Pantimedias minifalda y tacones 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ya hacía muchos meses que no me quedaba solo en casa y desde aquella vez en el motel, no me había vestido de nena, me tenía que conformar con ponerme solo tanga y pantimedias bajo mi ropa, de vez en cuando depilaba mis piernas y hasta ahí.
Hasta que un día me quedaría todo un fin de semana completamente solo, la espera había terminado y me llenaba de emoción y lujuria imaginarme en minifalda y tacones.
Desde el primer día de ese fin de semana, antes de ir a trabajar pasé al super a comprar condones, lubricante y crema depilatoria, y cómo si fuera asunto del destino, iba caminando por el área de lencería y aproveché para tomar un paquete de pantimedias y hasta una tanga de encaje rojo.
La señorita de la caja vio todo lo que estaba registrando y me miró con sospecha, yo la miré fijamente y le di una pequeña sonrisa, estaba feliz por lo que me esperaba esa misma noche, la cajera agachó la mirada apenada y termino su trabajo.
Olvide que había prometido ir con un unos amigos a tomar unas copas desde que supieron que iba a estar solo y no me pude negar, y fuimos a casa de uno de ellos y pasamos el rato, me empecé a marear y opté por despedirme e irme a casa.
Como ya era tarde solo me dediqué a depilarme las piernas y las pompis, cuando terminé ya había amanecido, así que solo me metí un tampón en mi colita, me puse la tanga roja y pantimedias color natural y un top y a dormir.
Pasado del medio día desperté y un cosquilleo invadió mi cuerpo porque sabía que me esperaban dos días de sexo, dos días que pasaría vestido de putita y cogiéndome con mi pene de silicon y todo lo que me gusta meterme en la colita.
Me levanté de la cama y me quité el top para ponerme un brassier blanco, abrí mi baúl con mi ropita secreta y me puse un short pequeñito color café, una blusita blanca y mis zapatos de tacón.
Me puse a caminar por toda la casa, abrí cortinas para que la luz del sol iluminara mis piernas que se veían hermosas en pantimedias color natural y también para que mis pies se fueran acostumbrando a la forma de mis zapatillas.
Ya estando en más confianza, saqué el pene de silicon y me empecé a poner caliente, mi verga se puso dura y ya quería sentir pene en mi boca, tomé un condón y me lo puse en la boca, el silicon lo puse en la pared de la recamara y con el condón en la boca me lo empuje hacia mi garganta y ponerle el condón y empecé a mamar verga, a pasarme todo el glande por mi lengua y chuparlo con mis labios y una que otra vez meterlo todo hasta llegar a mi garganta, al mismo tiempo veía en el espejo mis piernas moverse al tiempo que daba de mamadas, estaba súper excitado y mi verga muy parada, de pronto me percaté que en la calle estaba un coche estacionado en la acera de enfrente y en él estaba un hombre, era mi vecino y me pareció que estaba mirando hacia mi ventana, me invadió el miedo y me salí del cuarto, espere unos minutos para asomarme a la ventana y ya se había marchado, ¿me habrá visto?, que mas da, no le di importancia.
Pasado el susto, me quite la blusa y las zapatillas y me puse un pants super aguado sobre las medias y el short y una sudadera vieja sobre el brassier, salí rumbo al super para comprar algo de comer, algo de beber y por supuesto pepino para mi shoshita.
Regresé a casa y lo siguiente fue cambiarme de ropa, me quite el short café y las pantimedias naturales, pero al bajarme la tanga roja sentí el jalón del hilo del tampón que me había puesto, así que fui al baño para retirarlo y darme un baño, después me puse mi tanga negra de encaje, pantimedias negras, un short de mezclilla diminuto, cambie el brassier blanco por uno negro con encaje y una blusita ajustada, finalmente una botas a la rodilla con tacón y listo, a seguir de puta, me prepare mi whisky y me senté en el sillón de la sala a contemplarme en el espejo, me excita mucho verme en el espejo vestido de mujer, vestida como puta.
Tomo mi pene de silicon y me recuesto en el sillón para hacer sexo oral, mover las nalgas mientras lo chupo, contonear mi cuerpo mientras voy desabrochando el short y desnudar mis nalgas bajando las pantimedias, hago a un lado la tanga y me acaricio mi hoyito y me lo empiezo a picar con un dedo y siento como aprieto mi dedo con mi culito caliente.
Me detengo un poco para tomar otro whisky y mi pepino que tanto lo extrañaba, le pongo un condón, tomo unos sorbos de whisky y me voy al sillón y me pongo de rodillas, me pongo lubricante en mi shoshito y me acerco el pepino mientras paro bien las nalgas y empiezo a metermelo poco a poco, se siente tan rico como se va deslizando hacia adentro, y me lo dejo unos segundos a medio meter, aprieto el pepino con el culo y lo que hace es succionarlo, se me mete el pepino completo a mi culito haciéndome gemir de placer y sin perder tiempo, me empino a seguir mamando la verga de silicon.
Miro de reojo la escena en el espejo y me encanta verme así, cogida por el culo y mamando verga.
Después de un rato con el pepino adentro, me detengo un poco y pujo para sacar el pepino, que al salir de mi ano, lo deja abierto y escurriendo de lubricante, puedo meterme casi el puño completo de mi mano, y aún abierto, me acerco la verga de silicon y me la clavo hasta la base, me la empiezo a meter y sacar hasta hacerlo con tanta fuerza y rapidez que me hace gritar, y me hace sacar todo el lubricante que tenía.
Entonces me pongo de pie, me tomo un whisky y me voy al cuarto para cambiarme de ropita y prepararme para mi siguiente cogida.
Ha caído la noche y me siento con ganas de salir a caminar a algún lugar solitario vestida de puta, así que me pongo unas medias con encaje que me llegan al muslo, tanga negra de encaje, brassier negro, minifalda de colegiala café y una blusa negra pegadita, mis zapatillas de tacón y un abrigo largo, abro la puerta de la casa y me aseguro que no haya nadie en la calle, me subo rápido al carro y me pongo en marcha.
Salgo hacia la carretera que está cerca y manejo unos kilómetros, hasta llegar a la salida a un camino que lleva a un fraccionamiento privado donde solo hay terrenos, me detengo en la entrada donde hay una caseta de vigilancia que parece vacía, hay poca iluminación y al parecer el lugar está desierto, abro la puerta del carro y bajo mis piernas apoyando la zapatillas en el suelo, los nervios me invaden, me quito el abrigo y lo pongo en el asiento del copiloto, antes de salir del carro volteo a todos lados para cerciorarme de que no haya nadie, me salgo del carro y un vientecillo levanta mi minifalda, doy unos pasos hacia adelante del carro y me pongo en las luces para iluminarme y ver mi cuerpo fuera del auto, con mayor confianza doy vueltas alrededor del auto y cada vez me alejo más, me acerco a la caseta de la entrada y sucede algo que me paraliza, la luz se enciende, sale un hombre medio adormilado y al verlo doy media vuelta y camino asustada hacia el carro, el hombre se queda mirando sin entender lo que pasa, siento su mirada en mi cuerpo, sé que me está viendo -tomo conciencia de lo que sucede, sabía lo que podía pasar, salí buscando algo y al parecer lo encontré, así que no podía salir corriendo del lugar-, entonces tomo un respiro para darme valor y me dispongo a hacer mi papel de puta, abro la puerta del carro y sin ningún pudor, me inclino hacia adentro del carro sin siquiera cuidar que se me suba la minifalda y dejo en descubierto mis nalgas, mostrándole al hombre todo lo largo de mis piernas con las medias, mis nalgas y mi tanga, saco el celular y finjo hacer una llamada, esperando que el tipo se acerque, al sentir sus pasos acercándose hacia mi, vuelvo a inclinarme hacia dentro del carro, dejando que se me suba la minifalda y le enseñé toda mi cola al hombre, él me saluda diciendo “le puedo ayudar en algo?” le contesté que buscaba una dirección y al parecer me había perdido, volvió a preguntarme qué dirección era, a lo que le contesté “ya no importa, no creo que encuentre lo que estoy buscando”, el insistió “que es lo que buscas?”, y en respuesta a esa pregunta solo baje la mirada hacia su pene, se tocó y me preguntó “buscas esto?”, sin responder nada, apoye mis nalgas en el estribo del carro que tenía la puerta abierta, el se acercó a mí y se bajó el pants sacando su verga que apuntaba rígidamente a mi boca, la tomé con mi mano y la acerque para meterla en mi boca y comenzar a mamarle su pito, el parecía muy excitado pues movía su verga atrás y adelante queriendo metermela hasta la garganta, después de unas mamadas me pidió con voz entrecortada que me volteara, le pregunté “me quieres coger? Me la quieres meter?”, estaba tan caliente que apenas pudo decir que si, y yo estaba tan ansiosa de que me metieran la verga que me levanté
cerré la puerta y me recargue dándole la espalda al tipo, me incliné levantando mis nalguitas y dejé que él me levantara la minifalda, me jalé la tanga de lado y sentí sus manos agarrando mis nalgas preparándose para meterme su verga, me la fue metiendo poco a poco, sentí como resbalaba su verga dentro de mi culo hasta que me la metió toda, ahí se quedó unos segundos y empecé a apretarle la verga con mi culito, al ver que no se movía, empecé yo a moverme, empujándolo hacia atrás para que me sacara su verga y volviera a meterla, el seguía sin hacer nada, y le dije “que esperas, cogeme!” y me agarró de las caderas y empezó a cogerme, a embestirme una y otra y otra vez, hasta que la saco y se vino escupiendo todo su semen caliente en mis nalgas, me tiro tanta leche en mis nalgas que empezó a escurrir por mis piernas, mojando las medias y casi llegar a los tacones de mis zapatillas, me limpie como pude con las manos, me acomodé la tanga y me baje la falda, miré al muchacho y le pregunté “desde hace cuanto no coges?”, tímidamente me respondió que nunca había cogido, era virgen! Me cogió un muchacho virgen! Él estaba en shock, no sabía qué hacer, y yo no tuve más remedio que decirle que me tenía que ir, él me detuvo y me pidió que regresara porque le había gustado meterme la verga, y le pregunté “no te importa que yo sea hombre?” y me respondió que no, que le gustó como había llegado vestida toda sexy, y cómo deje que me viera mis nalgas, era todo lo que quería, pero que regresara, no tenía amigos ni mucho menos novia, estaba solo, su familia vivía en otro lugar lejos y solo trabajaba como velador del fraccionamiento, “si prometes no decir nada a tus jefes o tus compañeros, tal vez vuelva”, me arrodille para agarrar su verga que aún estaba tiesa y le di unas últimas mamadas
me levanto de los brazos y me volteó desesperado empujándome contra la cajuela del carro, me levanto otra vez la falda y sin importarle mi tanga, me volvió a meter su verga, me embestia desesperado, solo se escuchaba su pelvis chocar contra mis nalgas empujando su verga dentro de mi culo, sentía sus testículos pegar en mi cola, lo deje que terminara como el quisiera, sus manos apretaban mis nalgas y me jalaba de las caderas hacia él para cogerme más y más, y yo solo disfrutaba sentir como me metía su verga, siguió embistiendome hasta que se detuvo y empecé a sentir como se venía adentro de mi, sentía su semen caliente salir de su pene que palpitaba cada vez que me escupía,y de nuevo soltó tanta leche que se me salía de la cola escurriendo todas las piernas, mojando toda la parte de atrás de mis medias, él dio unos pasos atrás y se sentó en una jardinera exhausto, y yo, toda cogida, con el culo lleno de semen y las piernas y nalgas embarradas del esperma del muchacho, me subí al carro y me fui.
No lo podía creer, dos tipos en el motel y ahora este, tres hombres me han cogido, a los tres les hice sexo oral, y los tres me metieron la verga hasta venirse dentro de mi.
Por el resto de la noche ya no podía hacer más, llegué a la casa, me quite toda la ropa y las medias, me di un baño, me puse una tanga limpia con toallita femenina y me tumbé en la cama a dormir.
Aún tenía otro día más por delante, a ver que se me ocurre.
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