Vestido de nena
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En uno de tantos de nuestros encuentros, le pedí que me dejara vestirme de nena que aunque ya me había dicho que no le agradaba tanto, ese día me iba a complacer, era el 13 de julio del 2012, tenía todo la tarde libre ya que mi familia se había ido a casa de su hermana por 2 días, así que prepare todo para estar con él ese día, la cita era a las 8:30pm deje todo listo en el lugar y fui por él, ya me esperaba, la tarde era tranquila, fresca muy buena para coger rico, en la casa donde nos íbamos a encontrar, estaba muy bien, era discreta y solitaria, en un cuarto tenía una cama de madera con colchón, lleve una funda de mi casa color azul celeste, cuando llegamos la vio y comento que se veía bien.
-¡ya tienes todo preparado!_ me dijo
-¿te gusta? le respondí-¡lo prepare para esta noche!_ agregue.
Estábamos solos, en un lugar tranquilo, libres de miradas indiscretas, con anterioridad nos habíamos puesto de acuerdo en que esa noche tenía que ser especial ya que teníamos todo a nuestro favor, teníamos tiempo, teníamos un lugar bien, era todo propicio para pasarla súper, las veces pasadas que habíamos estado juntos, que por cierto ya eran bastantes, habíamos notado que después de que me cogía y se vaciaba ya no le gustaba que lo tocara, se le bajaba la calentura y ya no se hacía nada, y pues eso no me gustaba, así que se lo hice saber y me dijo que pues no sabía porque pasaba eso, pero que en esta ocasión no pasaría.
-¿aguantaras dos cogidas?_ me pregunto
-¡creo que sí!_ respondí
-¡aparte me dejaras vestirme! _ le recordé
-¡si ya se! _ respondió
Ya con la confianza que da el tiempo, nos desvestimos totalmente y nos sentamos en el borde de la cama. Estaba ansioso de acariciarlo, ya que en ocasiones anteriores por la premura del tiempo y el lugar teníamos que hacerlo rápido, si un buen preámbulo de caricias, ya que teníamos e temor de que nos descubrieran o llegaran sus papas ya que lo iba a ver a su casa.
Lo comencé acariciar, lo besaba en el cuello, se acostó y me le fui encima para besar sus pezones.
Me acosté a su lado y continúe acariciando todo su cuerpo, solo se dejaba querer, mis manos recorrían su piel, llegue a su pene, ya lo tenía bien parado, duro, se lo acaricie y se lo masturbe, me acomode para que me pudiera tocar mis nalguitas y me fui sobre su pene a darle una rica mamada, ya para entonces me había enseñado como hacerlo como le gustaba a él, mis labios lo apretaban despacio, al entrar y salir de mi boca, me movía rítmicamente para que entrara y saliera y mi lengua también jugara con él, ¡cómo le gustaba que se lo mamara! Seguí dándole placer mientras el preparaba mi entradita con un lubricante que llevo, sentí como su dedo me lo aplicaba y me lo metía, me dilataba bien mi colita, la preparación continuo por un rato, hasta que me dijo:
-¡acomódate!_ ¡ya quiero penetrarte!
-¿Cómo me pongo? _ Conteste
-¡piernas al hombro! _ me dijo
Así que me acosté mientras él se ponía el condón, lo miraba como se lo ponía, termino y se subió a la cama, así que levante las piernas y las abrí, se acomodó y busco mi entradita que ya lo esperaba ansiosa, lo acomodo con su mano y a indicación mía de que ya estaba ahí, sentí como empezó a empujar.
-¡ahí papi!_ ¡despacio!_ dame
Empujaba despacio y se quitaba, cada vez que lo hacía era con más fuerza, eran ya tantas veces que lo habíamos hecho así, sentí como entro, sentí su cuerpo pegado al mío, sujeto mis piernas y se dedicó a penetrarme bien rico, sus movimientos era rítmicos, suaves pero firmes, era una delicia sentir sus embates y más estar en una cama, como debe de ser, el tiempo pasaba, no nos importaba, era lo que teníamos de sobra.
-¡me encanta tenerte así! _ dijo
– ¡si . Es rico! _ Conteste _ ¡dame más! _ replique
Se acomodó bien y continuo dándome bien rico, me besaba las piernas, y solo veía sus gestos de placer, se quitó y me pregunto qué ahora como quería, le dije que de lado, y me acosté, me puse de lado y se acomodó, levante la pierna y sentí como buscaba mi entradita una vez más, la encontró y arremetió sobre ella, sentí como me entro, y sentí el calor de su cuerpo junto al mío, se comenzó a mover, me encanta que me rose las nalgas con su piel. Me sujeto la pierna y la levante más, ¡que delicia!.
No tardamos así, me la saco y se paró el pie de la cama, ¡sabía lo que quería! Tantos años ya con él, así que me acomode en el borde de la cama. Con mi trasero bien levantado hacia el, sentí sus manos acariciarlo, me sujeto de las caderas y sentí como me penetro suave pero firme, ya mi entradita dilatada, que solo sentí placer, me dio bien rico, se movía bien lindo, me la metía y sacaba, suave, cada vez más rítmicamente me la metía y sacaba, me acariciaba las nalgas, ¡eso me encanta!
Estuvimos así un buen rato, pero se cansó y pues también yo, se detuvo y se quitó el condón, nos limpiamos y se acostó a mi lado, ya me había dicho que me quería coger dos veces, ya que cuando se viene. Como que después ya no quiere nada, así que pues descansamos, y mientras platicábamos, de cómo se había dado lo nuestro.
Estuvimos platica y platica, hasta que le dije que si me iba a dejar que me vistiera, me dijo que si y que, que ropa tenia, le comente que no mucha y me pare, me fui al otro cuarto a cambiarme, se quedó en la cama, esperando.
Me puse una tanguita color blanco, un brassier blanco también y unas zapatillas color azul celeste, y un blusón floreado holgado solo para tapar mi ropita, camine hacia donde estaba, solo se oían los tacones al caminar, estaba sentado en el borde de la cama, era la primera vez que alguien me veía así, con esa ropa puesta, ya me había tomado fotos, pero no es lo mismo, llegue frente a él, me quede parada cerca y le modele, di dos vueltas y me quite el blusón, quedando solo con la ropa interior, ¡un escalofrió recorrió mi cuerpo!
Me veía, sentía sus miradas en mí, estaba nerviosa, ¡te vez bien! _ dijo y me llamo hacia el, me pare frente y sentí sus manos acariciar mis nalgas sobre mi tanguita, también recorrió mis piernas, sus manos subieron hacia mis pechos. Me acaricio sobre el brassier, me hizo que le modelara una vez más, me separe tantito y me di una vuelta, me dijo que caminara unos pasos, ¡me sentía divina! Trataba de caminar lo más femenina posible, me llamo y camine hacia él, se paró y lo abrace, lo comencé acariciar, bese su cuello, imaginen la escena, el parado junto a la cama, total mente desnudo, Yo junto a el, con mi tanguita blanca, mi bra blanco y mis zapatillas color azul cielo, besando su cuello, sus manos acariciándome, bajo despacio, quedo hincada frente a su pene, que aún no se ponía duro, se lo comienzo a sobar.
Y me lo meto en la boca aun un poco flácido, se lo comienzo a chupar así, al sentir el calor de mi boca empieza a endurecer, continuo dándole esa rica mamada que tanto le gusta , siento como crece dentro de mi boca, siento su dureza, sé empieza a excitar, ¡eso me gusta!.
Se acuesta bien en la cama, me voy sobre el pero así como gatita, y mi boca busca su pene bien duro ya, lo succionó y le doy placer con mi boca, ¡me siento realmente una mujer con mi hombre! Se deja querer, sabe que estoy a su disposición, _me comienza hablar como mujer.
– Así preciosa, así!_ tómalo es todo tuyo! _ me dice
– ¡qué bien lo haces!_ ¿te gusta verdad, putita? _ pregunta
– Solo atino asentir con la cabeza que muevo para que se me meta y salga su pene de mi boca.
-quiero hacértelo ya! _ me dice y se para, se pone el condón y me avienta el tubo de lubricante, el cual me aplico haciendo un lado mi tanguita, parado en el borde de la cama me llama, se que quiere que me acomode, ¡nos entendemos tan bien! Me pongo bien empinadita, siento sus manos en mis nalgas, ¡me pega de nalgadas! Siento como me hace un lado la tanga y su pene entre mis nalgas buscando mi entradita, al sentirla empuja y me la mete duro, trato de zafarme pero me sujeta de las caderas _¡me duele. Así no! _ replico
_ ¡aguanta nena! _ me dice y se comienza a mover y a meter y sacarlo de mi entradita, me dolía un poco pero deje que siguiera, no quería echara a perder el momento tan esperado de sentirme mujer, imaginen: bien empinadita, con mis zapatillas puestas, y mi brasier, el sujetándome de las caderas dándome bien rico! hsta el final
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