PIRATAS AFRICANOS ME CAPTURARON Y ME CONVIRTIERON EN ESCLAVA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por SilvanaBB.
Yo soy psicólogo, y realizaba una tesis sobre la pobreza en los pueblos africanos.
Llegué a un pueblo costero de pescadores y consolidé mis conocimientos sobre su idioma, lo que me permitía entenderme con ellos.
Era rubio, pelo largo, de 1,78 de altura.
Al principio era un verdadero "bicho raro", pero al pasar de los días me aceptaron.
Me alojaba en una de las pocas casas de material que había.
Todo transcurría normalmente, aunque había notado un clima de terror en la población.
Me contaron que un grupo de piratas de un país vecino, estaba asaltando pueblos y destruían todo.
Hicieron algunas fortificaciones, pero no tenían armas, ni mucha imaginación militar.
Y una mañana me desperté con gritos de todo tipo.
Eran aterrorizadores.
Entraron casa por casa, y tomaron prisioneros a todos los habitantes jóvenes.
Hombres y mujeres.
Traté de explicarles que era extranjero, pero recibí fuertes golpes, tras lo cual me pusieron un collar y una cadena para unirme a los prisioneros.
Se escuchaban llantos y lamentos.
Nos subieron a un barco , nos hicieron desnudar completamente y empezaron a separar los hombres, más jóvenes, los chicos por un lado y las mujeres por otro.
Llevaron a latigazos a los hombres hacia abajo, luego a los niños , siempre a latigazos.
A mi me dejaron arriba, por lo que creí que me soltarían.
Luego inspeccionaron a las mujeres, separando las vírgenes de las demás.
Se las fueron llevando también hacia abajo.
Finalmente se acercó a mi, uno de los que mandaba me miró bien, me giró, me pegó una nalgada y dijo: Buen culo.
Este tendrá más valor como mujer que como hombre.
Llévenla con las mujeres.
Mi cabeza era un torbellino.
¿Pensaban cortarme los genitales? Estaba aterrorizado.
Me tiraron con las mujeres que estaban amontonadas en una especie de saloncito, húmedo y sucio.
Uno de los guardias sacó a una mujer, la tiró a un costado y se la cogió.
La mujer ni gritaba.
Estaba resignada.
Nos dejaron solos.
Pregunté a una mujer que conocía del pueblo porqué me habrían llevado con ellas.
y no me contestó.
Luego pregunté a otras mientras el barco ya navegaba.
Una me dijo: Mire, usted es rubio, lindo, casi sin pelos.
lo van a obligar a ser mujercita.
Lo van a vender para prostituta, como a la mayoría de nosotras.
Noooo.
dije.
nooo.
Mire si se resiste le darán fuertes castigos, y finalmente lo domarán.
No se resista.
me dijo.
Pasaron unas horas y me sacaron me pusieron de nuevo la cadena al collar que nunca lo sacaban.
Me tironearon hasta un saloncito vacío, en cuyo centro había un palo clavado de un metro, más o menos.
Me ataron a él, quedando de rodillas.
Pronto vinieron varios y se desnudaron.
Me empezaron a toquetear entre todos y yo gritaba.
Aprovechando mis gritos me metieron una pija en la boca.
Otros me pasaban sus pijas por el culo.
hasta que me violaron.
por la boca y por el culo.
Cuando terminaron su fiesta, me golpearon entre todos con trozos de manguera.
Al final uno me dijo: La cosa es muy simple: Ahora sos mujercita.
Y rubia, alta, linda.
Serás bien cotizada.
Si querés que te sigamos cogiendo así , a la fuerza, te cogemos a la fuerza, pero si te resignás, te daremos un trato especial hasta que te vendamos.
Pero grabate esto: Ahora sos una puta, una mujer, una zorra de todos.
Me volvieron a llevar con las mujeres.
Les habían dado un trapo para que se pongan alrededor de la cintura , como falda.
Arriba nada.
Y pusieron tarros para las necesidades.
Cuando me encerraron de nuevo, también me dieron un trapo.
Las mujeres vinieron a consolarme.
Sabían perfectamente lo que había pasado.
-¡A esta la tratan como mujer, porque ya es mujercita!- gritó el guardia-Y se largó una carcajada.
Todas me decían que no me resista, que era inútil.
y me limpiaron, un poco, me pusieron el trapo, y me acomodaron el pelo.
Una me dijo -Realmente sos bonita- ¡No me trates como mujer, contesté.
-Es que debemos hacerlo, ya escuchaste.
además, no tienes alternativas.
Nos venderán pronto a un mayorista de esclavos y él nos preparará para la venta final.
Somos esclavas.
Y vos sos una esclava.
Los días siguientes me volvieron a sacar y me dieron el mismo trato.
Hasta que un día ya en el salón, me dieron una paliza brutal con las mangueras.
Pero no me ataron al palo.
Me pusieron de rodillas y uno de ellos sacó su pija y me ordenó chupársela.
Lo hice.
El tipo me agarro de la pera y me dijo -Mirame puta! y yo lo miré.
Así me gusta.
Que aceptes tu destino.
Como sos linda, te va a ir mejor que a las otras.
pero tenes que ser obediente.
Después me cogió
él solo.
Yo no se si era resignación , pero sentí que me empezaba a gustar.
El tipo lo notó porque yo moví mis caderas para ayudarlo, y me salió un gemido.
¿Viste nena que así es más fácil? ¿Sos una puta o no, ? dijo tirándome el pelo.
Si, contesté.
Soy una puta.
Me pusieron una pulserita de cuero con un nombre escrito: Shirley .
Así te vamos a llamar ahora nena.
Me habían doblegado.
(Continúa)
Buen relató