Sexo con un desconocido en una calle oscura

Una noche de calentura se convirtió en sexo con un hombredesconocído.
Las noches siempre me gustaron, en ellas mis fantasías se hacían realidad, en ellas me transformaba en Vanesa…una noche de verano estaba muy caliente, durante el día había cruzado en la calle muchos hombres que me gustaron, mi mente fantasiosa ardía de deseos, como ya dije, en mi adolescencia mi cuerpo era casi femenino, lampiño, piernas largas, cola muy parada y tetitas redondas con pezones siempre duros, siempre usaba mini shorts que mostraban todas mis piernas y marcaban mi cola, salí a recorrer las calles un poco alejadas de mi barrio, en una esquina dobló un hombre gordo, grandote, calvo, con ropa de trabajo, de unos 50 años,  yo sentí un temblor de calentura en mis piernas y me acerqué a él moviendo la cola y parando mis tetitas descaradamente, con una sonrisa cómplice, él me miró y también sonriò, adivinando mis intenciones, lo saludé con un…hola papi…él me contestó…hola bebé, que hacés solita a ésta hora? Te pueden cojer en éstas calles…yo iré y le mostré mi cola parada, suave, firme, lísta para dar placer, él me la tocó y apretó mis nalgas y mis muslos, le dije sin rodeos…querés cojer? querés cojerme? cojeme papi…él se abrió el cierre del pantalón y sacó una pija gorda, ancha, dura y parada, me incliné y se la empecé a chupar despacio y suave, gimiendo cómo una hembrita, sabiendo que mi boca y mis quejidos de placer lo calentaban, él se movía cojiendo mi boca, sus huevos gigantes chocaban con mis labios húmedos, saque suavemente su pija mojada de mi boca y me acosté boca abajo en la vereda sucia y oscura, un paredón de fábrica nos daba intimidad, él se acostó arriba mío casi aplastando mi cuerpo frágil y femeníno, acomodó su pija en mi cola y empezó a ponermela despacio, yo gemìa volando de placer, casi inmovil por su peso arriba mío, empujó y su pija gruesa entró toda, mi agujero se abrió y yo grité de dolor y placer, él giró mi cabeza y me besó profundamente mientras me cojía fuerte y duro, su lengua entraba y salìa de mi boca, de repente mordiò mi cuello y sentí su chorro de sémen y su quejído de placer, su leche entraba en mí en chorros largos, húmedos y calientes, rebalzando mi cola, siguó empujando hasta que todo su sémen quedó adentro mío, besó y lamiò con dulzura mi cuello marcado por sus mordidas y cuando sacó su pija sentí mi agujero abierto y su leche cayendo ppr mis nalgas, me paré y su leche cayó tambien por mis piernas, su pija goteaba sémen y me dijo…probala bebé…yo la lamí y chupé sintiendo su sabor, tragando sus últimas gotas de leche líquida y caliente, después de limpiar su pija con mi boca levanté mi mini short, ántes blanco y limpio, ahora sucio de tierra y sémen, nos miramos y me preguntó…te voy a volver a ver?…yo le contesté…por las noches siempre salgo a caminar y buscar hombres…sonrió y empezó a caminar, a los pocos metros paró, giró y me preguntó…cómo te llamas bebé?…yo le contesté con total seguridad…me llamo Vanesa…