Mónica cuenta cómo empezó a ser travesti de closet…
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por MónicaTv.
Hola a todas, después de leer varios relatos por fin me he decidido a hacer el mío.
Me llamo Mónica y tengo 21 años, soy de Querétaro pero por el momento estoy en eua.
todo comenzó más o menos cuando tenía unos 12 añitos, soy de piel morena, alto y delgado, recuerdo que antes con mi familia (mis papás y 1 hermana) vivíamos en una casa pequeña, de 3 habitaciones, 1 baño, sala y comedor.
Mi madre siempre que terminaba de lavar la ropa y secarla siempre la ponía en mi cama porque como yo era el menor me correspondía doblar la ropa de todos y la verdad no me molestaba, era un sábado uno de tantos días de que lo hacía, al momento de estarla doblando vi una prenda que a esa edad todavía no conocía muy bien, era una tanga, recuerdo que era gris con unas líneas azules, muy bonita.
Al momento de sentirla en mis manos supe que tenía que sentirla en mi cuerpo tenía mucha curiosidad de ponérmela y más porque era de mi hermana que tenía ni más ni menos que 18 años ella estaba en la edad de las fiestas y todo ese relajo, bueno pues me la quería poner pero que iba a pasar si me descubrían? Entonces solamente la guarde en uno de mis tennis y la metí hasta el fondo, seguí doblando la ropa y la deje en el cuarto de quien correspondía.
No podía esperar la noche para probármela, cuando ya todos dormían excepto yo, me levante de la cama y busque la tanga que deje en el tennis, en ese momento ya sentía una adrenalina indescriptible, sin esperar más me quite la pijama y mis calzones de niño, acto seguido me empiezo a poner la tanga y siento cómo va rosando mi piel desde mis tobillos, rodillas y piernas hasta que el hilo de la tanga rosa mi anito, me sentí en la gloria era una sensación hermosa mi pene estaba duro, en esos años no lo tenía tan grande pero ya se me paraba y ya me había masturbado, no me la quise quitar así que solamente me acosté en mi cama y comencé a masturbarme, no tarde mucho en venirme a chorros sentí tan delicioso como mi lechita me caía en mi abdomen y mis manos, después de ese momento sentí un sentimiento de culpa o remordimiento, porque en el fondo sabía que eso estaba mal, pero quería volverlo a hacer, me levante al baño a limpiarme el semen me volví a cambiar, escondí la tanga en donde la tenía y me dormí.
En la mañana despierto con una sensación de felicidad, me sentía tan bien, era Domingo de ir a la iglesia y la comida con la demás familia, entonces me pasó por la mente en volvérmela a poner pero traerla puesta todo el día, tarde más en pensarlo que en lo que me la puse, me cambie y como si nada anduve todo el día, aunque debo admitir que en algunos momentos me comenzó a molestar pero el hecho de traerla puesta me excitaba muchísimo, llegamos a la casa me quite la ropa y metí a bañar con la tanga puesta, debía lavarla y esperar a que se secara para dejársela a mi hermana en su cajón y qué no lo notara.
Se llegó el lunes y tenía que ir a la escuela en ese entonces iba en 6to año, como de costumbre saliendo de la escuela me iba a la casa de mi tía que quedaba como a 4 cuadras del colegio, donde me quedaba hasta las 4 o 5 de la tarde que era cuando mi mamá pasaba por mí, mi tía es ya una señora como de unos 45 años, pero sus hijas mis primas en ese entonces eran más o menos de la edad de mi hermana, después de aquella tanga que me puse de mi hermana supe que quería más y qué mejor que de mis primas, la casa es de 2 pisos y mi tía tiene una tienda de abarrotes yo iba con ella según a ayudarla pero siempre me metía a la casa a ver televisión y dormir un rato y ella jamás se molestó, pero después de esa tanguita que me cambió por completo jamás volví a ver televisión y ni siquiera dormir en su casa, llegue como siempre entrando por la tienda y está a su vez al fondo da a la sala, mi tía en la tienda ocupada ni en cuenta de lo que hacía y mucho menos de lo que apenas iba a hacer, entonces subí las escaleras y entre al cuarto de mis primas que dormían juntas y comencé a buscar entre los cajones su ropa interior, me hubiera gustado ver mi cara de felicidad al momento que abrí el primer cajón estaba lleno de tangas, panties, bras, medias, de tantos colores y diseños tan bonitos no podía perder el tiempo.
Entonces me empecé a quitar el uniforme y comencé a probarme una tanga tras otra, tras otra, estaba tan excitado de ponérmela y el hecho de saber que eran de mis primas y qué ellas las usaban aumentaban más mi morbo de querer usarlas y sentirlas en mi colita.
Desde entonces comencé a prestarle más atención a las niñas del colegio de como se vestían, con falda, medias, zapatos para yo vestirme como una mujercita linda.
Cuando estaba en el colegio esperaba con ansias la hora de la salida para ir a la casa de mi tía y poder vestirme de niña, ese día llegue como siempre y me empecé a vestir ahora con una tanga color blanca, encima me puse unas medias negras y volví a sentir otra sensación tan rica cuando me las puse, empecé a esculcar en el closet, entre la ropa que tenían encontré una faldita negra me la puse me quedaba algo grande pero no me importó porque cada vez me sentía más linda y sexy, también me puse un bra negro que me quedaba muy grande debido a que mis primas son de senos grandes así que lo rellene con mis calcetas que traía del uniforme y por último de puse una blusita blanca de esas que son para dormir esa me quedaba pegadita, me mire en el espejo que tienen en la puerta y no podía creerlo, yo vestida de niña sexy me sentía tan bien pero algo me faltaba saben a lo que me refiero, el toque final, cabello, zapatos y maquillaje, solamente me puse unos tacones porque mis primas no tenían alguna peluca o algo por el estilo, me quedaban poquito grandes pero wooow que sensación de traer tacones, casi me caigo al usarlos pero intente poco a poco con pasos cortos y el día de hoy puedo decir que los domino muy bien.
Ese mismo día quería explorar nuevos horizontes así que me decidí a bajar a la sala con miedo de que mi tía me descubriera pero con una adrenalina al mil de querer caminar por toda la casa, baje las escaleras con mucho cuidado y sin hacer ruido camine por la sala, comedor y fui a la cocina, después me subí al cuarto y me empecé a desvestir como en los videos xxx, lentamente y prenda por prenda hasta que me quede con la pura tanga y me empecé a masturbar hasta venirme tan rico de forma que ensucie la tanga y me espante dije noooo, que voy a hacer como la voy a dejar manchada de mi semen, entonces decidí llevármela a mi casa, fue la primera vez que urte una tanga y el hecho de saber que era de mi prima me gustaba más.
Así pasaron los días y los días probaba diferentes tangas, panties, vestidos, debo admitir que casi me probé toooodaa la ropa que tenían.
Conforme iba pasando el tiempo lo seguía haciendo y me empecé a hacer de mis propias cosas que eran más bien de mis primas pero me decía a mí mismo que lo tomaba prestado, comencé a tener mi colección de ropa interior y siempre la escondía en una caja de zapatos para que no me descubrieran.
Un día que mi mamá estaba haciendo el aseo de la casa cuando limpiaba mi cuarto por alguna razón descubrió mi escondite, me castigaron, me quitaron toda la ropita que tenía y me regañaron, ya saben lo de siempre que eso no está bien y no sé qué más, pero eso solamente hizo que mi deseo de vestirme creciera aún más, hasta el día de hoy me sigo vistiendo de nena, ya tengo más cositas y he tenido relaciones con travestis, más adelante les contaré otros relatos.
Gracias por leerme, soy Mónica y nos leeremos por aquí, si gustan seguirme en mi cuenta de Instagram: _sissymonica
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