Vanessa Diario de una transexual capitulo 2
Ese esperado día llego al fin…
Pasaron varios días, mi tío y yo ya nos teníamos confianza, nos gustaban los juegos de mesa y pasábamos tardes muy divertidas en casa. Mi madre trabajaba por las tardes, en esa ocasión mis hermanas se tuvieron que quedar en casa de mi abuela para ayudarle con unos pendientes. Recuerdo que jugábamos damas chinas y mi tío me preguntó que si me gustaba verlo bañarse, yo sorprendido lo negué, no te avergüences no es malo. Si te gustan los hombres tienes que comprobarlo y así te vas a aceptar más, yo cada vez estaba más cómodo con mi tío, el mostraba compresión y me hacía sentir seguro.
Vamos me dijo, porque no te pones un vestido de tus hermanas, yo también te he visto vestirte de niña y me pareces muy hermosa. Que te parece si jugamos a qué eres una modelo y te mides varios vestidos para mí.
Me encantó la idea, corrí al cuarto de mis hermanas y me puse un vestido rosa con zapatos blancos y salí a la sala donde estaba mi tío esperando, me daba un poco de vergüenza pero me tranquilice, y salí como toda una modelo, muy bien me dijo mi tío, te vez muy linda. Mientras su mano derecha se sobaba la verga por encima del pantalón. Vamos ponte otro vestido. Me puse uno blanco con flores de colores y me deje los mismos zapatos, este era un poco más corto y se me veían más las piernas. Que belleza me dijo sonriendo mientras sobaba su verga que ya se veía que estaba muy erecta, me gustaría que te levantas la falda y te recarges en la pared, yo obedecí, el me miraba de una manera muy lujuriosa, de verdad que eres una mujercita muy linda, solo te falta comprobarlo. Y como pregunté yo, yo te puedo ayudar me dijo, en la cárcel ayude a varios a sacar la mujer que tenían dentro, y como harías eso conmigo, paso a paso respondió, por lo pronto ven y sientate en mis piernas y luego te digo que más.
Un poco temeroso, accedí y me senté en sus piernas, el me agarró por la cintura y me pegó más a él. Sentí su boca en mi cuello y me dió un beso en la mejilla, yo sentía su verga muy dura en mis nalgas, luego me agarró del cuello y me voltio para darme un beso en la boca, luego otro y otro, para terminar con uno muy largo, ya vez es facil, ahora besame tu, sin dudarlo me fui a su boca y lo bese sin control, mientras el tocaba mis piernas subiendo poco a poco asta mis nalgas.
Vamos muy bien, ahora tienes que hacer algo más intenso, yo sorprendido, que cosa tío.
Chuparme la verga, respondió. es la única manera de saber si de verdad vas a ser una mujercita de verdad. Tío, pero yo no sé cómo hacerlo y además está muy grande. Jajajaja soltó una carcajada, no que no me veías bañarme. Yo también sonreí. Vamos mi niña, ponte de rodillas frente a mi, saco su verga que quedó enfrente de mi cara como un monstruo, nunca la había tenido tan cerca, ya tenía tan hermosa, no era muy grande, pero si muy cabezona y los testículos muy grandes, le colgaban mucho. Solo habré la boca yo haré que aprendas a mamar verga.
Me tocó de la cara y la metió por primera vez en mi boca, con suaves movimientos la jugaba en mis labios y la deslizaba por mi lengua. Eso me estaba gustando mucho, su glande pegaba en mi paladar y eso me proporcionaba una sensación muy suave, así me tuvo por varios minutos y luego se tiró en el sillón, ahora tu princesa, comete mi verga. Me encantaba que me dijera mi niña, princesa y cosas así, tome su verga con las manos y la chupaba por los lados, yo era un inexperto y hacia lo que podía, chupame los testículos, baje y metí uno en mi boca, era una sensación muy deliciosa, el ya empezaba a sentir que se venía y me dijo, vas a probar leche de hombre, si te gusta, entonces vas por buen camino.
Tomo su verga y la metió con fuerza en mi boca, vamos princesa aprieta y no sueltes asta que me venga, de repente chorros entraban en mi boca y sentía como golpeaban mi garganta, era un sabor indescriptible pero su calor era muy agradable, mi tío bramaba como un toro y eso me daba una sensación de placer.
Una vez que me dió hasta la última gota, traga no desperdicies nada. Cayó rendido en el sofá y me dijo, ya guarda el vestido, ya están por llegar tus hermanas. Yo un poco confundido pregunté que si lo hice bien, más que bien mi niña, de ahora en adelante todas las tardes vas a mamar verga como parte de tu transformación.
Yo sonriente me retire a quitarme el vestido, esa noche no dormí, deceosa de volver a mamar esa verga..
Continuará…
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