MI CITA CON SORPRESA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por thorpe1948.
Poco a poco fuimos profundizando en nuestra confianza, y entrando en temas más íntimos, sobre gustos, manías etc., note que poco a poco cada vez la conversación iba tomando un cariz mas sexual y cada vez más cliente, ya en ese tono mi interlocutor, que hasta ese momento no sabía de qué sexo era por lo ambiguo de sus comentarios, me pidió mi Skype y me envió el suyo. Acepte lo agregue, y en breves momentos estábamos hablando amigablemente, lo que veía en mi pantalla era una cara preciosa con un busto perfecto no demasiado grande.
Seguimos hablando cada vez más caliente, hasta que le propuse tener una sesión de cabérselo, ella acepto paro tan solo me mostro sus preciosos pechos, con unos pezones no muy grandes y una areola oscurita, mi excitación iba cada vez más en aumento, me pidió que me masturbara ante la cámara, lo que no me costó mucho trabajo, pues aquellos pechos desnudos me habían puesto al rojo vivo, imaginaba mi verga entre ellos bien apretada sintiendo y bajando con gran placer y llegando a enterrarse entre aquellos labios carnosos. Pronto llegue a correrme animado por las insinuaciones de aquella linda mujer.
Pasado ese momento, quedamos para el día siguiente, y así tiramos durante unos días, hasta que uno de esos días, me dijo que le gustaba mucho que quería que nos encontráramos en persona, yo acepte, fijamos el lugar y al día siguiente nos encontramos en el lugar indicado.
Llegue un poco antes a la cita me senté y decidí esperar, a la hora fijada aún no había llegado nadie, por lo que empezaba a sospechar que nadie iba a llegar, me resigne, hasta que un momento después vi entrar una mujer de esas que te hacen voltear la cabeza cuando pasan a tu lado, alta delgada, pero con unas curvas unos pechos bien paraditos, y unas piernas largas y bien torneadas, que lucían esplendidas debajo de una minifalda mínima que dejaba poco a la imaginación, mis ojos no podían separarse de ella, su cara no me dejo lugar a dudas era ella, mi cita, yo estaba encantado con la visión, con una sonrisa en la cara se dirigió a mi mesa, me saludo muy efusivamente, con dos besos, que devolví amigablemente. Y viendo como la miraba, se dio una vuelta ante mí, dejando que la admirara y al sentarse solo comento “cariño te gusta lo que has visto”, yo asentí encantado y aun añadí lo encantado que estaba con la visión.
Se sentó a mi mesa, en uno de los laterales ceca de mí, por lo que sus preciosas piernas quedaban expuestas por completo a mi visión, comenzamos a platicar, y como siempre esta desvió al plano moroso y sexual, mientras tomábamos una copa y con la confianza que nos daba el habernos conocido antes por cámara, parecía que nos conociéramos de toda la vida y ni ella ni yo nos cortábamos en frases picaras, pronto yo le tome la mano, mientras hablábamos y ella muy pícaramente me fue arrimando una pierna a las mías y con intención la frotaba contra las mías,. Ya con la conversación en un punto caliente y ya sin cortase llevo la mano que le tenía cogida a sus piernas dejado la mía posada encima de ellas; dios mío, que tacto tan suave tenían, despacito la fue moviendo en una caricia, metida entre aquellas dos preciosas piernas, hasta casi llegar a lo más profundo de ellas.
Con una sonrisa me detuvo cuando estaba a punto de llegar más adelante, yo la mire a los ojos, y ella picara me hizo un guiño.
La conversación continuaba agradable, pero poco a poco y muy hábilmente, ella la fue derivando y llegamos a hablar de los homosexuales de la transexualidad, de cómo hoy era algo normal, a lo que yo le di la razón y es mas expresé mi opinión favorable de que no importaba, la inclinación sexual de cada uno, que todos eran respetables, y que a mí lo que me interesaba era la persona y que en un momento dado si había química no me importaría estar con alguien así, dejando aún lado si era hombre o mujer. A lo que ella me daba la razón, que lo importante era el respeto, ya en este contexto, volvió a poner mi mano entre sus piernas y esta vez las abrió ligeramente permitiendo un mejor movimiento. Mi excitación estaba al máximo, en ese momento ella muy coqueta se acercó a mi oído y me comento, yo sé que tienes ganas de más, pero tranquilo todo llega.
Me cogió de la mano y levantándose, se dirigió hacia los servicios, yo no pregunte siquiera, entramos, y nada más entrar nos abrazamos nos devoramos la boca, ummmmm dios, fue un beso profundo ardiente, demostrativo de todo nuestro deseo contenido, yo acariciaba sus nalgas paradas y duras mientras la apretaba contra mí, mi verga quería reventar dentro del pantalón, sus pechos clavados entra mí. Si separarnos lo más mínimo, ella cogió una de mis manos de su culo y la llave entre sus piernas, diciéndome quedo al oído, ahora si yo acariciaba aquellas piernas desnudas y poco a poco se fueron abriendo dejando paso franco, hacia su intimidad, no arde en llegar al borde de su tanguita. Con gran excitación acaricie su intimidad, ella no dijo nada tan solo exhaló un suspiro de placer, pero mi mano no se encontró con la intimidad de una mujer de bandera como ella era, mis sorpresa fue mayúscula, ella lo noto y sin darle mucha importancia me pregunto, ¿algún problema? Yo solo atine a decirle no, pero tampoco esperaba esto, podías habérmelo dicho antes, ella no, me contesto tan solo aplasto su boca contra la mía en un beso profundo y sensual, yo le respondí y actos seguido seguí manoseando su entre pierna ahora si sabiendo que lo que yo estaba tocando no era un coño de mujer si no un pequeño pene de hombre.
La excitación no me dejaba pensar, ella con sus brazos alrededor de mi cuello, tan solo comento nos vamos a otro lugar más cómodo? Yo asentí y salimos, camino de un motel que había cerca, entramos en él y el desenfreno y la lujuria se apodero de los dos rodamos en la cama mientras nos íbamos despojando de nuestras pocas prendas. Al fin los dos desnudos ella se aplasto contra mi ofreciéndome su boca sexual y caliente, yo no dejaba de sobar aquel cuerpo de mujer perfecto mientras mi verga crecía cada vez más pegada a la suya que con su pequeño tamaño también estaba dura y palpitante.
Poco a poco, se fue dejando bajar besando mi pecho hasta llegar a mi verga la que se engullo casi entera dándome una mamada que me hizo ponerme al borde del éxtasis, pero en ese momento me apretó los testículos impidiendo que me corriera en ese momento y dejándola se puso domo u perrito en la cama, yo me situé entre sus piernas y abriendo aquellas hermosas nalgas accedí a su orto, cerradito y oscuro, le pase la lengua por el ensalivándolo todo poco a poco se fue abriendo a mis caricias, hasta que ya empezó a suspirar y me pedía casi en un lamento que por favor la penetrara, no lo pensé, me puse detrás de ella y pasando mi glande por su raja la hice desearlo aún más, hasta que la cabeza de mi verga topo con, su agujerito, y comencé a empujar, no me costó, mucho introducírsela, dios mío, aquella cueva era una gloria, nada más que mi glande estuvo dentro de aquel precioso culo ella empujo hacia atrás ensartándosela toda de un tirón dando gemidos.
Me recline sobre su espalda sin moverme para dejar que su esfínter se relajara y poder disfrutarla en plenitud, mientras acariciaba sus tetas colgantes, no se podía tener más placer, era toda una experta moviéndose, en poco tiempo me llevo al clímax con mi verga totalmente clavada dentro de su culo me vacié por completo llenándolo de leche mientras gemía de placer , su culo empezó a destilar un jugo que me dejo los huevos empapados, nunca había visto nada igual, se había corrido por el ano, entre jadeos como una autentica mujer.
Nos dimos la vuelta quedando cara a cara apretados el uno contra el otro, yo le comente que se la iba a chupar para que también se corriera pues no había eyaculado, se apretó aún más con su pija entre mi piernas entonces me dijo me dejas disfrutar contigo? Yo no le puse objeción le dije que sí, me puse a cuatro y ella, y sigo diciendo ella porque yo siempre la vi como una autentica mujer, se colocó entre mis piernas y me dio una gran mamada de culo, que tuvo el efecto de hacer que me volviera a empalmar, ella ya estaba metiendo su lengua en mi esfínter y lo tenía bien lubricado asique poniéndose de rodillas detrás de mí puso su pequeño pene, en mi culo y me lo metió suavecito, no me dolió, por el tamaño y la ecitacion que tenia, durante un buen rato me estuvo follando el culo, con gran sensibilidad, me bombeaba con fuerza metiendola hasta el maximo, y poco a poco tambien yo fui disfrutando de aquella cogida, nunca crei que pudiera darme tanto placer de aquella manera, con su pene de unos 8 cms, me estaba produciendo gran placer, lo notaba entrar y salir y aunque no era muy largo si tenia un grosor que hacía que me sintiera lleno, me abandone al placer y disfruta sintiendo sus tetas balancearse sobre mi espalda hasta que se corrió dentro de mi dos o tres chorros de leche caliente yo me deje caer en la cama y ella se quedó encima de mí, con su pene aun dentro hasta que se le bajo y el solo se fue saliendo.
Quedamos los dos escurriendo leche entre las piernas, era una sensación única sentirla con sus tetas clavadas en mi pecho y su baca que no se separaba de la mía, no tardamos en recuperarnos y volvimos a repetirlo por dos o tres veces más antes de quedarnos dormidos de agotamiento, cuando me desperté estaba a su espalda con su culo bien pegado a mi verga, que no tardo en volver a crecer entre sus nalgas, ella también se despertó y al notar como mi verga estaba entre sus nalgas otra vez dura no se movió tan solo con su mano entre los dos la cogió y la enfoco de nuevo a su agujero que se abrió como una flor al contacto con la presión de mi verga que se incrustó hasta el fondo teniendo otra gran cogida antes de marcharnos.
Salimos del motel, y nos fuimos la deje en su casa, y al despedirnos tan solo me dio un beso en los labios y me dijo soy toda tuya ya sabes dónde estoy me encantaría que siguiéramos en contacto, y así ha sido, desde ese día ella es mi hembra y yo su macho desde hace tres años, tres años de placer interminable ya que siempre está dispuesta a recibirme en su interior.
Bien amigos espero que les haya gustado y que hayan disfrutado leyéndolo tanto como yo haciéndolo, al día de hoy aun continuamos de una manera permanente, haciéndolo juntos, nunca pensé que una chica con pene me podía dar tanto placer, hasta el punto de que no echo de menos el contacto con otras chicas.
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