Mi primo Raúl – 8va.parte.-
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cumplí 18 años.
Ese día vinieron mamá y mi hermano Enrique y juntos con la abu festejamos mi cumpleaños.
Mamá había llegado con una tota con una velita.
Pasamos un momento super dichosos y cerca de las siete de la tarde se fueron.
– Con 18 años, las hormonas habían hecho un trabajo más que estupendo con mi cuerpo.
Siempre vigilada por el doctor al cual concurría una vez al mes y siempre acompañada por mamá.
– Mis pechos alcanzaron una medida de 95 centímetros, con unos hermosos pezones oscuros y gordos.
Mis caderas se habían ensanchado no mucho, y mi cola era grande, muy redonda y firme.
– Mi pene que ya era muy pequeño, practicamente había desaparecido en mi entrepierna.
–
Nosotros con mi abuela, que era una dama muy sociable,ya que pasaba casi todas las tardes en reuniones con amigas,jugando rummy canasta, iban a confiterías a tomar el te y permanecía por las mañanas y de noche junto conmigo.
– Yo pasaba realizando tareas en la casa como limpiar muebles, lavar la cocina,que no era mucho,sólo platos.
vastos y cubiertos, y alguna fuente de horno.
– Casi siempre hacíamos en pedido de cosas a un supermercado que estaba ubicado a tres cuadras del apartamento.
– Siempre lo traía un chico más o Eso simenos de mi edad, o tal vez uno o dos años mayor que yo.
– Era alto, musculoso, y muy bien parecido.
Ojos claros,pelo corto tipo militar y una cara con una boca y unos labios que cada vez que yo lo observaba, me producía un deleite sumamente delicioso.
– Se llamaba Guillermo,.
–
El estaba convencido que yo era una nena.
– Una tarde llegó con el pedido.
– Llamó por el portero eléctrico de la puerta de calle.
Yo le atendí, apreté el botón y abrí la puerta.
– Cuando sentí que abrió el ascens or, quité la llave de la cerradura de
la puerta del apartamento, y cuandó llamó, le dije que pasara que estaba abierto.
– Yo estaba con un baby doll de color negro trasparente, una diminuta tanguita a juego, y unas sandalias de taco alto.
– Guillermo entró y me clavó la mirada.
– Sus ojos me recorrieran de arriba a abajo.
– El traía un canasto con el pedido.
Le dije que lo dejara sobre la mesa de la cocina, al tiempo que me arrimé al ventanal del balcón, y sabiendo que me estaba observando, me agaché de espaldas a el para que me viera el hilo de mi tanga perdido entre mis nalgas.
– Cuando me di vuelta, el estaba parado en el living esperando que le abonara la boleta del pedido.
– Contoneándome felinamente, fui al aparador ,tomé el monedero, y le entregué el dinero que decía la boleta.
– El me miraba insistentemente las tetas traslucidas debajo del encaje del baby doll.
– Al darle el dinero, rozó mi mano y mirándome a los ojos, me dijo : " estás muy bonita".
– Le contesté que muchas gracias mientras el tenía su mano tomando la mía, sin soltármela.
– Me preguntó cuando nos podíamos ver , a lo que le dije: " y no nos estamos viendo".
– El rió y dijo : " tenés razón ,no se queme pasa contigo".
– Guillermo se retiró y cerré la puerta con llave,cuando salió.
– Me quedé pensando que rico chico era, y no iba a pasar mucho tiempo, en que lo iba a tener en mi boca y dentro mío.
– Cuando Abu llegó, yo estaba acostada en mi dormitorio ,leyendo un libro.
– Me dió las buenas noches, preguntándome cómo había estado la tarde.
– Contesté que super tranquila, y que su amiga Matilde la había llamado por teléfono y que la llamaría nuevamente.
-Ella me dió el beso de las buenas noches y salió de mi dormitorio cerrando la puerta.
– Al rato, decidí apagar la luz para dormir.
Me levanté, abrí el ventanal del dormitorio que daba al balcón a la calle, y desnudándome toda, me metí en la cama.
La luz de la calle entraba tenuemente al dormitorio.
– Con mis ojos cerrados, Guillermo apareció en mi mente.
Pensaba como sería estar con el, Me puse calentita casi de inmediato.
Mientras pensaba en él, mis manos se fueron apoderando de mis tetas, mi cola y mi "cotorrita.
Acaricié mis curvas pensando en el, imaginando que me hacía suya y me gustó tanto que decidí que iba a ser mi novio prontamente.
– Me quedé dormida.
– Yo todos los jueves de semana, me hacía un retoque depilatorio para quedar muy suavecita.
Después me untaba todo el cuerpo con cremas, y la piel me quedaba como un bebé.
– El pedido al super lo realizábamos una vez a la semana, generalmente los jueves para ser entregado al otro día.
Pensé que como le iba a decir a Guillermo que yo no era una chica ,sino que era una travesti muy bien formada desde los once años.
– Pensé y pensé y dejé que todo se diera con normalidad.
-Eso si, iba a esperarlo bien nenita, y trataría de concretar para el día sábado de encontranos.
– El jueves a la siesta, me di una ducha larga y muy refrescante.
En mi dormitorio, busqué en mi placard ,que me iba a poner para esperarlo a Guillermo.
– Quería esperarlo como una chica normal y no media desnuda como la última vez.
– Me vestí con una diminuta tanga de color azul , una mini de color beige, no me puse corpiño, una blusa de color negro escotada y mangas amplias.
En mis pies calcé unas sandalias de tiritas de color negro y tacos muy altos, como de 12 centímetros.
Me encantaba andar de tacos altos porque me levantaba la cola y la endurecía.
– Llamé por teléfono al super y me interesé por el pedido.
A la chica que me atendió , le solicité si no me podía pasar con Guillermo por una consulta.
– Demoró un poco, y al atender ,preguntó quien era.
– Soy Daniella- contesté- la chica del apartamento 203 de la avenida Rosario y Galicia.
– Ah- dijo- como estás y que pasó que llamaste.
– Le dije que había llamado por el pedido y que además tenía ganas de hablar con el.
– Le pregunté a que hora dejaba de trabajar.
– A las 21 -contestó.
– Ay que pena- dije-.
– Por que -me preguntó-.
Quería verte -contesté-.
Si tu no te incomodas- dijo- puedo pasar por ti a la hora en que dejo de trabajar.
– Bueno ,te espero -dije.
– A la hora 21, bajé a la puerta de la calle, no si antes comunicarle a Abu que iba a salir a dar una vuelta con un chico.
– Me dijo que tuviera cuidado y que no volviera muy tarde.
– Le di un beso en la frente , y bajé a esperar a Guillermo.
– Llegó , me dijo : " Hola, como estás ,viste que no demoré en venir".
– Sí veo que eres puntual- Me preguntó dónde quería ir.
Dije a caminar y podemos tomar un helado.
– Pero tengo que ir hasta mi casa, acá cerca cuatro cuadras que es donde vivo.
– Es un hotel y pago mensualidad.
– Tengo que darme una ducha y cambiarme la ropa.
– Tu puedes esperarme mientras me ducho.
– Dale- le dije.
– Nos fuimos caminando hasta el hotel.
– Yo iba a esperarlo en la vereda, pero me dijo: " Pasá" al tiempo que tomaba la llave de un tablero y nos dirijimos por un pasillo hasta la habitación.
– Guillermo entró y cuando yo pasé, cerró con llave dejándola puesta en la cerradura.
– Dándose vuelta, se quitó la remera, descalzó sus deportivos , sacándose el jean junto con el boxer, quedó desnudo.
– Si gustas beber algo, en la heladera hay coca y naranja-dijo.
– Lo miré cuando me dijo eso.
– Vi que su pija era monumental.
Debería medir parada unos 22 ó 23 centímetros,calculé.
– Se me hizo agua la boca ,y me estremecí al ver eso y pensar que iba a ser mía.
– Me senté sobre un sillón al costado de una mesa.
– La habitación era normal y tenía baño privado.
– Bebiendo naranjita, lo esperé.
– Sentada sobre el sillón crucé mis piernas, dejando ver mis muslos.
– La blusa dejaba descubierto el nacimiento de mis pechos con la clásica hendidura al medio.
– Guillermo salió del baño, todo desnudo y mojado.
– No pude evitar mirarle su bulto.
– El lo notó y se acercó a mi.
– Quitó el vaso de jugo que yo tenía en mi mano depositándolo a un costado sobre la mesa.
– Me tomó de las manos y me hizo incorporar.
– Su pija estaba a punto.
Se bamboleaba arriba y abajo.
– Yo estaba super cachonda .
– Cuando me fue a besar en la boca, colocando una mano en su pecho le dije : " Quiero aclararte algo para que no te vayas a desilucionar conmigo".
– No me aclares nada – dijo – ya se porque hace tiempo que me di cuenta,que no eres una chica.
– Eres un varón que vive como una chica.
– Pregunté cómo se había dado cuenta y me dijo que había sido porque a pesar de comportarme como una nena, mis manos eran grandes para ser de mujer y los pies, si bien eran delicados al igual que las manos, no estaban acorde a mi cuerpo.
– Me abrazó atrayéndome hacia el.
– Sus manos se posaron detrás de mi cabeza y me besó muy dulcemente.
– Lo abracé por su cintura.
Seguimos besándonos.
– Su lengua se introdujo en mi boca.
– Abrazada a el ,sentí que su pija dura se aplastaba contra mi vientre y la punta tocaba mi ombligo.
– Sus manos me levantaron la mini, y se posaron en mi cola ,acariciándo mis nalgas.
– Su boca seguía con sus besos.
– Lamía mi cuello.
– Desprendió la mini y me la quitó,bajándola a mis pies.
– Me dió una cachetada en la nalga derecha.
– Quité mi blusa,dejando al descubierto y para su gusto y mi placer, mis redondas tetitas con los pezones gordos y duros.
– Con su mano buscó mi entrepierna.
– La introdujo por el borde de mi tanga con sus dedos hacia abajo- " Pero si aquí no tienes nada"-dijo mientras su mano tanteaba mi entrepierna.
– Quitó su mano de ese lugar y mirándome a los ojos me besó con fuerza mordisqueándome los labios de mi boca.
– Yo suavemente me fui arrodillando frente a el, observando la pija parada que tenía casi contra mi cara.
– La verdad era grande y larga, gruesa.
– Arrodillada la tomé con mis manos y la acaricié.
Sentí lo dura que estaba y como latía.
– Mi lengua lamió la punta, aletié lamisma y la besé.
– Comencé a introducirla en mi boca, chupándola golosamente.
– Quise introducirla tosa y no pude,produciéndome arcadas.
– La chupaba como un largo caramelo.
– Guillermo se quejaba con suspiros de placer.
– La chupé, El me acariciaba las tetitas,y pellizcaba mis pezones.
– En un momento me incorporó, me besó en la boca y dándome vuelta, me recostó sobre la mesa.
– Mis brazos quedaron sobre la mesa, mis tetitas también , y mi trasero quedó inclinado ,todo para el.
– Se puso un condón en su dura pija, y allí esperé que me hiciera sentirla toda.
– Pero no, se inclinó detrás mío, y me besó la espalda recorriéndola hacia mi cintura.
– El placer delicioso estaba apoderado de mi.
– Su lengua recorrió mis nalgas y las separó con sus manos.
Su lengua,se posó en mi "cotorrita" lamiéndola toda, y ensalivándola.
– La escupió.
– Yo estaba a mil por hora,cuando la introdujo.
– Sentí que se levantó, y su pija buscó mi cuevita.
– Sentí su dura cabeza posarse en mi entrada.
– La fue introduciéndo despacito y dulcemente.
– Me trataba como una nena.
– Sentí un empellón cuando me la metió hasta la mitad.
La sacó y volvió a meterla.
– Toda entró en mi.
– Yo sentía un delicioso gustito con esa pija divina que me hacía gozar como una loca.
– Respiraba en mi nuca,besándome el cuello,pasaba su lengua caliente por el.
-Su pija entraba y salía de mi.
– Yo retorcía mis caderas tratando de acompañarlo en sus movimientos de vaivén.
– Su respiración se aceleró y quemaba mi nuca su aliento caliente.
– Me dí cuenta que me venía un orgasmo por las cosquillas en mi entrepierna.
– Me agité temblando moviéndome en una deliciosa sacudida.
– Guillermo notó que yo me había venido.
Sacó su pija aún redura de mi cola.
– Me dió vuelta, me arrodilló de frente a él, y se quitó el condón.
– Tomé su pija con mi mano y la masturbé.
– No demoró nada en comenzar a expulsar su leche caliente en mi cara.
– Fueron varios los chorros.
– La metí en mi boca, y bebí ese licor de la vida en lo que le quedaba.
– Me levantó y abrazándome, me besó.
– Me preguntó si me había gustado y que había pasado por mi mente.
– Le dije que me había hecho sentir una nenita, muy complacida y que había gozado con mucho deleite.
– Me dejaste satisfecha- dije.
– Le pedí para higienizarme en el baño.
– Cuando me senté en el bidet, mis muslos estaban chorreados con su semen.
– Mi "cuevita" completamente dilatada que casi se me introduce el jabón y super lechosa.
– Al volver para vestirme e irme, vi que Guillermo sostenía en una mano su pija como si nada hubiera pasado.
Estaba dura y parada de nuevo.
– Le dije que me tenía que ir, y que íbamos a planificar un encuentro con más tiempo, y que ahí si me iba a tener las veces que quisiera, pero que ahora debía irme.
– Se vistió, y se le notaba el bulto debajo de su jean.
– Me acompañó a casa.
– Caminamos tomados de la mano como si fuéramos novios.
– Llegamos al departamento y nos besamos varias veces despidiéndonos.
– Menos mal que Guillermo se fue,porque yo estaba dispuesta a seguir como el, teniendo sexo desenfrenado.
– Subí al departamento, abrí la puerta y me dirijí al dormitorio de Abu, que estaba mirando tele.
– Me preguntó como me había ido, contesté que muy lindo que habíamos ido a tomar un helado y charlamos bastante de nosotros.
– Le dí el beso de las buenas noche y me fui a mi dormitorio.
– Me quité la ropa, y en el baño me duché.
– Luego , me acosté totalmente desnudita,sintiendo el placer del roce de las sábanas en mi cuerpo.
ESTA HISTORIA CONTINUARA.
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