Por mirar en un baño público:
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por andreatvs.
Yo tenía 26 años, y llevaba dos años trabajando en una oficina, al medio día, en el descanso para almorzar salía a restaurantes de la zona a veces almorzaba en un centro comercial, ese día cuando termine de comer, me fui a lavar los dientes en el baño, cuando entré estaba un tipo orinando con apariencia muy ruda rapado casi totalmente y con un mechón de cabello tipo Mohicano, llevaba solo una camiseta y un pantalón de sudadera, yo al entrar no le preste atención, puesto que hasta ese momento yo no me consideraba gay.
Cuando me empecé a lavar las manos me llamó la atención el ruido que hacía el tipo al orinar parecía que abrieran una llave de agua en vez de orinar, así que voltee y sin pensarlo me quedé mirando como orinaba, el tipo volvió la mirada hacía a mí y me dijo si te gusta te la clavo mamacita, con esa forma de vestir tan delicada seguro te gusta la pija, yo le dije que te pasa y salí del baño sin lavarme los dientes.
Al salir del baño me quedé medio avergonzado de que el tipo me mirara mientras yo lo miraba a él orinar, y me revoloteaba la cabeza lo que dijo de mi forma de vestir, yo siempre he sido muy pulcro a la hora de vestirme e intento verme bien, es decir, uso camisilla, camisa siempre planchada, corbata, pantalón elegante y zapatos de traje, además en realidad siempre me gusta abusar un poco de la colonia.
Sin embargo pensé que ese no era razón para decirme que vestía delicado, menos para que me hubiera dicho mamacita, igual eso me molestó y ese día anduve algo ofuscado, pero después me olvide de eso, pasado un mes sin pensarlo volví a almorzar en el centro comercial, y nuevamente fui a lavarme las manos y dientes, tenía algunos problemas de trabajo, así que entré sin pensar al baño, me lave las manos y la boca y cuando me di cuenta estaba el mismo tipo en el orinal pero ahora no se escuchaba ruido alguno.
Sin querer volví a quedarme observándolo y ahora el tipo simplemente me giñó el ojo y se lamio los labios, yo salí del baño y recordé nuevamente molesto el trato femenino de la anterior vez y de ésta, pero quise dejar las cosas en claro así que regresé y el tipo sonrió y volteo enseñándome su pene parado, yo con mucho tono de molestia le dije oiga no se equivoque y no me haga ese tipo de insinuaciones yo soy hombre y si vuelve a molestarme tendremos que arreglar esto a golpes.
Él sonrió y me dijo no tranquila mami, si yo solo quiero arreglar las cosas contigo a besos, yo intenté lanzarle un puñetazo y el tipo sin alcanzar a guardar su pene simplemente esquivó mi mano, me tomo del brazo y me hizo una llave de tal manera que quedó mi espalda contra su pecho, él dijo yo no quiero romper esa carita de niña que tienes, si quieres: te como, te culeo, te disfruto y hago disfrutar y sino lárgate o atente a las consecuencias porque a mí nadie me pega.
Yo intenté forcejear pero fue evidente que el tipo tenía más fuerza y además se notaba que sabía técnicas de defensa personal, yo le dije listo suéltame me voy, intenté engañarlo y le lancé otro puño, él me giró la mano con el brazo y con otra llave me puso de rodillas, dijo discúlpate o te tiro los dientes, yo no tuve otra opción que decirle que lo sentía, él dijo así está bien linda, vete yo me sentí aún más humillado, más cuando en el momento en que el tipo dijo te como me arrimó su pene.
Yo salí con mucha rabia y sin quererlo lloré de impotencia, después caí en cuenta que estaba llorando cual mujer, y me dio aún más rabia conmigo mismo.
Así que pasaron dos meses sin ir a aquel centro comercial, ya después de eso volví, pasó una semana sin ver al tipo aquel, así que pensé que no lo volvería a ver, pero a la semana siguiente, mientras yo almorzaba el tipo paso por mi mesa y me dejó una nota mientras yo estaba distraído al teléfono, cuando la leí la nota decía:
“Hola nena linda, veo que volviste, no te enojes, en serio me encantas, no veo porque te enojas, yo solo quiero hacerte feliz, no digas nada piénsalo, si te interesa mi teléfono es… y mi dirección es …, o incluso si quieres me conformaría con besarte en el baño, si quieres sígueme”.
Yo apuñe la nota y la tiré al basurero y me fui sin lavarme los dientes ni las manos, igual estaba rojo de la rabia pero esta vez noté también que me había excitado, yo pensé que ello era por el enojo, sin embargo al día siguiente volví a almorzar allí y él tipo estaba en el comedor, me miró y hizo un gesto en la cabeza como de negación algo que se notó como un regaño y una mirada de despreció, yo sentí un alivio porque era evidente que él entendió que yo no quería nada con él.
Fui al baño y el tipo no me siguió y así paso, dos meses, ya después por coincidencia entre al baño y el tipo estaba orinando y me quedé mirándolo, el regresó la mirada con molestia y me dijo que mira huevón, no me joda, y yo me agache, sentía vergüenza, no sabía ni por qué lo había mirado.
Al siguiente día cuando entré al baño el tipo salía, pero me había dejado una nueva nota diciéndome:
“Si no fueras tan linda…, bueno el caso es que te daré otra oportunidad, mi teléfono es…, mi dirección es…, o estaré aquí a las 8:00 p.m. si quieres charlar e ir más lento, incluso te doy otra opción, si quieres ser mía, solo vuélveme a mirar cuando entre al baño y entenderé que quieres conmigo, pero no te atrevas a mirarme por error, asume las consecuencias, odio los hombres mirones e irrespetuosos.”
Cuando terminé de leer el tipo entró al baño y puso el seguro a la puerta, yo intenté no mirarlo fue se colocó en el orinal y yo me encontraba totalmente avergonzado, quite el seguro y salí, me molestaba que además de la vergüenza yo estaba excitado.
Así que no sé por qué llegué a las 8:00 p.m., cuando me senté en la plazoleta de comidas, el tipo se sentó a mi lado con una cerveza dijo quieres, y titube y le dije gracias, él dijo tranquila, yo le dije no me trates así, él dijo si viniste es porque yo tengo la razón, yo nunca me equivoco con una mujer, yo le dije no confundas yo solo quiero que dejes de hacer lo que haces, solo me incomodas y lo único que pasó es que te tengo algo de miedo, y por eso te miró no es que me gustes, ni nada.
Dijo si es por miedo disculpa, como te dije yo no te voy a hacer nada, por lo menos nada que no quieras, menos pegarte, si mi intención fuera hacerte daño, te hubiera tumbado los dientes cuando me irrespetaste, sin embargo yo se tratar a las mujeres y no es a golpes sino a besos como se lo hace, yo me tome un buen sorbo de cerveza mientras lo escuchaba, el tipo dijo mira nena mucho gusto mi nombre es Darwin y el tuyo es Daniela, yo le dije oye mi nombre es…(el me interrumpió callándome) y él dijo por favor no lo digas linda, a mí me gustas es como mujer, si en algo te intereso hazme caso, sino vete, ya perdí mucho tiempo contigo habiendo tanta pelada linda que me sigue y me busca.
En ese momento me di cuenta que el tipo no era nada feo, era más alto, tez clara, cabello castaño, ojos claros, era delgado, pero con muy buen físico, músculos muy definidos, tenía un rostro muy agradable, y pensé como un tipo así me puede estar diciendo cosas a mí, bueno yo tampoco soy feo pero yo soy hombre, le dije mira yo soy hombre, él dijo si sales conmigo te mostraré que no lo eres.
Yo le dije no espera solo estoy aquí por… y Darwin me cortó en el uso de la palabra, dijo no digas nada reina, dijo si te interesa ve al baño usa esto y me dio una bolsa, y te ganaras un beso, sino simplemente tira la bolsa a la basura y vete.
Yo fui al baño mire la bolsa y eran unos pantis femeninos unas pantimedias y un sostén, cuando entré al baño estaba yo bien excitado, no sé por qué me puse la ropa, , cuando sentí el panti metiéndoseme en el culo, sentí como electricidad por todo mi cuerpo, las pantimedias se sentían agradables, el sostén era simplemente incomodo, yo esperé un minuto, como el tipo no entró, me desanime de esperarlo, salí y tire la bolsa vacía al basurero y me fui, pero con esas prendas puestas.
Cuando iba a dos calles del centro comercial, Darwin me alcanzo, me sujeto del pecho y notó el sostén, él dijo lo sabía Daniela y me dijo espera aquí linda no te vayas, yo me quedé parado allí, cuando en dos minutos salió el tipo en una moto, me pasó un chaleco un casco y me dijo sube me subí y me dijo abrázame linda, sostente, yo no lo hice.
Cuando llegamos a su casa, me abrió la puerta, me invitó a sentarme en su sala, y miré como en la mesa de la sala tenía revistas de travestis, siendo folladas, eso me hizo sentir estremecido, allí me dio una copa de vino, dijo tranquila no pasará nada que tu no quieras, yo me tomé, el vino mientras él fue a la cocina por agua, cuando regresó yo me sentía muy mareado, en ese momento él dijo yo siempre conozco las perras, yo me sentía extraño, él me dijo quítate esa ropa de hombre que no te luce, entonces me vio con la ropa que él me dio, me dijo ponte esto era un minifalda, yo me sentía como dopado y solo obedecía, después me pasó un estuche de maquillaje y me dijo ponte linda, cuando me di cuenta yo estaba maquillado de una forma muy chistosa parecía payaso y vestido totalmente de mujer, me pasó unos zapatos de plataforma que me quedaron apretadísimos pero él me dijo que aguantara.
Ya allí él sacó su pene que era de 16 cm de largo, también era grueso y me lo puso a chupar, me decía sabía que serías mía, después todo se volvió confuso, cuando desperté estaba atado de manos y pies a la cama y sentía un gran dolor en la cola, al verme despertar él dijo hola Daniela, no creí que te fuera a gustar tanto, que puta me resultaste y me mostró un video mío mamándole el pene, pidiendo ser cogida, gimiendo de placer mientras él me penetraba, después lamiéndosela para hacérsela parar pidiendo que me la volviera a meter, yo no recordaba nada, pero me daba muchísima vergüenza lo que miraba en el video.
En el video también se me miraba intentando caminar contoneando las nalgas, él diciéndome toda clase de morbosidades, como perrita, eres una zorra, que linda chica, mueve ese culito, mami, etc. yo con una minifalda pegada, con exceso de maquillaje, él con una camisilla, bóxer y su pene saliéndole por el lado del bóxer, en el video también se miraba en el momento en que él se corría en mi cola y yo después mamándosela para hacérsela parar nuevamente para que me la metiera, mientras él me decía que estaba agotado, que lo dejara descansar y yo diciéndole que no que su hembra quería más de su marido.
Después de ver el video me dijo te voy a hacer escoger Daniela si quieres te desato y te vas a trabajar, pero si quieres volver a tener algo conmigo debes estar aquí a las 8:00 p.m., vistiéndote para mí, si no vuelves no te preocupes en buscarme que yo ya me cansé de rogarte y ya te tuve me gustas pero no te rogaré más, sino estás aquí a las 8:00 p.m., no volveré a ser tu marido.
Yo le dije no alcanzo a ir a la casa a ducharme y cambiarme, él me dijo no te preocupes mami yo te presto una camisa, así fue que yo fui al trabajo, sin embargo me dio un hilo dental rojo femenino para ponerme como interior, ese día fui al baño pero me dolía muchísimo, se hicieron las 6 de la tarde me fui a mi casa, dude por un momento en si ir o no, pero me ganó la duda así que fui, cuando llegué el tipo me hizo seguir, me dijo ponte esto y era una minifalda una blusa y unos tacones, me los puse, el me tocaba la cola pero yo le dije que me dolía mucho, él me dijo si te entiendo y mientras te acostumbras y cesa el dolor solo me la mamaras, se la sacó me puso a mamar, se corrió en mi boca.
En ese momento me di cuenta de todo lo que había hecho y me sentí mal, él lo notó y dijo si quieres vete a tu casa, y regresas cuando te sientas lista para ser mi mujer, yo ya sé que el interés es mutuo y ya te he hecho mía, de todas formas entiende que te quiero, que me gustas, y que aquí estoy para darte verga cuando quieras, además aquí tienes a tu marido para ayudarte o acompañarte o simplemente estar contigo cuando te sientas sola, con esa frase me despidió, no sin antes pedirme mi número de teléfono.
Paso una semana en que no lo visité, pero el igual me llamaba a decirme que era su mujercita, su chica, que me extrañaba, a la siguiente semana yo solo sabía que me sentía bien de ser tratada así y que quería verlo así que fui y allá me dijo que si me podía depilar y le dije que sí, me pidió que me hiciera crecer el cabello y así lo hice, desde entonces soy la mujer de Darwin, un hombre arrecho que siempre está dispuesto a cogerme y consentirme como su mujer.
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Me excitó tanto el relato porque me identifique con la nena. Llevo dentro las ansias de ser tratado como mina, pero en mi caso hizo sentirte trasvetido y actuar como puta sucia y pervertida y que me traten como tal.