MIS DIAS EN EL CAMPO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por mc348.
Hace algunos años, pasaba algunos fines de semana con unos amigos en una casa de campo propiedad de uno de ellos.
Eramos 4 amigos que viviamos en el centro.
En esa finca vivía el encargado, Roberto, era solteron, de unos 50 años mas o menos, algo desarreglado en su vestir, y poco amistoso.
Luego de varias visitas el hombre se hizo un poco mas amigable pero le costaba romper el hielo.
Yo notaba que me miraba mucho, y preguntando a mis amigos concluíamos que era solo a mi que me miraba, uno de ellos me dijo en tono de broma, que a lo mejor yo le gustaba y me quería levantar.
A veces me incomodaba un poco su manera de verme.
A todo eso en esas épocas yo tenía 20 años y andaba descubriendo mis gustitos por usar ropitas femeninas en la intimidad, obviamente en total secreto, mis amigos no sabían nada.
Comencé a fantasear con Roberto, y me imaginaba que realmente el tipo me deseaba.
Luego comencé un plan de conquista de ese hombre tratando de acercarme mas a él y en lo posible hacerle algunas insinuaciones, busqué las oportunidades de conversar a solas y notaba que lo ponía incómodo.
Le preguntaba si tenía mujeres y siempre trataba de hacer algún ademán o decirle alguna frase con tono afeminado.
Un sábado por la tarde luego de haber recorrido la finca con mis amigos, nos preparamos para ir a un baile de carnaval que se hacía en un club social de la zona.
A último momento decidí que me quedaría aduciendo que estaba muy cansado y con sueño, mientras mis amigos se arreglaban para salir yo busqué a Roberto, lo vi que estaba ordenando el patio, me dijo que no iría al baile.
Ni bien se fueron mis amigos me dispuse a conquistar a ese macho, mi calentura estaba en aumento, me depilé la cola y piernas, me puse una colaless rosada y encima mi ropa de hombre, bermuda y remera y me puse desodorante de mujer.
Me acerqué a la vivienda de Roberto.
Estaba viendo televisión, me hizo entrar y noté que percibió el perfume y lo noté un poco intranquilo.
Lo invité a que salieramos a caminar un poco porque estaba muy aburrido, Primero me dijo que no pero ante mi insistencia aceptó.
Me dijo que en todo caso fuéramos a un bar cercano a tomar una cerveza, caminamos por una calle oscura, alumbrados por la luna.
conversando de distintas cosas, notaba cierta tensión en nuestra conversación, yo sentía mucha ansiedad.
Llegamos al bar, los tipos me miraban raro, por lo que no era del lugar.
Luego todo siguió con normalidad, tomamos unas cervezas, noté que él se iba soltando y conversaba mas luego decidimos irnos de vuelta a casa.
En el camino de regreso me dispuse a avanzar y jugarme, le pregunté sobre sus amorios, me dijo entre otras cosas que hacía mucho que no cogía y estaba a pura paja, eso me excitó bastante y ya muy afeminado le pregunté sobre sus gustos sexuales, el me seguía el juego y me contestó que le gustaba ponerla por el culo, uy yo volaba de la calentura.
Nos paramos porque él quería orinar y yo aprovechando la ocasión hice lo mismo pero en una acción muy jugada, me metí entre unos arbustos, bajé mi bermuda y me senté para orinar él no perdía detalles, luego me enderecé y muy descaradamente subí mi tanguita y luego mi bermuda, él mirándome con asombro me preguntó que si usaba bombacha de mujer y yo la muy puta le respondí, si es una colaless, mostrándole mi culo, el tipo se acercó con cara de baboso, nos miramos y estiró la mano para tocarme, acerqué mi nalga a él y sentí su mano caliente y callosa apoyada en mi cola, estiré mi mano y acaricié su bulto por encima del pantalón, él apretó con mas fuerza mi nalga, yo giré un poco y le ofrecí mi culo completo con la bermuda en mis tobillos y la colaless diviendo mis nalgas.
Me tomó con las dos manos y con desesperación acarició mis nalgas yo movía mi cola para los costados busqué nuevamente su bulto, desabroché su pantalón y saque su pija sentí olor a transpiración pero mi calentura era grande la acaricié vi como crecía con mis caricias, le tiré un poco de saliva como para limpiarle un poco los restos de orina y luego comencé a chuparsela, él apretaba mi cabeza contra su cuerpo y yo me metía su pija hasta el fondo de mi boca.
Sentía sus gemidos y me pidió la cola para cogermela, yo busqué un forro en mi bermuda y se lo puse, apoyé mis manos en mis rodillas y le ofrecí mi culito hambriento me puse saliva con mis dedos y traté de dilatarmelo pero él estaba desesperado y arremetió con fuerza haciendome sentir un gran dolor, le pedí que lo hiciera despacio y traté de recomponerme de ese intenso dolor y volvimos a intentarlo, tomé su pija y la guié hasta mi agujerito, él seguía empujando con fuerza, hasta que alcanzó a entrar la cabeza y aunque sentí dolor el placer era mayor pero en ese momento sentimos una moto que se acercaba, así que nos arreglamos la ropa y emprendimos la marcha con mucha calentura.
Era un amigos suyo que no tuvo mejor idea que acompañarnos conversando hasta que llegamos a la casa.
Cuando llegamos vimos que mis amigos todavía no llegaban.
Roberto me invitó a su casita, antes pasé por mi habitación me higienicé un poco y saqué una bolsa con mis ropas.
Al ver que no había mucha luz en el patio que une ambas casas, y que tal vez nadie me vería decidí vestírme en la habitación y aparecerle de sorpresa a Roberto.
Me puse una tanguita y corpiño negro, mini roja tableada bastante corta, medias negras con liga y suecos, Para completar mi atuendo, me puse una remera manga corta negra.
Mi corazón se quería salir de mi pecho por la ansiedad y la excitación, atravecé el patio con cuidado de no caerme con los tacos altos, en la bolsa llevaba mi ropa de hombre para el regreso.
La casita de Roberto estaba en oscuras y él estaba apoyado en la puerta esperandome, cuando llegué me dijo.
– Uy que puta que sos, mirá como te has vestido
– Te gusta? giré un poco para mostrarle todo
– Si mamita, que puto rico que sos, vení chupamela.
Me dijo mostrandome su poronga enorme.
yo muy obediente me puse en cuclillas a mamarsela
El gemía y me agarraba la cabeza, yo metía hasta el fondo su pija en mi boca, sentía que todavía tenía ese saborsito del forro.
Me hizo entrar hasta la habitación, yo me subí a la cama y me puse en cuatro patas mostrandole mi culo, encendió un velador y mientras halagaba mi culo me acariciaba y le dije que quería que me chupara la cola, se prendió de mis carnosas nalgas, corrió la tanguita y me metía los dedos y su lengua en mi orto que ya estaba algo diltado por el intento de penetración que tuvimos en el callejón.
Pero sus deseos eran muy grandes, quería cogerme pero también quería verme con las ropa así que le hice una especie de desfile, para excitarlo mas decidí quitarme la mini y la remera, quedando solo en corpiño, colaless y medias.
Se puso como loco, se acercó me abrazó y me comió la boca a besos mientras sus manos recorrían todo mi cuerpo.
yo desprendí su camisa y comencé a besar su cuello y pecho transpirados bajé por su abdomen hasta llegar a su pija que estaba caliente, dura y gorda, era bastante larga, en una palabra inmensa, la metía hasta el fondo de mi boca y sentía arcadas, se me llenaban los ojos de lágrimas pero me encantaba hacer eso, estuvimos así un rato.
Me tomó de los hombros indicandome que fuera a la cama, me puse en cuatro patas en la cama y se prendió a chuparme la cola, mordía mis nalgas, las quería exprimir, como son algo carnosas me daba chirlos, me escupía el orto, hasta que me apoyó su pija yo la tome con mi mano y la fuí guiando para que entrara, como ya tenía la cola mas dilatada por sus dedos entró con mas facilidad y comenzó a bombearme con fuerza yo también empujaba mi cola contra su cuerpo para que entrara mas, era alucinante la cogida que me estaba dando, apretaba mis caderas y besaba y lamía mi espalda hasta que acabó en el forro dentro de mi culo.
Luego la sacó, me di vuelta le saqué el forro y me puse a chuparsela para saborear los restos de su leche.
Quedamos tendidos en la cama en silencio y luego comenzamos a hablar de lo bien que la habiamos pasado y que ambos teniamos el deseo de seguir viendonos.
Las visitas con mis amigos a ese lugar fueron un poco mas frecuentes y cada vez que ibamos yo buscaba la oportunidad de hacerme coger con Roberto en cualquier lugar, lo hicimos una siesta en un galpón en el fondo, otra vez lo hicimos en un corral de los animales, y como soy tan puta le propuse que me presentara algun amigo suyo del lugar para que hicieramos un trio.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!