Parte 1. Sexo duro con mi amigo.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Antes de comenzar, describiré a mi amigo Pablo y a mí, para que puedan imaginar la historia con mayor claridad.
Pablo:
Es un muchacho joven, moreno claro, muy fuerte, tiene la espalda muy ancha y unos brazos muy grandes, además de ser muy guapo jiji.
Es una persona muy tosca, ambiciosa y siempre se deja llevar por los impulsos, eso es una de las cosas que lo caracterizan, además de ser muy calenturiento, mete su pene en cualquier agujero que se le atraviese.
Ahora él tiene 23 años.
Mario:
Soy un muchacho joven, moreno claro, delgado, todos dicen que tengo unos ojos hermosos y un bonito culito, soy una cosita en comparación con Pablo él está muy grande.
Soy una persona muy inteligente, tranquila y muy apasionada.
Actualmente tengo 21 años.
Cuando era más pequeño me gustaba vestirme de mujer a escondidas, aunque en la calle siempre aparentaba ser hombre nunca nadie sospecho de mí.
Todos los días pasábamos jugando futbol en las canchas de la colonia, ahí se reunían muchos niños, ahí fue donde conocí a Pablo.
Al principio no me caía muy bien era algo creído y muy envidioso con sus cosas.
En una ocasión fuimos a casa de Pablo, Ricardo y yo a jugar videojuegos, la familia de Pablo se encontraba abajo en la sala y nosotros estábamos arriba en una habitación, después de un rato de juego Ricardo tuvo que partir, por lo que nos quedamos Pablo y yo jugando.
Nunca había jugado ese videojuego, pero sin duda era muy bueno.
Después de un rato Pablo comenzó a molestarse por que le estaba ganando y me dijo:
Pablo: Te apuesto a que no me ganas en este.
Mario: Que quieres perder a que si te gano.
A lo que contesto bromeando
Pablo: El que pierda le da unas mamadas al que gane.
Mario: Animo pues.
Pablo: Pero enserio jaja
Mario: Va si está bien jaja
Todo quedo como una broma y comenzamos a jugar.
Yo por dentro me lo tome enserio, yo sabía que era muy bueno en ese juego y que le podía ganar, pero ya estaba muy emocionada con meterme ese pene en mi boca así que me deje ganar.
Cuando termino el partido, me dijo riéndose.
Pablo: Me la vas a tener que chupar jaja
Yo por dentro estaba temblando, claro que se la quería chupar, pero por dentro pensaba
Mario: Y si después lo platica, todos se van a dar cuenta que me gustan los hombres y no quiero que se enteren.
Pero el seguía insistiendo que quería su chupada, cuando ya me iba animar, subió su hermanita, y todo se arruino, me quede con muchas ganas de chupársela.
Pasaron los años y nos olvidamos de eso, nos hicimos muy amigos, platicábamos de nuestras novias, salíamos a tomar y todo como amigos.
En una ocasión me comento que su papá tenía una tenería con un cuarto solo donde podríamos llevar a algunas muchachas para tener relaciones, entonces lo planeamos todo, y el fin de semana iríamos a la tenería, precisamente el sábado.
El sábado por la tarde me encontraba solo en mi casa.
Me encontraba muy excitado así que me vestí de mujer me pinte las uñas de los pies y me puse una tanga que me encantaba como me rosaba mi anito, la verdad se me fue el tiempo y cuando acorde Pablo ya estaba afuera esperándome toco, y le grite desde adentro apresurada:
Mario: Espérame ya voy deja me cambio.
Pablo: Ok
Así que no alcance a quitarme todo, me deje las uñas pintadas y la tanga, me cambie y salí rápido.
Pablo: Como tardas pareces señorita.
Mario: Jaja Ya vas a llorar, vámonos.
Nos dirigimos hacia un antro, donde conocimos a unas muchachas, estuvimos bailando toda la noche con ellas y nos embriagamos.
Como yo ya sabía que iríamos a la tenería, quise aprovechar la situación para ver si pasaba algo con mi amigo Pablo, así que fingí estar muy borracho.
Mario: Pablo ya vámonos, me siento mal ya no aguanto.
Pablo: Espérate vamos a llevárnoslas, ya vi que si quieren coger
Mario: No yo no quiero, me siento mal, ya vámonos.
Pablo: Bueno mejor para mi me llevo las 2.
Mario: En buena onda Pablo, vámonos.
Después de un rato de insistir el accedió, así que nos despedimos y nos fuimos directo a la tenería.
Cuando llegamos me hice el que no podía caminar, así que me cargo y me llevo hasta la cama, la única que había en el cuarto, me quito los zapatos y se fue al baño.
Yo me olvide por completo de que tenía los dedos pintados, así que me quite los calcetines usando los pies, y quede boca abajo en la cama.
Pablo siempre dormía desnudo así que esa vez no fue la excepción cuando regreso del baño llego desnudo, yo fingía que dormía, pero lo alcanzaba a ver, -tiene un pene gigante-, se me paro el mío cuando lo vi.
Para provocarlo, pare un poco mi culito, y mi tanguita negra se asomó, aunque yo la sentía, me había olvidado por completo que la traía puesta.
¡Dios mío! jaja.
Sin más que decir el me la vio.
Cuando él la vio, se asombró.
Y su calentura no pudo esperar, se acercó hacia mí para tocarme y vio mis uñas pintadas, él se empezó a masturbar, yo ya quería que me cogiera, quería besarlo, abrazar su fuerte espalda y chupársela.
Pero como tenía que seguir el papel me hacia la dormida y de repente abría un poco los ojos para verlo.
En una de esas cerré mis ojos y cuando los abrí, su pene estaba frente a mi cara, me lo quería meter en la boca, pero la tenía cerrada y lo roso por unos minutos contra mis labios.
Ya quería metérmela en la boca, pero tenía que idear algo para que no se diera cuenta que estaba despierto.
Así que bostece, como si me hubiera despertado por los rozones de ese monstruo en mi boca, y el no hizo esperar apenas vio que abrí mi boca y la metió hasta mi garganta, ya estaba muy excitada, me hizo que se la mamara por unos minutos.
Después fue a apagar las luces, se acostó desnudo atrás de mí y me empezó a desnudar, me besaba muy suavemente y me acariciaba con mucha sutileza.
Al final solo me dejo la tanga, de pronto hizo la tanga asía un lado y sentí que me empezó a poner saliva en el ano.
Yo estaba ardiendo ya quería que me la metiera, pero él seguía lubricando mi ano con saliva, sus dedos en mi ano, me asían explotar, mi corazón latía muy fuerte y me sentía muy agitado, tardo un muy buen rato, tomaba saliva de su boca y la ponía en mi ano una y otra vez, pensé que nunca me penetraría, en una de esas dejo de tocar mi ano, pensé que iba a tomar un poco de saliva, cuando de repente sin avisar me metió ese gigante pene por completo, hasta dentro, todo, por lo que no pude aguantar y grite:
Mario: ¡Espérate Aaaah!
Era un verdadero monstruo, sentía su respiración cerca de mi oído.
Pablo sabía que no estaba dormido.
Así que me volvió a dar otra envestida y volví a gritar.
Mario: ¡Aaaaaah que rico!
Pablo: Pues no que estabas dormido cabrón, ahora te vas a tener que aguantar.
Estábamos de cucharita, él tenía un pie arriba de mí, parecía que estaba enojado, me empezó a coger con más fuerza, me jalaba de los pelos y me decía en el oído
Pablo: te voy hacer mi perra, no querías que trajera viejas ahora me voy a desquitar contigo.
Yo lo provocaba para que me cogiera con más fuerza.
Mario: Eso es todo lo que tienes ni se siente nada.
Pablo: Así
NO LE HUBIERA DICHO, me abrazo con sus fuertes brazos y me jalaba con un tremendo vigor asía su cuerpo y la metía muy duro yo solo gritaba.
Mario: ¡Aaaaaa¡ ¡Aaaa! ¡Aaaa!
Después me voltio y me puso de perrito.
Ese pene era gigantesco, cada que lo sacaba y lo volvía a meter me habría mi pequeño y apretadito ano, y me hacía pegar unos tremendos gritos.
Me lo volvió a meter tomando mucho impulso
Mario: ¡Aaaaaaaaa!
Pablo: Aquí nadie te va escuchar, nadie te va a poder salvar.
En esa posición metió sus manos por debajo de mis axilas, tomándome de los hombros, y me jalaba contra él, yo solo sentía esas grandiosas envestidas, parecía un animal que tenía mucho tiempo sin coger, me cogía muy duro y no se cansaba, yo estaba muy excitada, por cómo me cogía, de pronto sentí unos dulces besos en mi espalda, pasando por toda la columna y terminaba en mi oído diciéndome cosas sucias, mi pene estaba muy duro.
De pronto me levanto y me pego junto a su pecho, estábamos hincados, yo un poco arriba de el por qué me tenía ensartada en esa suculenta verga, y me besaba toda, yo me sentía una hermosa mujer por cómo me tocaba.
Después de un rato me la saco dijo que sentía que se iba a venir, por lo que me agarro de los pelos y me hizo que se la chupara.
Ya cuando se calmó, me acostó boca arriba, levanto mis pies pegándola a sus hombros y echo su peso sobre mí, mi culito se levantó, pero parecía que no encontraba mi agujerito, en la misma posición en la que estábamos me tomo de mis tobillos y echo mis pies hasta la cabeza, estaba con todo el culo parado, nunca imaginé lo que iba a pasar, cuando metió ese enorme cabeza de nuevo, sentí como entro el aire en mis pulmones y lo saque en forma de suspiro, mi pene soltó líquido seminal de lo excitado que estaba, y metió cada centímetro de esa gigantesca verga, en esa posición entra todo, todo, todo, yo no pude aguantar y grite, el seguía cogiendo muy rápido y muy duro.
Pablo: ¡Aaaaa! ¡Aaaa!
En eso sentí como fluyo por mi recto un rio de semen caliente, en efecto tenía mucho tiempo sin sacarlos me lleno toda, toda por dentro, se sentía hermoso.
Nunca imaginé lo que iba pasar en esa noche, yo hace mucho tiempo que estaba enamorada de él, pero nunca me atreví a decírselo, siempre que me contaba que tenía relaciones con mujeres, mi pene se paraba, porque en mi imaginación veía como me violaba, cuando llegaba a casa me revisaba y mi pene estaba todo mojado.
Cuando acabo, beso cada parte de mi cuerpo y me dijo que era hermosa, se acostó a lado de mí, nos tapamos, me dio un beso en el oído, y me abrazo acurrucándome entre sus brazos.
Yo no podía se me había cumplido mi sueño.
Cuando llego la mañana…
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!