La que nace para travesti, del cielo le caen las vergas (Con el taxista)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por susanita24.
Después de mi relación con el dueño de la tienda, tuve que abandonar el trabajo por que ya no me daba tiempo de estudiar y trabajar.
Así que decidí dedicarme a la escuela tiempo compleo pero todavía me la pasaba calentando maduros por skype o viendo si quedaba con alguno.
Me cuesta confiar así que no soy mucho de quedar con alguien por internet.
Un día conocí a un hombre de mi estado, decía que era casado, tenía 38 años y quería experimentar.
Yo le dije que tenía poca experiencia, lo cual es verdad y que ambos nos podíamos ayudar a la hora del placer.
Después de muchas charlas quedamos en que nos veríamos en un hotel de la ciudad.
Era viernes.
Yo les dije a mi papás que me quedaría a dormir en casa de un amigo, pero en mi mochila llevaba mis tacones, unas medias, ligueros, tangas, dos vestidos ajustados, como me gustan, peluca, maquillaje, etc
Quedamos que el haría la reservación y que nos veríamos a las 11pm para no levantar sospechas.
Estaba tan segura que no me fallaría que no me pasó por la cabeza la posibilidad de que me dejara plantada.
Me dijo que haría la reservación a nombre de Luis gonzalez.
Cuando llegué al hotel pregunté por él varias veces, pero no llegó.
A las 12 supe que se había arrepentido.
Primero me dio coraje y luego tristeza.
Esa noche andaba muy caliente.
Debía regresar a casa y qué les diría a mis padres.
Pensarían que me enojé con mi amigo o que ni siquiera fui con él.
No queria regresar.
Después de tanto meditarlo pensé que podía dar una vuelta pues la noche estaba muy tranquila.
Ya cuando caminé más de una hora fui a una base de taxis.
El único que había en el sitio estaba dormido.
Era un hombre de unos 50 años.
Gordo, con un pans deportivo y gorra.
tenía bigote.
Muy parecido a el dueño de la tienda, pero este tipo era muy moreno y canoso.
Le toqué el hombro para despertarlo sin asustarlo: disculpe, cuánto me cobra por llevarme a tal lado.
-Uy joven, eso está muy lejos.
Le cobraría 120 pesos.
-Está bien.
Me subí ya que sabía que a esas horas era el precio estandar.
Se veía un poco malhumorado porque lo desperté, así que decidí hacerle platica, sin mucho exito, sólo conseguía respuestas cortas.
Sacó un cajetilla de cigarros y me ofreció uno, acepté rápidamente y comencé a fumar de manera algo "delicada"
Justo cuando ibamos a salir del centro, pasamos por una calle donde suelen pararse en la noche travestis a trabajar.
Era una calle muy corta y casi no había ningún coche.
Entonces el taxista comenzó a bajar la velocidad y a observarlas a todas.
– Están re buenos estos maricones, lástima que no traigo feria jajaja
Yo me espanté de momento porque no esperaba un comentario así.
-Apoco no están más buenas que las viejas? Estos weyes si se arreglan bien, y están bien buenotas.
No te gustan?
Sólo sonreí nerviosamente sin responder
Continuamos con el viaje, pero paramos en una gasolinera.
No podía dejar de pensar en lo que acababa de decir aquel hombre.
Si supiera que yo también era una travesti, y aunque no estaba operada tenía mejor cuerpo y mejores nalgas naturales que cualquiera de esas.
Dejó el carro para que le llenaran el tanque y me dijo que tenía que ir a orinar.
Yo aproveché para decirle que también bajaría a orinar, no quería perderme la oportunidad de ver de qué tamaño la tenía.
Cuando llegamos al baño rapido me puse en el migitorio de a un lado.
Se la sacó y pude ver que la tenía medio parada, le costaba un poco de trabajo orinar.
Estaba muy peluda y muy venosa.
En ese momento sentí que me temblaban las piernas y que un calor me recorrió todo el cuerpo hasta la cara.
Me le quedé mirando tan fijamente que se dio cuenta.
-Qué, me la quieres besar o qué?
Dijo algo molesto
Yo rápidamente me voltié para disimular.
Antes de que dijera otra cosa dije, me tengo que arriesgar.
-Sabe, no puedo dejar de pensar en el comentario que hizo hace un momento sobre las travestis
-Sabía que te gustaban los mariconcitos.
Quieres que vayamos por una y no la cogemos entre los dos? Yo pongo la mitad
-Este no, no es eso.
Cree que pueda acerca un poco el carro y estacionarlo afuera del baño para irnos rápido?
Se me quedó mirando muy confundido, pero no dijo que no.
Se la sacudió y salió del baño.
Cuando escuché que el carro estaba afuera salí y tomé mi mochila.
-no tardo, le dije
Ya adentro del baño comencé a cambiarme muy rápido, estaba muy nevrviosa pero muy caliente, otra vez en medio de una fantasía con un maduro vergón.
Me maquilllé muy rapido y simple, me puse la tanga, las medias, los ligueros y un vestido super ajustado que dejaba ver casi mis nalgas de lo corto que era, y que mostraba mi enorme trasero por lo señido al cuerpo.
Cuando estuve lista me asomé para ver que nadie viniera.
Eran las dos de la mañana y sólo había un despachador en la gas que atendía a lo lejos.
Salí del baño y rapidamente volteo el taxista por el ruido d elos tacones.
Me estaba subiendo cuando oí que intento decir.
-Lo siento señorita, traigo ya pasaje
Pero se quedó a la mitad cuando vio mi mochila y me reconoció
-Y bien? Cómo me veo?
Le dije, algo apenada pero de manera muy sensual y segura
Él sólo sonrió y encendió rápido el carro para irnos.
En el camino no dejaba de decirme lo guapa que estaba, y lo muy afortunado que era por haberme subido.
Que el a punto de pagar por un servicio cuando lo podía obtener gratis y seguramente de mejor calidad.
Le dije que pasaramos a comprar algo de beber para poder platicar más a gusto.
El invitó la bebida.
Empezamos a tomar en el taxi y me dijo que me llevaría a su casa si quería, ya que su mujer estaba fuera del estado y no tenía hijos.
Ya cuando llegamos a su casa estabamos algo tomados, pero en todo el camino el solo se limitó a decirme piropos.
Era como un león amaestrado.
Primero muy machito y ya despues sometido ante mis encantos.
Me bajé del carro dejando que se me subiera un poco el vestido y contoneándome como la puta que soy.
Sabía que venía detrás de mí y me miraba.
Entramos a su casa.
Era pequeña pero estaba todo muy en orden.
Nos fuimos directamente a su recamara la cual estaba llena de papeles en el piso.
Había muchas pel´´iculas porno a un lado de la tele.
Se notaba que se sentía solo sin su mujer.
Ya estando ahí seguimos platicando cuando me interrumpio para decirme.
-Qué, entonces cariño, cuánto me vas a cobrar para que seas mía?
Yo sólo me reí y me acerqué a él
-Por ser tan lindo conmigo no te voy a cobrar nada, pero primero me vas a demostrar qué tantas ganas tienes de cogerme.
Se levanto de la cama y se bajó el pantalón y el calzón de un solo golpe.
Definitivamente había visto mal en el baño, pues superaba por mucho la espectativa que tenía.
Estaba muy dura y muy venosa.
Se empezó a masturbar frente a mi y me hizo la seña para que lo ayudara a masturbarse.
Yo estaba dispuesto a ayudarlo, pero quería tener ese monstruo en mi boca.
Así que me inqué directamente y comencé a chupar como si fuera la última verga que chuparía en toda mi vida.
Quería su leche en mi boca y en todo mi cuerpo.
-Ayy que rico mamita, la chupas muy rico, ahh ahh uy, que labios tan gruesos, que garganta tan rica, te está entrando todo, así amor así, qué rico me comes los huevos.
Yo estaba como loca, pero lo pensé bien y no quería que se fuera a venir toda vía sin antes probarmi culito.
Entonces sacó un condón y me miró para que se lo pusiera.
-Eres el segundo hombre con el que estoy y estoy limpia totalmente.
Puedes hacermelo así?
Los ojos se le hicieron enormes y casi se viene con ese comentario.
Me empezó a besar, me apretó las nalgas, me besaba afuera de la boca, el cuello, los hombros.
A esas alturas yo ya estaba gimiendo como la perra que soy.
Después me puse de perrito en la orilla de la cama.
El me levanto el vestido, me hizo a un lado la tanga y como un animal se fue directamente a lamer mi ollito.
-Ayy papito que rica lengua, metemela toda, ayy asi, me encata tu lengua, abreme más las nalgas mi amor que te quiero sentir hasta adentro
No duró mucho porque se moría de ganas por metérmela, solo me lo ensalibó bien y comenzó con uno de sus dedos.
Después la calentura no lo dejó y me colocó la puntita en mi ano.
-Ay ya me la vas a meter? Qué rico
Eso lo prendió tanto que casi de un solo golpe me la mete toda.
Estaba yo tan caliente que ni siquiera me dolio.
Sentía como una liberación.
Estaba al borde del orgasmo.
Sentir su pansa encima de mis nalgas y su enorme cosa abriéndome mi anito era un placer indescriptible.
Poco a poco sentí como sus huevos chocaban en mis nalgas porque ya estaba toda adentro.
Quisiera decir que duró mucho pero no fueron ni diez minutos cuando me aviso que iba a terminar.
Yo con mi mano lo jalé hacia mi y le pedía que por favor adentro, quería toda su leche adento.
El se estremecio y lanzo un bufido mientras yo me sentía la travesti mas afortunada de la noche.
Me la sacó despacio y despues me beso por largo rato hasta que nos quedamos dormidos.
En la mañana lo desperté con una mamada y luego hicimos un muy rico 69, ya que me di cuenta que le gusta chupar tambien.
Luego me volvió a penetrar ahora por largo rato y con mas calma.
Después me llevóa mi casa y prometimos que se iba a repetir.
Espero que les guste.
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