Katya, la naturaleza es mas fuerte. 1.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En las vacaciones, iba donde mi abuela, ahí había un vecino el que era muy lindo y amable. Jugábamos siempre juntos, un día empezamos a hablar de los besos y nos escondimos debajo de unas mantas y de improviso me besó. Fue muy dulce y excitante, yo tenía 12 años y el 13. Los días siguientes comenzamos a besarnos a escondidas, me acariciaba el culo y el pene muy suavemente. Un día que estábamos solos, subimos al desván y me dijo que íbamos a jugar un juego, haríamos el amor como en las películas. El sería George y yo Keterina o Katy. Le dije que me gustaba ser su mujer y que el podía poseerme.
Nos besamos un gran rato, nos desnudamos, refregando nuestros penes. En un momento le ofrecí mi cola. Me puse con el trasero levantado y el comenzó a besarme la espalda y la nuca, me besaba los labios desde atrás y muy lentamente comenzó a penetrarme. Sentí algo suave y muy caliente que me entraba por mi cola, entraba y salía muy suave, yo me puse con la cola muy parada y le dije que lo metiera todo, yo estaba muy femenina y el se excitó mucho, me di vuelta para tocar su pene ya que no quería entrar bien. Cuando vi su pene , estaba enorme muy morado y le salía un líquido como agua. El me lamió el culo hasta que yo casi estallé. Nuevamente comenzó a presionarme hacia adentro, me di cuenta que ya no había vuelta atrás. El me abrazó muy fuerte, yo no sabía que tenía que hacer pero me dejaba llevar. Sentía mucho, como nunca, su pene gordo comenzó a penetrarme aún más y más, era interminablemente largo y gordo. Adentro yo sentía su fuerza y su movimiento siempre hacia adelante, me abrí aún más, sentí toda su verga dentro mío. Caliente y suave, dura muy dura. Estaba loca, comencé a gemir como una gata fiera, mientras echaba mi culo hacia atrás, de pronto sentí sus bolas entre mis nalgas y él estaba poseído con mi cuerpo. En ese momento me sentí realmente como una chica y de mi pene muy erecto salía líquido. Él se arrojó sobre mí con mucha fuerza y me gritaba Katia , Katita grita tú también. Yo no podía gritar, pero gemía y me movía apretando con mi culo su pene, haciendo círculos con mi cola, bombeando mi ano hacia adentro y afuera, subiendo y bajando , retrocediendo más para sentirlo más adentro. Perdí la noción del tiempo y George gritó más fuerte que nunca y se movió muy brusco, gimiendo como un caballo. No sabía lo que le pasaba , pero retiró su pene de mi culo, mientras saltaba hacia afuera un líquido, pensé que se había orinado.
Nos tiramos de espalda y nos abrazaos mientras me besaba y se masturbaba. Yo tocaba su enorme pene morado; como seguía escupiendo ese líquido blanco. Me acurruqué en su pecho, mientras le tocaba su gran pija, aún dura. Mi culo estaba abierto y latía con fuerza mientras salía liquido caliente de él. Me fui al baño, cuando volví, George estaba durmiendo. Así lo deje mientras fantaseaba y miraba su cuerpo. Yo estaba preocupado por lo que había pasado. En un rato despertó, me vio a los ojos y me besó nuevamente. Me dio gracias por que había roto su virginidad y lo había convertido en un hombre. Su hermano mayor le había contado como debía masturbarse y que salía un líquido llamado semen y era para tener bebés. Él había practicado masturbandose, pero nunca había acabado. Contigo lo logré y quiero hacerlo de nuevo. Esas palabras me hacían sentir muy atractiva. Todas eran palabras nuevas para mi. Masturbarse, semen, acabar. En ese momento me tomó el pene hasta que se endureció. En la habitación había cosméticos de mi tía. Le dije que esperara un momento. Entre al baño, me pinté los labios y me puse algo de mascara para las pestañas. Ya lo había hecho antes y me gustaba mirarme al espejo. Al salir le dije que cerrara los ojos y me puse una blusa de seda y con flores de mi tía. Escondí mi pene entre las piernas y me acerque a él.
Nos abrazamos y el me lamió un largo rato el culo, yo gemía como una niñita, hasta que muy bruscamente me introdujo su gran pene en mi culo , ahora lo sentí con mucho dolor, pero me aguanté, me quede muy quieta, mientras me daban unos espasmos. Le rogué que lo hiciera más despacio, mientras besaba dulcemente sus labios, porque me dolía, el gritaba que me estaba violando y lo seguía haciendo fuerte. El fuerte dolor se transformó rápidamente en placer y luego en locura. Me sentía poseída, me sentía una mujer, me estaban violando, porque era una chica muy bella y atractiva. Era de él y eso me gustaba como nada en el mundo, el demoró en acabar nuevamente y yo no quería que lo hiciera, pero a la vez quería sentir su semen nuevamente llenando mi culo. El sol ya estaba ocultándose. Mi abuela ya regresaría y nos podía sorprender. A ratos me miraba al espejo con mis labios rojos el pelo desordenado. En cada momento tenía más aspecto de mujer. George acabó con toda su hombría en el fondo de mi culo. Esta vez no dejé que lo sacara y seguimos jugando un rato, sintiendo su verga dentro, como se deslizaba, ahora más blanda y floja. Luego de unos minutos adentro comencé a apretar mi ano, aprendía a controlar y mantenerlo apretado, pulseando y retorciéndome contra su pubis. Sentía su placer y los movimientos justos para lograr su máximo gozo. Era muy rico, luego comenzó a crecer dentro de mí nuevamente y George recuperó sus fuerzas. Me sacó el pene por detrás y me sentó frente a él mientras me penetraba con vigor, ahora frente a frente. Me besaba los labios y me decía Katy Katita, te amo. Yo enloquecida me revolvía sentada en su gran verga.
Yo agradecía que no llegase mi abuela. George estaba muy calmo ahora pero su verga era enorme. Su rostro era muy tierno y podía ver los músculos de sus brazos y su abdomen. Mientras veía su verga como entraba y salía de mí.
Realmente me sentía como su, novia, su mujer, su hembra. Comenzó a cogerme muy rápido, y muy fuerte , mientras yo lo miraba a los ojos, el cambió su cara como si estuviera haciendo una gran esfuerzo, como para levantar algo pesado, mientras daba un grito desesperado, me estaba llenando de semen el culo nuevamente, mientras yo veía su rostro que jamas olvidaría. Yo quería más y más, nos fuimos calmando de a poco y nos echamos en la cama. Mientras me besaba tiernamente .
Al rato sentimos que alguien llegaba, él se vistió y bajo en seguida. Le abrió la puerta a la abuela, le dijo que yo estaba en el baño y le ayudó con las bolsas de las compras.
Yo me miraba en el espejo detrás de la puerta, mientras estaba sentada en el baño.
Salió un gran chorro de semen de mi culo y también algo de sangre fresca. No me sentí mal pero me asombró mirarme al espejo me veía increíblemente bella, luego que me había quitado el maquillaje. Me vi como una mujer. Tenía un aspecto diferente.
Me duche y bajé a comer. Mientras cenábamos , me movía femeninamente y veía a los ojos a George. Luego salimos a recorrer el pueblo.
Algo se había encendido en mí, las chicas no paraban de mirarme y George estaba algo celoso o maravillado con lo que había pasado. Éramos unos niños y la vida loca nos tomaba por sorpresa.
Esa noche y muchas más, George, durmió en mi pieza, mi abuela aún nos veía como chicos. Me pidió que ahora cambiábamos papeles. Él se pintó los labios y se acercó a mí, yo le di un gran beso pero le limpie los labios y solo yo, quería ser una nena. El me pidió que lo penetrara para saber que se sentía, me acarició el pene y ahora yo lo penetré. Lo hice un poco torpe pero me gustó mucho, saber que era mi hombre. No acabé como él, no podía. Fueron dos semanas que dormimos juntos.
Había cosas que no hacíamos porque no teníamos experiencia, pero la estábamos ganando rápidamente. Hacíamos el amor toda la noche, todas las noches. Mi culo no volvió a sangrar y aprendimos a durar mucho tiempo sin que Goerge acabara y si lo hacía, no lo sacábamos para seguir haciéndolo más y más. Yo terminaba vestido con la ropa de mi tía y con algo de maquillaje. Hablaba como nenita y bajaba vestida de nena, en la noche, a buscar comida al refrigerador.
Mi tía volvió de vuelta de la capital y se acabaron mis locas vacaciones. George me fue a despedir al microbús, pero nos miramos y me tomó de la mano sin soltarme me llevó al baño del terminal, quedaban diez minutos y los aprovechamos, me bajo los pantalones, se extrañó al verme que estaba con un calzón muy sexy de mi tía. Se exitó mucho y acabó rápido dentro de mí. Me dijo que volviera cuando pudiera ya que yo era su novia. Que me escribiría, me besó en los labios y me dijo que me amaba. Que le llamara por teléfono.
Al sentarme en el asiento me dolió mi traseroy comenzó a salir su semen, mire mis pantalones y estaban muy manchados. Mi ano estaba mas abierto, como no, si me habían dado por 15 noches y también los días. Apoyé mi cabeza en la ventana y dormí por las 10 horas que duraba el viaje.
Los días pasaron, llamé a Goerge y me contesto súper calentón, me contó que en un mes vendría a la capital y me quería ver.
Cuando llegué al colegio de vuelta, algo pasaba conmigo, estaba ido, como en trance, pensaba en George pero, las muchachas andaban como locas, me perseguían y querían hablar conmigo. Yo pensaba en mi novio, pero había algo en ellas que me inquietaba.
Pasó el mes y George no vino a verme. Yo estaba como loca y me tocaba el pene y el culo masturbándome y con un tubo de ensayo gordo me lo metía todo por el culo, mientras pensaba en él.
Pasó un año y conocí a una prima que venía de España, Alice. Ostias, la tía caliente esa, una vez se fue a meter a mi cama y me hizo de todo. Ella me gustaba mucho, me hizo lamerle la concha, hicimos el 69, hicimos el amor y me sentí por primera vez como un macho. Por alguna razón a ella le gustaba el sexo anal y a mí también lo prefería al vaginal. Estuvo seis meses durmiendo en mi pieza y creo que no hubo casi ninguna noche que no me la cogí.
Íbamos a fiestas, yo llevaba una vida normal de chico muy hombre. Yo estaba enamorado de mi prima. Pero un día la vi besándose con un chico de la escuela, mientras le metía la mano por la entrepierna. El mundo se vino abajo.
Llegué a mi casa y me vestí de chica, me puse mucho maquillaje, base, sombra, pestañas postizas. Una verdadera puta.
En esa época tenía vellos en todo mi cuerpo, me depilé casi por completo y comencé a masturbarme con el tubito. En ese momento llama a la casa mi prima, en mi habitación no entraba nadie, así que adentro podía hacer lo que se antojase. Le dije que la odiaba y que no quería verla más. Yo tenía llave de mi habitación. Julia aparece a la 10 min y golpea mi puerta, no le abrí, me quería explicar. Luego de unos gritos ella abrió la puerta con mi llave, que la había olvidado en el lugar secreto. Me vio vestido de chica, primero puso cara de loca, me dijo que era un marica, me golpeo no muy fuerte, luego lloró y me abrazó. Yo me excité. Mientras estaba sentada sobre mi comenzó a refregarse en mi verga, me corrió el calzoncito y comenzó a lamerme la verga, luego se sentó en mi pene y me violo como una lesbiana lo hace con su hembra. Mientras le hacía un brutal sexo anal, me sentí muy excitada vestida de puta.
Luego de esa escena, ella comenzó a vestirme de chica y hacíamos el amor por largas horas, mientras adivinen que…yo pensaba en George. Mi prima se fue a vivir a un departamento nuevo con su madre.
Salíamos juntos , íbamos al Cine , me compraba ropa de chica, maquillaje, de todo, compramos un gran dildo con el cual jugábamos. Ella se confeso bisexual. Así que en algún punto coincidíamos y manteníamos nuestras aventuras.
El verano que cumplí quince, viajé a lo de mi abuela, yo tenía aspecto de chico, aunque usaba el pelo largo y mis gustos eran las chicas. Me dijeron que el sábado habría una fiesta donde George. Estaba lleno de chicas que querían bailar. Yo lo vi ahí estaba, era un hombre, estaba muy guapo y abrazaba a dos chicas por la cintura. Me acerque a ellos y me presentaron. George no me miraba a los ojos. Él se besaba con su novia mientras ella le tocaba la pierna. Sentí algo parecido a los celos. En un momento quedó solo.
Yo me acerque y le quede mirando a los ojos, solo le dije, Hola , ya te olvidaste de mí??.
El estaba un poco bebido y me tomo del brazo muy fuerte empujándome y me dijo, cállate marica. No me molestes, vete de mi casa.
Regrese al otro día a mi ciudad. Me prometí comenzar una nueva vida como chico dejando atrás mi pasado.
Comencé a salir con una chica, era muy de familia y sus padres, ya mayores, eran muy amables conmigo.
Muchas veces nos quedamos solos en su casa, teníamos juegos sexuales pero nunca llegamos a hacer el amor.
Sus padres me tenían tanta confianza que yo les cuidaba la casa cuando salían a la costa los fines de semana. Llevábamos un año con mi novia Bernardita, era un pan de Dios. Con mi prima ya nos habíamos alejado y ella tenía un novio, un oficial de ejército. Muy guapo pero un estúpido, sin chispa.
Un amigo me pidió que le guardara unas películas en mi casa, era un pequeño bolso de mano. Ese era un fin de semana muy largo y los padres de Bernardita me habían pedido que cuidara su casa.
Voy a llevar las pelis dije para entretenerme, me dije. La noche del jueves comencé viendo películas, la mayoría eran mierda, pero había unas porno, compilados, la verdad es que me quede pegado en una de Shemales rusos, eran una maravilla, bellas. Me acosté a dormir. Muy cansado estaba. A las tres de la mañana, desperté, tenía un demonio dentro de mí, estaba loca, me tocaba todo el cuerpo, y necesitaba tener un pene dentro de mí. Me vestí de mujer, maquillada y con tacones de mi novia, comencé a pasearme por la casa mirándome en los espejos probándome distintas prendas. Estaba loca, nuevamente loca.
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