Un gomero pichó ferozmente mi colita
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Actualmente soy una mujer transexual, con su sueño hecho realidad.
A mis 36 años, estoy convertida en mujer, operada y registrada legalmente, tal como confesé con anterioridad.
Véase también el relato “Mi desvirgación anal, Fer me hizo el amor”.
Mi relación con Fernando (mi primer novio) ya había terminado unos años atrás.
Fui su hembra durante casi año y medio.
Me acuerdo que en el patio de casa estábamos bien abrochados contra una pared al lado de la puerta.
Fer estaba detrás mío cogiéndome suavemente mi culito.
En el momento de mayor placer, nos vio mi mamá.
¡¡ Qué cagada!! Esa nochecita de verano, se nos acabó todo.
Jamás volví a probar ese delicioso pene de Fernando que me lo daba con amor.
Si, era con amor, algo muy difícil de encontrar en ese momento para una trans como yo.
Mamá echo a Fernando definitivamente de casa.
También se peleó con su mamá.
Para qué decir lo que pasó conmigo….
Cabe aclarar que este es un extenso relato, lleno de detalles para que el lector disfrute…
Desde entonces mamá no me habló durante un mes.
Y cuando lo hizo, mi abuela (por parte maternal) hizo de mediadora.
Mamá se sentía decepcionada, triste y muy enojada.
No sabía qué hacer conmigo.
Por eso fui a vivir con mi abuela durante esos días.
Le ayudé mucho con el almacén que mi abuela tenía.
Antes de comenzar el periodo escolar, mamá me llevó a casa y me ordenó que terminara todo el secundario como un varón.
No me quedó otra que aceptar…
Transcurrieron dos años y medio durante mi periodo de cursado del secundario, en el cual pasé muy desapercibida y sin hacer sociales, sin amigos.
Estaba triste, deprimida, sin ganas de vivir casi.
Sentí que mamá cortó mi sueño de ser mujer.
Encima extrañaba a Fer, mi ex novio.
A pesar de todo, estaba totalmente decida en convertirme en mujer y me fui preparando para ello.
Compraba, a escondidas de mamá, mi propia lencería, set de maquillaje, depilación, bijouterie, etc.
Frecuentaba bastante la peluquería.
Empecé a ver qué detalles se necesitaban para lucir como tal.
Noté que mi cuerpo no se desarrolló tan varonil.
Sin embargo necesitaba que fuese lo más femenino posible.
A mis 15 investigando, supe y decidí que podía tomar pastillas anticonceptivas (con estrógenos) para cambiar totalmente mi aspecto a una fémina.
Así fue transcurriendo el tiempo, tal que a mis iniciales 17 (último año del secundario) las pastillas empezaron a surtir efecto.
Mi cuerpo se puso femenino, me crecieron tetitas…Lo que me hizo feliz, pero apareció lo inevitable: la celulitis.
Por esa razón inicié una buena dieta, y acudí a un gimnasio.
Sin embargo, debía ir vestida de varón.
No me gustaba mucho.
No me quedaba otra.
Al cabo de unos meses más, los efectos de las rutinas de gimnasia y de la dieta mejoraron notablemente mi cuerpo.
Lo iba notando cada vez que me veía al espejo de mi habitación.
Guau!!! Quedé re bien… Cinturita muy delgada, brazos muy delgados (jamás trabajé brazos), piernas bien contoneadas, y una hermosa cola que explotaba… Mi piel con tez blanca, mis grandes ojos de color verde miel y un hermoso rostro (según opinión de todos los hombres).
También tenía y sigo teniendo un laaaargo y lacio pelo negro.
Tuve que aprender a depilarme y maquillarme.
Toda esa transformación la disfrutaba en mi habitación (siendo una mujer trans de closet en ese entonces).
Adquirí el aspecto y la silueta de una mujer con una brutal belleza.
Pero como mencioné, lo tenía que esconder, hasta terminar el secundario mínimo.
A pesar de eso, mis ganas de que un macho me cogiera permanecían intactas…
Fer, no sabes cuánto necesitaba tu pija!!! Exclamaba en mis pensamientos ocultos.
Lo estaba olvidando sentimentalmente pero no podía olvidar su cuerpo.
Eso sí, tenía mi consolador para recordarlo, pero no era lo mismo.
Quería que me la pusiera un buen MACHO…
A esa edad ya estaba mucho más madura, decidida y muy caliente.
No podía buscar un hombre en la escuela, por la promesa a mamá.
Tampoco en el gimnasio.
Estaban totalmente bloqueadas mis posibilidades de tener un hombre para mí.
Pero….
Cada vez que iba al gimnasio, a la escuela o donde fuera, para volver a casa siempre debía pasar caminando por una esquina donde había una gomería que estaba a tres cuadras de casa.
Y lógico saludaba de costumbre al gomero vecino que se sentaba en la puerta a tomar mate, cuando no estaba trabajando.
Para los que no conocen un mate, es una infusión en un recipiente de madera que se toma por medio de una bombilla metálica.
Él (gomero) en esos días, siempre me veía vestida de varón.
Cuando me veía pasar, como todo hombre macho, notaba que en mí había algo raro.
Él respondía todos mis saludos… Para mí era solo un gomero más.
Durante esos días, en el gimnasio, mi pantalón largo desajustado de varón que llevaba puesto, se enganchó con un aparato para hacer brazos.
Eso ocurrió cuando iba al vestuario de dicho gimnasio.
Se rajó entero desde arriba hacia abajo.
Me quedé sin pantalón para ponerme en ese momento.
No tenía nada en el bolso de mano que llevaba para reemplazarlo.
Debajo del pantalón, usaba una calza roja corta de lycra bien apretada, y como es obvio, mi colales bien metidita debajo de la calza.
Ya usaba ropa interior de nena.
Estaba en el cambiador del gimnasio y no podía salir así, solo con la calza al descubierto.
Así que me coloqué atada en mi cintura, una camperita blanca bien cortita, que tapaba toda mi cola.
Salí a casa.
Nadie lo notó en el gimnasio.
Era tarde y fui caminando a casa.
Estaba muy fresco, era el inicio de la primavera en Argentina.
Lo que obligó a ponerme la campera en mi cuerpo para no pasar frío.
Casi llegando a la esquina de la gomería, pasé con mi calcita corta totalmente descubierta y bien apretada.
Mostraba al gomero, que estaba sentado, todo mi culazo y mi colales bien metida.
Que cara de lobo puso ese hombre cuando me vio vestida así!!! Me saludó con respeto cuando pasé.
Pero parece que desperté su instinto salvaje.
Mientras seguía caminando a casa doblando la esquina, él se paró de su silla para seguir fijamente con su mirada como ese culo se alejaba de ahí.
Encima yo caminaba desde entonces en forma muy sensual, contoneando toda mi colita para deleitar su vista….
Desde ese momento el gomero empezó cambiar los saludos conmigo.
Dos días después, cuando pasé vestida como varón, por la puerta de la gomería… Yo lo saludé como si nada:
Yo>Adios…
Él con más atrevimiento me respondió el saludo:
Él> Chau Milena…
No sé por qué me dijo así….
Pero me gustó….
Así quedó mi nombre para él.
Luego lo cambié por Mileva.
El aún seguía siendo el gomero para mí… Yo no estaba a su alcance, era una persona que tenía un gran potencial para seguir estudiando en la universidad.
De hecho me recibí.
Me equivoqué, las circunstancias lo cambian todo.
Uno de los tantos amigos que tenía mamá, nos invitó a cenar a un restaurant.
Luego recibió una llamada por celular (año 1997).
Era mi abuela, para que fuera con ella porque se había enfermado.
Mamá le pidió a su amigo que me llevara hasta mi casa porque se quedó con mi ella.
Justo llegando en el auto con el amigo de mamá, y a metros de la gomería, se picho la rueda delantera.
Ya estaba de noche y la gomería estaba prácticamente cerrada.
Se veía la puerta apenitas abierta y la luz encendida.
Yo ya había bajado del auto con el amigo de mamá quien decidió abrir repentinamente la puerta de la gomería.
Fue una sorpresa para el gomero.
Lo vimos sin su mameluco azul que vestía.
Se estaba lavando en un surtidor que tenía dentro de la gomería.
Observaba cómo por debajo de su calzoncillo azul se lavaba su bulto.
Estaba casi desnudo, solo con su slip.
Para qué!!!! Un hombre alto(1,90m), moreno, pelo negro corto ondulado y con un cuerpo bien trabajado (por su profesión).
Tenía muy buena musculatura y bellos (pelitos) ondulados en su pecho, en su vientre y piernas… Tremendo bulto contenía su slip!!! GUAUUUUU!!!! Que pedazo de POTRO!!! No era lindo de cara… Pero con ese riquísimo cuerpo de macho, me flechó.
También tenía bigotes y una mirada bien penetrante… Me derretí con su mirada!!! No manifesté ninguna sensación que me produjo.
Pero quedé congelada de placer por mi vista.
Se puso el mameluco y arreglo la rueda… Luego el amigo de mamá me dejó en casa para que al otro día temprano fuera a la escuela.
Esa noche no pude dormir pensando en el gomero con su misteriosa gran goma que había entre sus piernas…
Me dejó re caliente y alborotada.
Mis hormonas de hembra estaban a full… Debía probar su cuerpo….
Pero no se lo quería pedir en forma directa.
Quería provocarlo, que me deseara, que él me lo pidiera.
Era un trabajo como mujer para conseguir a ese hombre.
Sentirse deseada y saborear ese tan hermoso sentimiento que puede tener una mujer.
Quería conseguirlo.
Fue entonces que pensé.
Él le gustó cuando me puse mi calcita cortita roja.
Tenía muchas para ponerme.
Busqué en mi vestuario la calcita más adecuada: una blanquita cortita bien gastada y transparente por su uso.
Se traslucía toda.
La iba a tirar, pero esta vez me iba a servir.
Le realicé unas costuras para dejarla más cortita y que me quedara bien apretada.
Busqué también una colaless oscurita para que se notara debajo de la calcita.
Terminado el trabjo de costura, me probé puesta la calcita delante del espejo de mi habitación.
Quedó tan apretada, que se me metía toda dentro de la rayita de mi tremendo culo.
De tal forma que me dividía los dos glúteos como si fueran dos casquetes.
Re cortita, se me salían los cachetes de mi cola por debajo.
Pensé, con esto si voy a despertar al lobo de la gomería…
Una de esas tardecitas, me vestí con esa calza y por arriba, un pantalón bien desajustado.
Una remera desajustada por arriba de una blusa bien corta de color celeste.
Fui al gimnasio.
Luego de hacer una vaga rutina de ejercicios… Sentencié: Llegó la hora.
Me bañé en el vestuario.
Y como estaba solita, me puse crema y un poquito de perfume en todo mi cuerpo.
Salí del gimnasio vestida de la misma manera que entré y me dirigí a casa para pasar por la gomería.
Antes de llegar ahí, detrás de en un paredón de un baldío, me saqué el pantalón desajustado y la remera.
Los guardé en mi bolso de mano que traía.
Me solté el pelo.
Me coloque un poquito de delineador en mis ojos y pasé por mi boca un tenue brillo labial.
Quedé vestida solo con mi calza al descubierto y la blusita bien cortita dejando descubierta toda mi cinturita y mi ombligo.
Tenía que provocar ese gomero.
Solo quería que me deseara.
Y luego él me buscara.
Pasando vestida así por la puerta de la gomería, el gomero estaba sentado tomado mate.
Lo saludé como de pasada.
El me contestó:
Él> Chau Milena….
Me sorprendió ese saludo nuevamente.
Me detuve y le pregunté.
Yo> Por qué me dices Milena?
Él> Acaso no te llamas Milena…
Le seguí la corriente y le dije:
Yo>> Ok
Él fue espontáneo,y de inmediato se paró de la silla y me ofreció un mate recién preparado.
Acepté su mate porque exhibía una muy buena dentadura.
Era el momento de ser sensual, de trabajar como mujer.
Mis hormonas me lo pedían.
Me llevé la bombilla del mate sensualmente a mi boca.
Adopté una postura de parado bien sexi para tomarlo, luciendo mi colita que explotaba de mi calcita corta apretada, para agradar su vista.
Le pregunté:
Yo> Cómo te llamás?
Él> Fabián…
Yo> Que rico mate hacés Fabián… Pero está bien caliente…
Fabi> Si, mis mates son muy calientes… A vos te gustan así?
Yo> Ay si, Fabián!!! Así bien calientes vale la pena probar tus mates…
Seguimos la conversación que tenía términos de provocación durante diez minutitos… Eso sí, no se salía su vista de mi culo.
Fabián decidió cerrar la gomería.
Entró todas sus herramientas al local.
Cuando ya guardó y acomodó todo lo suyo.
Fabián me pidió que le llevara su mate adentro del local de la gomería.
Eso hice.
En ese momento, mientras ponía todo su mate con su termo en una mesita que había al lado de la puerta, le mostraba estando de espaldas a él, toda mi colita y mi cinturita descubierta.
Yo producía movimientos muy sensuales, con mucho glamur… A espaldas a él, oí agua caer del surtidor a la pileta de cemento cuadrada que había dentro del local.
Me doy vuelta, Fabián se había quitado el mameluco.
Guauuuu!!! Quedé atónita!!! Estaba enjabonando todo su cuerpo.
Siguió enjabonándose, hasta llegar a su bulto debajo de su calzoncillo.
Veía lo pequeña de su mano para agarrar toda la longitud de su goma.
Ay!!! Que hermoso espectáculo estaba viendo.
Él como si nada, y continuó a enjabonando sus testículos entre sus piernas.
Todo sin mostrar nada, debajo de su slip.
Librado a mi imaginación.
Sin más empezó a enjuagarse rápidamente todo su cuerpo.
Cuando terminó de bañarse se secó todo, sin quitar su slip.
Yo paradita, inmóvil mirándolo.
Muy tranquilo él, colocó su toallón en el hombro mostrando su slip todo mojado y me preguntó:
Fabi>Tenés lindo cuerpo, que tipo de gimnasia hacés?
Le comente que trabajaba todas las partes mi cuerpo, menos mis brazos…
Fabi>Tenés lindas piernas, cómo hacés?
En ese momento le dije que para las piernas hacía sentadillas mostrándole todo el movimiento, flexionándolas parando mi cola.
El me miraba con una cara salvaje, seria, frotaba los dedos de sus manos y apretaba sus labios uno contra el otro.
Es cuando tranquilito fue a cerrar la puerta con pasador, sin candado.
Se paró de costado mío.
Ya no aguantó más.
Me dijo:
Fabi> A ver cómo quedó ese culo con la gimnasia…
Es cuando: Glup!!! Comenzó a tocar con su mano izquierda mi cola.
Sentí un escalofrío… Me dejó congelada.
Entonces me propuso:
Fabi> Ahí está la puerta si querés salir… Pero acá el único macho soy yo…
Estaba petrificada, cuando le respondí:
Yo> Yo no veo a otro macho, Fabián…
Entonces sacó su mano de mi cola y se paró frente mío.
y empezó a pasar sus dedotes gordos por mis caderas.
No estaba en mis planes que me tocara.
Era una gallinita dentro del gallinero frente al lobo feroz.
Mientras Fabián mantenía rozando sus dedos gordos, lo miré fijamente a sus ojos y noté que ya estaba esbozando una sonrisa.
Señalándome con su cara todo ese bulto.
Me preguntó:
Fabi> ¿No querés ver que hay debajo?
Es el momento que reaccioné… Que mejor que hacerlo ahora…
Yo> Voy a ver…
Coloqué mis manitas en su slip y lo bajé….
Que Hermoso!!! El cielo delante de mí!!! Un pijón de 20cm de largo y 5cm de ancho.
Que grueso y largo!!! Que ricos huevos tenía!!! Reaccioné automáticamente como una perra! Estiré con mi mano derecha el cuerito de su pija que envolvía su cabezota y comencé a besar la punta.
Luego mis labios comenzaron a jugar con toda la cabeza.
Fui metiéndola de a poquito dentro de mi boquita.
Empecé succionar ese magnífico pene, acariciando su glande con mi lengua haciendo círculos.
Frotaba también toda su longitud con mi mano izquierda.
Pasó mi mano derecha a acariciar esos grandes testículos…Ya se lo estaba chupando con mucha fuerza y rico placer voraz! Él empezó a gemir y a deleitarse.
Yo esperaba que me metiera su leche en mi boca.
De repente, quitó su chota de mi boca.
Se subió su calzoncillo.
Tomó de mi brazo y me llevó casi forzada a la parte de atrás semioscura de la gomería.
Ahí había un viejo sillón, con un tapizado desgarrado, pero no estaba en tan mal estado.
Me dejó parada en frente del mismo cuando colocó su toallón tapando el asiento y el respaldar del sillón.
Luego me arrodilló apoyando mis rodillas en el asiento mirando al respaldo de dicho sillón.
Me flexionó para que mi cola quedara bien paradita hacia fuera en una posición mahometana.
Con mi culo apuntando hacia él, bajó mi calcita hasta casi mis rodillas.
Quedó solo mi colales puesta.
Cuando Fabián vió:
Fabi> Que rica bombachita tenés puesta putito!!!
Me dí vuelta y me revelé:
Yo> Tratáme como a una nenita Fabián!!
Se sonrío y me dijo:
Fabi> Sí, sos una nenita bien puta.
Ahora vas a ver lo que te va a hacer este macho…
Me volvió a agachar de la misma forma que lo hizo con mucha fuerza sobre el sillón.
Retiró a un costado mi tanga, y acercó su cara en mi culo.
Fabi> Que lindo culo tenés putita!!! Bien perfumado!!!
Dirigió su boca a mi agujerito y empecé a sentir el roce de su gran lengua.
Que delicia!!! Ah!!! Empujaba su lengua con mucha fuerza dentro de mi ano.
Que riiiiico!!!
Hacía círculos con esa lengüetaza dentro … Estuvo así un poco más de un minuto.
Sentí que lleno de saliva todo mi agujerito.
Sin moverme de mi posición, vi que se sacó su silp.
Su chota se había parado a full, toda inclinada hacia arriba.
Estaba más grande (más de 20cm).
Su cabeza más crecida, toda su longitud llena de venas… Que grueeesa!!! Iba a meter todo eso en mi culo!!! Me lo merecía por ser una maldita perra provocadora…
Yo> Fabián, te lo ruego!!! Hacélo bien despacito por favor!
Fabián se sonrió.
Fabi>Tranqui, te voy a culiar bien, trolita!!!
Se llenó de saliva todo su pene.
Colocó su pié izquierdo en el asiento del sillón, quedando apoyada en el suelo solo su pie derecho.
Tomó su tremenda chota con su mano y apuntó su cabeza en la puerta del agujero de mi culo.
Empezó a empujar despacio.
A A A A!!! Eso pronuncié cuando entraba esa cabezota.
Me dolió, pero me la aguanté.
Con su glande ya dentro de mi ano, se me estaba pasando ese dolor, que no era tanto.
Cuando empecé a sentir todo ese grosor de 5 cm entrando en mi recto.
Ah!!! Empecé a gozar.
Que rico!! Ya estaba gozando, pero el hijo de puta me seguía penetrando.
Notaba como me desfloraba todo mi culo.
Estuvo como más de un minuto solo penetrándome, muy pero muy despacio… Hasta que sus huevotes posaron sobre mi perineo.
Luego, comenzó a sacarla despacio.
Me abrió todo mi culo el maldito.
Cuando la terminó de sacar, mi agujero quedó como un gran túnel.
Fabi> No cerrés el culo, esperá…
La verdad si hubiese querido no lo hubiese podido cerrar.
Metió su cara entre mis glúteos y empezó a introducir saliva dentro de mi ano.
También se ensalivó toda su pija.
Y la empezó a meter nuevamente bien despacio.
AHHHHH!!!! Que exquisitez!!!!! Este tipo sabía lo que hacía.
Sentí con mucho placer todo ese pedazo entrando en mí.
Qué rico!!! Ya adentro empezó a moverla hacia adentro y hacia afuera.
Poco a poco iba bombeando su pija en mi cola.
Mi recto estaba todo abierto para él.
Mis ojitos se iban para atrás del placer.
Gozaba como una perra.
Yo> Ah! Ah! Que rico me estas culiando Fabián!!!
Fabi> Ahora sos mi putita!!! A caso no viniste a que te culiara?
Yo> Si Fabi culiame! Culiame! Sos mi macho!!!
Se excitó mas, que volvió a apoyar su pie izquierdo junto con el derecho en el piso.
Con sus manos me agarró fuertemente mis caderas, levantó un poco más mis nalgas, para darme toda su chota bien adentro.
Empezó a bombearme bien duro… AHHHH!!! AHHHH!!! Gritaba loca de placer.
Que follada me estaba propinado.
Era lo que deseaba, lo que quería… ya se me corrían lágrimas de tanto goce.
Yo> Qué macho hijo de puta!!!! Como me culiás cabrón!!!
Fabian> Querés más puta?
Yo> Si hijo de puta, cabrón, metéme tus huevos!!!
Para qué dije eso… Me la metió más aún todavía… Entró entera!!! Que rico doloooor de placer!!! Sentía que me la sacaba toda, y me la volvía a meter toda también… Estuvo culiándome así durante unos minutos más.
Que macho hijo de la gran puta por la forma que me culiaba!!! De pronto sentí sus gemidos….
Ohh, Ohh!!! Noté como vació toda su leche caliente dentro….
Que delicia!!! Retiró su pene de mi culo, dejándome una tremenda pinchadura.
Y saben qué? Me dejó re caliente… Estaba como una puta.
Seguía con ganas de coger… No acabé.
Salí del sillón con ganas de seguir culiando.
El se sentó en su sillón, con su pija bien relajada.
Me saqué mi tanguita y blusita.
Quedé desnuda delante de él, solo con las zapatillas.
Yo ya tapaba mis genitales con una tela adherida y una cinta de pegar especial, como un conchero.
Ahora tengo concha.
Así que no se veían mis muy pequeños genitales.
Le dije a Fabián que no le iba a mostrar lo mío.
Quería ser la hembra de la gomería.
Aunque sea puta, pero hembra.
A Fabián no le importó.
No le interesaba ver mis genitales.
Solo quería cogerme.
Pero notó algo en mi:
Fabi>Que lindas tetitas tenés! Cómo es que tenés tetas?
Yo> Me crecieron solitas, te gustan?
Fabi> Son chiquitas pero lindas…
La verdad que no solo nací con falta de hormonas masculinas, si no que con mis pastillas potencié más mis hormonas femeninas.
Me fui a lavar mi colita, justo a cuando abrí el surtidor de agua, notaba como salió de ella parte de su leche.
Mi agujero quedó bien abierto.
Me lavé toda.
Me sequé con una toalla propia que traía en el bolso de mano.
Y me perfumé un poco con un riquísimo extracto importado que le quité a mamá.
Mientras me secaba, Fabián llegó también al surtidor a lavarse.
Fabi> Que rica olés!!!
Cuando se lavaba, me di cuenta que su pija se le estaba volviendo a parar, a ponerse más gruesa.
Fui al sillón a buscar mi ropa.
Cuando tomé mi bombachita para colocármela, Fabián se acercó y paró en frente de mí.
Se agachó y comenzó a besar mis tetas.
Ohhhhy!!!
Yo> Me gusta Fabián!!! Coméme mis tetas!!! Son para vos!!!
También empezó a acariciar mi vientre… Se dirigió besándome con sus labios hacia mi ombligo mientras tocaba mis tetas.
Se detuvo y me miró a los ojos:
Fabi>Querés más?
Era justo lo que quería… más.
Mi perfume importado surtió efecto… A los hombres les encanta olernos ricas.
Lo escuché de mamá cuando hablaba con una amiga.
Yo> Si Fabián.
Dame toda tu pija.
Soy tu hembra.
Hagamos algo.
Sentáte en el sillón y déjame ahora a mi cielo!!! Si?
Se lo pedí con una carita bien sensual….
Practico mis gestos de mujer delante de mi espejo.
Me estaba tornando una mina sensualmente peligrosa….
Fabi> Que rica nena sos!!! A ver que me haces!!!
Fabián se sienta en el sillón, sacando toda su pija parada hacia adelante…
Yo>Sentáte un poco más atrás Fabi…
Eso hizo y comenzó a lubricar con saliva todo su miembro.
Yo también empecé a lubricar mi ano con mi mano izquierda delante de él de manera muy sensual.
Estando sentadito, me dirigí frente a él.
Me dí vuelta.
Primero con mis manos abrí sus piernas, y me coloque parada en medio de ellas.
Me incliné en posición para sentarme arriba de chota, dándole toda mi espalda con toda mi cola hacia él.
Me flexioné un poco.
Tomé con mi mano derecha su pene, y con la otra mano me apoyé en el apoyabrazos del sillón.
Mi manita era muy diminuta para agarrar todo eso.
Seguí flexionándome, y lo puse en la puerta de mi agujero.
Apoyé luego mi mano derecha también en el otro apoyabrazos de sillón.
Despacito me fui sentando arriba de su tremenda pija.
Entró su cabeza.
Ay! Qué divino!!! Es la sensación más exquisita cuando entra en mí la cabeza de un pene!!! Con cuidado me fui sentando aún más arriba de su pija comiéndomela toda con mi agujero.
Fabi> Que rica nena me estoy cogiendo!!!
Sonreía.
Esas palabras me recontra estimularon… Aunque yo, a mi modo femenino, me lo empezaba a coger él… Me creía una reina sentada en un trono de placer… Qué sensación, todo ese caucho duro penetrando mi agujero… Cuando terminé de comer toda esa chota, empecé a realizar mis movimientos… Me flexionaba meneando toda mi cola para meterla y sacarla de mi agujero.
Mis rutinas de sentadillas surtían efecto.
Esto también lo practiqué con mi consolador atado en mi almohada.
Meneaba mi culo para arriba y para abajo, comiendo su verga.
Flameaba como una banderita arriba de ese carnoso mástil.
Es hermoso comer esa pija como una quiere… Luego empecé a hacer círculos sentadita con su chota bien metida.
También combinaba todos esos movimientos.
Fabi> Que bien te movés hija de puta!!!
Di vuelta mi cabeza para mostrar un gesto de gozo con mis labios, con cara de minita bien hija de puta.
Fabi> Sos una guacha trola!!! Me hacés estremecer putita….
Después de unos minutos, moverme así me demandaba mucho gasto de energías.
Ya mis piernas se estaban cansando… Así que, manteniendo su verga metida, lo miré de manera muy sensual, y dije:
Yo> Ahora cerrá tus piernas bebé…
Mientras cerraba sus piernas, me senté plenamente en su falda, introduciéndome todo el volumen de su carne.
Uhhh!!! Al mismo tiempo levanté mis piernas hacia arriba.
Cuando las cerró, lentamente apoye todo mi cuerpo sobre su cuerpo.
Luego abrí mis piernas.
Coloqué cada pié en el borde interno del apoyabrazos del sillón.
Todas esas posturas manteniendo su chota metida.
Por fín sentí los músculos de su rico cuerpo en mis espaldas.
Me fascinaba la sensación de sus bellos rozarme atrás.
Que hermoso!!! Quería eso, pegar mi cuerpo con el suyo… Era el comienzo de hacer el amor… Él con una de sus manos empezó a acariciar mi vientre y meter uno de sus dedos en mi ombligo.
Dirigió la otra mano hacia mis tetas y las comenzó a acariciar, frotando mis pezones con sus dedos índice y pulgar.
Yo ya movía mi colita metiéndome y sacándome todo ese rico trozo en mi… Empezamos a gozar plenamente… Yo quería un orgasmo por mi culo… Así que mientras me movía, llevé mis brazos hacia su cuello, mirándole a sus ojos y voz de hembra muy suavecita, le pedí:
Fabi> Cielo, por favor metéme tu lengua en mi orejita….
Porfa!!! Dale sol!! Metéme tu lenguita ahí y pásamela suavecito!!! Así me haces toda tuya!!!
Le puse mi orejita cerca de su boca y empezó a pasar su lengua… Ahhhhhhhhhh!!!!! Inició en mi lóbulo, siguió por mi oído.
Y continuó comiéndome mi orejita con toda su boca….
Recorría un eléctrico escalofrío por todo mi cuerpo … Cruzando sus brazos sobaba sus dedos en mis pezones.
Ahora él tomó la iniciativa y empezó meter y sacar su verga en mi culo.
Yo estaba desvanecida de placer… ya me había puesto pasiva porque gozaba todas las sensaciones de mi cuerpo a la vez.
Introdujo nuevamente uno de sus dedos en mi ombligo, y con la otra mano acariciaba mis pezones.
Seguía comiéndome con sus labios mi oreja.
Aceleró los movimientos de su pija:
Fabi> Te gusta como te re culio??
Yo> Ahhhhh!!
En ese momento empecé a acabar….
Esta vez mi recto se fruncía a mil… con esa bananota adentro….
Con voz muy arrastrada de placer mientras acababa, le dije:
Yo> Quiero que me metás tu leche….
Fabián aceleró aún más el movimiento de su pija, sentía cómo entraba y salía a mil y empezó a acabar también…
Fabi> Ohhh, Ohhhh… Ahí tenés mi leche para que te la lleves dentro de tu culo….
Yo> Si Fabián mi culo es tuyo…
Que delicia!!! Como agradezco a mis calzas que me trajeron ante este semental…
Quedamos exhaustos.
Seguí apoyada sobre él por unos minutitos.
El seguía acariciando mis tetas… Su pija metida ya se iba achicando.
Luego me paré y le sonreí con una carita de muchísima satisfacción …
Fabi> Te gustó?
Tocándose su pija ya relajada… me dijo…
Fabi> Acá tenés cuando quieras más….
Yo> Me dejás que te la toque un poquito? Quiero solo sentirla en mi mano un poquito más….
Fabi> Un poquito, no te entusiasmés… Después te la doy cuando quieras…
Tomé esa chota con mis manos y le dí un beso de despedida.
Cuando me vestí, no me puse la tanga.
Con cara de loba, se la entregué en sus manos como un trofeo.
Era de noche.
Salí por la puerta de atrás de la gomería para dirigirme a casa antes que llegara mamá del trabajo.
Es una experiencia sexual inigualable.
Chicas, le recomiendo que busquen a su gomero.
Fabián y yo tuvimos varios encuentros en la gomería.
La segunda vez que fui, encontré el local mucho más aseado.
Ya habíamos quedado en una cita ahí.
Esa tarde no fui al gimnasio, pero llevé mi bolso de mano.
Fabián se estaba lavando cuando llegué.
Mientras se lavaba fui donde estaba el sillón y encontré un colchoncito tendido en el piso cubierto con una sábana.
Me escondí un poco de su vista, me vestí y maquillé para él.
Cuando se acercó donde yo estaba… Lo dejé con la boca bien abierta….
Me puse un camisolín transparente bien cortito de color rojo, colales roja, can can ¾ rojo sostenido con portaligas…
Fabi> Sos una mina!!! Y muy hermosa!!!
Yo> Quería asegurarte que el macho de la gomería sos vos….
Te gusta como estoy?
Fabi> Esta vez vas ver como te voy a culiar….
Con voz y gestos muy sensuales y provocando:
Yo> A eso vine, y quiero asegurarme de eso también….
Me puso boca abajo sobre el colchón, y si quitarme ni una prenda, me cogió quedando arriba mío.
Estaba pesado, pero que rico sentí todo ese cuerpo cargado de testosteronas arriba mío.
A parte de su bestial toronja…
Mis visitas a la gomería, despertaron la curiosidad de una vecina en frente.
La chismosa desplazaba la cortina de su ventana para ver cada vez que yo entraba a la gomería a estar con Fabián.
Que vieja turra!!! Algo había que hacer, porque si se enteraba mamá me echaba de casa.
Tampoco quería soltar a Fabi.
Como era verano entonces, acordamos que nos encontrásemos fuera de esa gomería.
El tenía una moto grande, vieja y ruidosa.
Y andaba muy bien.
Fabián nunca me llevó a un hotel, pero en su moto íbamos a un descampado fuera de la ciudad cerca de un pequeño dique.
En su moto transportaba una pequeña colchonetita.
Yo lo esperaba a cinco cuadras de su local.
Siempre vestida como tenia que estar, de mujer.
Generalmente usaba minis con blusas y lógico, mi lencería.
Me acuerdo una vez como cogimos los dos arriba de su moto.
Yo tenia puesta una minifalda, y me coloqué parada adelante sobre los pedales apoya pies de la moto.
La moto estaba bien apoyada sobre el suelo arriba de un caballete que traía.
Fabián, alto de largas piernas, quedó parado tras de mí.
Me metió su pija y yo me movía flexionando mis piernas teniendo una rica cogida.
Estuvimos casi todo el verano así….
Incluso Fabián, día a día se empezó a arreglar más.
Mediados de Febrero, nuestra relación empezó a fracasar.
Él comenzó a frecuentar también a su ex pareja, con quien tenían una hija.
Volvió a dejar a su ex mujer embarazada con quien comenzó a convivir después.
Yo ya me empecé a dedicar al curso de ingreso de mi carrera universitaria, por eso lo descuidé.
La noche que terminamos, Fabián me había invitado a tomar un helado para contarme toda la situación… Ahí se acabó todo definitivamente.
Él cerró su gomería para ir a otra con un nuevo socio.
Me fui llorando a casa, muy triste.
Lo veía con lágrimas cuando se marchó con su moto para alejarse de mi vida para siempre, dejándome así mi corazón y culo bien rotos.
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