ROCIO: Mi cuerpo ya no es el mismo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Rocio-Sabeen.
Pasados unos años, yo ya tendría unos 13 añitos y lo de los ejercicios era mas que notable, mi madre y el habían hablado al respecto de que nunca había sido el niño que esperaban que fuera, mi madre debía afrontar la realidad de que siembre había tenido una hija.
Así que además de ayudarme con el sobre peso me había recomendado con un colega suyo especialista en cambios hormonales y cirugías.
El doctor Eugenio Barrnabes.
Era finales de invierno cuando conocí al Dr.
Barrnabes, mi madre me acompañaba y esperaba fuera paciente.
Cuando por fin se abrió la puerta salio un medico un poco mas joven que mi nutricionista probablemente tendría unos 50 años o quizás algunos mas, en cuanto me hizo a su pasar y cerro la puerta detrás mió me dio una nalgada que pretendía ser inocente, en ese momento note el carácter lujurioso y al que debía acostumbrarme.
Pasadas unas interminables preguntas de rutina pasó a otras ya un poco más intimas, que cuando había sido mi primera vez, si usaba protección, si me masturbaba mucho o muy poco, si tenia juguetes, si los chicos de mi escuela me tocaban, cuando termino aquel interrogatorio confeso que muchas de aquellas preguntas eran por simple placer personal.
Entonces paso a decirme que me desvistiera y me parara frente una placa blanca, me haría algunas fotografías para detallar los cambios y demás.
Como ya estaba acostumbrada lo hice sin demasiado reparo.
Se me acerco con una cámara muy grande y comenzó a fotografiarme, las primeras eran poses que considere dentro de lo normales, del rostros, de cuerpo completo, frente, de perfil, de espalda, de mis pechos que habían reducido un poco su tamaño por la perdida de peso pero aun se veían como las tetas de cualquier quinceañera.
No tardo en sucumbir y comenzó a pedirme que pose sujetando mis tetas, pellizcando mis pezones, subida en la camilla en cuatro patas, mostrando el culito y toda clase de poses propias de una revista erótica.
Y cuando creí que había terminado la sesión se me acerco y con excusa de apreciar mas de cerca mi cuerpo y los cambios que debía hacer, dejo la cámara a un lado y comenzó palpar mis curvas, ceñir cada parte de mi torso con sus manos, mirándome de re ojo, espero cualquier tipo de señal de debilidad.
Recorrió con sus dedos con la misma anciedad con la que apretaba el boton de la camara.
Entonces deje que me tomara a u voluntad, si queria que moviera la cabeza hacia un lado o al otro, si me pedia que abriera la boca y dejara excapar un ligero suspiro humedo, si queria que le pidiera mas, solo tenia que pedirlo y yo como la mas sumisa de sus pacientes asumiria mi rol.
Tenía sus manos en mis pequeñas tetas y su boca que ardia en uno de mis pezones, lo chupaba y mordía haciéndome sentir un placer increíble.
Baje mi mano hasta su paquete, se sentia tan firme tan deliciosamente firme.
Estaba deseosa de arrodillarme y meterme toda su polla en mi boca, sentir como se deslizaba por milengua y presionar con mis labios las venas que abrazaban exaltas todo lo ancho y largo de su polla.
Por fin en un impulso ardiente de mi doctor me tomo de los hombros y me forzo a arrodillarme, estaba frente a su cremallera y mis manos con la habilidad que ya habia cogido saque su polla, una hermosa barra de carne tan grande y venosa como la habia imaginado.
Necesite de mis dos manos para sujetarla.
Primero acaricie la cabeza con la lengua y fui abrazando con los labios el tronco de aquella polla.
Me sentia extasiada y el tambien, me decia cosas pero solo podia prestar atención a su polla.
De pronto, me retira de golpe la polla de mi boca.
Estaba tan sorsprendida que no pude ni prenguntar que habia pasado.
Me hizo ponerme de pie y con un giro me puso de espaldas a èl, ya sabia lo que queria.
No quería corredse aun, quería por fin sentir mi culo y llenarme de leche, su preciada leche.
Comenzó por hacer un poco de presión con la cabeza en la puerta de mi ano, despacio y con mucha suavidad, estaba probando mi sensibilidad y con un sutil gemido le hice saber que estaba lista.
Recuerdo bien sus palabras “ahora si vas a ser mi nena, te voy a llenar tanto de leche ese culo que se te va escapar cuando salgas de aqui.
”
Lo mire y le hice una mueca casi una sonrrisa y comencé a mover mi cadera haciendo presión contra su pelvis, queria sentir toda esa polla que me habia tragado dentro de mi.
Que delicioso como me daba aquellas fuertes embestidas mientras apretaba mis pechos, me tenía con la cara pegada a la camilla y mi culo tan expuesto y servido para que lo follara a su antojo.
Esta vez si preste atención a sus palabras, eran como gritos de guerra casi en susurro para que no nos oigan afuera en el pasillo.
No podía creer la suavidad de mi ano como acarisia su polla mientras sentía la firmeza de mi culito adolescente.
Yo le pedía mas y mas mientras el me tenia sujeta de la cadera con su fuertes manos.
Me tenia tan fuerte te tuve que pedirle que no me cogiera tan fuerte, no pensaba irme a ninguna parte que no fuera con su polla dentro mió.
No quería que acabara aquello pero cuando creí que podría seguir un poco mas sentí un fuerte chorro caliente invadir mi interior y la exclamación exhausta y satisfecha en mi oído.
Su boca exhalaba un vapor húmedo y ardiente que recorría mi mejilla, me abrazo con cariño mientras besaba mi espada repitiendo “que chica mas guía” jajajaa.
Mientras me vestía platicábamos como si estuviéramos por salir de un motel y todo aquello hubiera sido un encuentro casual como cualquier pareja.
Se sentó en su escritorio y escribió algunas recetas, mientras lo hacia me sugirió que si teníamos mas sesiones como esa podría reducir los costos del tratamiento y que si mas adelante deseaba operarme las tetas quería ser el quien se encargara de todo.
Se lo veía mas entusiasmado que yo y eso que es lo que mas quería.
Y esa será otra historia.
No olviden dejar sus comentarios y recomendaciones, muchos besos.
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