UN CHIC@ MUY MIMADO, PERO ARRECH@
Viaja a estudiar y se gradúa de mujer.
Mi nombre es Matías, tengo 22 años y lo que voy a recordar para contarles me sucedió cuando tenía 16 años, en ese entonces enferme muy seriamente, que tuve que estar internado durante casi un año, razón por la cual no termine de desarrollar correctamente y me convertí en un chico muy delicado, quebradizo y con un aspecto femenino, que mis padres no me dejaban ir a trabajar con mis otros hermanos en la granja que tenían, me dedique a estar en la casa, haciendo cosas menores y estudiando mis materias escolares, y poder completar la secundaria.
Cuando acabe de estudiar la secundaria, les solicité que quería estudiar una carrera técnica y que me envíen a la capital a estudiar en la prepa, ellos se asombraron y decidieron enviarme a la casa de la hermana de mi madre, una viuda con dos hijas mayores que yo, una de 18 y la 0tra de 20; muy guapas y con toda la herencia de las mujeres de la familia, culonas y buenas piernas y tetas.
Cuando llegué mi tía se puso muy contenta y me recibieron con bastante amabilidad, Tía: Matías que gusto que estés con nosotros eres un chico muy guapo te pareces a nosotras. Yo: si tía, en la granja creían que era una chica, por ser delgadito y muy caderoncito, je je . Tía: si pareces una chica. Yo: si tía y no me da vergüenza. Tía: bueno vamos a tu cuarto y cuando vengan tus primas te vas a averiguar en la prepa. Cuando llegaron ellas se pusieron muy contentas y se entusiasmaron conmigo, Pao y Marta, que eran sus nombres muy alegres y muy arrechonas, acomodaron mis cosas en el que sería mi habitación por mucho tiempo, ellas con vestidos muy apretados y chiquitos enseñaban todo al caminar, sus culitos y sus calzones, ellas no se inmutaron por mi presencia, y creo que les excitaba que estuviera allí; y ellas sí que eran bellas.
Al día siguiente me matricularon en una academia que me iba a preparar para dar examen en el instituto de contabilidad, y este era muy bonito, que a mis 17 años me asombraban, ya que eso no había en mi ciudad; habían muchos chicos y muy grandes, como si fueran artistas. El inicio de mis clases fue muy exitoso, los chicos se acercaban a querer ser mis amigos, mi figura femenina los confundía creían que era chica, y cuando descubrían la verdad, se reían, pero igual se hicieron mis amigos, yo no me sentía débil ni tampoco diferente, solo me gustaba estar con ellos; era una aventura para mi, cuando termino la prepa di mi examen de ingresó y lo logre, mis primas y mi tía se pusieron my contentas; escribí a mis padres y me enviaron muchas cartas, felicitándome.
En el instituto contable, conocí nuevas personas, chicas, muy bonitas, pero yo tenía más culo, cosa que tuve que ocultar con ropa muy ancha, porque al comienzo me miraban todos hasta los docentes, preferí caminar solo, no tenía muchos amigos, y en la casa de la tía, mis primas adquirieron mucha confianza conmigo, a tal punto que se mostraban tal como eran, e incluso a veces caminaba sin sostén, y totalmente desnudas; a mí no me llamaba la atención. Pao: mira mi ropa ya me queda chica, no te gusta alguna? J a ja j aja. Todas rieron Yo: Déjame probar. Queeee dijeron Yo: Si veamos si me queda alguna…. J a ja ja. Y acto seguido me pusieron sostén tangas, falditas cortas al final quede hecha una chica; mi tía reía. Martha: vamos al mal tod@s Tía: no como vamos a ir con Mat vestido de mujer. Yo: No hay problema tía, si es broma. Tía: vamos pues. Cuando llegamos al mall, l@s cuatro juntas y todas las miradas eran para nosotras y, más de uno se dirigió para mí; e incluso tocarme mis nachas, yo disfrutaba de esos momentos, nunca pensé en salir de mujer, y me gustó. Cuando recorrimos todo lo que quisimos, regresamos a casa, mi tía reía de la locura de salir así Tía: Matías te gusto jugar así? Yo: si tía, y a mí me lanzaron mas piropos Ja ja ja. Tía: no les cuenten a mi hermana si no se molesta conmigo, tu eres un hombrecito, delicadito pero hombre..
Al día siguiente a clases, pero empecé a usar ropa interior femenina, unos calzoncitos chiquitos, que le robe a mis primas, pantaloncitos ajustados a la cadera, y se me notaba mis nalguitas, el portero que era un joven educado, se quedaba mirando fijamente, ja ja ja, me reía en mi interior; un día uno de los profesores dejo un trabajo por cada dos estudiantes, y a mí me toco con uno bastante reservado, Pepe; y nos encontramos a la salida para realizar la tarea Yo: hola Pepe donde hacemos el trabajo Pepe: en mi casa, yo vivo cerca de la tuya te he visto varias Veces Yo: me has seguido….. Pepe: este…. No de casualidad. Yo: di la verdad. Pepe: No….. de verdad fue casualidad. Yo: bueno, entonces vamos a tu casa. Pepe: vivo solo. Yo: vamos. Pepe tenía ese olor fuerte de macho, que me hacia recordar a los peones de mi padre, y eso a mi ponía muy especial; me ponía muy cerca de él para disfrutar ese aroma, en el bus me senté junto muy junto a su cuerpo y él, a pesar que era mayor que yo, tenía 24 años, se ponía nervioso y no sabía qué hacer; al llegar a su casa, estaba muy ordenada, Pepe: ponte cómodo Matías, sácate el polo, yo camino con short nada más. Acto seguido se quedo en un minúsculo short y se notaba todo su cuerpo musculoso y, su verga ajustada queriendo salir. Ese día avanzamos, yo queriendo ver mas y el no sé, venciendo su timidez. Estos encuentros se sucedieron varias veces hasta que terminamos el trabajo; con más confianza el ultimo día de la redacción, yo estaba con short igual que él, mis piernas fuertemente femeninas estaban provocativas y mis pezones incipientes durísimos, era el resultados de las hormonas que le robaba a mis primas; Pepe se quedaba mirando fijamente mis nalgas, no sabía que decir, mi culo se alborotaba y se lo ponía cerca de sus manos, pero él tenía miedo, entonces tome la iniciativa Yo: hace calor me puedo baña en tu ducha? Pepe: si por supuesto Yo nos bañamos juntos si quieres? Pepe: si harías eso conmigo? Yo: si, no somos hombres acaso. Pepe: si claro. Me desnudé en su delante, pudo notar que mi verga era muy pequeñita y mis nalgas bien grandes y paraditas, era una hembra muy rica…. El tenia una verga grande y robusta, un buen semental, y seguro que cuando se le armaba seria mas grande, justo lo que necesitaba para debutar en el sexo anal.
Entramos a la ducha empecé a pasarme el jabón él miraba y, pude notar que su pinga empezó a crecer, se daba la vuelta pero: Pepe: ven te jabono la espalda. Pepe: está bien. Allí al pasar el jabón por su espalda se dio vuelta y Ohhhh su verga tenía un tamaño enrome y estaba muy caliente Yo: que te pasa pepe? Pepe: no se quiero cacharte. Yo: que dice. Pepe: tengo ganas desde el primer día que llegaste a l salón me gusto tu culo. Yo: pero yo nunca lo he hecho Pepe: lo haré despacio, ven. Me agarro a besos la boca, me mordía los labios, me metía la lengua a mi boca, yo me dejaba estaba disfrutando de esos besos, ese olor de macho y sus manos toscas, que rayaban mi piel femenina. Me levanto en peso y llevándome a la cama me metía sus manos por mis nalgas, mis tetitas no se salvaron de sus apretones; echados los dos le tome su verga y empecé a ordeñarlo con mi boca, era mi primera mamada, mi primera leche que iba degustar… hasta los huevos se los chupé, de arriba abajo y en círculos, mordiéndole su capuchón; él me metía sus dedos en mi culo…. Que rico era….. Hasta que lo sentí muy fuerte y duro, Yo: pepe ya cáchame ya…. Quiero pinga…. Harta pinga Pepe: te voy a romper el culo… Yo: si hazme mujer… tu mujer.. él rompió su timidez y puso la cabeza de su verga en la entrada del culo y empujó despacio, me raspaba el culo, pero que mierda, yo quería, cada centímetro que entraba era un dolor placentero, masssss dame masssss masssss por favor massssss…. Pepe: toma, toma. Se esmeraba y daba y daba hasta que Aggggggggg Ayyyyyyy me corro…. Y sentí su leche en mi interior, caliente…. Pero yo quería mas pinga, mucha pinga; nos quedamos echados y me levanté, me vestí y me fui a casa caminando, sentía que todavía su leche estaba en mi culo, y en mi cuerpo ese aroma de arrechura y de macho.
Al llegar a casa, encontré un papel en la mesa en donde me decía la tía que se iban a un compromiso de unos amigos y llegarían tarde, solo me quede con Sat la mascota, un perro de regular tamaño, y como estaba llorando lo hice entrar; fui a mi cuarto y me desnudé totalmente, me eche en la cama, y oh sorpresa, el perro había percibido el aroma del polvo y la leche, que empezó lamer mi cuerpo, deteniéndose en el culo, yo hice expulsar la leche y Sart, apuro sus lengüetazos, yo estaba boca abajo y sentí al can apurar su lengua, esta entraba rico a mi ojete, levante las nalgas pera que lama más adentro, pero de pronto sentí que sus patas aprisionaban mi cintura, y como estaba yo con ganas de mas, lo deje, pensaba que no lo haría y…. de un solo mando metió su pinga, y junto con ella un movimiento excitante, arrecho que cualquier culo con ganas se siente más que feliz….. Dame Star…..cáchame mas mas duro perrito ayyyyy que rico…..rico…rico.. El perrito sintió que era su primer polvo y yo su primera perra, y dejo hinchar su bola, sentí que crecía y crecía, eso me hizo que me corriera mucho…. Agggggg que rico…..ya dame mas…. Y mi leche seguía saliendo… me quede enganchado, un poco asustado, pero feliz ya que probé la verga que quería, cuando Star saco su instrumento, era más grande que la verga de Pepe, y más gruesa, comprendí que mi culo había nacido conmigo para recibir pinga, metros de pinga, kilómetros de pinga…. Yo sentía que era mujer.
Excelente relato. Me calientan mucho tus aventuras. No me molesta la rutina: te culean y luego en la casa un perro termina por apagar tu llama. Cuidado con eso. Igual me excita, pero debes ampliar los recursos narrativos.