sueño travesti II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Adoracion al falo –
Aquí nuevamente surge aquella deliciosa frase,
un tanto misteriosa preludio de entrelace de ideas bulliciosas,
que connotan las formas de existencia mas deseadas,
aquel decir que tantas veces inicio los cuentos de princesas.
Es sin duda que ese inicio de mi cuento proyecta el enmarque perfecto
pues en el se plasma, aquel sentir vivido con el éxtasis logrado
en la hermosa fantasia de lujuria enaltecida, de sexo y de amores,
si, asi empieza mi pequeña historia que describe sin duda mi locura,
ya no es solo la realización de un sueño, es mucho mas que eso,
es ese plasmar de sentimientos y deseos tantas veces reprimidos
por convencionalismos sociales, por leyes y letargos costumbristas,
por enseñanzas impresas a través del tiempo y falsos pudores ensalzados,
dejemos pues que en real historia asi todo se inicie con……….
“Erase una vez” aquel mortal añoso quien después de realizar su sueño,
de vivir intensamente esa primera vez de lujuria y desenfreno,
estaba convencido de haber hallado el camino de la verdad y la dicha,
si, pues se dio cuenta que ya llevaba impresas para siempre
esas vivencias de bella fantasia, esas delicias transmitidas,
por un cuerpo que en comunión buscada lo envolvió con pasión,
con sentimiento, con sexo, con frases de añoranza, con besos y caricias,
por ello en afán inusitado cual sediento de placer busco apresurado
volver a vivir y tener dentro de El, las enajenantes y grandes sensaciones
e iniciando el ritual esperado, presuroso como la primera vez, tomo tembloroso
las delicadas prendas irisadas y con la devoción por lo divino,
las toco ávidamente cada una, solazándose en su suavidad y su caricia.
Sintio excitado al máximo que el brassier se colgaba en El como marcando
en exaltación sus pechos que menudos, buscaban mostrarse deseados
Tomo el liguero que en comunión con unas medias delicadas color carne
se fueron deslizando en El, dándole la sensación de suavidad enajenante
sus piernas recibieron con deleite su caricia y se mostraron anhelantes
esperando que ese suave roce se eternizase con dulzura, fascinación y anhelo
luego con fruccion toco las pantaleticas de suaves pliegues transparentes
que le gritaban insinuantes que cubriese con premura aquellas partes nobles
destinadas al placer, el ensueño y la locura de vivir el sexo consentido,
sintio que vibraba a su contacto, que nacio para dulces sensaciones
y al ver que se ajustaban a El, que cubrían aquella zona que esperaba,
se sosegó por un momento ese cumplir con el máximo placer del cuerpo.
Siguiendo en el éxtasis soñado quiso continuar aquel rito de vestirse
para aparecer ante su macho como la visión que le invitase a hacerl el amor,
a que le tocase como a una diosa del sexo y del deseo
a que mancillase su cuerpo y lo inundase de esa su naturaleza lasciva,
siguio pues ante El tenia un hermoso y vaporoso vestido de color turquesa
pletórico de voluptuosas formas generando ensoñación y expectativas
y sin dilación con deleite y afán dejo que cubriese su cuerpo que anhelante
buscaba aparecer como el sueño deseado y para que llevase a que su macho,
debajo de ese bella prenda descubriese, aquello que placer infinito le iba a dar.
Por fin llego el momento y el parejo apareció de pronto dando la certeza
de estar en el instante en que podrían liberarse sus locas pretensiones,
Lo miro y con una sonrisa que enmarcaba sus gratas intenciones
lo tomo en sus brazos susurrándome al oído, ya estoy aquí para darte placer
y cumplir tus fantasías que también son mías y tembloroso
con una enajenante decisión empezo a desnudarle, a quererle,
a besar su sexo, a tocarlo todo, a acariciarlo y a pedirle lo tomase
Llego a su falo y con manos temblorosas por la emoción se lo llevo a sus labios
y lo beso furtivamente, acariciándolo con la lengua y en su garganta,
sintio su fuerza invasora, su calor y suavidad cumpliéndose se diese,
el signo de sometimiento pleno en medio de estertores placenteros,
sin dilaciones de pronto lo despojo del vestido y lo llevo con presteza
a esa posición en la que susd cuerpos cumplían con la necesidad de fundirse
como un solo pensamiento, y una sola realidad gozada
recostado le rogo lo penetrase con ese falo, hermoso, grande y duro como roca
sus piernas subieron a sus hombros y sus malgas en humildad sentida
dejaron entrever esa pequeña cuevita palpitante, que le exigia darle vida,
sin dilación su naturaleza se acerco con presteza y empezó a entrar con calma
produciendo el máximo placer y el cumplimiento de un ensueño mil veces esperado
sintio que llego a lo mas profundo y los testículos tocaron sus nalgas temblorosas,
después de un momento de esa invasión total se inicio un vaivén de locura
y un mete y saca que disparo las sensaciones mas alla de lo esperado,
quería que aquello se prolongase para siempre, que lo poseyese eternamente
que lo estrujara y que lo cubriese con su cuerpo tibio y deseado
y asi eternizando el tiempo se retiro de su dogal dejando la necesidad
de un nuevo embate y la premonición de que asi se cumpliría hermoso sino.
Pero allí no paro todo porque lo mismo le hice El, cuando sin dejar de gozarlo
le pidió compensación al cumplimiento que dio a todos sus antojos
lo penetro con desespero con todas las fuerzas que sui naturaleza dio
hasta que laxos juntos llevában una sonrisa de total satisfacción pedida
Comprobando que cuando los gustos son lo mismo el placer es total,
sin limitantes, ni ambages, o negras desconfianzas que marcan obligaciones,
y dan solo vacios. (arcadio a mil.)
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