ROCIO: Cambie mi cuerpo gracias a un hombre maduro
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Rocio-Sabeen.
Esta vez volveré ha contaros un hecho que realmente paso en mi infancia, cuando tenía 11 añitos, con otro hombre maduro… un nutricionista.
Recuerdo que todo había empezado con el día de la madre, mis tíos se juntaban en casa para casi todas las fechas familiares y siempre opinaban o mejor dicho criticaban todo.
En una de las conversaciones que tuvo mi tía con mi madre a la que pronto se sumo toda la familia, era sobre mi sobre peso, que si estaba muy gordo para ser un nene de mi edad y demás.
Para abreviar el asunto, luego de una larga charla más que incomoda decidieron que lo mejor para mi era ir a con un medico, un nutricionista o un gimnasio, a lo que mi madre decidió que lo mejor sería ver un especialista.
Para el miércoles de la semana siguiente ya tenia turno con un nutricionista, después de clases mi tía y mi madre me llevaron a un consultorio que no estaba muy lejos del colegio, esperando que me recomendara una dieta o algo. Llegamos y luego de casi una hora de espera, un hombre que pasaba los 60 años con una larga bata blanca que le marcaba una panza bastante grande para ser nutricionista y con una voz muy grabe nos llamó desde la puerta, sinceramente me sentí muy deprimido cuando salí pues este viejete no me dijo ni un piropo en todo el tiempo que estuvimos dentro hablando de mi figura.
Me había hecho quedarme solo con unos calzoncillitos para que pudiera ver que tan gordo estaba, y comenzó “que un muchacho debe tener abdominales y no esa panza, que si en lugar de pectorales tenía tetitas, que si las piernas..” bueno en fin, que no veía nada bien, por lo que al día siguiente debía empezar con unos ejercicios y una dieta mas equilibrada.. etc.. etc.
Yo que aceptaba mi cuerpo porque podía tener tetitas como había dicho el “nutricionista” ahora las perdería, con lo cual me rehusaba a seguir la dieta o hacer los ejercicios. Entonces volvimos con el medico y le dijo a mi madre que si no ella no podía hacer que siguiera el tratamiento que fuera después del colegio para hacer los ejercicio pero que en casa debía ser mas exigente, solo asi cambiaria mi cuerpo..
Recuerdo que ese día ni siquiera quería ir al colegio pero de todos modos fui y al salir mi madre me esperaba para llevarme al consultorio.
Era la primera vez que entraba solo al consultorio, mi madre se había quedado en la sala de espera leyendo algunas revistas. Javier, que así se llamaba el “nutricionista”, se acerco a mi y con una mano sobre mi hombro me pidió que me sentara en una camilla para que estuviera más cómodo, y luego comenzó ha hacerme algunas preguntas de rutina, yo ya quería irme a mi casa cuando volvió ha pedir que me desvistiera porque necesitaba saber que ejercicios necesitaba enfocarme, pero en cuanto me quite la camiseta sus ojos se detuvieron en mis pechos, podía sentir como recorrían mis pezones y mi cuello.
Se acerco con la excusa de ver mas de cerca y apoyó sus manos sobre mis pechos y dijo:
-Mira estas tetas..!!! si perecen de una niña-
Él seguía tocándome y apretándome las tetas como si le asquearan pero algo me decía que en realidad se moría por probar bocado de estas “tetas de niña” como el las llamaba, no pude soportar más la espera y con el mismo tono de nena pervertida con el que le hablaba a Carlos (dueño de la tienda), le dije: -Señor..? quiere besarlas aquí..?- señalando le un pezón. –Ostia..!!! así que resultaste ser un nena muy puta, heee?-
-ahora vas a ver como te las pongo buenas-
-bueno pero no le diga a mamá..- le dije con el mismo tono de nena porno
-vamos a jugar a la mamá y el bebe.. yo voy a ser el bebe asi que ahora quiero que me pongas la teta en la boca..-
Ël medico se trajo un banquito hasta la camilla y se sentó quedando a la altura de mis pechos, entonces comencé a acariciarme una teta acercándome a su boca y le dije:
-a ver mi bebe.. abra la boquita.. asíiii.. hmmm…-
-que bien que toma la lechita mi bebe.. asíii… siiiiiii…!!!!! Aaaahhhhh…!!!!!-
Su enorme boca arrugada y suave cubría todo mi pecho, podía sentir como jugaba con su lengua y mi pezón, como mordía sin hacerme daño, chupaba y tiraba con los labios mi pecho con tanta fuerza que me costaba creer fuera un viejete el que me succionaba y devoraba mis pechos, luego cambio de lado y siguió con el otro pecho mientras se masturbaba bajo el pantalón blanco. Yo acariciaba mi pecho empapado de saliva, tan resbaloso estaba que me resultaba difícil sujetar mi pezón.
Era delicioso ver y sentir su boca húmeda y chupar y chupar.. cada vez mas y mas violento.. –ahhhh..!!! aaahhhhhh.!!!!! Ssssiii asíii mi bebeee…!!! Asii..!!!-
Cuando la saliva que cubría mis pechos caía en hilos sobre mi panzita, el medico me pidió que me bajara el pantalón, el muy guarro quería verme el culo precisamente el agujero, quería saber si lo tenía abierto me preguntaba si ya me habían follado, a lo que le dije que si y comencé a contarle que me vestía de nena para un señor mayor, cosa que le puso como una bestia y en sujetándome por el pene con mucha suavidad me insistió que quería besarme el culo. Yo que tenía mi pequeño pene como prueba de mi enorme excitación me coloque en cuatro frente a él.
Sus manos comenzaron a recorrer toda mi cola, mis piernas y jalaban mi pequeño pene que estaba durísimo -como te gusta..!!! si es que eres una puta..!!!!-
Puso sus labios sobre una de mis nalgas y siguió hasta mi agujerito que cada vez estaba mas y mas dilatado, entonces me dijo: -espera aquí que me pongo unos guantes-
Yo no sabía para que pero podía bien imaginármelo, volvió con un guante en su mano derecha y siguió chupando y preparando mi culito.
Con el guante me metía y sacaba lentamente un dedo, un dedo que pronto se convirtió en dos y luego en tres… Entonces dijo: -¿lo sientes? Tienes tres dedos dentro..-
-ahora vas sentir mi polla, mira que es muy especial-
-hmm.. ¿sii?.. ¿me va ha doler mucho?- le dije pasando me un dedo por el labio mientras lo miraba sobre mi hombro.
Se puso de pie mientras se bajaba el pantalón y sin ningún esfuerzo metió la cabeza de su polla, que realmente era especial, en mi culito..
-hm.. que bien que entra guapa..!!! ahora vas a ver como te lleno ese culo de leche-
Hizo un poco mas de presión e introdujo el resto del pedazo de carne, podía sentirlo era enorme, pero lo especial vendría cuando empezara a meterla y sacarla con la misma fuerza con la que me había chupado las tetas… -aaahhhhhh..!!!! aaaaahhhhhhhh..!!!!-
Sujetándome de la cadera y golpeando sus testículos con los míos haciendo un sonido que me resultaba tan conocido como excitante, seguía metiéndome mas y mas adentro su polla.
-aaaaaaaaahhhhhhh..!!!! aaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh…!!!-
De pronto, la fuerza con la que sujetaba mis caderas se incrementaba seguido de un chorro caliente que realmente me llenaba de leche por dentro.
Un hilo tibio de leche escapaba de mi culito, él dejo su polla dentro hasta que perdió su fuerza y rigidez, cuando la retiro no me pareció para nada desagradable y me arrodille para mamársela antes de irme, se la mamé hasta hacerle acabar en mi boquita.
Antes de salir a la sala donde mi madre seguía leyendo revistas, me dijo que si quería el sabía como mantener mis pechos y moldear mi cuerpo para ser la mujercita que soy ahora.
Me recomendó una dieta, que esta vez seguí al pie de la letra, y unos ejercicios especiales para que desarrollara piernas esbeltas y glúteos y acentuara mis caderas.
Besos mis amores.. como sabéis mis relatos siempre son hechos reales de mi niñez.
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