Katya La Naturaleza es mas Fuerte 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por KATYADEVOR2015.
Esa noche que estuvimos en la cabaña de su padre supe lo que era dejar de sentir como hombre y comenzar a ser mujer.
Todas mis dudas se disiparon, de ahora en adelante no pensaría ni actuaría más como un chico.
Ahora toda mi existencia estaría dedicada a ser una mujer.
La semana siguiente George se fue a la Capital con su novia.
Yo estaba feliz y comenzaba a sentir cada minuto como una chica.
Sin la fuerza de hombre, muy delicada, a veces temerosa, muy sexy, ahora miraba a los chicos con otros ojos, de deseo y calentura.
Tenía erecciones cerca de los chicos, era algo incómodo pero muy excitante a la vez.
Llegue a la capital y toda la ropa de hombre la quemé en el patio de mi casa, fue un rito especial.
Comencé a usar ropa deportiva de chica, el cabello que me había crecido tapaba mi barba incipiente.
Me notaban en la calle mi transexualidad.
George fue a verme a mi casa para despedirse.
Viajaba por un tiempo a Europa.
Me había preparado, estaba muy depilada, botines negros de tacón muy altos , con cordones, medias con encajes y porta ligas, un cola less muy sexy y me habían maquillado en un salón.
Mi prima me había prestado un abrigo de cuero muy ajustado.
Pedimos algo de sushi.
Con el champan mi pena de la separación se disipó y pude darle toda mi alegría esa noche.
El estaba muy guapo, comenzamos besándonos le quité toda su ropa dejándole solo su ropa interior.
Mientras bajaba a su bulto mordía sobre la ropa su gran verga.
Estuvimos largo rato frotando nuestros penes sobre la ropa interior mientras me besaba mis pequeños senos.
George estaba hechizado, me decía que yo era la “mujer” que más le gustaba en el mundo.
Le dije de mi decisión de ver a un médico para seguir un tratamiento hormonal y quizás a ponerme senos.
Él me dijo que lo pensara pero que para él sería fantástico.
No sé en que momento él estaba mamando mi pene mientras yo imaginaba que era una vagina, mis sentidos estaban siendo dirigidos a ser una hembra, incluso fantaseaba que quedaba embarazada de George y que mi barriga comenzaba a crecer.
Me incline volteándome para hacer el 69.
Con locura exprimía mi pene mientras metíamos nuestros dedos por el culo de cada uno.
Comenzó a bufar que se iba a correr, pero lo separé de mi para que bajara la intensidad y evitar que acabara.
Le lamía el culo mientras me masturbaba, sentía su aroma que jamás olvidaría.
Metió toda su verga en mi boca, mientras apretaba mi nuca desordenándome el cabello.
De mi boca salían gruesos hilos de baba similares al semen, nos mirábamos en un gran espejo que especialmente había situado mi degenerada prima para la ocasión.
La verga de George botaba mucho líquido pre orgasmo el cual comenzó a pasar por mi ano.
Mientras me apretaba desde atrás mordiéndome la oreja y diciendo mi nombre, Katya, Katya te amo.
Comencé a pensar en que no lo vería en mucho tiempo y mi corazón se apretó, junto con mi corazón se apretó mi culo y su pene no podía entrar me estaba doliendo demasiado.
Estuvimos mas de quince minutos tratando pero no pudimos meter ese pene en su lugar.
George que estaba pasado de copas se tendió en la cama y levantó su cola.
Tuve una gran erección , comencé a pasear mi pica por sus nalgas y lo penetré con mucha fuerza.
George se recogió un poco de dolor, pero aguantó la arremetida.
Se tragó con su culo todo mi pene mientras aullaba de pasión y placer.
Estuvimos así un largo rato mientras me pedía que acabara en su culo.
Yo lo masturbaba desde atrás, mientras miraba mi figura de puta por el espejo.
Estaba muy excitada, mientras le hacía el amor a mi hombre.
Sentía de una manera diferente, mientras mi pene iba creciendo más y más con el ir y venir de su culo.
De pronto, al ver el trasero redondo y gordo de mi macho, me vinieron las ganas de correrme, George se sacó mi pija de su culo y se la metió toda en su boca mientras movía su cabeza en señal de que acabase.
Como era un hombre grande, mi pene cabía en toda su extensión de dieciocho cm.
Acabé y acabé mucho, sin sacarse el pene de su garganta iba tragando mi semen, hizo una pequeña arcada mientras devolvía el semen dejándolo verter suavemente por su pera mientras me besaba para que probáramos el mismo manjar.
George estaba desatado y se abalanzó sobre mí , la música rock envolvía toda la habitación y mi perfume de mujer revoloteaba en mis sentidos, tomé su gran pene entre mis dedos con largas uñitas pintadas con detalles de flores, me sacó mi calzoncito y sin preámbulo me arrojo de espaldas en la cama , yo levante mis piernas penetrandome sin preambulos, senti como fuego toda su verga en mi culo, ya me había dilatado un poco, pero solo un poco, el dolor me paralizo un momento.
Como no quería arruinar su fiesta así me aguanté como una llegua y apacigué el dolor mientras mi cabeza colgaba de la cama.
George se cargaba con todo su cuerpo sobre mi culo y mis muslos.
Mi rostro reflejaba el intenso dolor y mientras con una fuerza extrema dominaba mi cuerpo y mi culo a su antojo, yo gritaba y revolvía mi cabeza hacia los costados mordiéndome el puño, eso lo exitaba mas y pedia que se detuviera un momento gritando .
Yo le miraba al espejo mientras una visión de una gran y morada verga entraba y salía del culo, era una hembra que estaban violando y eso era locamente exitante.
Esa imagen y ese tipo diferente de dolor que quería que se detuviera pero que al mismo tiempo lo buscaba, quedó grabado a fuego en mí.
La visión me excitó y comencé a gozar mientras los aullidos de dolor se mezclaban con placer, mi macho se excitó como nunca mientras entraba en un frenesí.
Comence a sentir mi punto G anal, masajendome la prostata y apretandola con su gran cabeza redonda , suave y caliente.
Yo estaba loca y me imaginaba que chupaba una gran verga gigante en ese momento, de mi boca salían grandes chorros de baba mientras George me chupaba las tetitas y mi boca.
El comenzó a estirarse sobre mi, mi ano y culo pedían tregua, pero mis ansias de darle el máximo placer a George eran más, como no acababa nunca comencé a moverme más para buscar su orgasmo, retrocedi hasta chocar con el respaldo de la cama moviendo mi trasero de arriba abajo en un gran frenesí , mientras gritaba de pasión.
Mi pene estaba que estallaba de nuevo, me extrañaba que tuviera tanta vitalidad.
Mi cuerpo era manejado como el de una muñeca de trapo, pero yo lo tomaba por el cuello para subir mas mi culo y ofrecérselo hasta el fondo , George inició un movimiento de vaivén muy largo metiendo y sacando su falo casi en todo su largo.
Mi placer era mayúsculo y sentía que mis tripas iban a a salirse por mi ano.
De pronto comenzó a hacerlo mas despacio, yo sentía todo su glande, gordo y suave que recorría todo mi recto, el dolor aún continuaba y le dije que me cojiera mas fuerte, mas fuerte, mas fuerte.
George saltaba sobre mi mientras gritaba y acababa en el fondo de mi culo.
Yo estaba feliz, mientras gemía le daba las gracias por haberme hecho mujer.
Nos recostamos suavemente y dormimos como cachorritos abrazados.
En la cama mi culo estaba manchado con un poco de sangre y mucho semen.
Al día siguiente George ya no estaba y mientras caminaba como zombie a la cocina por un café, mi rostro estaba reluciente , mas femenino, mis labios estaban mas gruesos , mis senos estaban hinchados, yo no se si era idea mía o mi culo estaba mas paradito.
Me senté en la sillita alta del comedor diario y un gran dolor en mi culo recordó la noche de pasión que había transcurrido.
Un mes después comencé con mi tratamiento hormonal.
El médico, muy profesional, ya en los 50 años, que me trataba le gustaba dar tratamientos largos y con dosis iniciales bajas de hormonas, estuve 3 meses con píldoras, todos los días debía tomarme una.
Luego por 6 meses más con parches hormonales.
Mi cabello se adelgazó y mi rostro comenzó a alargarse, trataba de no mirarme al espejo todos los días, para ir notando el cambio una vez a la semana.
Tomaba fotos y videos para ir registrando mi transformación.
Mi culo y caderas crecían, mis senos comenzaron a hincharse y endurecerse rápidamente, mis erecciones disminuyeron.
Durante ese año, no tuve ningún contacto sexual.
Aunque me masturbaba salía poco semen y era muy líquido.
Los últimos 2 meses me inyectó hormonas todas las semanas.
Al final del tratamiento mi cabello había crecido mucho más.
Yo había salido completamente del closet.
Me vestía como una chica y nadie pensaba que era una trans.
Debía ir al psicólogo una vez al mes, para ir adoptando mi nueva condición.
Fui a clases para ajustar mi voz, pero se dio de manera natural.
Comencé a ir a clases de baile para reducir algunas grasitas abdominales, mi cuerpo se fue moldeando como una mujer.
Dejé de ver a muchos amigos hombres y gané muchas amigas.
Lo de George lo había tomado como una despedida, ya que en internet lo veía muy feliz con su novia y había anunciado que viviría en París después de casarse.
Una vez terminado mi tratamiento hormonal quedé con un parche cutáneo solamente, mi voz era fina de una mujer.
Finalmente me saque todo rastro de bellos en todo mi cuerpo, que asco.
Una amiga me invitó a su departamento y conocí a un médico, él tenía 31 años , Héctor, era especialista en cirugía estética.
Hubo onda entre nosotros esa noche, pero solo conversamos y nos miramos mucho.
Él se dio cuenta que yo era trans y parece que eso le gustó más, le deje mi teléfono.
A la semana siguiente me invitó a bailar.
Me dio un poco de miedo, pero fuimos a un lugar muy elegante, bebimos, bailamos, luego a su departamento.
Nos sentamos en un gran sillón de cuero.
Yo estaba con vestido y tacones floreados, estaba muy sexy.
El comenzó a tocar mi rostro acariciándome.
Me beso muy suave y tierno, mientras acariciaba mis muslos, yo estaba muy excitada y comencé a tener una gran erección.
Nos pusimos de pie y nos besamos largo rato.
El me acariciaba el culo sobre el vestido mientras me clavaba su gran bulto en mi pubis.
Me levantaba y me metía el paquete entre las piernas.
Mi culo redondo y gordo, había crecido bastante y notaba otra sensación cuando Hector me lo apretaba y acariciaba.
Así estuvimos un rato mientras me besaba mis pequeños y puntiagudos senos.
En un momento me puse nerviosa y me alejé de él.
El tomo mi mano, yo llevaba uñas largas y mis manos eran finas, sacó su pene y me llevó la mano hacia él.
Yo lo apreté muy fuerte y me arrodillé para mamarlo.
Lo masturbé un poco hasta que comenzó a salir el liquido maravilloso de su gran verga.
Yo tenía lápiz labial rojo intenso y bese la punta del pene y luego con la lengua me lleve esa gota maravillosa de líquido masculino.
Me levanté y tome dos copas de champagne, luego saque su camisa y besé sus tetillas.
Luego bajé nuevamente a su pene y mientras olía sus bolas y su pubis me volvió nuevamente otra erección aún más poderosa que la anterior.
Agarré como una loca fiera su pico y abrí suavemente mi boca casi sin tocar su gorda cabeza, cuando lo tuve muy adentro tocando mi garganta cerré un poco mi boca apretando y mordiendo, de mis glándulas salivales salieron grandes chorros de mucha baba, mientras sentí que estallaba de caliente, en seguida comencé suavemente el vaivén.
El me frotaba la nuca y gemía suavemente, yo acariciaba sus bolas, con mis manos.
Mis grandes aros de metal, sonaban mientras movía mi cabeza con energía y locura.
, comencé a masturbarme, él me tomó en sus brazos, ahí me di cuenta que estaba muy liviana, había bajado mucho de peso.
Me sentí muy hembra al mirar mis piernas con mis tacones floreados.
Mis calzoncitos estaban llenos de líquido precum.
Me puso suavemente boca arriba en la cama, mientras me besaba mis senos, que ya no eran tan pequeños.
Levantó mis piernas ,y se metió toda mi verga en su boca mientras se masturbaba.
Después me besó el culo un largo rato, yo sentía e imaginaba que me lamían mi concha.
Me tomo las piernas separándolas acarició mis muslos y me penetro muy suavemente, mientras me masturbaba, solo metió la cabecita del pene en mi ano, yo creía que en cualquier momento acababa, dejó de masturbarme y me penetró muy despacio hasta mi fondo, me tocaba y apretaba mi próstata por dentro, así estuvo dándome placer por una media hora sin parar, muy suave, entrando y saliendo muy suave.
Mi culo ahora era más gordo hacia atrás por lo que sentía distinto el pene.
En un momento yo no pude contener mi cuerpo caliente, me miré distinta, mucho más mujer, más suave, con otra piel, otro olor, casi sin músculos, mi rostro más fino y acabe corriéndome y botando semen a chorros, pero era muy líquido.
El, a su vez, llenó mi culo de semen grueso y potente que estuve botando un buen rato en sus sabanas.
Era un macho semental y había sido de él.
Mi segundo hombre en mi vida.
Mi orgasmo fue muy intenso, era lo que estaba esperando por un año acumulado en mi cuerpo.
Pero fue distinto, me vino del pecho y lo sentí en mi interior por atrás desde el fondo de mi culo.
Después de tanto masturbarme , penetrándome con un dildo, sabía perfectamente donde estaba mi punto G anal.
Mi próstata aunque había disminuido de tamaño .
estaba mas sensible a la presión que antes.
Quería inmediatamente mas sexo, pero con menos intensidad.
Hector se fue al baño , a los 10 minutos cuando volvío , comencé inmediatamente a lamer su verga, hacía tan bien mi trabajo que el tuvo una erección inmediata, pase ‘mi pene por sus nalgas mientras lo penetraba, con fuerza y pasión lo hice gritar, luego volví con su pija a lamerla y metérmela en mi boca tocando mi campanilla y tragándomela aprovechando que no estaba completamente erecta, ahí comenzó a ponerse más y más dura , me tomo la mano y le metí un dedo en el culo, muy adentro.
Mientras me tragaba su verga, la saliva comenzó a salir a borbotones y me sacaba y me la volvía a tragar mientras largos hilos de baba mojaban sus bolas, así tomamos un buen ritmo de mete y saca hasta que mientras gemía pidiendo semen, el acabo en el fondo de mi garganta mientras tragaba toda su esencia, nada se perdió me la trague toda.
Estaba muy excitada, segui un rato lamiendo su pene, hasta que se volvió flácido.
, En ese momento yo estaba como loca y en mi borrachera comencé a bailar mientras el me filmaba con su celular ,tomé una botella de vino que tenía en su bar y comencé a chuparla la puse en el piso y comencé metérmela por el culo.
El se volvió a calentar en unos instantes mientras me puse en cuatro y le ofrecí que me metiera la botella .
Mientras lo hacía su pene se puso como un palo y me lo clavó en mi culo, ahora como un caballo en celo, así estuvimos jugando penetrándonos, chupándonos , por casi tres horas.
Acabamos en nuestras bocas mientras hacíamos el 69.
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