Tranquila
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por salette.
– Tranquila… Te quiero… Ya veras como consigo que te sientas bien, me dijo
– Estoy tranquila – Le dedique una sonrisa y la mirada de Héctor me decía que sabía que le estaba mintiendo.
Volvió a besarme nuestra saliva y nuestras lenguas se encontraron, los besos que nos dábamos eran muy cálidos y dulces. Mis manos parecían un cinturón en la espalda de Héctor, mientras que las de él acariciaban mis pechos y mostraba mucha delicadeza en mis pezones que los había puesto muy duros. Pronto sus manos subieron la camiseta dejando solo mi tanga sobre mi cuerpo.
– Eres preciosa – Héctor empezó a lamer mis pechos y a succionar mis pezones, esto me provocaba mucho placer y mi respiración se aceleró un poco esta vez por excitación.
Héctor continuó bajando y aparto mi tanga con delicadeza, sus labios no tardaron en besar mi parte más íntima. Mis piernas quedaron sobre su espalda y su lengua empezó a lamer mi cuerpo. La punta de su lengua se encontró con mi clítoris y comenzó a poner empeño en esa parte poco tarde en empezar a lubricar y a manchar la boca de mi hermano. Su lengua empezó a penetrarme el culo y a pasearse por todo mi cuerpo que se revolvía de placer, mis gemidos se extendían por toda la habitación y llegue al clímax, que en lugar de apartar a mi hermano aun se pego más a mi culo y bebió mi liquido. Continuó con su tarea y logro volver arrancarme otro orgasmo, mi cuerpo esta sudoroso, agitado y completamente excitado.
– No aguanto más pequeña. – Héctor se quito los calzoncillos y dejo a relucir un miembro viril que aumento mi excitación, se podían ver claramente todas sus venas marcadas y palpitantes.
Puso su cabeza frente a la mía echado sobre mí, me beso y volvió a jugar con mis pezones. Notaba su cabeza rozándome, no pude más y yo fui la que levante mi cadera para que la pusiera en la entrada de mi culito.
– Aaaaaaaaaaaarg…. – Gemimos los dos por el placer, Héctor pego su cadera a la mía e introdujo todo su miembro dentro de mí. Notaba sus huevos presionados y una vez toda su polla dentro de mi comenzó hacer movimiento circulares que provocaban que me mojara muchísimo, después de eso comenzó a meterla y a sacarla, así continuo hasta que volví a explotar en un increíble orgasmo momento en que Héctor aprovecho para cambiar de postura, se coloco detrás de mí de costado y levanto mi pierna por encima de su hombro y volvió a penetrarme mientras que con la mano acariciaba mi clítoris en la habitación se escuchaba el chapoteo de sus huevos contra mi trasero, fue otra orgasmo el que se apoderó de mi cuerpo pero esta vez mi Héctor me susurro al oído.
– Aguanta un poco pequeña, córrete conmigo – Dijo sin parar de penetrarme y con la respiración entre cortada.
-Aaaaag… Mmmmm… No aguanto más Héctor. – El ritmo de Héctor se volvió más frenético y notaba su polla dentro de mí como se hinchaba, la metió dejándola ahí dentro y llenándome de chorros de su semen mientras se corría.
La dejo dentro de mí y la fue sacándola con suavidad, sobre la cama cayó el semen que se resbalaba de mi culo, por mis piernas.
– ¿Te ha gustado? – Me pregunto entre suspiros.
– Me ha encantado Héctor. – Se abrazo a mí, el sudor nos tenia pegajosos a ambos y nuestras respiraciones empezaban a calmarse muy poco a poco…
Por fin estaba tranquila.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!