HE SIDO "ESTRENADA" 1ª PARTE
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En mis sueños eroticos, mi "hombre perfecto" era un maduro, seguro de si mismo, dominante alto fuerte, entre los 45 y 55 años, que ante mi, se sintiera "el macho" el hombre, pero que a la vez me comprendiera y no se mofara de mi forma de sentir, como envidiaba a quienes publicaba ese estilo de relatos que yo leia avidamente, como enidiaba como habian conseguido encontrar aunque fueran por una noche a veces a un hombre asi.
Con el tiempo, dí un paso más, sobretodo los sabados, por la mañana empecé a salir, en chandal pero bajo él, llevaba braguitas y a veces un corsé que me hacia aparentar si me quitaba la chaqueta del chandal y quedab en camita que bajo ella poseia unas tetas pequitas y algo redondeadas, claro que no me lo quitaba hasta volver de nuevo a casa, tras hacer senderismo, pues vivo en la periferia de la ciudad y nada más salr de mi barrió empieza una zona boscosa y con senderos preparados para ello.
Mido 1,71 cms, peso 64 kilos, pelo largo castaño no tengo vello en e cuerpo, como mi pene apenas mide 9 cms en erección grueso, todo empezó, hace dos semanas, me adentré en el sendero como cada sábado, caminando, sobre las 9 de la mañana, despues al llegar a la división de varias rutas cogí la más sinuosa y que mas se adentraba en el bosque, caminé como unos 20 minuos pensando en mis cosas, cuando escuché unos pequeños ruidos y como un flojo suspiro, primero me paré despues volví a escucharlos y me situó de donde provenian mas o menos, me fuí acercando a curiosear, cada vez se hacian mas perceptibles, hasta que quedé inmovil, pues vi una figura tras unos arbustos sabía que no me habia visto pues estaba casi de espaldas a mí, pero ahora ya no podia irme or miedo a ser escuchado lo que hice fue agacharme, inmovil, segundos despues él se movió un poco pero lo suficiente para saber ya yo exactamente ante que estaba.
Un hombre maduro, alto grande furte de cabellos plateados, vestido en chandal en su mano tenia cogida su polla, él de pie, a mi me pareció, enorme se la agarraba con su mano y parte le sobresalia su glande grueso y algo más del tronco, a veces suspiraba se la fue agitando hasta que finalmente salió aquellos enormes chorros de leche blanca, entre suspiros y gemidos de él, vi su cara, le conocía lo habia visto por mi barrio, imaginé que vivía por allí, tras terminar, se sentó de espaldas a mi, aproveché para sigilosamente abandonar el lugar, pero con una excitación fortisima, hasta que consegui volver al sendero, caminé unos minutos más pero estaba tan fuertemente excitado que no pude más y volví a internarme en el bosque hasta encontrar un lugar seguro y comencé a tocarme pronto no pude resistirme empecé a tocarme el ano, a gemir, que gusto me daba como pocas veces y en mi fantasia estaba con aquel desconocido, tuve que terminar rapido, masturbarme el pene para que todo terminara sin poder extenderme más como me hubiera gustado por miedo a ser visto, sin poderme solo tocar mi ano y recibir una tras otra oleadas de placer, sino buscar pronto eyacular para cansarme realmente y asi lo hice aunque mis gemidos fueron fuertes incontrolables por u cortisimo espacio de tiempo cuando eyaculaba e incapaz de contenerme tenia mis dedos meidos en mi ano, termné, me adecenté y al volvr al camino, me sorprendí, allí caminando delante de mi, estaba el maduro que me habia provocado todo aquello, camiano delante de mi a unos 30 o 40 metros, auque a veces miraba atras, hasta que por fin llegamos a la entrada del barrio desde ahí cada uno cogió su camino no sin antes él volver a mirarme varias veces ahora mas insistentemente.
El como yo antes me habia visto, yo no lo sabía en esos momentos claro, pasó toda la semana y "casualmente" lo vi dos veces, por mi calle, las dos él se quedó mirando yo, al llegar a casa me excitaba todo aquello, mas lo vivido y durante esa semana tuve unas inolvidablas masturbaciones como que él se hizo el centro de mis eroticos sueños.
El sabado pasado, me levanté como siempre a las 8, desayuné y fuí al dormitorio, esta vez elegí un corsé blanco con unas bragutas a juego una camiseta ancha "para disimular el relleno de pechos del corsé2 el chandal terminó de disimularlo, me fuí a hacer senderismo, mi primera sorpresa fue verlo sentado tambie en chandal en la parte de "merenderos" junto al empezar el sendero, pasé a unos metros de él, caminando iba nervioso al reconocerlo pero aún me puse mas cuando me di cuenta que él iba detras de mi, primero a unos 20 o 30 metros, cuando me fuí adentrando mas y mas él se fue acercando lentamente acortandome camino, hasta que llegó a un metro tras de mi y me habló.
– Hola podriamos caminar juntos y hablar eso nos distraeria
No sabía ni que decir, su voz grave, se presentó yo hice lo propio, empezó por preguntarme donde vivia, yo bajaba los ojos y le hablaba no era capaz de mirarle frente a frente, pero a su vez ello me hizo darme cuenta que en su pantalon de chandal se veia moverse su polla que yo veia al mirar abajo, eso me hacia aun estar mas nervioso si era posible, en esos momentos deseaba estar en mi casa "a salvo" de todo vivir tranquilamente solo imaginando, nunca me habia visto en nada así y ya estabamos lejos bastante lejos y en la parte frondosa del bosque, ahí él empezó a cambiar la conversación, ya sabia que yo no estaba casado que vivia solo, como que él estaba casado, empezó a hablarme de su mujer
– Si tuviera tu edad tampoco estaria casado, viviria la vida como me diera la gana, estar casado llega un momento que es una mierda al menos para mi, la mujer llega un momento en que ni folla ni ademas te interesa, a mi sabes ahora que me vuelve loco
– No
– Un tio vestido de tia, eso de verlo en bragas, tratarlo como a una zorrita, es lo quemas me pone, me suelo conectar a internet y buscar por chat pero aún no he encontrado nada,
¡Dios! pensé, le gusta lo que me gusta a mi, ¿como es posible? vaya casualidad, no, no habia ninguna casualidad, pronto me sacó de dudas pues auque mi cerebro era un hervidero, yo estaba silencioso, de mi boca no salía ahora nada, él calalba como esperando que yo dijera algo, que no dije y de pronto comenzó a hablar de nuevo, en esos momentos oir lo que oí solo pensé en ¡tierra tragame!.
– ¿Te gustó ver mi polla?, ver como mela "cogía"
Ahora aún menos hablé no sabía que decir, estaba coloradisimo, pero él prosiguió.
– Te ví al irte, esta vez te segui yo, mmmm me gusto verte las braguitas negras, y como te metias tus deditos gimiendo mmmm ni mi esposa a gemido así, te hubiera follado en ese momentos pero estaba recien corrido, me gustó mas verte, como te tocabas como una perra en celo, como te quedabas esas braguitas en ese culitotan rico que debes tener, mira como me tienes la polla
Se la sacó allí ante mi dura gorda yo estaba asustado, él cogió mi mano y la puso en su pola estaba caliente palpitante dura suave, me la hizo mover la mano y a la vez sin soltarsela me hizo caminar hasta salir del sendero, hasta colocarnos tras unos arbustos, ahí me hizo arrodillarme y dar mi "primera mamada", lo hice mientras me decia.
– Aquí me la vas a chupar, te voy a folar en tu casa, esta noche, estaré solo y te voy a dar una buena follada, mi putita – todo me lo decia sin dejar que me sacara su poa de la boca y moviendose aguantando mi cabeza y obligandome a chuparsela empecé a escuar con el tiempo sus gemidos – aaah si si buena boquita para mamarla, mmmmm que labios tienes aprietalos bien contra mi polla, si mmmmm asi chupona te voy a follar esta boquita, aaaaahh que rico,
Asi hasta que empezó a gemi a moverse en mi boca y se corrió esta vez fue mi boca quien recibió esos chorros largos blancos y calientes de leche sentí el sabor, como la caliente temperatura hasta que terminó, pero aún asi nome dejó sacarme su polla, solo me decia.
– Hasta la últia gota, si no te voy a sacar mi pola hasta que bebas la última gota,
Tuve que hacerlo al tener su polla metid y toda su leche en mi boca, después saco su polla, se la guardó bajo el chandal yo seguia de rodillas, me lo habia tragado todo sentia en mi garganta y boca el sabor de su leche sentia en mi garganta aun restos hasta que por fin me levanté avrgonzado él se dirigió de nuevo a mi.
– La chupas pero que muy bien,
– No puedes ir a mi casa
– Por que
– Porque podrian verte, me daría mucha verguenza,
– Nadie sospechará al menos esta primera vez, pero si esta noche voy a ir a tu casa, sé el portal pero no se el numero d epuerta,
– No por favor o me hagas esto
– Claro que si y me lo vas a decir
– No por favor, no, podrian vernos es muy peligroso, otro dia en otro lugar
– Pero que pasa que tu no follas, solo la chupas
No supe que decir, que le iba a decir que nunca habia hecho nada de esto, no era capaz de decir nada sobre esto, me avergonzaba al verlo.
– Tu vas a hacr lo que yo te diga y punto, no me toques los cojones, tantas bragas y tanta polla que eres un calientapollas, a ver.
Cogió la cintura de mi chandal la abrió tirando hacia él, mirando y a la vez que bajaba el apntalón me decía
– Pero de que vas zorra, vienes en bragas y te haces la estrecha, tiraba de mi, yo me dejaba tirar andando callado y el tirando, yo no sabía que e esperaba, cuando llegó hasta un tronco cortado que habia cerca se sentócomo si fuera un taburete y sin soltarme me hizo inclinar en un santiamen me ví con el chandal casi por las rodillas mis nalgas al aire solo cubiertas por mis braguitas a la vez que sentí por primera vez, el azote de un hombre, empezó a azotarme y con ritmo, uno tras otro y yo di los dos primeros gritos, a lavez que su mano se puso en mi boca diciendome
– Callate zorra te van a escuchar, asi sabras quien manda aqui, haras lo que te diga.
Apenas dos minutos y me soltó pero mis nalgas ardian, me subí el chandal cuando me lo dijo él siguió sentado yo de pie, y me dijo.
– damé el numero y tu numero de telefono
se metió la mano en el chandal sacó su movil y esta vez si le dije todo.
Antes de llegar al final del sendero junto a i barrio se separó de mi, tras decirme la hora y yo me fuí a casa, primero sentí miedo ya solo en casa, pero despues excitación pensé en como se la habia chupado, preparé el baño me metí en el y empecé a masturbarme, me tocaba mi culo largamente dejandome de lado largo rato mi pene, gmaia y al llegar al climax anal, me ecuchaba decir
– Si si pegeme para que sepa que soy tuya, que te pertenezco y te obedezco,
Como me corría con esas imagenes en mi cerebro, cuando llegó la noche, él llamó a mi timbre, a mi movil una y otra vez, mientras yo acurrucado en mi sofá, era incapaz de abrir por el intenso miedo que tenia.
Fin primera parte
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