Mi inicio como Travesty-final
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por DanielaTravesty94.
ACTO V
Le pedí que se sentara en un silla del comedor, encendí el equipo y busque una música acorde al momento y empecé a bailar para él.
La música era suave, contoneaba mis caderas despacio mientras miraba sus ojos recorriendo mi cuerpo, descendí lento hasta que mi boca quedo cerca de su pantalón, con mis manos recorrí sus piernas hasta donde estaba su pene, lo rose y sentí como empezaba a agrandarse, me levante despacio recorriendo su torso hasta llegar a su cuello, le di un beso dejando mi labial marcado en su cuello y me incorpore.
Después, camine despacio por detrás de él, deslice mis manos por su torso hasta su abdomen y empecé a subir su camiseta mientras gemía a su oído, mire hacia su pene y estaba parado, eso me prendió mas, se me que me quitaron los nervios, camine de nuevo al frente de él y le di la espalda, de nuevo movía mis caderas al ritmo de la música, despacio pero sensual, recorrí con mis manos mi cintura hasta mi cadera, llegando hasta mi cola, levante despacio la falda para dejarle ver mi tanga, las media de nylon me resaltaban más mis nalgas, haciéndome ver más nalgona, se excito tanto que sentí una fuerte palmada en mi trasero, me ardió la piel pero a la misma vez sentí un escalofrió recorrer mi espalda, me incline y seguí moviendo mis caderas, abrí mis piernas, saque cola y deje que viera como la tanga rosaba todo mi ano.
Agarro mis caderas sin previo aviso y metió su cara en mi culo, sentía su aliento caliente en mi ano y como su lengua empezaba a mojar las medias y la tanga; después de unos segundo de estar ahí, con sus manos rasgo las medias dejando toda la piel de mi cola al descubierto, me besaba la cola con tantas ganas que sentía su ansia por comerme.
Agarro el aceite que había en la mesa, lo destapo y dejo caer unas gotas en mis nalgas, las masajeaba y me pegaba una que otra nalgada, después dejo que unas cuantas gotas cayeran desde el inicio de la línea de mi cola, rosando mi ano, sentía lo cálido del aceite, paso sus dedos para esparcirlo bien y después tomo el marcador, -chúpalo-, me dijo, obedecí y empecé a comerme el marcador con mi boca pensando que era el pene de él, lo sacó de mi boca y le llevo hasta mi ano.
Con mucho cuidado empezó a introducir el marcador, sentía como se abría paso por mi ano, instintivamente me agache relajándome por completo, con lo que el marcador entro con mucha facilidad, lo sacaba y lo metía despacio y después más rápido, unos gemidos se escapaban de mi boca, haciendo que me pegara mas nalgadas.
No satisfecho, tomo el cepillo para cabello de mi madre, lo unto de aceite y me lo metió de un solo tirón, sentí como llegaba más adentro y era más ancho que el marcador, me lo metía más y más rápido, y yo gemía como una perra en celo.
Mi excitación era tan grande que decidí pasar la linterna, -por favor méteme el más grande, pero primero ponle un condón-, me dejo el cepillo en el culo, tomo la pala de teflón, y saco un condón que tenía bastantes relieves, encima le aplico aceite, mientras yo tomaba otra silla para ponerme de rodillas.
Saco el cepillo de un solo tirón, y puso a punta de la pala de la cocina en mi ano, derramo un poco de aceite desde la parte de arriba de mi cola.
Las gotas de aceite se deslizaban hasta llegar a mi ano y empezó a hacer presión.
La enorme goma del mango de la pala se abrió campo, sentía un ardor y un dolor leve mientras lo iba introduciendo hasta que lo metió de un solo tiro, sentí un dolor desgarrador, me ardía el ano, pero a la vez sentía muchísimo placer; gemí fuerte con lo que él se levantó y me tapo la boca, -nadie te dio permiso de gritar-, sacaba la pala y la volvía a meter lento, lo voltee a mirar con mis ojos llorosos, saco la pala y la volvió a meter de un solo tiro de nuevo.
Gemí muy fuerte pero su mano atrapo mi grito, su cara de satisfacción decía todo, lo estaba disfrutando mucho, quito su mano de mi boca y apresuro el ritmo, yo gemía más y más fuerte y me aferraba más duro de la mesa, mi maquillaje se corrió a causa de mis ojos llorosos por las embestidas que me estaba dando, -estas gritando mucho, comete mi verga-, acercó a mi boca su pene y me lo comí mientras él con la otra mano seguía dándome con el que ahora es mi juguete favorito.
La pala entraba y salía de mi cola más y más rápido, y yo le chupaba el pene más rápido,- ¡me voy a venir!-, saco la verga de mi boca, su orgasmo fue tan fuerte que metió la pala hasta lo más profundo que pudo, los 16 cm completos se metieron en mi culo haciéndome gritar, cerré mis ojos por instinto y de repente sentí como un líquido caliente salpico mi cara.
Cuando abrí mis ojos, vi como de mi cara goteaba su semen y el reguero que había en el comedor.
–Tienes que dejármela bien limpia-, acerco su pene y lo relamí quitándole las gotas de semen que quedaban.
–Ahora faltas tú-, de nuevo se fue para mí culo y se sentó, con una mano cogió mi verga y con la otra de nuevo comenzó a meterme y sacarme la pala, me masturbaba tan rico que en poco tiempo me hizo venir.
Estaba rendida, acostada sobre el comedor, mi pene goteaba semen y sentía mi culo caliente, me ardía de las embestidas tan brutales que me había dado.
-Eres una perra muy obediente, gracias por el servicio-, se levantó, se puso su camiseta, se cerró el pantalón y me dejó allí, con la cara cubierta de su semen, sin fuerza ni energía, adolorida y aun con la pala en mi culo.
Me levante como pude, rendida.
La bajar los pies de la silla e incorporarme, sentí un dolor en mi cola a causa de lo profundo que tenía metida la pala.
Con cuidado la saque, -mmmmm, me arde- me incorpore, el semen descendía por mi garganta hasta mi pecho, me reacomode la tanga pero el dolor no me dejaba así que decidí mejor quitármela y me fui al baño.
Escuchaba a mi primo en el segundo piso terminando de ver la película.
Al mirarme al espejo vi que tenía toda la cara llena de semen y la parte de mis ojos color negro a causa de su leche, que hizo que se me corriera el rímel.
Me lave la cara, bote las medias de nylon que estaban totalmente destrozadas y lave la tanga que quedo llena de aceite.
Tome una ducha, quería quitarme todo el aceite de mi cola.
Cuando pase el jabón por mi cola, me dolía mucho, me ardía, aun podía sentir como estaba dilatado mi ano.
Dejo que el agua caliente recorra todo mi cuerpo especialmente mi ano, al principio duele pero después es refrescante.
Me quedo allí durante una media hora hasta que mis dedos están muy arrugados, salgo y me seco, me envuelvo en la toalla y salgo del baño de nuevo para el cuarto de mi madre.
Allí, me quedo completamente desnuda, guardo el vestido, asegurándome de que esté limpio.
Mi cola me sigue doliendo mucho, me visto normal y salgo a la calle comprar una crema No.
4 para quemaduras en la cola de los bebes, por fortuna la farmacia está a la vuelta de la esquina así que es perfecto ya que siento que camino un poco abierta.
De vuelta en el apartamento, fui directo al cuarto para aplicarme la crema.
–Que refrescante se siente-, sentía mucho alivio en mi ano.
Al subir para mirar que hacia mi primo, me di cuenta que se estaba duchando, baje de nuevo; por más que me doliera todo, no estaba contenta, quería ir a por más.
De nuevo, me maquille, esta vez algo más normal.
Me aplique igual mi base y polvos neutros, para mis ojos opte por un color café rojizo, aplique un tono café más oscuro en el centro del parpado, me aplique delineador y rímel color negro, después me aplique las perlas bronceadoras, contorno e iluminador, por ultimo un labial color morado junto con uno rojo y lo difumine con un brillo.
Me puse el brasier pero decidí dejarme sin ropa interior debido al dolor de mi cola y la crema que me aplique.
Me puse un corset con liguero en conjunto con unas medias tipo liguero de color negro, y encima un vestido de color negro, que me llegaba un poco más arriba de la mitad de mis piernas, con resorte en la parte baja, me gustaba mucho ya que como soy culona, se me veía aún más grandes las nalgas, estaba haciendo frio así que decidí ponerme una chaqueta color rosa y mis tacones negro de hebilla en el tobillo.
Subí las escaleras al segundo piso, mi primo seguía en la ducha, encendí el tv y seguí viendo la película, cuando oí que cerro la llave de la ducha, me apresure a entrar.
Mientras él se secaba dentro de la ducha, yo me subí un poco el vestido hasta la altura de mi cola y me incline sobre el lavabo, al verme, se quedó quieto,- ¿quedaste con ganas de más?-, vi como no quitaba la vista de mi cola, -a donde fuiste, te escuché salir-, a lo que yo le conteste,-que pasa si quede antojada, y tuve que salir a comprar algo para mi cola, me arde mucho-, -haber, déjame ver-, se agacho y me abrió las nalgas, -tienes bastante rojo-, termino de esparcirme bien la crema, y aprovecho para deslizar un dedo dentro de mí, el dolor era más fuerte, estaba muy resentida, así que me con mi mano saque su dedo de mi cola y me levante.
Cuando se levantó él, vi como tenía el pene parado otra vez, -parece que el que quedo con ganas fue alguien más, ¿tanto te excito?-, el asintió con la cabeza a lo que yo, muy obediente, me arrodille y puse su verga en mi boca, lo provocaba dando chupones a la cabeza de su pene, después pasaba mi lengua desde la base de su pene hasta la punta de nuevo y lo metía completo hasta casi llegar a mi garganta, el empezaba a jadear, le estaba gustando, aumente el ritmo, la sentía más gruesa y más dura, hasta que saque su pene de mi boca y le dije a forma de burla –pero esta vez no te vayas a venir en mi cara, me arruinaste el maquillaje cuando me cogiste abajo en el comedor-.
Yo sabía que estaba a punto de venirse, solo lo hice para hacerle fieros, él se dio cuenta por cómo se lo dije, me agarro del cabello obligándome a poner las manos sobre el lavabo y quedarme en cuatro mostrándole mí culo rojo.
Me metió su verga completa, -cállate perrita, te voy a castigar por haberme hecho eso-, mi ano estaba dilatado por lo que entro de un solo tirón, pero el ardor que tenía sumado a la embestida que me dio me hizo gritar de dolor, mis lágrimas no demoraron en salir, mis rodillas se doblaron al dolor tan fuerte que sentí, el me tomo de la par del abdomen con una mano y con la otra me sostuvo la cadera para que no me fuera para el piso, y sin piedad me empezó a dar.
Por suerte estaba muy excitado por la mamada que le di, así que en cuestión de unos minutos se vino por completo.
Sentí como me llenaba el culo de leche caliente, por fortuna su pene no era muy ancho, sino me hubiera destrozado el ano; pero si eyaculaba como un semental a pesar de su edad.
Me saco la verga del mi culo y caí arrodillada, apretaba mis piernas y mis glúteos porque sentía mucho dolor.
Sin piedad, me tomo del pelo y me metió su verga en mi boca para que se la dejara limpia, yo se la chupaba ya sin fuerzas, con mis ojos negros por el rímel que de nuevo se me corrió pero esta vez por mis lágrimas.
Me dejo allí de nuevo, sola, como pude acomode mis piernas hacia un solo lado, consiguiendo que el dolor disminuyera un poco.
Sentía como el semen escurría de mi culo abierto, y se deslizaba por mis nalgas, haciendo un charco en el piso.
Después de un rato, como pude me levante y me senté en el inodoro, me limpie, me levante y de nuevo baje al primer piso para limpiarme el rímel de la cara y volver a arreglar mi maquillaje.
Me acomode la ropa de nuevo, y subí.
No podía del dolor de mi cola, aplique un poco más de crema ya que con la metida su verga me había quitado la que tenía y me acosté.
Recuerdo que dormí hasta el siguiente día.
Cuando intente levantarme el dolor no me dejaba, todo el resto del fin de semana la pase con crema en mi cola, y cuando me levantaba caminaba abierta del dolor tan grande, no podía salir a la calle.
Pase encerrada hasta el domingo por la noche, mi madre llego en las horas de la noche, ya para entonces me dolía menos, podía caminar, apenas para decir que no había pasado nada extraño.
FIN
Después de esta ultima vez, han pasado ya 5 años en los cuales no he tenido otra experiencia, solamente en las que he jugado conmigo misma.
Si quieren saber que hago 5 años después, ahora con más experiencia y mucha más picardía, déjame tu comentario….
besos
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