sueño travesti
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Pero mientras tanto, mi mente divaga por momentos,
ya que hasta despierto sueño, que en un tálamo nupcial
ornado de luz y de misterio, envuelto en aromas excitantes
estoy ansioso de que mi piel ardorosa y palpitante reciba la caricia lujuriosa,
y acrecentando en mil las sensaciones, en ese lecho mullido y suave,
reposa una divina lencería ornada de colores, de gasas y de encajes.
Como ese corpiño que se ajusta realzando un pequeño busto desafiante,
que busca la caricia morbosa y deseada que dispare aun mas la fantasia.
Hay unas medias de seda transparente color piel que serán ajustadas
a las piernas con un pequeño liguero de bellos tornasoles
generando asi un sensacion de suavidad y perfección de la figura.
Unas pantaleticas preciosas delicadas, que manejando pudores no deseados
buscan cubrir la desnudez del sexo en union a hermosa y delicada ropa.
Una faldita juguetona que dejaba ver la curva de unas nalgas turgentes,
anhelantes, cubriendo sin cubrir los pensamientos que enaltecen los sentidos,
y haciendo juego un topcito o blusita de brillantes flores y ajuste perfecto,
Al lado unas zapatillas iricentes de tacon muy alto que empinan la colita,
Y que sin dilaciones extenuantes quiere ser mancillada por un falo,
de grandes proporciones, de fuerza a la vez que suavidad sentida.
Asi con tan divinas prendas ya en mi cuerpo sentí unai proyección,
como la de un ser encelado en el delirio y la dulce compañia ,
que sin duda buscaba se diese totalmente, el alcance de la dicha.
Asi vestido y alborotado como personaje fatal que solo anhela la lujuria,
llega el momento tantas veces esperado, de que se mancille con presteza
ese cuerpo henchido de placer y de esperanza con visiones deslumbrantes.
Este sueño no era por imitar a la mujer, reemplazarla o suplantarla,
era gozar esas delicias muy hermosas, era sentir la dulzura, esa suavidad enajenante, que satisface, que da vida, que llena plenamente de ilusión y de esperanza,
era tomar la naturaleza humana y gozarla, hasta llegar al delirio de la vida.
No era tomar el celo femenino, sus angustias ni negaciones limitantes,
Tampoco exigencias, obligaciones, y manipuleos anquilosantes.
Era vivir la plenitud del ser, el goce total, la felicidad buscada
y en efecto como quería comprobar que lo deseado no era un sueño,
con afán palpitante busque presto la cercanía de un cuerpo deseoso
y sin pensarlo dos veces con emoción empecé a recorrerlo con deleite
mis manos temblorosas llegaron a ese su falo delicioso y suave,
acrecentado y enervado cual dios de guerra dispuesto al combate,
ávidamente con un beso extasiado empecé a chuparlo con deleite,
y transportandome al cielo, sentí que me llego profundo a la garganta
para luego entregarme su lechita, inundándome de placer y expectativa.
Con mi mente aun enajenada, llego al sumun cuando con la lentitud,
que despierta anciedades, me despoja de mis hermosas pantaletas,
que aferradas se revelan a dejar al descubierto unas nalgas redonditas
pues celosas han guardado una caverna palpitante que espera una visita,
de ese extraño que ha llegado reclamando como suyo aquel pequeño espacio.
Estando en esa exitacion total y para que no se perdiese ni un instante
gire ofreciendole las nalguitas paradas invitándole a que asi las invadiese,
me quito las pantaletas despacito y al quedar mi desnudes a su merced,
con esa hermosura fuerte como roca y parada busco mi huequito,
con presteza abrió mis nalgas dejando al su alcance lo buscado y deseado
y sin dilaciones me lo fue metiendo muy profundo y llevándome al climax,
se me escapo un suspiro hondo y un ahogado grito de tan inmensa dicha,
jamas sentida antes pero si buscada y cuando sus huevos golpearon mis nalgas
supe que al fin lo tenia todo dentro de mi, dándome sin duda la razón a mi deleite,
Espere se eternizase tal momento, pues no quería abandonar mi felicidad.
Luego para mi mayor sensacion empezó un mete y saca enajenante,
delicioso, alucinante cual droga enviciadora y que me llevo sin duda,
a la esperanza de aquel momento se proyectase eternamente,
para vivir eternamrnte esa locura, mas sin embargo y como respuesta de mi cuerpo
se me vino un orgasmo desquisiante, en una plenitud total y un delirio desmedido,
asi paso no se que tiempo, repitiéndose mil veces lo descrito,
Luego cerrando el circulo sagrado le hice lo mismo actuando activamente
con quien tanto me habia dado estando yo ocupando lo pasivo.
Al terminar nuestros deliciosos embates, quedamos laxos, satisfechos,
sintiendo una ensoñación hacia el recuerdo y repitiendo,
Gracias a la vida, gracias por poder llevar adentro tanta dicha inusitada,
por haber pasado las barreras sociales que inhibían los sentidos,
por esa felicidad tan grande alcanzada, por simplemente vivir tan plenamente.
Arcadio a mil
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