La primera vez que mi cola probó pija
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Issabelle.
Me acuerdo que fue hace más o menos 2 años, un día de la primavera (21 de septiembre) y habíamos arreglado con unas amigas para salir al centro de mi ciudad a tomar algo, como hacíamos siempre en esta fecha (todas mis amigas sabían que yo era travesti, y además virgen, por detrás, claro).
En ese tiempo se acostumbraba a jugar entre toda la gente que visitaba el centro a lanzarse espuma (que venía como en latas de aerosol) y toda la gente se reía.
Entre mis amigas les tiramos a un montón de chicos que estaban sentados en un banco de la plaza, nos quedaron mirando raro y después nos llenaron de espuma a nosotras.
Nos reímos un buen rato y nos quedamos ahí sentadas charlando con estos agradables muchachos, que eran más o menos de nuestra edad (yo tenía 20 en ese momento), y nos preguntaron qué hacíamos, si habíamos ido con alguien más y ese tipo de cosas; mis amigas se aprovecharon de la soltería y se chaparon a unos cuantos.
Yo estaba bastante nerviosa en ese momento pues cuando estaba en la calle de chica era casi siempre con una amiga o sola, pero no hablaba con otras personas más que para lo necesario (en el colectivo o así), y entonces uno de los chicos, creo que era el más bajito se me sienta al lado y me pasa un brazo por detrás mío en mi cadera y me pregunta: "vos no hablas? seguro que con esa carita de bombón que tenes seguro tenes una hermosa voz", me puse toda colorada y le empecé a hablar, pero me miraba un tanto raro, seguramente se había dado cuenta de que mi voz no era del todo femenina; por suerte los demás estaban en su bola y no nos prestaron atención.
Cuando eran más o menos las siete ya nos estábamos yendo, algunas de mis amigas se fueron con uno de los pibes que conocimos, y quedamos mi amiga Anto y yo.
Me pregunto: "te gustó el chico que te habló?", y le dije que sí, que era bonito y educado, y salió dispara a contarle la muy desgraciada.
Al ratito volvió con el chico (que se llamaba Rodrigo) y me preguntó qué iba a hacer el resto de la tarde, le contesté que nada y me tomó por la cintura con delicadeza y me dió un super beso, fue riquísimo y hasta me hizo levantar el piesito jaja me sentí un poco tonta pero excitada.
Le dije "hoy por ser primavera cumplo fantasías" ni yo me creía capaz de decir semejante cosa; la cosa terminó con nosotros dos en el hotel frente a la plaza de la estación de trenes, en la habitación besándonos y yo queriendo sacarlo de encima, "espera, te tengo que contar algo muy importante antes de que sigamos", "ya lo se bonita, y por eso me gustas más, tenés mejor cola que tus amigas, y eso que ellas son chicas".
Ya con esa revelación mis hormonas explotaron y lo abrace con tanta fuerza como me dieron los brazos.
Me tomaba de la cadera y me manoseaba las piernas, la cola y me metía las manos por dentro de mi calza y me toqueteaba dentro.
Me arrancó la calza(aunque sin romperla) y me miró y parecía que me iba a embarazar con la mirada.
Me tocó el miembro a través de mi ropa interior, me tiró de las liguitas laterales de mi tanga, que por cierto le encantó el color lila en mi ropita interior, no le importó que sólo tuviera relleno en el corpiño, me lameteo todas las tetas y después me hizo un exquisito sexo oral, terminando en mi cola.
"Ahora te toca a vos", me dijo y me mando mi mano dentro de su pantalón, yo ya no podía esperar más y lo desabroche todo lo más rápido que pude, y al sacarle el boxer descubri el miembro más delicioso del mundo, no lo podía medir pero fácil 15 o 16cm tenía, y tenía un sabor tan dulzón que me empalagó.
Me lo comí todito y no pudo evitar terminarme dentro de la boca, nunca había probado semen, al principio me resistí, pero como no tenía mal sabor me aventuré a probar, y estuvo fabuloso.
Después me tomó con fuerza y me empotró contra la cama y me penetró tan deliciosamente, que ni siquiera sentí dolor; quizá porque ya tenía tan dilatado el ano de tanta pasión previa que ni hizo falta lubricante.
Me domó por unas 3 horas, se terminó muchas veces y nunca supe cómo hice para mantenerlo erecto todo ese tiempo, pero siempre que terminaba, me hacía sexo oral por unos 10 minutos y después estaba listo de nuevo para el ataque.
A la última vez que me penetró, lo hizo sin preservativo, y se acabó tanto que se me escurría el semen por dentro de mi cola, el cual probé y tenía mejor gusto que el primero.
Terminamos acostados y pasamos la noche ahí.
Al otro día le pedí a una amiga que me trajera algo de ropa de varón al hotel para cambiarme, pero no sin antes hacerlo una última vez más.
Fue tan delicioso y prohibido, que me encantaría poder hacerlo de nuevo.
Por desgracia no pudimos quedar de nuevo con este chico, pero el momento fue de lo más excitante y hermoso que he vivido.
Muchísimas gracias por leer mi pequeña experiencia, que tengan un hermoso día y precioso fin de semana, saludos hermosuras! Los amo :3
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