La perra de todos – parte 1
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por adrianalucia80.
A través de internet conocí a un señor cuyo nombre real no usaré, pero en éste relato llamaré juan.
Juan me citó para un sábado en el centro de la ciudad en un video-bar a las 6 pm.
Ese día fui a una zona comercial para comprar mi atuendo de mujer, que incluía un mini vestido bien cortico, sandalias de tacón alto, peluca, maquillaje, aretes…en fin, todo lo que una mujer necesita para despertar el morbo en su hombre.
Primero ingresé a un motel para depilarme por completo el cuerpo, las piernas, la zona púbica, ano,…en fin…no me quedó ni un solo pelo en ninguna parte de mi cuerpo.
Me lavé el recto inyectándome agua a presión por el ano, la expulsaba luego repitiendo la operación varias veces hasta que el agua salía limpia, así que mi culo quedó limpio de heces y todo mi cuerpo totalmente depilado.
Humecté todo mi cuerpo y piernas con aceite para suavizar mi piel, me pinté las uñas de los pies con esmalte rojo, antes de salir del motel me eché crema humectante con aroma de mujer en todo el cuerpo y perfume en mi zona púbica, entrepiernas, nalgas y ano.
Cuando me eché el perfume en el ano sentí un fuerte ardor, pero el morbo y la lujuria lo vencía todo.
Llegue al video-bar a las 4 pm, esperando que 2 horas fueran suficiente para vestirme de mujer.
Pagué un cover de entrada de 6 pesos, entré con mucho nerviosismo ya que nunca había entrado a un lugar así.
Le pregunté con nerviosismo y pena a la señora que me atendió ¿Dónde me puedo cambiar, soy travesti? Ella señalando un baño me dijo “ahí”.
Ingresé al baño, encerrándome en uno de los cubículos individuales y me cambié de ropa: Me puse el minivestido cuya falda me quedaba unos 2 o 3 cm por debajo de las nalgas y un sensual descote, pues el minivestido sólo subía hasta la parte inferior de mis pechos, continuando en 2 tira anchas en la base para cubrir mis incipientes téticas de niña de 13 años y, por encima de mis téticas continuaba en 2 cordones de unos 3 milímetros de diámetros que pasaba por detrás de mi cuello y ataba en mi nuca.
Me pinte también las uñas de las manos con esmalte rojo, me puse la peluca, y por último las sandalias de tacón alto, de unos 11 cm.
Salí finalmente del cubículo individual y me dirigí hacia los lavamanos donde había un gran espejo para maquillarme.
Me eché base color canela en la cara antes de maquillarme.
Me depilé un poco las cejas, me eché rubor y labial rojo.
Quedé bien maquillada pues lo había hecho muchas veces.
Me puse los aretes grandes con piedras rojas, para lo cual atravesé mis lóbulos sin anestesia.
Mis lóbulos sangraron un poco, pero limpié la sangre con papel higiénico.
El dolor que me producía atravesar mis lóbulos me excitaba y se incrementaba aún más el morbo.
Para lucir mis aretes me recogí un poco el pelo por detrás de las orejas con ganchos de adorno.
En el espejo no me veía yo, veía a una linda mujer, de verdad que me veía muy bonita, sensual y provocativa, me sentía muy excitada y feliz, pero nerviosa por no conocer el lugar.
Cuando llegó el momento de salir del baño lo hice con mucho nerviosismo, me encaminé caminando coquetamente hacia el mostrador del bar, sentía las miradas sobre mí, muy nerviosa pero feliz.
En el mostrador pregunte si me podían guardar la mochila, me dijeron que sí y para marcarla me preguntaron mi nombre, a lo que respondí “Adriana Lucia”.
Seguidamente pedí una cerveza, no sabía qué hacer ni adonde dirigirme mientras llegaba mi macho.
Así que decidí caminar un poco coquetamente por el lugar para exhibirme.
Nadie se atrevía a decirme nada, sólo me miraban y me sonreían un poco, me sentía hermosa, bella, sensual y provocativa.
Me di cuenta que habían monitores de televisión donde se proyectaban videos porno.
Miraba para todos lados y, finalmente me dirigí hacia un sitio con poca luz, era una sala con música, mesas y sillas y unos 10 hombres.
Me acerqué a una mesa vacía y me senté cruzando coquetamente una pierna sobre la otra, a tomarme mi cerveza y esperar a mi macho.
No se me quitaba el nerviosismo, yo sola en medio de tantos hombres que no me quitaban la mirada.
Sabía que los estaba provocando, que si estaba allí era porque deseaba ser poseída por un nacho.
Uno de esos hombres se me acerca y se sienta en la mesa junto a mi diciendo “Hola, que linda estas ¿bailamos?” le dije “me gustaría pero estoy esperando a mi marido”.
La verdad no sé porque dije mi marido, siendo que nunca me he visto personalmente con él.
Tal vez porque no se me quita aún el nerviosismo, aunque también me siento feliz, coqueta, bonita, con el morbo creciendo.
Hablamos un poco hasta que suena mi teléfono móvil, era juan preguntándome donde estaba y le dije al fondo, en una sala con poca luz sentada tomándome una cerveza a lo que me pregunta, ¿Cómo estas vestida? Y le dije “tengo puesto un minivestido bien corto de flores rojas con fondo blanco y sandalias de tacón alto de color blanco, el pelo negro a los hombros recogido detrás de las orejas con ganchos en forma de corbatín rojo y aretes grandes, también rojo, le describí como estaba vestida” La verdad es que no era necesario que me describiera con tanto detalle, ya que era la única mujer travestida en esa sala, creo que lo hice más por morbo y porque un desconocido estaba sentado junto a mi acariciándome las piernas y quería que él también me escuchara, me sentía una verdadera y bella mujer.
Cuando terminé de describirme juan me responde “Ya llegué, en un minuto estoy contigo, debes verte muy hermosa” a lo que le respondí “si mi amor, espero que me veas hermosa como dices ya que me arregle para ti” seguidamente apagué el teléfono y le dije a mi acompañante, “ya llegó mi marido, por favor déjame sola, no quiero problemas, pero mira éste es mi teléfono, si me deseas llámame”, pues tenía varios papelitos con mi nombre de mujer y mi número de móvil.
Finalmente Juan llega y se sienta a mi lado, me da un beso en la boca y me dice “Vaya, que hermosa que estas, me pones a mil” a lo que yo respondo “gracias mi amor, me hace muy feliz las cosas que me dices y saber que me vez hermosa” y continué diciéndole que me había arreglado para él, tratando de verme lo más bonita posible, pues para mí es muy importante que me veas bonita y me desees.
Claro mi amor, me dijo y, tomándome de la mano me saca a bailar, me abraza fuerte.
Con un brazo rodea mi cintura y con la otra mano acaricia mis nalgas delante de los otros hombres y me dice al oído, “no te pongas nerviosa que aquí todo es permitido”, seguidamente me toma de la mano y me saca de allí, me lleva a otro salón más pequeño donde unos 8 hombres están concentrados viendo un video porno en un monitor, todos ellos estaban sentados en 2 cómodos y acolchonados sillones que formaban una L, pero no estaban unidos, pues había un espacio entre los sillones donde estaba sentado un hombre grande de color, sus piernas estaban entre los dos sillones.
Vimos que había un espacio para 2 personas en uno de los sillones y nos sentamos.
Yo quedé justo delante del hombre de color, al borde de uno de los sillones.
El monitor quedaba a mi izquierda, crucé coquetamente mi pierna derecha sobre la izquierda, Juan me abraza y me besa, como diciendo a los demás, esta hembra es mía.
Mi morbo y lujuria crecían, sentía las miradas morbosas de los hombres que estaban en la pequeña sala.
Presiento que Juan lo hace apropósito ya que me atrae hacia si con el brazo derecho y me besa mientras que con la mano izquierda toma mi pierna derecha cruzada y tratando de colocarla también sobre sus piernas y claro, mi nalga derecha queda un poco levantada y mi cortica minifalda deja ver parcialmente mi nalga derecha, casi me inmoviliza.
Mi morbo y lujuria se disparan al infinito y siento las miradas morbosas de todos esos hombres posarse sobre mis piernas y nalgas, De pronto ciento que una mano se posa en mi pierna, se desliza hasta mis nalga, luego otra mano y otra, trato de evitarlo pero Juan, que se había dado cuenta me dice “déjalos no te preocupes, es que estas muy bella y ellos excitados”.
Esas palabras me dejan me quitan el temor y me excitan aún más, me siento como una reina y la hembra de todos.
Por primera vez en mi vida un grupo de hombre me acaricia mis nalgas y piernas, me hacen sentir como la delicia que desean poseer y probar, siento que suspiro sexo por todos los poros y que ellos me desean.
Hasta que siento como unos dedos buscan mi ano, trata de penetrarme y me lastima con la uña.
Le digo a Juan que me están lastimando con la uña y me duele y el me responde “eso no es nada, además me dijiste que eras masoquista, así que aguanta que después te va a gustar”…yo que estaba tan excitada le dije “está bien, que hagan conmigo lo que tú quieras, eres mi dueño y sólo quiero que me disfrutes”.
Tras el intercambio de palabras siento como estos hombres se lanzan sobre mí a devorarme como un manjar, siento 1, 2 y más dedos penetrándome.
Juan también me penetra con uno de sus dedos mientras me muerde los labios y me acaricia con la otra mano mi pierna derecha sobre las suyas.
Ahora soy asediada y manoseada por todas partes, con varios dedos que se mueven dentro de mí, siento que voy a tener un infinito orgasmo anal, mientras muchas manos acarician mis piernas y nalgas.
Siento que también estrujan mis pequeñas téticas de niñas de 13 años, pequeñas pero delicadas y provocativas, como para morder.
Jamás me imagine que sería manoseada por un grupo de hombres morbosos, lo cual me llena de morbo y lujuria incontrolable y me hace pensar que en verdad me veía hermosa, sensual, sexi y muy provocativa.
Juan me besaba, me lamia, me acariciaba toda, me hacía masajes en la entrada del ano con sus dedos, los cuales también introducía y sacaba regularmente.
Yo gemía de lujuria y placer.
Le dije a Juan “Poséeme, penétrame y lléname el culito de semen, cómeme, fóllame por favor”, decía esto mientras gemía y los hombres que nos rodean me manosean y me follan el ano con sus dedos y empiezan a animar a Juan, le dicen muchas cosas morbosas…”Clávala de una vez que está caliente, cómetela, no las hagas esperar más, rómpele el culo, tiene hambre de verga, dale duro por el culo y hazla gemir” muchas cosas decían que ni me acuerdo.
Yo increíblemente excitada le decía, “hazle caso a ellos, rómpeme el culo, penétrame sin compasión, hazme gemir y que ellos también me disfruten” definitivamente estaba fuera de control, estaba totalmente sumergida en la lujuria y entregándome a todos éstos hombres para que me penetraran, me convirtieran en la perra de todos, me inundaran por dentro de semen y que hicieran conmigo lo que quisieran, estaba entregada por completo a la manada para ser la perra de todos.
Juan me toma de la nuca para obligarme a mamar su verga, mientras siento como 4 dedos me acarician por dentro, masajeando las paredes de mi recto deliciosamente y de pronto pasa lo increíble, lo que jamás creí que pudiera pasar: que esos dedos me hicieran estallar en un increíble orgasmo anal.
Creo que todos se dieron cuenta por mis espasmos y gemidos y luego mi calma y tranquilidad de perra satisfecha.
De pronto Juan me saca la verga de la boca y se levanta.
Yo sigo en 4 sobre el sillón mientras el rodeándome se coloca de rodillas detrás de mi; Imaginé enseguida lo que pretendía, lo cual me dio mucha alegría y nuevamente despertó mi morbo, así que me quede inmóvil en 4.
Él me da un par de fuertes nalgadas, se inclina sobre mí para tomarme de las muñecas y echarlas hacia atrás, haciéndome caer de bruces, con mi mentón al borde del acolchado sillón, aprovechando uno de mis machos para meter su verga en mi boca…yo simplemente se lo facilité abriendo mi boca.
Mientras mamaba esa verga Juan le dijo a uno de los machos que nos rodeaba “préstame tu correa que quiero atarle las manos atrás”…yo sólo mamaba verga feliz en una posición muy morbosa; estaba en 4, pero con mi pecho apoyado en el sillón y mis nalgas bien levantadas para facilitarle a Juan su faena.
Juan ata con una correa mis manos a la espalda, lo que incrementó mi excitación al sentirme indefensa.
Yo con una verga en mi boca sólo esperaba que Juan me clavara, estaba impaciente y muy feliz porque sabía que mi macho me haría suya, me haría sentir una verdadera mujer, Juan me haría suya, me haría su mujer delante de una manada de machos morbosos que me asedian y me desean.
Juan toma mis nalgas entre sus manos, acaricia con sus dedos la entrada de mi ano mientras yo continuo mamando verga y con mi trasero bien levantado, tratando de exponer al máximo mi ano y esperando, como todos, el momento sublime en que Juan me penetrara con su verga hasta el fondo.
No tengo que esperar mucho, Juan pone la punta de su verga en la entrada de mi ano, acariciándolo un poco con la punta, humedece mi entrada anal con un líquido espeso como aceite, sentía mi ano húmedo y suave.
De repente Juan empuja con fuerza y penetrándome bruscamente hasta el fondo, de un solo golpe me clavo toda su verga haciéndome gemir con un grito ahogado por la verga en mi boca, no esperaba que me doliera tanto y trato de soportarlo.
Juan me posee bruscamente sacándome la verga por completo y volviendo a clavármela bruscamente hasta el fondo.
El dolor se disipa rápidamente mientras mi morbo y la lujuria se dispara al infinito mientras gimo con una verga en mi boca y Juan continúa clavándome bruscamente y con fuerza, como si quisiera atravesarme toda y sacármelo por la boca, como si quisiera desgarrarme y partirme en 2 mientras los demás me manosean y acarician las nalgas y piernas y dicen cosas morbosas y depravadas, como…”rómpele el culo, desgárrale el ano, como lo disfruta y gime de delicioso esta perra, como goza que la claven…”
y yo sigo gimiendo y disfrutando la follada que me dan por la boca y el ano al mismo tiempo, siento como el fuste de la verga de Juan va entrando y saliendo masajeándome deliciosamente por dentro, la fricción del fuste con mi ano es deliciosamente violenta.
De repente siento que me inundan la bosa de semen…el que me folla la boca tiene un fuerte orgasmo en mi boca, siento ganas de vomitar pero siento una fuerte nalgada y me lo trago todo.
Siguen dándome nalgadas mientras que el macho que me inundó la boca de semen me saca su verga y otro toma su lugar metiendo su verga en mi boca diciéndome “trágatela toda perra”…mientras siento otra fuerte nalgada.
Con las cosas tan morbosas y depravados ciento que lo que quieren es mandarme a casa repleta a reventar de semen y con el culo destrozado, el ano desgarrado y sangrando, lo cual incrementa mi lujuria al verlos a todos estos machos disfrutarme como mujer…en ese momento estaba inmensamente feliz y a punto de un nuevo orgasmo anal…era la esclava sexual de Juan, el objeto sexual de todos éstos machos que me disfrutaban a su antojo y mi ano siendo penetrado violentamente por un Juan desenfrenado…y siento de repente que Juan termina en un intenso orgasmo dentro de mí, me llena el culo de semen, siento el palpitar de su pene dentro de mí.
Luego se queda quieto como un minuto, sólo acariciando mis nalgas y seguidamente me saca su verga de mi culo, me da un fuerte manotazo en una nalga y seguidamente se levanta, tras lo cual me desilusiono por esperaba tener otro orgasmo anal y seguidamente escucho a Juan decir “bueno señores, ahora es toda de ustedes, háganla gemir de lo lindo, quiero escucharla suplicar basta” y seguidamente otro hombre toma el lugar de Juan, no podía ver quien era porque tenía mis manos atadas atrás con una correa, una verga en mi boca con una mano sujetándome del cuello, mi trasero bien levantado y mi ano expuesto al ataque de cualquiera que quisiera clavarme.
El que tomó el lugar de Juan, me toma de las caderas y me clava de una sola vez su verga hasta el fondo, me folla violentamente, mi excitación infinita no me dejó aguantar mucho tiempo porque estallo en un nuevo y explosivo orgasmo anal y casi al mismo tiempo siento que los 2 hombres que me follan por la boca y el ano también tienen orgasmos explosivos dentro de mí, inundándome al mismo tiempo la boca y mi hambriento y apretadito culo.
Fue algo tan espectacular y sublime para mí que difícilmente se repetirá, lo cierto es que todos éstos hombre se iban turnando para follarme por la boca y por el ano, mientras acariciaban mis piernas, mis nalgas y regularmente me daban un fuerte manotazo en una nalga, ya las debo tener bien rojas de tantos golpes.
Busco con la mirada a Juan, él se da cuenta y acerca su rostro junto al mío, me ve que estoy atragantada con una gran verga en mi boca y se sonríe dándome una palmadita en la cara y como casi no puedo moverme se acerca a mi oído para decirme “mamita, así te quería ver después de comerte por delante y por detrás, estás tan rica que con sólo verte así, con el culo levantado, es difícil aguantarse, todos quieren clavarte, yo estoy que te echo otro polvo pero esperaré a que todos terminen contigo, te tomaré fotos por todos lados”.
Fue la última vez que vi a Juan, creí que seguiría en el salón, nunca supe en qué momento se fue.
Fui follada muchas veces por la boca y por culo, fueron tantas veces que perdí la cuenta.
Tampoco supe quienes me repitieron y cuantas veces lo hicieron, tan sólo sé que Juan fue el primero en follarme por delante y por detrás siendo las 7 pm y que pasaron unas 3 y 4 horas hasta cuando lo vi por última vez.
Los tipos me siguieron follando y me hicieron sentir que era la perra de todos, de hecho lo era porque todo el que quería lo hacía, el salón estaba lleno de tipos follándome por la boca y por el ano y yo indefensa ya estaba cansada y sintiendo ardor en el ano, lo tenía maltratado por tantas penetraciones violentas que recibía.
Hasta el segundo orgasmo fue maravilloso aunque seguí disfrutando hasta casi tener un tercer orgasmo.
El morbo y placer fueron bajando, empezaba a sentirme cansada y ardor en el ano, pues lo tenía lastimado por tantas penetraciones violentas, ya no disfrutaba del fuste penetrándome, sólo sentía ardor, ardor que era cada vez más fuerte y cuando tuve la oportunidad de decir algo, cuando me sacaron la verga de la boca para que otro me metiera la suya, dije “ya basta, déjenme descansar”, pero fue como si fueran sordos, sentí un correazo en las nalgas y la orden “trágate la verga”, así que abrí la boca y me metieron la boca hasta la garganta, ya era una violación porque era contra mi voluntad y no lo disfrutaba, estaba agotada y las penetraciones anales las sentía como si me estuvieran empalando, como si me estuvieran violando con un palo grueso y áspero, me dolía, el ardor era cada vez más fuerte, los segundos ya eran minutos y los minutos horas, mi felicidad anal se convirtió en mi tortura anal, hasta que finalmente alguien parece que alguien se compadeció y dijo “Compa, está bien deliciosa esta perrita pero dejémosla que descanse un rato, le hemos dado muy duro” pero uno de los que me estaban follando dijo, “está bien pero espera que termine” y los 2 se apresuraron a follarme más violentamente tratando de terminar rápido.
Al que me follaba por la boca lo ayude como podía pero el que me clavaba por el culo no podía ayudarlo porque me ardía mucho, las penetraciones las sentía como dolorosas puñaladas.
Por fin ciento que me inundan la boca de semen el cual, como siempre, me trago y como unos 15 segundos después siento que también el culo me lo inundan de semen y bajaba rápidamente la violencia de las penetraciones.
Me sacan la verga de la boca mientras que el que me clava por el ano se queda quieto abrazándome y masajeándome las téticas deliciosamente, ya estaba tranquila, cansada y con una verga adentro que después de uno o dos minutos me la sacaron suave y lentamente.
Pude entonces cambiar de posición para descansar, me quedé acostada de lado en el sillón mientras alguien me desataba las manos.
Algunos se quedan junto a mí acariciándome las piernas, nalgas, mis pequeñas téticas, en fin, miré a todos lados buscando a Juan pero no lo vi y supe que se había ido porque uno de los que me rodeaban dijo “mamacita, tu marido se fue, pero no te preocupes que nosotros te acompañamos”…y yo, que estaba muy agotada no sentí miedo por quedarme sola a merced de todos estos desconocidos y me quedé dormida de lado en el sillón.
Esta historia continuará…
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