Sandy se convirte en mujer
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Sandy_wedd.
Muchas veces había fantaseado por mostrarme vestida de mujer delante de un hombre, en realidad sólo era el morbo de que alguien me viera y no solamente vestirme para mi misma, desde hacía mucho tiempo atrás había comprado mucha ropita y cosas lindas con las que me gustaba vestirme y fantasear, obviamente no faltaba una gran colección de medias, pantimedias y varios lindísimos bodystockings de LegAvenue que me volvían loca y me hacían sentir súper sexy, se que muchas somos las que nos sentimos como verdaderas princesas cuando usamos las cositas que nos vuelven locas, pero pocas son las agraciadas que realmente son de apariencia femenina, por muchas cosas, una se tiene que conformar con lo que es y disfrutar e imaginar lo que se desea ser.
Ese día era de muy poco trabajo y me metí a una sala de chat que frecuentaba y en donde había llegado a tener candentes charlas y conocer gente pero hasta ese momento, ninguna de seriedad, muchos eran solo curiosos y tampoco faltaban los que solo entraban a burlarse o insultar, pero esta vez tuve la suerte de conocer a Raúl, con quien charlé por algo de tiempo e intercambié opiniones y alguno que otro sentimiento, eso llevó al tema de que nunca me había visto nadie vestido de mujer y que era uno de mis anhelos, él me dijo que en realidad estaba en la sala por curiosidad y que tampoco había tenido ningún tipo de contacto con nadie, bueno, excepto vía chat, pero tampoco había encontrado a nadie “serio”, y así charlamos por más tiempo, una charla amena y respetuosa, donde yo le platicaba de la ropita que tenía y como me vestía y las cositas que usaba, de las sensaciones de usar cada prenda y cómo sólo me conformaba con verme a un espejo y lo que fantaseaba. Raúl varias veces hacía preguntas para saber con más detalle cosas de lo que yo le platicaba y así es como, con mucha timidez nos pusimos de acuerdo en encontrarnos. Yo no podía creer que eso hubiera sucedido, nos dimos los teléfonos y nos llamamos un par de veces para ultimar detalles, ambos teníamos la posibilidad de tomarnos la tarde libre y acordamos vernos antes en un lugar público ya que ambos teníamos el miedo de que se tratase de otra cosa y todas esas malas cosas que te imaginas, obviamente éramos novatos y teníamos miedo y muchos nervios.
Ya cerca de la hora decidí que me pondría debajo de mi ropa de hombre un bodystoking negro que apenas había estrenado y que me encantó, así que abrí mi “caja fuerte” que era un archivero del cual solo yo tenía llave y saqué mi maleta y de ella el body, me encerré en mi oficina y me dispuse a ponérmelo, completamente desnuda me senté en mi sillón y comencé a sentir la suave sedosidad de la prenda, acariciaba mi cara y mi cuerpo con esa sensual prenda enrollé una de las piernas de la prenda y poco a poco la deslicé por mi pierna, me encanta sentir como mi piel se envuelve en esa delicada prenda, la suavidad, el olor, como poco a poco, mágicamente el hombre se va y Sandy va llegando, cuando a penas iba un poco arriba de la rodilla, decidí usar una panty de las llamadas “cacheteras” para no ir completamente “desnuda” debajo del body, escogí una que me quedaba un poco justa, pero era apropiada para poder esconder un poco “el paquete” y verme, o más bien, sentirme más sexy, continué con el body y una vez lista, me puse encima mi ropa de hombre, tomé mi maleta y Salí al lugar donde habíamos quedado, llamé a Raúl cuando estaba por llegar al lugar ya que en eso habíamos quedado por estar él más cerca de la plaza en la que nos veríamos, estacioné en auto y llena de nervios me dirigí al Samborns a esperarlo, estaba súper nerviosa, los 15 minutos de espera se me hicieron eteeernos, pero por fin llegó, nos identificamos por la ropa que habíamos dicho que usaríamos y llenos de nervios intercambiamos apenas algunas frases, salimos del samborns y le pregunté que qué haríamos o qué cosa, además, le comenté que llevaba puesto en body, abrió semejantes ojotes de la sorpresa y luego sonrió, me dijo que quería sentirlo y nos dirigimos a los baños, por muchísima suerte no había nadie cuando nos metimos, así que nos dirigimos al cubículo de el final y ahí desabroché mi pantalón y me lo bajé, inmediatamente aparecieron mis piernas enfundadas en el body negro, Yo no me atreví a levantar la cara para ver a Raúl , sentía que mi cara me quemaba del rubor que seguramente tenía, mi corazón latía a mil y hasta la respiración me faltaba….
Cerré los ojos y esperé, no fue mucho lo que esperé cuando sentí como con cierta timidez también, Raúl comenzó a acariciar uno de mis muslos, aaaaahhh!! Sentí que las piernas no me soportaban!!! Me dio la vuelta para quedar a espaldas a mi y se repegó a mis nalgas mientras acariciaba mis piernas ahora con ambas manos, me sentía morir!!!! En eso se escuchó que abrían la puerta y Raúl apenas alcanzó a salir del cubículo y a disimular, ya estaba a punto del desmayo y quedé paralizada, después de unos minutos que me parecieron eternos, la persona que había entrado solo a orinar salió y quedamos solos de nuevo, él abrió la puerta del cubículo y me encontró tal y cómo me había dejado, sonriendo me preguntó del por qué me había quedado así, que me hubiera subido el pantalón ya que me habría podido “descubrir”, no supe que responder, pero no fue necesario, ya que me hizo girar nuevamente y ahora comenzó a acariciar mis nalguitas, wooow, yo me moría!!! Únicamente atiné a buscar “algo” por encima de su pantalón y pude sentir un enorme bulto que comencé a sobar; se escuchó la puerta de nuevo y otra vez estuvimos a punto de ser sorprendidos, por lo cual, decidimos que era mejor no arriesgarnos, salimos del baño y nos pusimos a caminar en la plaza, tímidamente le pregunté si así nos íbamos a quedar, y el me dijo que qué era lo que proponía, con mucha torpeza le propuse ir a un hotel, uno al que yo frecuentaba cuando me daban ganas de vestirme y que me gustaba por limpio y discreto, con muchas duda aceptó y nos fuimos al estacionamiento por mi coche, a media calle del hotel, el bajó cómo habíamos acordado a esperar que yo entrara y solicitara la habitación, me instalara y le llamara para avisarle del número para que el subiera, apenas me instalé le llamé, pero le pedí me diera unos minutos para ponerme “cómoda”, puse la llave de la habitación (que era una tarjeta) por debajo de la puerta para que el la pudiera tomar y abrir cuando llegara ya que yo me metería al baño a “arreglarme”.
Ya en el baño, saqué apresuradamente mi ropa sin saber que ponerme, me puse un wonderbra y mis rellenos de silicón, un minivestido de LegAvenue de esos que son de licra transparente, de color rosa pálido, opté por ponerme un liguero encima del body y unas medias altas (tengo la manía de ponerme media sobre media, me encanta!!) mis zapatos de tacón alto y mi peluca, apenas me estaba poniendo un poco de sombra de ojos, cuando escuché que se abría la puerta, si de por sí estaba nerviosa, me puse mucha más cuando me llamó, apenas atine a responder con un hilo de voz que me diera un minuto más, que mientras viera la tele (que yo había dejado prendida en el canal porno), escuché cuando subió el volumen y unos gemidos de placer fue lo que se oyó. Como pude terminé de medio pintarme los ojos, poner un poco de lipstick y ponerme unos aretes de broche, me paré detrás de la puerta pero por los nervios no quería abrir, Raúl me llamó nuevamente pero no le pude responder, sólo puse mi mano en la manija de la puerta pero no abrí, entonces, el abrió la puerta y yo solo atiné a bajar la mirada, no pude ver la expresión de su cara cuando me vio, pasaron unos segundos, los cuales a mi se me hicieron eteeernos, y sin decir palabra, me tomó de la mano y me condujo a la recámara, yo me quedé parada, sin moverme de dónde el me había dejado, no sabía que hacer o que decir, el momento que tanto había deseado se estaba llevando a cabo, pero no estaba pasando como yo tantas veces yo imaginé, más bien por mis nervios y mi miedo, sentía que lo estaba echando a perder, no quería hablar porque sabía que mi voz no era la de una nena, no quería verme porque sabía que distaba mucho a la imagen femenina que todas deseamos, aunque yo me sentía la mujer más bella del mundo, sabía que estaba lejísimos de eso y más paralizada estaba al sentir pasar el tiempo y que no sucediera nada, no sabía que hacía Raúl, no me hablaba, no me tocaba y yo no me atrevía a abrir los ojos y a alzar la mirada, solamente escuchaba de fondo los gemidos la chica que se estaban cogiendo en la película.
Después de lo que a mi me pareció una eternidad escuché un ruido, como un roce en la alfombra, no sabía si Raúl se estaba yendo o que era lo que hacía, así que me armé de valor y alcé la cabeza y abrí mis ojos, lo primero que vi fue a mi misma reflejada en el espejo, me vi muy diferente a la Sandy que había contemplado miles de veces antes, si bien la imagen no era la de una verdadera mujer, vi en mi a un ser “sensual”, algo había diferente a la Sandy que otras veces aparecía, giré poco a poco y vi a Raúl sentado en un sillón contemplándome con una sonrisa que me pareció a mi muy tierna, sólo alcé mis brazos como diciendo, aquí estoy, mírame!! que te parece? pero sin pronunciar palabra, y de la misma manera, con una seña, sin pronunciar palabra, me pidió que me diera una vuelta, lo hice despacio, con mucha calma y en esa vuelta se fueron esfumando poco a poco mis nervios, el miedo comenzaba a desaparecer también y mi respiración poco a poco se hacía más normal y ya no sentía la falta de aire, por fin estaba Sandy parada frente a un hombre y una sonrisa apareció en mi cara. Caminé muuuy lentamente hacia él con mi mejor contoneo y sensualidad de la que era capaz hasta quedar parada frente a el, me contemplo unos instantes más y alzó sus manos por mis piernas acariciándome muuy rico, las subía poco a poco hasta llegar a mis nalguitas, yo solo atiné a acariciarle el pelo y la cara muy torpemente, el me jaló de la cintura hacia él y comenzó a besarme en el estómago, que es en donde quedó su cara al acercarme, me apretaba las nalgas con sus manos y de pronto sentí como trataba de hace a un lado la panty en el hueco que deja el body, obviamente encontró la panty súper mojada de el liquido preseminal que de mi escurría, y no paró hasta liberar mi miembro que un tanto flácido se excitaba, me acarició los testículos y comenzó a embarrar mi colita con el liquido que me escurría, yo solo atiné a subir una pierna al brazo del sillón y el comenzó a besármela, aaaaaahhh! Jamás olvidaré la sensación de las medias humedeciéndose con el calor de la saliva recorriendo mi pierna!!!!
No se cuanto tiempo estuvo así, besándome el muslo, la ingle, el estómago… pero yo estaba en la gloria, en algún momento, el había sacado su miembro y de vez en vez lo sentía rozándome la otra pierna, lentamente me fui agachando, buscando su tranca, era la primera vez en que podía probar un miembro, no tenía ni idea de cómo hacerlo, bueno, la verdad es que idea si tenía, lo que no tenía era práctica. Así que comencé por besarle la cabecita, que ya comenzaba a escurrir del líquido preseminal, me encantó el sabor de ese líquido!! Sujeté por la base su tranca y comencé a masturbarlo muy lentamente, yo no dejaba de darle besitos en la puntita y a recoger con mi lengua cada gota que desprendía, después, abrí mis labios, saqué un poco la lengua e introduje solo la punta de su pene en mi boca y comencé a succionar, a disfrutar de mi “heladote” mientras mi mano no paraba de masturbarlo, Raúl sólo gemía y sentí como se estaba acoplando al ritmo cogiéndome por la boca, lentamente metía y sacaba su pene de mi boca, cada vez más adentro, hasta donde ya no me cabía, me tomó de la nuca y comenzó con sus embates cada vez más rápido, había momentos en que casi me ahogaba, pero sabía que lo estaba haciendo disfrutar y Sandy también comenzaba a tomarle el gusto, de pronto paró con las embestidas pero lo dejó dentro de mi boca, sentí como su pene palpitaba en mi boca y yo imaginé que se vendría en mi, que dilema!!! Yo jamás había mamado una pene real y mucho menos sabía lo que era que se vinieran en mi boca, aunque se que es el deseo de muchos, a mi no me hacía tanta gracia y la verdad no deseaba que eso sucediera…..
Y no sucedió… yo intentaba poco a poco sacar su pene de mi boca con disimulo, con la idea de que si se venía, lo hiciera en mis labios y en mi cara y no quedar tan mal, pero no se vino, el mismo sacó su pene de mi boca y con ternura me paró frente a el y comenzó a besar mis piernas mientras que con sus manos masajeaba mis nalgas levándome al paraíso, no se cuanto tiempo me acarició de esa manera, pero en tiempo ya no contaba, de pronto, en algún momento, Raúl se las había ingeniado para meter su mano entre el body y la panty y comenzaba a masajear mi virginal ano, eso me encendió pero me llenó de miedo, Sandy no estaba lista aún para perder su virginidad, de hecho, como lo dije al principio, mi deseo no iba más allá de que me vieran vestida de mujer, pero ya habíamos pasado no solo de primera y segunda base, estábamos a punto de llegar a tercera y con rumbo a home!!!
Los mismos nervios eran los causantes de que no pudiera dilatarme y que cada vez que Raúl intentaba meter un dedo me lastimara y yo me quejara, de pronto se fue incorporando y se paró y me besó el cuello, aaauuuu!!! Las piernas se me hacía de chicle con esa sensación tan maravillosa, luego se colocó a mi espalda y comenzó a acariciar las bubis, aunque eran postizas, seguramente el sentía rico apretar el silicón de mis postizos, pegó su pecho a mi espalda mientras sus manos bajaban por mi vientre, lentamente y subían de nuevo, el roce de sus manos en mi vestido me estaba enloqueciendo, el sentir sus manos en mi cintura me hacía desfallecer y mi respiración nuevamente se estaba agitando, como pude, paré mis nalgas para repegarme a él, Raúl subió mi vestido con sus manos y comenzó a acariciar mis muslos nuevamente mientras yo intentaba hacer a un lado mi calzoncito para sentir su verga en mis nalgas hasta que lo logré, era más de lo que podía soportar, una mezcla de miedo, nervios y deseo se apoderaban de mi, Raúl tomó su verga y la colocó en mi virginal ano y me lo comenzó a frotar con su garrote húmedo, me estaba llenando la colita de su líquido con la intensión de lubricármelo y yo me llenaba de miedo, pero acompañaba con movimientos de mi cadera sus caricias, me tomó por la cadera y yo me quedé quieta, el comenzó a apretar su verga en mi ano pero no podía penetrarme ni un milímetro, yo estaba súper nerviosa y mi ano no se podía relajar, así como estábamos, me condujo hasta la cama y ahí me hincó quedando yo de a perrito, tomó su verga con la mano y la puso nuevamente en mi hoyito y comenzó a empujar y a penetrarme, yo sentí que me partía y de pronto, sentí un dolor insoportable cuando Raúl logró meterme la punta de la verga que grité de dolor y me dejé caer sobre la cama y comencé a llorar.
Raúl me dejó unos momentos y luego se recostó a mi lado, me abrazó y me comenzó a consolar tiernamente, me acariciaba las piernas, me besaba en el cuello y me decía al oído que lo sentía, que me calmara y que dejara de llorar, en verdad me trató como a una princesita y eso me enterneció y me hizo sentir mal con el, poco a poco me fui calmando y me disculpé con el, Raúl me decía que no pasaba nada, que entendía que yo no pudiera y que si yo quería, podíamos hacer otras cosas para pasarla bien.
Ya calmada le agradecí su gentileza y para compensarlo, busque su verga con mi mano y comencé a masturbarlo, ya había perdido la erección así que me di la vuelta, me acomodé y comencé a mamarle la verga y a hacerla crecer dentro de mi boca, la chupaba lo mejor que podía y hasta logré hacer que comenzara a gemir de gusto y me dijera que no parara que lo estaba haciendo bien y que le estaba gustando, entonces de me ocurrió comenzar jugar yo misma con mi hoyito y con el líquido que a mi me salía, me comencé a lubricar mientras me masajeaba haciendo circulitos con mis dedos, seguía mamando y acariciándome hasta que me decidí y comencé a meterme un dedo poco a poco, lo metía y lo sacaba haciendo círculos para dilatármelo, Raúl se percató de lo que hacía y me dijo que le permitiera hacerlo a él, entonces me colocó a la orilla de la cama y el se hincó en la alfombra y para mi sorpresa comenzó a mamar mi verga mientras con su mano buscaba mi ano, no supe cómo reaccionar así que me dejé hacer, sólo me dio unas pocas mamadas y con su saliva y mi líquido comenzó a lubricarme, masajeándome como yo lo había hecho y de pronto, se incorporó y me tomó de las piernas levantándomelas para dejarle mi culito a su disposición, yo me tomé de las piernas para ayudarle y el entonces comenzó a introducirme un dedo primero, y luego dos, mientras los metía y los sacaba los escupía para no dejar de lubricarme, hasta que llegó el momento que el dolor que en principio sentía se estaba convirtiendo en placer, luego acercó la verga a sus dedos y la llenó de su líquido para seguir lubricándome, de pronto giré la cabeza y me vi en el espejo que había en la pared y lo que vi me agradó enormemente, me vi acostada con las piernas levantadas y a Raúl al pié de la cama intentando penetrarme, guaaauuu, era como siempre lo había imaginado, la escena me encendió y comencé a gemir como lo hacen las chicas en las películas porno, me sentía una mujer “casi” completa, y digo casi porque estaba a punto de convertirme en una mujer completa, Raúl encendido por mis gemidos me preguntó si estaba lista para intentarlo y yo le respondí que si, que me hiciera suya de una vez por todas, que no parara aunque me destrozara el culo, que a fin de cuentas, perder la virginidad siempre duele y yo quería ser su mujer.
Tiernamente comenzó a besar mis piernas, y a acariciar mis muslos, me dijo que alzara más las piernas y yo las sujeté más fuerte hacia mi, Raúl tomó su verga y la colocó en mi ano y empujó un poco, esta entró un poco más de la cabeza no sin provocarme un poco de dolor, paró y preguntó si estaba bien, pero no me la sacó, yo le dije que si, que me la terminara de meter de una vez por todas y eso hizo, de una terminó de ensartármela hasta el fondo y ahí se quedó, yo sentí que me partía y volví a gritar por el dolor, pero no hice el intento de nada, sabía que lo peor había pasado y Raúl así me lo decía, me comenzó a acariciar las piernas y a besármelas de nuevo hasta que me calmé, entonces el comenzó a girar su cadera, con esto estaba logrando que mi culo se acostumbrara a su verga, no se cuanto tiempo pasó, pero de pronto me encontré moviendo la cadera para seguir su ritmo y Raúl comenzó a sacarla lentamente hasta la mitad para luego meterla nuevamente de golpe, más dolor pero ahora también comenzaba a gozar, volvía a salir a la mitad y a meterla de nuevo, primero con pausas, después más rápido y más rápido, hasta que el dolor desapareció y el gozo me inundaba, mis gritos ahora ya no eran de dolor, eran de placer, Raúl ya entraba y salía como debe ser un coito normal y yo sentía un placer descomunal, me hacía bramar de placer, le pedí que me cogiera de a perrito ya que así es como más me lo había imaginado y me quería ver al espejo siendo cogida como en mis más cachondo sueños, me complació y me coloqué sin tardanza, alzó mi vestido, hizo a un lado mi calzoncito y de una me la metió hasta el fondo, ahora ya no dolía demasiado, ese dolor que sentía se me hacía agradable y ahora era yo la que marcaba el ritmo, el verme al espejo ensartada de a perrito y cogiendo como una experta me hacía sentir, ahora si, una mujer completa, Raúl me tomó por las caderas y me la sacaba y me la metía de golpe una y otra y otra vez, hasta que en una de esas, me la metió y me la dejó hasta el fondo, de pronto sentí como su verga comenzó a palpitar y explotó llenando mis intestinos de su lechita calientita, una rara sensación que me agradó, Raúl exhausto se dejó caer sobre mi sin sacármela, nos acostamos de ladito y yo seguía abrochada a él, me besaba la espalda, me acariciaba las piernas y me decía cositas bonitas, ahora Sandy ya era la mujer de Raúl.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!