Mi gusto por la ropa interior femenina 2

Como pasé de masturbarme con las panties de mi hermana a usar todo su ropero.
Volviendo a lo que había narrado antes, para recapitular rápido les comento que me atreví a robarle una pantie a mi hermana y la usé para jalarmela, desde olerla y frotarme con ella, hasta ponermelas en la cabeza. Ahora, después de haber experimentado eso, decidí dar un paso más allá.

Antes debo aclarar que mi casa era de dos pisos, abajo dormían mis papás y arriba mi hermana y yo. En la parte de arriba había un cuarto donde habían sillones y una tele también tenía una gran ventana que daba a los vecinos, como nosotros éramos los únicos con dos pisos sólo veía los techos de los demás. Esto es importante porque cuando mi hermana salía de fiesta tenía toda la parte de arriba para mí solo. Ahora quisiera describirme, a esa edad tenía el cabello corto (por mandato de la escuela), solo tenía vello en mi pene y testículos, fue en esa época que comencé a crecer así que no era tan chaparro, aunque para mi edad tenía un trasero redondo bien formado, mi pene era de un tamaño normal el detalle es que siempre se mantenía pequeño pero cuando me excitaba crecía bastante.

Una noche que mi hermana salió, yo me subí fingiendo que ya me iba a dormir, pero en lugar de eso me fui al cuarto de mi hermana y volví a su cajón donde guardaba sus panties. Ahora con más calma podía apreciar más sus panties, pude ver con más atención todos sus tipos de panties y colores que tenía, verlas me excitó tanto que decidí jalarmela ahí mismo. Me desnudé y agarré una pantie amarilla para enrrollarla en mi pene y jalarmela, luego agarré otra color roja para olerla y frotarla en mi cara, la excitación era tan grande que empecé a jalarmela más rápido y fuerte, pero no quería acabar tan rápido, así que paré. Miré el cajón y quería usarlas todas por lo bonitas que se veían, entonces las agarré todas para olerlas y pasarlas por mi cuerpo desnudo, me acosté en la cama de mi hermana y seguí frotando mi cuerpo con sus panties. Estuve así un rato hasta que eyaculé sobre una de sus panties que era blanca con dibujos de corazones, la cual usé para limpiarme el pene, guarde sus panties intentando dejarlas como las encontré, excepto a la que había eyaculado. Me fui a mi cuarto desnudo, no sin antes pasar frente a la ventana que daba a los vecinos, como ya era de noche me subí al sillón que estaba frente a esta y me empecé a mover mi pene, incluso apreté la pantie blanca de mi hermana y aunque tenía mi semen la olí y me la pasé por la cara, embarrando mi semen en la cara. Cuando volví a terminar no saqué tanto semen, pero si se sintió muy rico. Al igual que con la anterior esa pantie la usé mucho para jalarmela, pero a esto se le sumó que en las noches cuando todos dormían me salía al cuarto de la tele para desnudarme y usar la pantie para jalarmela en la ventana.

Como mi hermana salía mucho de fiesta los viernes y sábados, eran mis noches especiales para poder ir a su cuarto y usar todas sus panties y así lo hice varias veces, aunque siempre eyaculaba en la blanca con corazones. Sin embargo, eso no fue todo lo que hice, debido a que una vez al estar viendo sus panties de cerca vi que una verde que tenía se parecía a una truza mía, en ese momento se me ocurrió ponermela, como ya estaba desnudo y excitado no hubo mucho problema y lo hice. El sentir la tela sobre mi pene y pompas no solo hizo que me excitará más sino que me invadió una sensación de agitación y pena, lo más sorpresivo fue que esto último me ponía más caliente. Me puse de pie para caminar por todo el cuarto y sentir la pantie acariciando mi piel, de vez en cuando me tapaba con ambas manos como si alguien me estuviera viendo, mi calentura era tal que incluso poniendo ambas manos mi erección se asomaba empujando la pantie hacia adelante. Como en el cuarto de mi hermana había un espejo de piso me puse enfrente para posar de distintas maneras, ya sea mostrar mi trasero poniendome en cuatro, una más sexy cruzando la pierna para que no se viera mi pene erecto, otras alzaba la pantie para que me quedara como tanga, incluso continuamente me tapaba como si alguien me estuviera viendo. Estaba tan excitado que al jalar un poco mi pene terminé sobre la pantie verde, vi como mi semen dejó una mancha grande sobre ellas, por lo que no tenía otra opción más que llevarmelas (aunque igual no me molestaba), guardé todo en su lugar pero al ir a mi habitación seguía usando la pantie verde así que decidí ir a la ventana para jalarmela un poco más como estaba, igual usaba la otra para oler la esencia de todas las veces que la usé para jalarmela y venirme en ella. Ambas cosas me calentaron enseguida, con mi pene ya duro empecé a jalarmela con más fuerza pensando en que alguien podía verme, hasta que volví a venirme en la pantie.

Con esto comencé a ponerme las panties de mi hermana pero me aseguraba en eyacular en la verde o en la blanca con corazones. Todas las noches me la jalaba con sus panties, cuando era entre semana me desnudaba en mi habitación y me ponía las panties para seguir posando. Sin embargo, una noche que sabía que mi hermana iba a regresar más tarde de lo normal fui a su cuarto y desde el inicio me puse una pantie amarilla que tenía pero se me ocurrió checar en su armario la ropa que usa, al abrirlo pude observar mucha ropa de muchos tipos, desde blusas y vestidos, hasta pantalones, shorts cortos y faldas. En ese momento me ganó la calentura y decidí ponerme algo de eso, agarré lo primero que me agradó, que fue una falda de mezclilla que me llegaba por encima de la rodilla, después me puse una blusa blanca con puntos de colores. Al verme en el espejo no podía controlar la calentura, volví a posar de distintas maneras, en algunas buscaba que se me viera debajo de la falda buscando una imagen sexy, pero lo que me volvía a excitar mucho era hacer poses como si alguien me hubiera descubierto e intentara taparme por la pena. Ver mi pene erecto sobresaliendo de la pantie amarilla mientras estaba vestido de niña me provocó una enorme excitación que me hizo eyacular dos grandes chorros en la pantie amarilla, eso me espantó un poco porque pensé que había manchado también la falda, me la alcé para que no se ensuciara al ver mi reflejo eso hizo que me volviera a calentar. Me quité la pantie amarilla y me limpié con ella, como sabía que tenía bastante tiempo empecé a probarme distintas prendas, como una falda café oscuro más larga y ligera que se alzaba con solo darme vuelta y una blusa negra, mientras que las panties eran rojas, vestido así empecé a moverme como si estuviera bailando para ver como se levantaba la falda y dejaba ver la pantie. Me probé otras cosas como un vestido negro y blanco que apenas me alcanzaba a cubrir el trasero por lo que podía ver la pantie negra que me había puesto asomandose por detrás. Incluso me puse su vestido de 15 años, aunque ese fue más excitante al posar con pena y al quitarmelo lentamente. Siempre que me ponía algo más me la jalaba un poco para que todo el momento durara más. A pesar de estar posando y probandome la ropa, seguía tallando mi cara y cuerpo con las panties, sobretodo porque ya las había puesto todas en el suelo para aprovechar que al posar estuviera sobre ellas. Así pasó el tiempo, probandome la ropa, jalandomela con las panties y aguantando acabar, incluso algunos chorros se me escaparon. Hasta que en un momento ya no pude aguantar y terminé eyaculando con un gran chorro en la pantie blanca con corazones que ya se había puesto amarilla por todo el uso que le había dado.

Con la calentura ya bajada me dispuse a guardar todo en su lugar lo mejor que pude. Estaba tan cansado que ni siquiera quise volver a ponerme en la ventana. Dejé la pantie verde en el cesto de la ropa sucia y me llevé la amarilla conmigo junto a la blanca con corazones. Esa noche terminé muy cansado pero también bastante contento por como eyaculé, a tal grado que dormí desnudo con la pantie amarilla enrrollada en mi pene y oliendo la blanca. Luego les contaré como empecé a usar la ropa de mi hermana ya no solo de noche, sino también de día.

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