Mi gusto por la ropa interior femenina 3 – como salía usando panties
Mi gusto por las panties de mi hermana y su ropa cada vez me excitan más, así que comienzo a usar sus panties más seguido, lo que provocó muchas situaciones excitantes.
Después de probarme la ropa de mi hermana la calentura me subía más seguido. Por eso entre semana me la jalaba mucho con las dos panties que me quedé (la verde y la blanca con corazones). Durante el día solo me la jalaba frotando sus panties en mi pene hasta venirme en ellas manchándolas de mi semen.
Si bien era excitante hacerlo, cuando llegaba la noche era mejor todavía porque entre semana cuando todos dormían podía salir y caminar por toda la casa solo con la pantie verde mientras olía la otra. Primero solo me ponía frente a la ventana de la parte de arriba para jalármela y eyacular sobre la pantie que no estaba usando, me encantaba sentir el viento al observar a la calle a oscuras pero con una ligera luz que me hacía pensar que alguien podría ver mi silueta en algún lado, pero hubo una noche donde se me ocurrió bajar las escaleras y jalarmela en la parte de abajo. Temeroso y excitado bajé lentamente, podía ver como mi pene chorreaba de líquido preseminal que se deslizaba hasta ser abosrbido por la pantie verde, mientras mi corazón latía a mil. Al llegar fui rápidamente al sillón y sentir la textura de la tela en mi cuerpo solo cubierto por una pantie fue un éxtasis inimaginable, de la misma forma empecé a posar sobre el sillón como los videos porno que había visto, acostándome levantando el trasero, poniéndome en cuatro y hasta metí la pantie entre mis nalgas para que pareciera tanga. Estaba tan excitado que recordé que había leído como algunos hombres se masturbaban metiéndose un dedo en el ano, por la misma excitación me bajé la pantie a mitad del muslo, me lamí un dedo y lo metí en mi ano. No me dolío y rápidamente lo empecé a mover de adentro hacia fuera, estaba sintiendo tanto placer que por poco se me salían los gemidos, agarré mi pene rápidamente y solo necesité darle un par de jaladas para venirme a chorros en la pantie que se llenó de mi semen. El orgasmo fue tan fuerte que quedé exhastuo con el culo al aire y la cabeza apoyada en el asiento del sillón, en ese momento recordé que estaba en la sala y creí escuchar algo, por lo que me subí la pantie y me escondí, esperé un poco pero no apareció nadie. Ya más calmado sentí todo el semen mojando mi pene y testículos, volteé abajo y observé la pantie verde con una gran huella que dejó mi semen y pensé que sería muy vergonzoso que alguien me viera así, desnudo con una pantie de mi hermana que manché con mi semen, la idea de esa pena me hizo excitar nuevamente, así que subí para jalarmela en la ventana, sin embargo, en esta ocasión puse mi trasero frente a la ventana y volví a meterme el dedo, rápidamente el placer me invadió, así que agarré mi pene para jalarlo, ahora la sensación era diferente pero igual de excitante, no tardé mucho en volver a eyacular sobre la pantie, en lugar de quitarmela me dormí con ella para seguir sitiendo mi semen.
Así continué haciéndolo durante bastante tiempo, jalándomela en la tarde, poniéndome la pantie por la noche para jalarmela mientras me metía el dedo y usando la ropa de mi hermana los fines de semana que salía. Así estuve hasta que cumplí los treces años, en ese entonces también me gustaba intentar ver debajo de las faldas de mis compañeras, pero lo que más me calentaba era ver las panties de las niñas más pequeñas porque ellas si se sentaban con las piernas abiertas y no les importaba. Un día logré ver a unas cinco niñas que estaban hablando entre ellas y todas tenían las piernas abiertas mostrando a toda luz sus panties, en ese momento quedé super caliente, tuve que regresar lo más rápido posible a mi casa mientras la imagen se mantenía fresca. Al llegar mi mamá me detuve para decirme que iba a salir y que me dejaba la comida preparada, eso me dio una idea por lo que pregunté sobre mi hermana y me dijo que estaría en la casa de una amiga haciendo un trabajo. Me despedí de ella y al cerrar la puerta salí corriendo a mi habitación, sin tardar me desnudé y aunque estaba en mi cuarto ya se me estaba poniendo duro el pene ya que era la primera vez que lo hacía durante el día. Me puse la pantie de mi hermana que tenía guardada, pero la verde la había reemplazado con una roja sin estampado y la que usaba para limpiarme era una negra, aunque a veces me ponía la negra y me limpiaba con la roja.
Con la roja puesta me dispuse a salir de mi habitación, parado frente a la puerta sentía como mi pene completamente duro pegaba sobre la pantie haciendo una tienda de campaña. La abrí teniendo mi excitación al máximo, por la pena caminé tapándome la pantie hasta que bajé las escaleras, al ver los sillones me acosté sintiendo la enorme excitación y morbo que me producía hacer eso pero con luz de día, comencé a jalármela lentamente para no venirme tan rápido, al mismo tiempo que me acariciaba el ano. Cuando empecé a meterme un dedo me sorprendieron una risas fuera de la ventana de la sala, estaba tan absorto que no recordé que las cortinas estaban abiertas, pero los niños se reían de otra cosa y se fueron, recordé que había una malla que limitaba la visión hacia el interior. Aún así, con el susto me tapé completamente avergonzado y excitado por la situación, sabía que la parte de afuera solo podía ver hacia dentro si se quedaba quieto y se esforzaba, entonces no habría problema. Me paré para ponerme frente a la ventana y seguir jalándomela, mi pene empezó a derramar líquido preseminal en abundancia, quería eyacular con muchas ganas. Rápidamente me fui a buscar un lapicero para metérmelo en el ano, volví a la ventana pero esta vez me puse un poco de lado para mostrar mi trasero siendo penetrado por el lapicero, ya no aguantaba las ganas, de repente escuché unas risas agudas y pude ver como la silueta de un niño y una niña me veían por afuera, entre ellos susurraban sobre lo que veían se preguntaban si era un niño o una niña la que estaba haciendo eso. La situación me hizo llenarme con una pena que me excitó a tal punto que ya no podía aguantar más, rápidamente metí el lapicero lo más profundo que pude y puse mi pene sobre la pantie para eyacular grandes chorros de semen sobre ella. Escuché como una voz regañó a los niños y estos se fueron entre risitas, yo me quedé arrodillado, cansado y satisfecho con la experiencia. Ahí mismo me quité la pantie para dejarla en el bote de mi hermana porque había aprendido a no usar mucho una para que no se ensuciara tanto, desnudo regresé a mi cuarto volviendo a taparme para seguir con este juego de pena-excitación que tenía. Subí, me vestí y bajé para comer, sabiendo que había encontrado otra forma de jalármela.
Si bien esta forma no se volvió la más habitual de jalármela porque tenía que tener la casa sola, fue de las mejores, siempre me excitaba la idea de hacerlo tan pronto tuviera la oportunidad. La situación que más recuerdo fue cuando apenas llegando mi mamá me dijo que saldría y mi hermana igual no estaba, tan pronto como escuché que la puerta se cerraba comencé a desnudarme de la emoción. Rápidamente comencé a jalármela, como estaba completamente desnudo igual me puse frente a la ventana para ver si alguna niña pasaba por fuera y me viera de pura casualidad, aunque pasaron varias ninguna me vio ya estaba pronto a venirme pero quería hacerlo sobre una pantie, pero antes de que pudiera ir por ella escucho como la puerta se abre. Fui rápidamente por mi ropa y recogí todo lo que pude lo más rápido posible, apenas con tiempo subí las escaleras tapándome con la ropa, el susto fue tal que se me bajó la excitación y ya no pude exhibirme en la ventana porque era mi hermana la que había llegado. Me di cuenta que si hubiera tenido la pantie a la mano entonces si habría terminado.
Durante toda la tarde si me quedé con ganas de jalármela pero no tuve tiempo, sin embargo, como era viernes entonces mi hermana iba a salir y aproveché para recuperar la situación. Al salir me subí diciendo que vería un poco la tele y me iría a dormir, rápidamente pasé al cuarto de mi hermana, me puse un vestido blanco que tenía partes negras como si fueran manchas, por dentro un brasier negro y una pantie del mismo color. Me acosté sobre su cama para jalármela lentamente, pensé en la situación de la tarde, rápidamente se me ocurrió que si tuviera la pantie todo el tiempo conmigo podría venirme casi cuando quiera, pero no podía tenerla en mi bolsillo o algo así porque se me podría caer. Fue cuando decidí traerla puesta a donde sea que vaya, esa idea me excitó demasiado y comencé a jalar más rápido mi pene que estaba muy duro, subía y bajaba mi mano mientras apretaba con fuerza. Alcé las piernas y recorrí un poco la pantie para poder meterme un par de dedos en mi ano, me volvía loco como entraban y salían al mismo tiempo que eran apretados por mí. Estaba imaginando como podría desnudarme en los baños de mi escuela, lo arriesgado que sería y la pena que me daría, incluso si iba a la casa de un amigo igual podría hacerlo, también en la calle con la pantie apretándome, ese último pensamiento provocó que ya no pudiera aguantar más y disparé un chorro de semen que cayó en el vestido, rápidamente dirigí mi pene a la pantie para poder terminar ahí, con la excitación casi gimo a voz alta pero solo apreté mi ano y tensé las piernas mientras manchaba la pantie negra. Acabé cansado por ese orgasmo tan fuerte, acostado vi el semen que había caído en el vestido, impulsivamente lo lleve a mi boca para limpiarlo con la lengua a pesar de habérmela jalado mucho nunca había probado mi semen y realmente no me desagradó. Guardé las cosas y me fui a dormir, no sin antes agarrar la pantie con la que haría la prueba al día siguiente, fue una morada que tenía una flores en la parte de adelante.
El fin de semana fue muy excitante al usar todo el tiempo la pantie morada, podía sentirla apretar mi trasero y mi pene siempre queriendo salir al ponerse muy duro. También me permitía jalármela en cualquier momento incluso estando con gente en la casa, en una ocasión estaba haciendo mi tarea en la mesa al no haber nadie me baje mi short a los tobillos, ahí mismo empecé a acariciarme el pene sobre la pantie hasta que escuché que alguien se acercaba pero no me daba tiempo de acomodarme, mi mamá pasó al lado mío rápidamente y no se dio cuenta, más que asustarme eso hizo que me excitará más eyaculando rápido y abundante sobre las panties. Eso hizo que durante todo el fin de semana estuviera eyaculando continuamente sobre la pantie una y otra vez, las más excitantes fueron cuando acompañé a mi mamá al mercado el domingo.
Debido a la cantidad de gente iba con mi pene apuntando hacia arriba todo el tiempo para que la gente no viera la casa de campaña que tenía. No fue hasta que vi a un niño solo en la parte donde había una maquinita, en esa zona muchos locales estaban cerrados así que me le acerqué pero él no me puso mucha atención. Mi short en ese entonces era de los que se sostenían únicamente con el resorte, por lo que era fácil bajarlo sin problemas, fue lo que hice solo por la parte de adelante, le mostré como la pantie hacía que mi pene apuntara hacia arriba, él solo se quedó viendo hasta que bajo su mano hacia su pene y empezó a moverla ahí abajo. Eso me prendió demasiado a tal punto que yo igual me acariciaba la punta para poder venirme y mostrárselo, sin embargo, el niño vio como perdió en el juego y se fue. Yo me detuve pero todavía tenía muchas ganas así que antes de irnos busqué rápido alguna oportunidad que podría tener. La encontré al ver a dos niñas jugando dentro de un local cuyo dependiente se había ido a buscar algo, rápidamente entré, las niñas al verme llegar se asustaron, yo rápidamente solo me bajé el short (como había cosas a mi alrededor nadie más podía verme) les mostré la pantie y como tenía el pene apuntando hacia ellas, al verlo saliendo de una pantie morada con flores se rieron como burlándose, solo me la jalé lo más rápido que pude para terminar eyaculando sobre mi mano la cual llevé a mi boca para tragármelo al hacerlo las niñas solo siguieron riéndose. Rápidamente me subí el short y salí casi corriendo de ahí, al regresar a la casa ya estaba excitado de nuevo por lo que volví a jalármela en mi cuarto pensando en la mirada curiosa del niño y las risitas de las niñas. Entonces pensé que en la escuela sería el doble de excitante.
Al haber eyaculado tanto sobre la pantie decidí cambiarla, la morada la dejé en la ropa sucia de mi hermana mientras que para reemplazarla agarré una rosada con muchos corazones alrededor. La sensación fue maravillosa, debajo de mi pantalón había una pantie rosada que me apretaba de forma sexy el trasero y mi pene, eso me ponía a mil, pero no podía jalármela cuando quisiera debido a que si pasabas mucho tiempo en el baño te iban a buscar y empezaban las burlas. Sin embargo, eso no impedía que cada vez que iba al baño me desnudaba para quedarme solo usando la pantie, aunque no me daba tiempo para jalármela todavía me la acariciaba un poco antes de vestirme.
No pude hacer mucho durante esa semana ni después, lo que alcancé fue en una ocasión que ya era la salida muchos niños se quedaban porque los recogían tarde, como estaba caliente y tardaría en irme entonces decidí ir a los baños para poder jalármela ahí. Sin embargo, por la calentura se me ocurrió ir al baño de niñas, fui rápidamente checando que nadie me viera, al ver que no había nadie cerca entré y me metí sin dudar a uno de los cubículos. Sin demora me desnudé quedándome solo con la pantie, aunque me cubrí la cabeza con mi playera para que nadie me reconociera pero podía ver a través del hueco por donde pasa la cabeza mostrando poco de mi cara, con mi pene ya completamente duro empecé a jalármela.
Pude escuchar como varias niñas o chicas entraban, las oía orinar y se iban, eso me calentaba mucho, estaba tan emocionado jalándomela que no noté como una niña se asomó por debajo de la puerta. Solo alcancé a escuchar su risita mientras se levantaba, lo más rápido que pude abrí la puerta del cubículo y sin pensarlo agarré a la niña que ya se estaba escapando, por el miedo y excitación la metí al cubículo. Le di la vuelta para que me diera la espalda y poder taparle la boca, como seguía duro sentí como mi pene tocaba su espalda, al verla un poco más noté que tendría al menos unos 7 años, con cabello negro y piel morena, no alcanzaba a ver su cara pero eso no me importó. Le alcé la blusa para tapar su cara y que no moviera mucho los brazos, después de eso bajé la falda de su uniforme, lo que me dejó ver una pantie con rayas de muchos colores que cubría un redondito trasero. Empecé a tocarle todo ese traserito suyo, ella se retorcía para intentar zafarse pero con mi otra mano lograba evitar que se moviera sin problema. Con más ganas le quité la pantie dejando su trasero al aire, como en cualquier momento podía entrar alguien más y escucharnos decidí acabar rápido, a pesar de que se movía mucho pude poner mi pene en su trasero para acariciarlo con mi punta incluso en algunos momentos sentía como tallaba su vagina lo cual estoy seguro que escuché un pequeño gemido de ella, eso me hizo calentó bastante y terminé eyaculando dos grandes chorros de semen sobre sus pompas. Ya con la calentura un poco baja me entró el miedo y decidí salir de ahí, agarré mi ropa y viendo por última vez a la niña que luchaba por acomodarse la blusa vi que sus panties estaba en el suelo y sin pensarlo las agarré y salí corriendo. Me fijé que no viniera nadie al salir de los baños, como era la salida entonces solo tenía los salones a los lados y no había nadie cerca, aunque fuera por una corta distancia ahora me excita mucho pensar que estuve desnudo en la escuela solo usando una pantie rosada con corazones. Entré a un salón para vestirme y salir corriendo por mis cosas para irme a mi casa.
Cuando llegué a mi casa me fui directamente a mi cuarto para calmar toda la emoción que tuve, fue en ese momento que recordé que me había traído la pantie de la niña, al verla comencé a olerla para disfrutar de ese olor de niña y pude ver que en la parte de en medio estaba algo húmedo, lo que significaba que la niña se excitó cuando la toqué. Eso me excitó nuevamente y ahí mismo me la jalé hasta eyacular en esa nueva pantie que tenía, entonces recordé que muchos amigos tenían hermanas menores y que si iba a sus casas podía conseguir más panties y usarlas todo lo que quiera para evitar que mi hermana se de cuenta. Desde ese momento me dispuse a conseguir todas las panties que pueda cada vez que tenga la oportunidad, así podría tener mi colección. Pero eso lo contaré en otro relato y también lo que pasó con la hermanita de un amigo.
Excelente experiencia. (mi correo está en mi perfil) Besitos.