Lanas y pieles suaves
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Abrigo_de_piel_suave.
Iba caminando por esa calle sin un destino fijo, cuando la vi, barriendo la vereda de un pequeño salon de belleza, a un costado de una casa con un hermoso antejardin con prado y flores. Era mi sueño hecho realidad. El pelo rubio platino, cortito hasta parecer un muchachito vestido de mujer, bien maquillada, con un pullover angora gris complementado con una falda de castilla peinada con un largo hasta dos dedos antes de la rodilla, color blanco. Las piernas enfundadas en una medias brillantes color vison, terminaban en unos zapatos negros de taco aguja. Mis manos se estremecieron de solo pensar en acariciar todo ese conjunto hermoso y con un ligero tartamudeo, le pregunte si podia cortarme el cabello. Con una voz ligeramente grave, me invito a pasar al local, decorado con buen gusto y en el cual se hallaba otra muchacha, mas joven, tambien con el pelo cortito y rubio platino, con una blusa entreabierta que permitia ver sus pechos y una minifalda de lana color gris acero, la que me hizo sentar en el sillon, el cual para deleite mio, estaba forrado en piel imitacion mouton ,y me coloco la capa abrochandola a mi cuello.
La dueña se acerco a mi, tomando mi cabeza con una de sus hermosas manos y con un peine en la otra, comenzo a peinarme, preguntandome como lo queria. Al sentirla a mi lado, tocandome y oliendo su perfume exquisito, solo atine a decirle que lo queria cortito.
Por el espejo observe que mientras me separaba el cabello, se habia dado cuenta que tenia los lobulos de las orejas perforados y tomando uno de ellos, me pregunto si usaba aritos. Le dije que si, pero en privado, pues a mi esposa no le resultaba grato. Entonces me dio un pequeño apreton con sus uñas, preguntandome ahora si yo era un travesti de closet, a lo cual ya en un grado de intimidad y deseo, le reconoci que asi era pero que tenia pocas oportunidades de hacerlo, por el motivo que le habia mencionado y que me resultaba muy placentero verla vestida con prendas que me resultaban tremendamente eroticas. Ante estas palabras, acerco mi cabeza a su pecho, acariciando mi rostro con su pullover angora y embriagandome con su perfume. Mi exitacion era ya notoria, pues estaba teniendo una fuerte ereccion.
Mirandome a la cara, me pregunto si me gustaria acariciar su falda, a lo cual le respondi que si, y tomandome una mano, la coloco sobre su trasero. Ante tanta delicia, comence a acariciar la suavidad de la tela, deseando poder ponermela. ¿Te gusta, verdad ?- y por lo que veo estas muy exitado, dijo, mirando mi entrepierna. Yo te comprendo, y si lo deseas, te voy a dar un gran placer – Tomo nuevamente mi mano y me pidio que se la metiera bajo la falda, acariciara sus medias y tocara su intimidad. Lo hice, mientras ella seguia mirandome, y al llegar a su entrepierna, siento que bajo el calzon de raso con encajes, una protuberancia facil de reconocer se cruza en mi camino al placer. Al levantar mi cara sorprendido, con una leve sonrisa me dice que ella tambien es un travesti pero que a diferencia de mi, por su trabajo y su libertad, puede ser plenamente mujer y gozar de las mismas prendas suaves y hermosas que por lo que ha podido apreciar, a mi tambien me producen mucho placer. ¿ Quieres ser mujer por un rato? – pregunto, y ante mi respuesta afirmativa, me dijo que me desnudara, mientras le ordenaba a su ayudante que cerrara el local y corriera las cortinas.
Ya desnudo ante ella, pudo apreciar que yo era lampiño, que tenia totalmente depilado el vello pubico y las piernas, y al tomar mi pene erecto y acariciarlo, me dijo que estaba delicioso y que me iba a dejar hecha una preciosidad. Me hizo sentar nuevamente en la suave piel del sillon y procedio a hacerme un corte netamente femenino, dejando que cayera el pelo sobre mi cuerpo, limpiandolo de vez en cuando con un cepillo grande de suaves cerdas que aumento mi ereccion al pasarlo por mi pene. Su ayudante se habia acercado y colocandose a mi lado, lo tomo con una mano y comenzo a masturbarme, mientras con la otra me apretaba los testiculos. La dueña, cuyo nombre era Tania, segun me lo dijo despues, me tomo una mano e hizo que acariciara la suave falda de su chica, que tambien era un travesti, segun me di cuenta al pasarle por el frente y sentir una leve protuberancia. Estaba realmente en la gloria, y no pude aguantar mas, acabando con un chorro de semen que empapo la mano de ella. Se la puso en la boca y la chupo, para despues mientras Tania me sujetaba la cabeza, metermela para que probara mi propio jugo.
Lo hice con un deleite que no crei capaz en mi, ante lo cual se agacho un poco y me limpio el pene con su lengua, para despues darme un beso y echarme el resto de semen. Ya no era dueño de mi, y lo unico que atinaba a hacer era seguir acariciando su falda suave, deseando tener algo asi sobre mi cuerpo. Tania, sonriendo ante esto, me adelgazo las cejas, me coloco unas pestañas postizas, y me maquillo dejandome irreconocible, era la cara de una mujer atractiva y sensual. Despues me hizo levantar y colocandome frente a su ayudante, me dijo – Ahora cariño, vas a ser una mujer para mi y mi chica, te vamos a preparar muy bien – dicho lo cual me hizo arrodillar y que le acariciara la falda con mi rostro. Mientras, su ayudante se sacaba el pene, y tomandome la cabeza con una mano, me lo coloco en la boca para que se lo chupara. Cuando Tania vio que lo tenia bien mojado, me hizo levantar y me coloco con la cabeza apoyada en la piel del sillon, mientras su ayudante me untaba el ano con una crema, metiendome primero un dedo para prepararme y luego dos para agrandarme mas mi culo virgen. No estaba en condiciones de negarme y tampoco lo deseaba, ya que estaba cada vez mas caliente y solo queria sentir en mi interior ese pene tierno. Luego senti que comenzaba a penetrarme, suavemente al principio, pero una vez que entro la cabeza, me lo clavo de un solo golpe, haciendo que diera un grito de dolor, ante lo cual Tania me agarro mi pene, totalmente erecto, diciendome al oido que ya habia pasado lo peor y que ahora iba a gozar como toda una hembra, y comenzo a frotarmelo contra su falda suave. Su ayudante me tomo de las caderas y comenzo un movimiento de mete y saca que me provoco un placer tan grande, que junto al frote de mi pene en la falda, logro que al cabo de un rato tuviera un orgasmo como nunca antes, chorreando mi semen sobre esa prenda tan hermosa. En ese momento, la chica tambien acabo, llenandome el ano de su jugo ardiente, que termino haciendome chorrear mas aun. Entonces, mientras mi cabeza aun daba vueltas por tanto placer, Tania me tomo del pelo, me hizo arrodillar y tuve que lamerle la falda, para limpiarla de todo mi semen, mientras me decia – Ahora vas a ser mi esclava, putita mia, pues veo que te ha gustado que te abrieran el culo. Te vas a realizar con los trajes que te pondre y asi me daras mas placer cuando te haga mia – . Solo atine a decir – si, mi señora, soy su esclava y solo deseo servirla – Ante lo cual, me hizo levantar y tomandome el rostro entre sus manos, me dio un beso metiendo su lengua hasta el fondo de mi boca, mientras me aplastaba el pene con una rodilla envuelta en una suave y brillante media color vison, haciendome gemir de dolor. Aprenderas a gozar y a sufrir – me dijo, mientras me acariciaba los adoloridos testiculos – como la puta que en realidad eres. Ahora Lidia, mi ayudante, terminara de prepararte para mi – diciendo esto, se retiro.
Lidia me hizo sentar en el sillon y procedio a pintarme las uñas de las manos y los pies, para despues ir a la casa de Madame, como me dijo que tendria que llamar a Tania en adelante, y me trajo un conjunto que me hizo gemir de placer. Pero antes de vestirme, me coloco una crema anestesica en los pezones y en el tabique de la nariz, despues de lo cual me apreto uno y lo atraveso con una argolla de oro y antes de que pudiera negarme, habia tomado el otro y repetido la operacion. Ahora eres una esclava – me dijo – y hay que marcarte. Luego me tomo la nariz y me atraveso el tabique con un aro exagonal, igual a los que me colocaria en mis orejas. Habia aceptado la situacion y ya no podia echar pie atras, pues la humillacion a que me estaba sometiendo Lidia por orden de Madame, me estaba haciendo gotear de placer, ante lo cual me tomo el pene y le coloco un condon para que no ensuciara las prendas que me iba a poner. Entonces me ordeno que me vistiera, mientras se sentaba a mirarme.
Me coloque unas medias negras, brillantes y suaves, con portaligas con encaje del mismo color, combinado con unos zapatos negros de taco aguja. Luego un sujetador para el pene, que lo tiraba hacia atras, apretando el escroto, pero que dejaba el ano al descubier-to, el cual Lidia me habia afeitado antes y que me habia lubricado con mas crema anal. Despues, un levanta busto de media copa, que me dejaba los pezones con las argollas libres pero que me apretaba los pechos, formando el busto de manera que se viera bien femenino. Enseguida una blusa de encaje, preciosa, en color gris suave, cerrada hasta la mitad, para que se destacaran los pechos, y una falda angosta de suave castilla peinada blanca, con un tableado atras, que permitia levantarla sin problemas para una penetracion anal, segun pude saborear despues. La guinda de este pastel exquisito era un chaqueton de mouton blanco, realmente un sueño. Su suavidad y el sentirlo sobre mi cuerpo, acariciado por mis manos, me tenia ciertamente en la gloria. Todo aquello aminoraba el dolor que estaba sintiendo al pasar el efecto de la crema anestesica en los pezones y la nariz. Al terminar de vestirme, Lidia me rocio con un perfume embriagador, y enganchando las argollas de los pezones al aro en mi nariz con una cadenilla tambien de oro, me llevo tirando de ella a la casa de Madame, como la esclava que ahora era.
" Mientras Lidia me guiaba tirando de la cadenilla, por un corredor que nos conducia a los aposentos de Madame, sentia el roce del ruedo de la falda sobre mis medias, lo cual me producia aun mas placer y mi pene trataba de liberarse de su prision. Al parecer, ella se dio cuenta, pues se detuvo y levantandome la falda me dio un fuerte palmazo en los genitales que me hizo gritar de dolor. Voy a tener que hacer algo para que no goces sin el permiso de Madame – me dijo, y agarrando la cadenilla sujeta al aro en mi nariz y las argollas en los pezones, tiro de ella haciendome gritar nuevamente. Me condujo a una habitacion sin ventanas, con un closet en una de sus paredes.
De el saco un par de esposas de cuero y colocando mis brazos a la espalda, me las puso, dejandome asi sin posibilidad alguna de reaccionar ante el sufrimiento que me estaba provocando y el que vendria mas adelante. Tomando el sujetador para el pene que tenia puesto, me lo saco y en su lugar me coloco un anillo con pequeñas puas que encajo en mi miembro un poco mas abajo del glande. Estaba sujeto por un cordon de seda que paso hacia atras, encajandolo en mi ano y lo amarro al portaligas. De este modo, si mi pene trataba de ponerse erecto por el deseo, las puas se iban a enterrar en la piel y la carne y el dolor me quitaria toda ansia de goce. Ahora si estaba comenzando a tomarle el peso a la situacion en que me habia colocado mi debilidad por la ropa femenina y si bien el anhelo oculto de sentirme esclavizada me hacia realizarme con lo que me estaba anconteciendo, no podia negar una cierta dosis de temor ante el hecho de que ahora era un mero objeto de placer en manos de unos travestis que sabian lo que querian.
Una vez que termino, me arreglo la falda y ya me iba a tirar nuevamente, cuando aparecio otra "chica", que tuve que reconocer era preciosa, bien maquillada, vestia una tunica de raso estampada y se podia apreciar que no llevaba ropa interior debajo, pues los pezones de sus pechos se notaban bajo la tela. Las piernas enfundadas en una medias brillantes color vison y unos zapatos de taco aguja preciosos, color beige. Su nombre era Sofia, ya que Lidia se encargo de que lo supiera yo al preguntarle que deseaba.
Ella se acerco a mi, y acariciando el chaqueton que tenia puesto, me dijo – asi que tu eres la putita de Madame. Bueno ella desea que te preparen un poquito mas y que Lidia te deje suavecita totalmente – dicho esto, me llevaron nuevamente al salon de belleza, donde hicieron que me arrodillara y estirara mi cabeza hacia delante para que, segun me di cuenta despues, no ensuciar las prendas que tenia puestas con mi cabello, pues tomando una rasuradora, Lidia me dejo totalmente rapado, seguido de lo cual, esta vez con una develladora, me saco las cejas. Despues, Sofia me hecho espuma de afeitar en la cabeza y la frente y me afeito completamente, dejandome peladita y sin cejas. Me limpiaron, me rociaron con el mismo perfume y se dispusieron a llevarme ante Madame, no sin antes colocarme un gorro precioso de mouton blanco, que hacia juego con el chaqueton.
No podia negar que todo esto me habia excitado, pero al sentir las agujas del anillo clavandose en mi piel, tuve que hacer un esfuerzo y calmarme. Realmente me veia como una esclava elegante, pues pude mirarme en uno de los espejos. Lidia, al darse cuenta, me dijo – ¿Te gusta, putita ?, bueno ahora estas lista para que Madame se de un gusto contigo, aunque veo que falta algo,- diciendo lo cual me hizo apoyar la cabeza en el sillon y levantandome la falda, me metio un consolador que tendria unos 22 cms. por lo menos, hasta el fondo, haciendome dar un grito de dolor. Despues, con un toque de sadismo, comenzo a meterlo y sacarlo, para producirme un orgasmo, que yo trataba a toda costa de evitar por el dolor que me provocaba el anillo en mi pene.
Las lagrimas por el sufrimiento me corrieron el maquillaje, en vista de lo cual me lo dejo encajado, y bajandome la falda, me hizo levantarme, procediendo a maquillarme de nuevo. Una vez terminado, me tomaron de los brazos y me encaminaron nuevamente a los aposentos de mi señora, para entregarle a su nueva esclava, que ya no volveria a ser un hombre. El sentir el consolador encajado en mi ano me producia sensaciones encontradas, pues por un lado sentia el dolor por la dilatacion, y por otro, me hacia sentirme una puta preparada para su entrega.
Al llegar a lo que en realidad era una suite de lujo, alfombrada de muro a muro en color blanco, pude apreciar en primer lugar una gran cama, cubierta por una colcha de piel de zorro blanco y unos cojines de la misma piel, haciendo juego. Reclinada en ella, estaba Madame, mi señora, esperando a su esclava. Si cuando la vi en la vereda, al principio de todo, la encontre preciosa, ahora quede maravillada ( ya habia aceptado mi nueva condicion de puta para su placer ) ante lo que vieron mis ojos.
Estaba desnuda, cubierta solo por un chaqueton de zorro plateado, que hacia resaltar la suavidad y blancura de su piel. Sus piernas enfundadas en un par de medias color humo y los pies dentro de una chalas preciosas de charol negro con un taco aguja que invitaban a sufrir con ellas. Sus pechos erectos, tenian un tamaño que para mi gusto, eran hermosos. Su pubis estaba totalmente depilado, resaltando en el centro un pene que tendria unos 20 cms. por lo menos, levemente rosado, sin circuncidar y que al verme ella, comenzo rapidamente a erguirse y engrosar, demostrando con eso que su esclava era excitante a su vista.
Lidia y Sofia me hicieron arrodillarme ante ella, quien les hizo una seña para que se retiraran. Despues se levanto de la cama y parandose ante mi, me dijo – ¿Te gusto como te dejaron, putita mia ?, ahora vas a conocer al que sera tu amo y señor – dicho lo cual me coloco su pene en la boca, que yo abri para que lo metiera hasta mi garganta, lamiendolo con mis labios y lengua. Mientras, me saco el gorro y comenzo a acariciarme la cabeza afeitada, diciendome – Asi te quiero, sin ningun pelo en el cuerpo y dispuesta para mi placer. Luego de un instante, eyaculo y me trague su semen, dejando limpio su miembro suavemente rosado y tierno. Me ordeno pararme y colocar mi cabeza sobre la piel de la cama, me levanto la falda y tomando el consolador me lo saco de un tiron, haciendo que diera un grito de dolor. Te quedo un buen agujero – me dijo – asi que tendras uno de estos metido en tu culito todo el tiempo, para que quede bien domesticado. ¿Entendiste, esclava?. Si mi señora – dije – cumplire todos sus deseos, pues estoy para su placer. En mi interior, trataba de rebelarme, pero la realidad era que el estar vestida con prendas tan hermosas y suaves, sentirme tratada como una esclava por una hermosa travesti, para lo cual me habian depilado toda, me tenia goteando dentro del condon y si no fuera por el anillo con puas, habria eyaculado hacia rato.
Se coloco detras de mi y tomandome de las caderas, me clavo su pene hasta que senti sus testiculos golpeando mi culo, y al ver que no gritaba, ya que entro mientras estaba dilatado, comenzo un mete y saca feroz, que me hizo mover mi trasero por el placer que me estaba provocando, a pesar del dolor por las puas del anillo que se estaban incrustando en mi pene. Cuando senti que estaba a punto de acabar, lo saco de un golpe y tomandome la cabeza, me lo metio en la boca para terminar de eyacular. El sabor de su semen, unido al de mi ano, que impregnaba su delicioso pene, terminaron por hacerme acabar aun con el dolorque me provocaba el dichoso anillo. Las agujas se clavaron en mi miembro, haciendome sangrar, provocando manchas en mis medias. Al darse cuenta Madame, me dio un fuerte palmazo en los testiculos, lo que provoco la inmediata relajacion de mi pene, debido al dolor. Entonces solto el cordon y me saco el anillo, limpiandome despues con un algodon impregnado con un desinfectante y cicatrizante, segun me dijo. Aliviada, pense que mis torturas habian terminado, pero estaba muy equivocado. De su velador, tomo una aguja para piercing y tomando la piel del glande de mi pene, la estiro y la atraveso. Di un grito de dolor, mitigado por la piel de la cama sobre la cual estaba apoyada mi cara. Luego de perforarla, me coloco un arito de oro, igual al que tenia puesto en la nariz, para que no pudiera masturbarme sin su permiso, me dijo, pues impedia la manipulacion. Me coloco otro condon y me hizo levantar, arreglandome ella la falda, que volvio a acariciar mis piernas.
Despues, me saco las esposas que sujetaban mis brazos, y colocandose de espaldas a mi, me ordeno que le sacara el chaqueton que tenia puesto. Mis manos tomaron esa prenda hermosa y se la saque lentamente, saboreando su exquisita suavidad y su perfume, mientras iba descubriendo su cuerpo maravilloso. Despues me hizo dejarlo sobre la cama y ahi pudo apreciar la ereccion que yo estaba teniendo y que se destacaba debajo de la falda. ¿Te gusta mucho, verdad esclava?- me dijo – ahora puedes acariciar tus ropas y gozar con ellas, mientras te digo cuales seran tus obligaciones a partir de ahora.- Mi señora es realmente hermosa, y es muy generosa con su esclava, al permitirme usar esta ropa tan bella – dije, mientras acariciaba el chaqueton y la falda que llevaba puesta, hasta que senti que empezaba a eyacular, llenando de semen el condon. Se dio cuenta de ello al ver mi cara, y enojada, me hizo tirarme sobre la alfombra y que levantara mi falda para dejar mi culo al aire. Se sento en la cama y colocando el taco aguja de una de su chalas en mi ano, comenzo a metermelo todo, mientras yo sentia que iba desgarrandome.
Una vez lo tuvo adentro, me dio un empujon con la suela, lo cual provoco mi caida y que el taco saliera de golpe, haciendome dar un grito de dolor. – Lamelo, puta, asi aprenderas a que solo podras acabar si te lo permito – me dijo, mientras colocaba el taco de la chala ensangrentado y con restos de tejido anal en mi boca. Mientras lo hacia, solo atinaba a pensar en que diria mi esposa al enterarse de las humillaciones a las que habia llegado, por haberme dejado llevar por mi deseo hacia la ropa suave y hermosa de mujer. Todo esto, ademas del dolor de mi culo roto, hicieron salir lagrimas en mis ojos, que hicieron que se corriera el maquillaje y fuera objeto de mas castigo por ello.
Pero superior a todo eso, fue el sentir que por mi culo estaba sangrando y ensuciando las medias y la falda hermosa que tenia puesta. Al ver esto mi Señora, llamo a Lidia y Sofia, ordenandoles me llevaran para limpiarme y curarme. Despues debian traerme nuevamente a su presencia, porque me iba a dar las pautas de mi nueva vida como esclava.
Las dos me tomaron de los brazos y me condujeron a una habitacion que en uno de sus costados tenia una baño, donde me hicieron desnudarme y meterme bajo la ducha, para lavarme la sangre que seguia perdiendo. Luego me hicieron agacharme, dejando mi culo expuesto, momento en que Lidia tomo el chorro de la ducha y comenzo a llenarmelo de agua. Al poco rato estaba botando cantidades de sangre con agua y restos de tejido. Preparo despues un edema, con un liquido antiseptico y cicatrizante, que me metio mediante una canula, el cual me provoco un tremendo ardor, pero que al poco rato fue calmando mis dolores. Una vez que hube botado todo, y con mi culo anestesiado, me secaron, me colocaron una tanga con una toallita higienica con alas, para que no chorreara mientras cicatrizaban mis heridas.
Enseguida me perfumaron nuevamente, me vistieron con ropa interior toda blanca , con unas medias brillantes color vison sujetas por un portaligas de encaje, tambien blanco. Una blusa de satin estampado y otra falda de lana suave y cuyo ruedo me acariciaba las piernas, configuraron un conjunto realmente exquisito, que se complemento con el chaqueton de mouton blanco y el gorro que hacia juego con el sobre mi cabeza afeitada. Me maquillaron con tonos suaves y finalizaron colocandome otro par de zapatos con taco aguja. Volvia a ser una esclava elegante, sintiendome en la gloria al acariciar este conjunto tan exquisito. Parecia que todo el sufrimiento anterior habia sido un terrible sueño, pero Lidia se encargo de volverme a la realidad, pues me volvio a colocar la cadenilla para unir las argollas en mis pezones y el aro en mi nariz, dejandola mas corta para asi tener que caminar con la cabeza agachada, para evitar en lo posible el dolor. Despues, levantandome el ruedo de la falda, tomo mi pene y colocandole una cadenilla al arito que tenia atravesandome el glande, me tiro de el para llevarme nuevamente ante mi Señora.
Al llegar al dormitorio nuevamente, me hizo arrodillar ante ella, quien se encontraba sentada en un sillon forrado en una piel de zorro negra, a un costado de la cama donde tanto sufrimiento habia tenido en otro momento. Estaba realmente preciosa, con una falda angosta de lana blanca que entallaba sus caderas, un sueter de angora color gris con cuello tortuga, que dejaba ver un collar de piel negra con incrustaciones de metal, ancho, que cubria toda la piel de su cuello y le daba un aire de perra elegante. Unas medias brillantes color natural, y unos zapatos con taco aguja completaban el conjunto, que siendo tan sobrio, sin embargo me produjo unos deseos locos de acariciar con mis manos y mi rostro.
A un gesto de ella, Lidia me saco el gorro, dejando mi cabeza afeitada al descubierto, para luego tomar el chaqueton y colocarlo sobre la cama. Enseguida se retiro, dejandonos a mi Señora y a mi a solas. Ella tomo la cadenilla que unia mi nariz y los pezones, y me acerco a sus rodillas, haciendo que apoyara mi rostro sobre su falda mientras me acariciaba con una mano la cabeza. El placer de sentir la suavidad de la tela, hizo que mi pene comenzara a tener una ereccion y secretar liquido seminal que comenzo a humedecer la toalla higienica sobre la tanga. Te gusta, verdad ?- me dijo con su voz ligeramente ronca, mientra me metia un zapato entre las piernas y me levantaba el ruedo de mi falda, acariciandome el pene y los testiculos con la punta- se que te produce mucho placer, pues yo tambien siento lo mismo por la telas y pieles suaves, y cuando me dijiste de tus gustos supe que tenia que hacerte mia y convertirte en mi esclava para que me sirvieras.
Mis otras chicas solo son putitas que cumplen con sus labores, pero no saben apreciar las prendas hermosas como tu y yo lo hacemos, gozando con su roce en nuestra piel. Por eso, tu seras mi mucama personal, que atendera mi vestuario y cubrira mi cuerpo con aquellas prendas que te indique, segun las circunstancias. Una vez este curado tu ano, te colocaras nuevamente el consolador para mantenerlo dilatado y asi estar lista para mi uso cuando se me antoje. Me ayudaras a controlar mis negocios, que son varios y dedicados a satisfacer a clientes selectos, con gustos intimos especiales. Tengo un taller de confeccion de prendas esclusivas para ellos, asi como juguetes y accesorios para todo tipo de juegos sexuales y sadomasoquismo. En el local de peluqueria, atiendo a las chicas y chicos que sus Amos o Amas desean les preparen ya sea para embellecerlos o para castigarlos. Aparte de eso, tengo otra residencia, donde recibo visitas que desean tener alguna de mis chicas para su placer en un lugar intimo y seguro. Como puedes apreciar, y para que veas mi generosidad cuando me producen placer y por otro de tus gustos que me comentaste, tendras la oportunidad de rapar y afeitar a "chicas" cuando me traigan para castigarlas.
Te quiero siempre elegante, bien maquillada, depilada y afeitada. Tendras tu propia habitacion con un closet en el cual iras completando un precioso conjunto de ajuares para distintas ocasiones, con chaquetones, abrigos, faldas, vestidos, chalecos, pullovers, blusas, todo tipo de ropa interior y zapatos. Cualquier desorden o suciedad, tanto en las prendas como en tu cuerpo, sera severamente castigado y ya sabes como lo hago. Por otra parte, si lo deseo, dormiras en mi cama, pues te tendre como mi amante, pero recuerda siempre quien manda. Te voy a transformar en una hermosa transexual, para lo cual empezaremos por hacerte un tratamiento de hormonas por un mes, para despues llevarte a una clinica donde un doctor amigo te sacara esa bolsa que te cuelga, dejando tu pene limpio y liso y te colocara unos implantes en los pechos para completar tu cambio. Siempre llevaras una peluca para salir, pero en la intimidad, te quiero afeitada. – He sido suficiente mente clara ?
Besando el ruedo de su falda, le dije – Mi señora me hace tan feliz, que no tengo palabras para expresar el placer que me ha dado y sere su esclava fiel y sumisa. –Bien- me repondio, – ahora nos falta solo un pequeño detalle. Quiero a tu mujer como esclava, ya que como me mencionaste que es modista, me sera de mucha utilidad y por otra parte como no aceptaba tu travestismo, esto le hara aceptarte y desearte, aunque tu no puedas darle el gusto porque me perteneces y yo no comparto mi amante- ¿te queda claro?- Si, mi Señora, sus deseos son ordenes para mi y le traere a mi mujer para que sea su esclava. Despues de escuchar mis palabras, tomo la cadenilla que unia mi nariz con mis pezones y me la quito, con lo cual pude levantar mi cabeza y mirarla a los ojos con todo el deseo y adoracion que podia sentir. Se puso de pie, se levanto la falda y sacando su bello pene me lo coloco en la boca, comenzando a metermelo apenas yo abri los labios para comenzar a chuparlo. Tomandome la cabeza con las manos, comenzo un mete y saca que culmino con un orgasmo que lleno mi garganta de su semen delicioso. Despues se lo limpie con mi lengua, dejandoselo rosadito y tierno, ante lo cual me dijo – puedes masturbarte y tomar tu jugo, para sellar nuestro compromiso- mientra guardaba su pene y se bajaba el ruedo de la falda.
Tome con mi mano el mio, que ya habia sacado fuera de la tanga, y comence a masturbarme hasta lograr rapidamente una eyaculacion, debido en gran parte a la gran excitacion que tenia. Cayendo el jugo en mi mano, me lo eche en la boca, lamiendo todo el resto, mientras ella me observaba. Luego, mientra volvia a acariciar mi cabeza, llamo a Lidia y le encargo que hiciera los preparativos para llevarme a mi casa y me diera un hipnotico en gotas para darselo a mi mujer y poder asi traerla a su presencia. A un gesto suyo, me pare y tomando el chaqueton y el gorro, acompañe a Lidia a mi nueva habitacion para recibir sus instrucciones para el siguiente paso. Realmente ya no habia vuelta atras, pues las condiciones de mi nueva vida, con el placer que traia aparejado, solo daban lugar a que cumpliera con los deseos de mi Señora y mi mujer se transformara en su esclava.
Junto con Sofia, me condujeron al salon de belleza, donde me maquillaron de nuevo, arreglaron mi conjunto al que incorporaron una preciosa cartera que hacia juego con los zapatos, me colocaron el chaqueton y el gorro de piel y ya estaba lista para enfrentarme a mi mujer y tratar de cumplir con el deseo de mi Señora. Tania me instruyo sobre como administrarle el hipnotico con un poco de champan de la botella que me dieron para llevar, junto con una preciosa caja de bombones, todos impregnados, de modo que tuvieran un rapido efecto. Despues me paso un telefono para llamarla, haciendole ver que habia conseguido un buen trabajo, que tenia unas exigencias especiales, pero que a mi me resultaba tremendamente agradable. Le insinue que tenia que vestirme con ropas femeninas, ante lo cual comenzo a reprocharme, pero cuando le dije que iba a ganar bastante dinero, que nos permitiria salir de nuestras deudas, su tono cambio. Le dije que me iban a dejar a la casa y que iria vestido con lo que seria mi uniforme por asi decirlo, ante lo cual me dijo que llegara luego para verme y seguir nuestra conversacion. Colgue el telefono y acompañe a Lidia hasta su auto, para que me llevara a mi casa y comenzara otra etapa de mi nueva vida.
Me dejo en la puerta, dandome instrucciones de que si mi mujer me rechazaba antes de tomar el hipnotico, no debia forzarla y que la llamara para que viniera a buscarme. En caso contrario, vendria a la mañana siguiente a buscarnos a los dos. Me depedi de ella con un beso, ante lo cual metio su mano bajo mi falda y me dio un apreton en los testiculos, deseandome suerte. Abri la puerta y entrando al living, encontre a mi mujer, que se levanto del sillon en que estaba sentada y se quedo mirandome impresionada por lo que estaba viendo. A su esposo, vestido con un conjunto precioso, maquillado, realmente elegante y femenino, parado frente a ella, con una botella de champan y una caja de bombones. Pasado el primer momento de sorpresa, se acerco a mi y acariciando la suave piel del chaqueton, me dio un beso muy sensual, murmurandome que me veia muy sexy. En mi interior, yo recordaba las oportunidades en su rechazo a que me pusiera ropa femenina y adjudique ese cambio de actitud a lo que significaba economicamente mi nuevo trabajo y a que ademas le resultaba placentero el verme vestido con prendas que a ella tambien le gustaban. En fin, el primer paso ya estaba dado y ahora venia la otra fase.
Me saque el chaqueton, dejandolo en el respaldo del sillon, y la invite a sentarnos en el sofa, para seguir conversando. Le pase la caja de bombones para que la abriera, mientras yo destapaba la botella. Se levanto y trajo dos vasos, los que llene del burbujeante liquido,pasandole uno a ella mientras le pedia que trajera unas servilletas para no ensuciar nuestras ropas. En el intertanto, saque el hipnotico de mi cartera y eche unas gotas en el suyo y cuando volvio, se lo pase en la mano, para estar segura de que lo tomaria. La invite a probar un bombon, que le puse en la boca teniendolo sujeto en mis labios, para darle un toque mas sensual. Lo chupo y despues de un brindis, empuñamos las copas y bebimos la mayor parte. Ya estaba en mi poder, pero el trabajo de convencimiento tenia que ser lento, tal como Lidia me habia instruido.
Al cabo de mas o menos una hora, de caricias, besos y colocarle en sus hombros el chaqueton, que acaricio con gran deleite, ya habia logrado "convencerla" de que aceptara que la llevara ante mi "Jefa", que deseaba conocerla y ofrecerle un puesto en una de sus empresas. Habia una condicion, que acepto de inmediato, medio adormecida, la cual era que debia depilarse el pubis completamente e ir vestida unicamente con el abrigo de imitacion piel que ella tenia, ya que alla le darian ropa nueva. Despues me pidio que la llevara a la cama, pues queria tener un orgasmo conmigo, pero tuve que levantarme la falda y mostrandole mi pene con su arito en el glande le hice ver que me tenian prohibido tener relaciones. Como ya no estaba en condiciones, no puso mayores objeciones, mas aun cuando saque de mi cartera un consolador y le hice ver que igual podia satisfacerla, para lo cual la lleve al dormitorio y acostandola en la cama, la desnude, le abri las piernas lo mas que pude y acariciandole sus labios hasta conseguir que se humedeciera, comence a meterselo y una vez lo tuvo todo adentro, con movimientos de mete y saca, logre que al cabo de un rato tuviera un orgasmo que la hizo gritar de placer.
Me desvesti y colocandome una hermosa negligee color negro, me acoste a su lado, dejandole metido el consolador para que siguiera gozando hasta quedarse profundamente dormida. Pasado un rato, tambien me puse a dormir, pensando en lo que me deparaba la mañana siguiente. Habia sido un dia realmente increible, en que habia descendido a una condicion realmente despreciable, incluso al punto de entregar a mi mujer como esclava, pero el placer inmenso de sentir las prendas hermosas y suaves sobre mi cuerpo, sentirme y entregarme como esclava a una transexual hermosa, que me daria lo que tanto habia anhelado durante gran parte de mi vida, me hacia desechar cualquier arrepentimiento de los pasos que estaba dando. Habia descubierto mi verdadero yo y solo seria feliz asumiendo el papel que se me habia asignado.
continuara……..
Si te ha gustado, logrando que te excites, por favor escribeme dandome tu opinion a adriana_pielsuave@yahoo.es
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