Toda mi vida de travesti
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola mi nombre es Daniella, he sido chica travesti desde siempre. Ahora tengo casi treinta años y permanezco vestida casi todos los días, en especial, porque mi chico, que vive conmigo casi toda la semana, quiere que lo haga, pues su familia me ama… Ellos saben que soy una chica travesti y me reciben con cariño y me hacen sentir de la familia. Como mi suegra sabe de mi afición por las medias veladas y los tacones, cada rato me regala zapatos, faldas y medias, con el fin de que siempre esté de chica cuando voy a su casa los fines de semana a comer. Mi suegro Andrés, es dulce y delicado conmigo, tanto que cuando Jorge viaja, siempre me quedo en casa de sus padres y Andrés se dedica a mi, como si fuera su novia. Salimos de paseo, vamos al cine, a la disco y casi siempre terminamos en la cama Andres, su esposa y yo. Ellos dicen que soy la hija que nunca tuvieron, así que mi vida es deliciosa con toda mi familia política.
Mi primera vez, fue con mi chico en el coche. Apenas le conocía, me invitó a salir y como estaba tan enamorada, me puse un vestido corto, negro, medias veladas beige, tacones negros y repita interior de encaje. Me encanta sentarme al lado de mi chico y subirme la falda, para que el ponga su mano en mi muslo, mientras yo abro su pantalón y meto mi manita entre su slip y aprisiono a mi chico por donde la gusta. Tiene unas erecciones hermosas. Pues ese día, que era el primero, nunca había sido penetrada, pero estaba decidida a hacerme mujer con este guapo chico. Subí a su auto, lo besé en la boca, me subí la falda de manera que casi se me veían las bragas y lo tomé para mi, así paseamos hasta llegar al parking de una disco famosa, en una esquina pedimos unos referescos y besándonos, fui sintiendo su miembro ponerse firme, cómo me sentí de emocionada, mi chico se excitaba conmigo. Era una mujer deseada. Casi de inmediato, me senté encima de sus piernas y me penetro profundamente, yo tranquilita, me movía delicadamente, hasta que sentí que se venía conmigo, luego me tomo en su mano mi pequeñísimo miembro y acariciandome, logró que tuviera también un orgasmo. Creo que fue el primero de mi vida.
Me enamore de el, me fui a vivir a un pequeño piso que pagamos entre los dos y soy su mujer casi siempre. Me hace feliz como mujer, como amante y como familia. Ah y me regala orgasmos cada vez que yo le doy uno a el. Es mi hombre adorado y yo su chica…
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!