Mi Jennifer
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo empezó hace 10 meses… estaba lloviendo, estaba oscuro, era muy tarde, casi media noche, de repente veo una delgada figura, una chica, hermosa, de cabello corto, su short de mezclilla apenas la cubría, apenas tenía pecho, creía que era una joven menor de edad, pero lo que mas me sorprendió de ella era que llevaba una maleta que a duras penas podía llevar… así que hice mi buena acción de la noche, toqué el claxon y bajé el vidrio para llamar su atención, su cara era como el de una muñequita, le dije que era muy peligroso andar sola a esta hora y le pedí que subiera al auto para llevarla a casa, ella con nerviosismo accedió… subió su maleta al asiento de atrás y nos fuimos, ella estaba callada y temblaba… ¿tienes frió? le pregunté…
Estaba mojada y yo con el clima puesto, ella movió la cabeza afirmándolo y le puse mi chamarra… después de un rato le pregunté que hacía sola en la calle a esta hora, ella me dijo que su padre se enfadó mucho con ella y que la había corrido de su casa y le pregunté por que y ella se quedó callada un momento cabizbaja… <si le digo, ¿promete no molestarse?>, <¿por que habría de molestarme?>, <es que… soy travestí>
Al decirme eso me vino a mi una sensación de horror e impacto… mas que nada impacto, no podía creer que esa linda chica joven fuera un travestí… <puede dejarme donde quiera>, sentía como que el mundo le viniera encima; y pude hacerlo, pero no lo hice. <No… Aun así es muy peligroso, vendrás conmigo a mi casa>.
Ella impresionada de como lo tomé con calma me dio las gracias y me dijo que se llamaba Jennifer y yo Marcos, aun así no dirigimos la palabra hasta llegar… mi casa es grande, soy dueño de un restaurante y por lo tanto puedo darme ciertos lujos, le mostré su habitación y una buena, nada de discriminaciones, le di indicaciones de donde estaba el baño y que si tenía hambre que en la nevera había comida, ella me dio las gracias por todo y un beso en la mejilla y cerró la puerta, ese beso me dejó algo empalagado porque cuando se acercó pude oler el delicioso perfume que traía puesto, aun así me fui a dormir.
A la mañana siguiente estaba desayunando cuando ella apareció, me dio los buenos días refiriéndose a mi como don marcos… es que tengo 28 años y parezco mayor, simplemente le devolví el saludo con cortesía, usaba un camisón color vino para dama y cuando se agachó para buscar algo en la nevera pude apreciar su bello trasero envuelto en una especie de bóxer para dama, lo miré un rato hasta que quité la mirada cuando volteó, después del desayuno me disponía a irme, le dije que podía relajarse con la televisión o nadar en la piscina pero ella dijo que limpiaría la casa como agradecimiento por mi buen acto, le dije que no tenía que hacerlo pero ella insistió, se despidió de mi y volvió a darme un beso en la mejilla deseándome buena suerte, me fui de ahí empalagado de nuevo pero luego lo olvidé… al regresar en la tarde para descansar la casa olía a pino (el producto), estaba limpio, los platos ordenados, incluso había lavado mi ropa, no podía creerlo, la llamé pero no respondía, fui a la piscina donde la vi salir del agua con un conjunto de bikini azul, al mirarme se cubrió con sus manitas diciéndome que no me oyó llegar y le dije que no podía creer que hubiera lavado mi ropa y mas aun que tuviera un bikini, le pregunté que tanto de ropa femenina tenía y me dijo que no mucha, solo unas cuantas para poder sentirse mujer, le pregunté si le gustaba ser mujer y me dijo que si, luego titubeé para preguntarle si lo había hecho como mujer pero ella dijo que no que aun era virgen… <¿quieres ir a comprar ropa?> ella dijo que no quería dar molestias pero yo respondí que no lo era, así que salimos, se puso una falda tipo colegiala, un TOP, calcetas y zapatos de jovencita, toda la tarde nos la pasamos comprando de todo, faldas, vestidos, ropa interior, medias, todo lo que le gustara, ella estaba tan agradecida que se pegó en mi regazo como si fuera su novio y la rodee con un brazo, estaba tan feliz.
El tiempo pasó y no hubo nada entre nosotros, ella hacia el quehacer y yo la ayudaba a feminizarse; ¿por que lo hacia?, por amor… aunque no lo sabia… hasta hace 6 meses, un día se me ocurrió llevarla a un restaurante a cenar, uno de un amigo, esa noche usaba un vestido de noche largo y negro con algunas lentejuelas, a la luz de las velas todo fue perfecto, estaba hermosa y podía lucir un poco mas de pecho gracias a las hormonas y a su libertad… al regresar a casa estábamos algo tomados, la tomé de la cintura y le dije que estaba hermosa y nos besamos, los besos pasaron a las caricias, levanté su vestido tocando sus piernas envueltas en las suaves medias, al tocar su trasero me impresionó que usara tanga; <la compré para este momento>; fue lo que me dijo. <quiero ser mujer… tómame… toma mi virginidad>
Ella suplicaba que la hiciera mía, la cargué y la llevé a mi cuarto donde la despojé de todo, hice a un lado su sostén para chupar sus pezones, estaban duros y deliciosos, ella gemía, se dejaba, lo deseaba y quería complacerla, me quité toda mi ropa y me volví a caerle encima, sentía su mano tocar mis genitales y me levanté y me la jalé un rato. <chupamela> le dije; ella con nerviosismo se me acercó y me la jaló un ratito.
Luego le pasó la lengua como si fuera un caramelo hasta que lo metió en su boca, esa suave boca me daba placer como nunca antes lo había sentido, cuando de repente me corro, ella no dejó salir ni una gota y todo se lo tragó, entonces la levanto de las piernas y tengo su bello trasero en mi rostro, empiezo a lamerlo y escucho sus gemidos dándome a entender que le gustaba, meto un dedo para masajearlo, su rostro mostraba señas de irritación pero nunca se quejó así que continué, entonces meto dos y suena un quejido pero no dijo nada, lamía y metía mis dedos a placer mientras ella se agarraba de las sabanas tratando de soportar el dolor, ya no me hice esperar mas y le dije que se la iba a meter, ella dijo que con cuidado y le di un beso en señal de confianza, entonces subí sus piernas a mi hombro y empecé a rozar la punta en su ano, lentamente lo fui metiendo y moviéndome, ella trataba de soportar el dolor para complacerme, después de un buen rato por fin la tenia dentro, me movía lentamente para no lastimarla, aun así ella lanzaba quejidos pero no decía nada, me detuve un momento pero me dijo que siguiera y yo seguí, empecé a aumentar el ritmo, la tomé de la cintura mientras ella se movía y nos besábamos, besos melosos, la tocaba toda, le abría sus nalguitas, vuelvo a echarme encima de ella penetrándola con fuerza, sus gemidos me excitaban, sentía sus uñas clavando mi espalda hasta que me corro dentro de ella. <caliente… se siente calientito>. Le había gustado; repetía muchas veces “te amo” mientras trataba de respirar… la abracé pegándola en mi pecho mientras recuperábamos fuerzas.
<Marcos… ¿Qué soy para ti?>, fue lo que me dijo. <tu eres una hermosa mujercita para mi… ¿Por qué?> <porque no quiero que me niegues ante el mundo… quiero ser tu novia por siempre>. Y hasta la fecha lo es… hasta el final ella será mi Jennifer
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