mujer (ahora tenía 3 pares a elegir), y masturbarme metiendo uno o dos deditos en mi colita ¡!guau era de lo más rico!!…terminaba mi sesión ocultando mi botín en el compartimento para cobijas del sofá, para mantener ocultas mis cositas… así en la mañana todo parecía normal.
Mientras yo seguía aprovechando cualquier oportunidad para seguir robando prendas femeninas.
Como ya tenía muchas medias un día robé de casa de mi abuela materna una faja-liguero que pertenecía a una de mis tías, también robé dos brassieres de peto largo uno negro y el otro blanco, de esos que envuelven completamente el torso y comprimen el abdomen a mí me parecen deliciosos.
También de diferentes lugares me hice de 2 fondos completos 3 medio-fondo, EL TESORO MAS IMPORTANTE QUE LOGRÉ ROBAR FUE…!!UN CONSOLADOR DE LA MAMÁ DE UN AMIGO, solo me faltaba un baby doll que era la prenda que más deseaba tener, pero mientras me las arreglaba con el camisoncito que robé de casa de manolo uno de mis amigos…todo esto lo tenía oculto debajo del sofá.
Durante esos años mi vida transcurría aparentemente normal pero… me seguían atormentado las dudas porque yo pensaba que estaba haciendo algo malo, primero: espiaba a mi madre en el baño, segundo: me vestía de mujer todas las noches, tercero: me masturbaba tocándome el culo…
imaginando que yo era una mujer siendo cogida por un macho.
Para ese entonces mi amistad con Raúl seguía bien, nos seguíamos masturbando juntos yo siempre bocabajo en su cama enseñándole a Raúl mis nalgas, secretamente yo tenía la esperanza de que algún día se le antojaran mis nalguitas y me cogiera… para entonces yo comencé a enamorarme secretamente de Raúl ¡!era tan guapo!!, pero no podía decírselo era mi mejor amigo y no quería perder su amistad. Era otra de las dudas que me atormentaban…!!Me estaba enamorando de mi mejor amigo!!
En mis masturbaciones nocturnas mientras me metía un dedo en mi culito me imaginaba a Raúl cogiéndome: yo tendida bocabajo en la cama, vestida de nena con mis piernas abiertas y Raúl encima de mi metiéndome su rica verga por el culo… solo de imaginarlo tenía unas eyaculaciones riquísimas.
Así continuó mi vida hasta que terminando la escuela primaria Raúl me dio una muy mala noticia: regresaba a su natal Aguascalientes para continuar allá sus estudios de secundaria, la verdad me supo mal que se fuera ya que para entonces estaba yo perdidamente enamorada de el… pero así es la vida él se fue dejándome más perdida de lo que ya estaba.
Para el año de 1965 ingresé a la escuela secundaria yo contaba para entonces con 14 años de edad
Ahí conocí a Sergio, un compañero al que apodábamos “El pollo”, era un chico guapísimo a diferencia de Raúl el pollo era moreno con ojos negros (Raúl era rubio con ojos azules). Con Sergio “el pollo” hice una muy buena y estrecha amistad, yo iba su casa y él iba a la mía después de clases y pasábamos juntos casi todo el día.
Sin darme cuenta me fui enamorando de Sergio, al grado que yo tenía celos de sus novias, ya que como era un chico muy guapo tenía varias novias, con Sergio y su hermano mayor Mario fumé mi primer cigarrillo. Lógicamente fumábamos a escondidas, para hacerlo íbamos a un deportivo que se ubicaba cerca de la casa del pollo, debajo de las gradas de la pista de atletismo existía una bodega abandonada. Era “La guarida secreta” del pollo y su hermano. ..
Ahí era donde nos escondíamos para fumar, ver revistas porno (pocas y malas), y masturbarnos. Resulta que dicha bodega contaba con una puerta metálica aparentemente cerrada con un gran candado… digo supuestamente porque el pollo y su hermano habían cortado el candado de manera que parecía estar completo, pero solo había que girar la argolla y abría.
Cuando salíamos de “La guarida secreta” solo había que acomodar el candado y la puerta parecía que la puerta estaba asegurada. Por el estado del interior de la bodega era evidente que tenía muchos años sin ser utilizada, así que podíamos permanecer dentro todo el tiempo que se nos antojara sin temor a ser descubiertos.
Mientras yo seguía practicando mi ritual noche tras noche, y seguí robando prendas femeninas cada que se me presentaba la oportunidad.
Seguía vistiéndome y masturbándome… colocaba un espejo para poder admirar mi figura envuelta con esas ropitas tan encantadoras.
Ahora ya podía peinarme como nena ya que por medio de Sergio supe de los Beatles, y me dejé crecer el pelo ya que eso estaba de moda entre los jóvenes, a mi madre no le gustaba que yo trajera el pelo largo. Pero pese a sus protestas conservé mi cabello largo.
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CAPITULO 5 MIS MASTURBACIONES ANALES
Con mi ingreso a la secundaria coincidió un suceso que me dio la oportunidad de dar rienda suelta a mi travestismo: mi madre se enfermó de los nervios, como no teníamos dinero para internarla en una clínica, decidieron llevarla a casa de mis abuelos maternos para su cuidado.
Esto en lugar de causarme tristeza… me causó alegría porque significaba que tendría la casa para mi solita durante todo el día.
Ya que mi hermano mayor trabajaba todas las mañanas y trabajaba por las tardes, y mi hermana estudiaba durante las mañanas y todas las tardes acudía a casa de los abuelos para atender a mi madre. Ambos llegaban a mi casa ya muy noche prácticamente solo a dormir.
A mí me encargaron la limpieza de la casa, yo puse cara de enojo alegando que me obligaban a realizar labores de mujer… jeje.
En realidad me agradó la idea de realizar labores de mujer… después de todo yo era una mujercita ¿o no?
De esta manera en cuanto salía de la secundaria me iba corriendo a mi casa… llegando lo primero que hacía era desnudarme, lavarme el culito, peinarme haciéndome dos coletitas con unos moñitos, como colegiala, me vestía completamente femenina, con pantaletas, brassier relleno con medias para simular unas bonitas chiches, medias, liguero, fondo y alguno de los vestidos que había logrado robar.
Y así completamente transformada en una mujercita realizaba muy contenta las labores del hogar, a plena luz del día.
Supongo que me debía ver ridícula… un chico tratando de parecer chica… pero en mi imaginación me veía preciosa.
Imaginándome que yo era una joven ama de casa arreglando mi casa y esperando a mi marido como una buena esposa. Siempre era Raul mi marido en mi imaginación.
Como es lógico suponer toda esta situación me ponía muy cachonda y terminaba masturbándome como loca metiéndome los dedos en mi culito, pero… ya no me satisfacían mis dedos necesitaba una verga en mi culo, ¡!ME URGÍA!! Sentir una verga en mi culo, busqué en la casa algo que se pareciera a una vergóta… y recordé el consolador café de 25 cms de largo y un ancho como de 4 cms. Que había robado… Como había conseguido unos condones, le puse uno…listo, así una vez preparado le unté vaselina al consolador, me unté también el culo, metí un dedito con vaselina en mi culito y me preparé para el gran momento: ¡!el estreno de mi culito!!
Llevé el consolador amorosamente y lo deposité en el piso enfrente del espejo del ropero, para poder ver toda la escena, me quité la pantaleta y me puse en cuclillas sobre el consolador, lo sujeté con una mano mientras con la otra me jalaba una nalga para ayudar la penetración…
Me miré en el espejo y la imagen era ¡!cachondísima!!, yo una nenita con medias y liguero, brassier, zapatillas, peinada con coletas y moños, en cuclillas con mi verga y mis huevos colgando, apuntando un consolador a mi culito ¡!dios mío era una sensación alucinante!! Sentía un cosquilleo en mi ano y mariposas en el estómago.
Por fin me armé de valor y poco a poco comencé a sentarme en el consolador, al principio mi ano se resistía, cuando entró la punta sentí mucho dolor en el culo, me detuve unos minutos, lo saqué y otra vez lo intenté… poco a poco despacio, me fui sentando otra vez en el consolador, esta vez mi ano opuso menos resistencia… entró la punta ahora sin tanto dolor, me detuve unos segundos y descendí un poco más clavándome unos centímetros el consolador en mi culo… aun me dolía pero menos que al principio, así que pese al dolor de culo decidí continuar, me ensarté unos centímetros más ya tenía dentro de mi culo unos 10 cms. De consolador pero aún me dolía el ano… además se me estaban entumiendo las piernas, estuve a punto de renunciar.
Pero… mi pie izquierdo resbaló y al trastabillar el consolador se me encajó como 10 cms mas, casi aúllo del dolor lentamente me levanté y el consolador se salió de mi culo a causa de la vaselina. Cuando lo vi noté que estaba embarrado de mierda pero además había sangre… me asusté y me limpié el culito me ardía y me dolía horrores, a causa del dolor perdí la erección y se me bajó la calentura. Limpié el consolador y el piso arreglé todo para no dejar huellas de mi fechoría.
Con el culo todo adolorido terminé de limpiar la casa. Estuve vestida de nena toda la tarde preguntándome porque me había dolido tanto, pensando… que hice mal?, porque no lo disfrute?
Acaso no se puede coger por el culo?… en fin me cambié y me vestí de chico porque mis hermanos no tardarían en llegar.
Esa noche mientras me masturbaba vestidita con mi liguero y camisón, acariciando mi culito adolorido decidí investigar para ver si era posible clavarme el consolador en el culo sin dolor.
Preguntando entre mis amigos mayores si era posible cogerse a una mujer por el culo, los más experimentados me dijeron que a las mujeres no les gusta que se las cojan por el culo que para eso tienen una vagina… pero uno de ellos nos contó que actualmente se andaba cogiendo a una señora casad, la cual para no embarazarse le permitía cogérsela por el culo…???
Eso me interesó le pregunté: y no le duele?
Al principio si le dolió, pero con el tiempo se acostumbró… ahora me la cojo por el culo y le encanta.- me contestó.
Oye… ¿y no le sale sangre por el culo cuando te la coges?
La primera vez sangró por el culo, porque la desvirgué pero nunca volvió a sangrar
Eso disipaba todas mis dudas ¡!todo era cuestión de acostumbrar mi culo a recibir consolador !!
Un día haciendo mi quehacer encontré el irrigador de mi madre y decidí usarlo para lavarme el culo por dentro para no embarrar el consolador con mierda.
Así que a partir de ahí todo consistía en: llegar de la escuela, encuerarme, lavarme el culito por dentro y por fuera.
Una vez con el culito bien lavado, me aplicaba crema en todo mi cuerpo, me ponía mis medias con la faja-liguero, mi brassier con relleno, mi fondo completo, algún vestido, mis zapatillas, me peinaba mi melena, casi siempre dos coletas con moños, me maquillaba un poco…
Y así completamente vestidita como nena realizaba el aseo de la casa y lavaba los trastos y la ropa.
Imaginándome una linda ama de casa esperando a mi marido… para cerrar con broche de oro me instalaba frente al espejo con mi amado consolador y me acribillaba el culo sin piedad, y ahora sin dolor, porque mi culito ya se había acostumbrado a recibir consolador.
Mis masturbaciones eran memorables… me sentía profundamente contenta solo deseaba que algún día tuviera dentro de mi culito una verga real y no un consolador. Una vez saciada mi calentura limpiaba todo para no dejar huellas, y permanecía vestida toda la tarde, así vestida comía, y hacia pipi sentadita como toda una señorita, fue una época hermosa… de puro goce anal.
Hasta que al caer la noche me desvestía y me ponía mis odiadas ropas de chico para recibir a mis hermanos.
Ahora por las noches dormía con una pantaleta y mi camioncito usando las zapatillas junto a mi cama… para mis hermanos no era raro ver las zapatillas junto a mi cama, ya que las usaba por sugerencia de mi madre.
Continuará…
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