Mi doble vida: Agustina
A los 14 años me tranformé en Agustina por primera vez.
Llevo una vida normal como heteresexual. Trabajo, estudio, estoy de novio, tengo amantes mujeres, como cualquier joven. En apariencia, es lo que se ve. Cuando descubri que también me atraían los chicos en principio me asusté un poco. Claro que al disfrutarlo tanto tambien con el tiempo lo acepté y decidí que ese lado mio permaneciera oculto y secreto. Entre los 11 y los 14 años tuve dos relaciones con dos chicos de mi misma edad. Esos encuentros se concretaron y fueron posibles unicamente por la iniciativa de ellos. Yo era, y sigo siendo como varón, incapaz de tener iniciativa con ningun chico q me guste.
A los 13 años me empezo a gustar vestirme como nena en la intimidad y soledad de mi habitación con las vestimentas de mi hermanita y las tanguitas de mi mamá. A los 14 y en secreto me compre algunas prendas y bombachitas de nena que guardaba en una mochila que escondia en un lugar secreto e inaccesible de la terraza de mi casa dentro de una caja metalica abandonada y en desuso de una compañia de cable que ya no existe a la que aseguré con cadena y candado.
Cuando llego la primavera y el clima calido de ese año en que habia cumplido los 14, me decidi a hacer lo que ya hacia un tiempo me daba vueltas en la cabeza. Un mediodia de sabado tome la mochila y sali dispuesto. Me tomé un tren a una localidad del gran Buenos Aires totalmente desconocida y nunca visitada por mi, mis familiares y amistades, pero muy populosa y repleta de atractivos y centros comerciales.
En ese entonces yo era muy delgadito, totalmente lampiño y usaba el pelo muy largo, de color castaño muy claro casi rubio y ya habia aprendido a peinarlo para que quedara como el look de una nena. Bajé del tren y en pleno centro rapidamente localicé los locales de comidas rápidas. Entre en uno y fui directo al baño de damas. Me cambie, me peine, delineé un poquito los ojos y me pinte muy suave los labios. Estaba muy sencilla y casual. Zapatillas, una pollerita y una remerita cortita. Lo que usaban todas lss adolescentes. Lo unico mas jugado que no era habitual en nenas de esa edad era la tanguita que me habia puesto pero no se veia.
Mientras dabs el ultimo retoque frente al espejo, entraron dos chicas que me saludaron amigablemente y nos pusimos a charlar. Una tenia 15 años y la otrs 16. Un poco mas grandes que yo. Me preguntaron a que colegio iba, si era de ahi o de otro lugar porque no me conocian y alli se conocen todos. Invente que estaba de visita en lo de unos tios, que vivia en capital y que me llamaba Agustina pero todos me decian Agus. Divinas las chicas me invitaron a quedarme con ellas y accedi. Cuando nos sentamos en una de las mesas, tipico de chicas, la conversacion y las miradas por todo el local tomaron un solo objetivo: los chicos, los que estaban y los que faltaban. Justamente los que a ellas le interesaban eran los que no estaban en el local, con lo cual a los 10 minutos me arrastraron con ellas a recorrer otros locales del centro comercial en busqueda de «ellos».
Floppy la mayor y Daiana, mis nuevas amigas, corrian nerviosas recorriendo todos los locales y practicamente me arastraban de la mano en la busqueda desesperada hasta que divisamos un grupo de chicos en la esquina de una heladeria. Eran unos 5 o seis jovenes de alrededor de los 18 años y en el medio de ellos como asustado un nene mas chico de unos 12 años. Las chicas me presentaron a sus amigos y entre ellos especialmente a Esteban de 18 y Gonzalo de 19, sus chicos, amigovios. Floppy con fastidio me dijo al oido que se les habia cagado el plan original por culpa de José el nenito de 13, hermanito menor de Gonzalo, a quien los padres que se habian ido de viaje por el fin de semana, se lo encajaron en custodia y cuidado cuando daban por sentado que el nene se iria tambien de viaje con los papas. Tambien me pregunto si me gustaba alguno de los pibes y le respondi que no.
Frustrado el plan de quedarse solos los cuatro por la presencia inesperada de José, el plan era ir al cine.
Floppy y Dai, re de mal humor al igual que Esteban y Gonzalo, repetian que por culpa del pendejo mucho no iban a poder hacer tampoco en el cine. Yo les dije que se olvidaran del nene porque me iba a encargar de distraerlo y a hacerme cargo durante las dos horas de pelicula y que se quedaran tranquilos. Los chicos se sorprendieron y me agradecieron por el sacrificio. Nos subimos los 6 a la camioneta de Gonzalo y fuimos para las salas de cine en un shopping. En el trayecto empece a hablar con José, preguntandole tonterias como para romper el hielo y su mas que evidente timidez. Casi ni se animaba a responder del panico que no podia disimular. Disimuladamente acaricie su mano y se la tome con la mia, sonriendo por el sacrificio que ellos creian que yo hacia. Lo que no sabian ni se imaginaban era lo que a mi verdaderamente me pasaba. Jose me fascinaba, me habia encantado apenas lo vi. Muy morochito de pelito largo y bien negro, delgadito y no muy alto, su carita era preciosa y lo que mas me encataba eran sus labios gruesos y muy carnosos que formaban una boquita super deseable y muy sexual.
Entramos a la sala de cine bien separados y distanciados en parejas. Floppy y Gonzalo se perdieron en una direccion y Esteban y Daiana en otra contraria. Yo con Jose de la mano le oregunte donde le gustaba sentarse. Me da igual respondio. Siempre de la mano me lo lleve hacia una fila de butacas vacias, en uno de los extremos superiores, sentandonos en un rincon escondido. Ya totalmente a oscuras la sala y por el tipo de butacas amplias en las que uno se hundia, no se veian cabezas asomar por delante y la escasa concurrencia, solo parejitas, brindaban un marco ideal de privacidad y una hermosa sensacion de soledad para que todos la pasaran super bien sin importar nada la pelicula.
Cuando empezo la pelicula yo ya estaba acurrada casi encima de Jose, acariciandole la mano y los brazos, hablandole al oido psra tranquilizarlo y que hiciera dd cuenta que estabamos solos. Le di los primeros besitos en la oreja y en la mejilla. Le pregunté si yo le gustaba. No decia nada mirando fijo la pantalla. Le tome la carita y le gire el rostro para que me mirara a los ojos y tener muy cerquita nuestros labios. No te gusto le dije como sollozando y triste.
-Si, sos muy linda, pero sos mas grande que yo…no se. Me dijo e intento girar para desviarvla mirada. No lo deje y mas firmemente me lo puse de frente a nada de rozarnos.
-Me queres besar?
Bajo la vista y otra vez lo sostuve para no permiterselo.
-Nunca bese a nadie. me confesó
Y ahi mismo empece a besarlo de a poquito. A comerle despacito los labios. A pasarle mi lengua y metersela de a poquito en su boca para que la fuera abriendo. Rapidamente fue haciendo todo como si supiera mientras su respiracion se aceleraba y entrcortaba. Nos besabamos apasionadamente, le agarre una de sus manos y me la meti por debajo de la remers para que me toque las tetitas mientras con mi mano acaricia sus piernas, su bermudita, subiendo…De pronto paro e intento un movimiento. Mire y entendi que le daba verguenza. Le dije que siguiera, que no importaba. La carpa que habia formado su pene erecto con la bermudita era indisimulable y enorme. Se lo empece a acariciar y me volvia loca sintiendo el tamaño, el grosor y la dureza de esa tremenda verga. Ya casi gemuamos de placer y calentura. Le ordene que la sacara. Inmediatamente se desabrocho la bermuda, bajo el cierre y lacbajo hasta sus pies. El pequeño slip no cubria nada de esa descomunal verga que ya liberada llegaba hasta casi el medio de su pecho. Yo no lo podia creer. Intente pajearlo con una mano pero era imposible de agarrarla toda. Se la tome con las dos manos y sobraba mas de la mitad de la pija. Jose estaba en extasis, entregado, jadeando y conteniendose de jadear ruidosamente. Me agache entre sus piernas. Le agarraba esa poronga a punto de explotar con las dos manos y todo lo que sobraba de ellas, parte del tronco y toda la cabeza, me los meti en la boca. Lo empece a mamar enloquecida con la boca y la lengua chupandosela y mis dos manos pajeandolo. La leche no tardo nada en salir disparada en varios chorros potentes que me ahogaron. Trague todo lo que pude. Segui mamandolo hasta la ultima gotita. Jose temblaba con la mirada perdida hacia arriba. Su verga seguia tan dura como al principio.Me levante y girando al frente me sente con la cola en su pija dura. Me corri la tanguita y me empececa fregar toda la cola con la verga. Se la agarr tratando de ponermela en el ano para que me penetrara. Me lo lubrique bien con saliva y un poco de la leche que habia tirado. Intente, me abri toda, empuje, le pedi a el que empujara tambien. Pero no no entraba. Era demasiado gruesa para mi ano. NNecesitabamos mas tiempo y otros lubricantes para poder dilatqrmelo bien y sentirla toda bien adentro. Ahi era imposible. Muy pero muy caliente, con algo de fastidio, pero feliz por Jose, lo fui vistiendo y acomodando todo, dandole muchos besitos. Ya teniamos que irnos.
Nos encontramos todos en el hall de entrada. Los chicos venian abrazaditos y a los mimos, cosa que indicaba que habian hecho lo suyo tambien. Floppy me abrazo riendo preguntandome en voz baja si me habia aburrido mucho. Los demas se reian. Jose tambien. Ellos decian parece que le gusto la pelicula al nene. Yo lo abrace y mirandolos a todos, riendo, les dije que ellos no tenian ni idea del peliculon que se habian perdido. Lo mire a Jose picaramente y le pregunte: no que es un peliculon y nos encanto? Ellos no entienden nada.
Me dejaron con el auto a un par de cuadras de la estacion. Quedamos en juntarnos al dia siguiente. Ya era de noche y se me hacia tarde para llegar a casa. Apure el paso, casi corriendo hasta que al llegar a la avenida un auto muy lindo, de esos importados, casi que se me cruzaba tocando mucho la bocina. Los vidrios negros no me dejaban ver el interior, quien era.
Se bajo la ventanilla del acompañante y un señor medio pelado, la piel bronceada y unos bigotes muy grandes y llamativos, de unos 60 o mas años, me saludaba como si me conociera. Lo mire y le dije que no lo conocia. Me insistio con que si yo no era la hija de la Dra Marcela y decia no te acordas del verano.
Me sonrei levantando los hombros en un gesto de no se nada. Era simpatico el tipo. Para donde vas me dijo. A capital, conteste. Subi que voy para alla.
Entre al auto, lo mire y ke dije hola, soy Agus. Carlos, encantadisimo, me dijo. Yo igual, sonriendo, le respondi con un besito. El aroma del perfume, el tono de su voz, me inundaron.
Es mas lindo de noche ir por el campo y no por la autopista, no te parece Agus, me contaba Carlos, conduciendo hacia la oscuridad, alejandonos de la luces.
La noche era hermosa, toda estrellada, en un camino por el medio del campo. La musica que sonaba en el auto era ideal. Me sumergi en el recuerdo de Jose. Cerre los ojos e imaginaba esa carita hermosa, esos labios gruesos y esa verga enorme que me habia comido. Pero me faltaba algo y el deseo crecia y crecia. Los dedos y la mano de Carlos subian acariciando mi pierna. Paro el auto a un costado en un pastizal. Frene su mano cuando estaba por llegar a un destino que no se imaginaba. Me tire sobre el besandolo y desabrochandole el pantalon, metiendo mi mano en su bragueta para agarrar su pija y sacarla. Tenia un hermoso pedazo el viejo que empece a chupar. Le a agarre la mano y me la lle ve a la cola. Meteme los dedos en culo, le dije chupandolo todo.
Los asientos se corrieron y reclinaron electronicamente dejan un muy buen y comodo espacio para movernos como si estuvieramos en una cama. Le saque la camisa, los pantalones y el boxer casi sin dejar de chuparle toda la verga. El quiso desnudarme tambien y se lo impedi. solo me quite la remerita para que me chupara mis no tetitas. Cuando ya casi no podia frenarle la mano que buscaba la concha que no tenia, gire, me puse en cuatro bien abierta y con el culo bien parado, abriendolo con mis manos y metiendome los dedos le señala a Carlos que por ahi queria su pija.
-Cogeme el orto papi porfi, le gemi como una nenita muy puta.
Carlos enloquecio, como poseido me chupo el ano con su boca lengua y eses bigotes. Yo estaba salvajevde lujuria y le rogaba que me cogiera.
La senti toda adentro. Las embestidas me hacian delirar y pedir mas, gritaba que no pare.
Se echo el primer polvo todo adentro de mi ano. Saco un blister con pastillas de un hueco del auto y se tomo dos, quizas tres. En menos de dos minutos me esta cogiendo de nuevo con la poronga bien dura.
Asi fue toda la noche hasta el albor rojizoven el horizonte que indicaba el amanecer.
Joaquin no volvio a su casa y tampoco aviso nada.
Tampoco se preocupo demasiado. Pensaba todo el tiempo que bien habia debutado Agustina en su primer dia.
Buen relato, pero animalo a que sea mas valiente y meta mas adentro