115 -70 – 110
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Como anticipé en el título 115 – 70 110 son las medida de mi esposa, una morena explosiva de 38 años (yo tengo 40) y que tiene pasión por mostrarse y calentar a cualquier hombre que la mire, cosa que es totalmente normal ya que es imposible que pase inadvertida, dado que por su casi obsesiva pasión por exhibirse no deja de mostrar sus atributos ya sea con sugestivas minifaldas, ajustados jeans que dejan apreciar sus diminutas bragas, pequeños short que dejan apreciar su espectacular culo o cuando vamos a la playa o la pileta tangas de infarto que apenas cubren su anatomía espectacular, yo, acostumbrado a su carácter me siento feliz de que la miren y la deseen constantemente y la aliento para que se contonee y provoque como una puta calentona.
A consecuencia de esta conducta cuando recién nos mudamos al barrio en el que ahora vivimos descubrimos que el vecino contiguo a nuestra casa estaba literalmente enloquecido con Sonia, así se llama mi negra, porque ella entre risas y calentura me decía mientras cogíamos enloquecida mente "No sabés la calentura que le estoy haciendo agarrar al vecino" y me contaba ayer salí a hacer los mandados con el shorcito rojo que te gusta y me puse las sandalias altas rojas haciendo juego y la camiseta negra sin corpiño, no sabés como se le caian las babas al mirarme, si lo ve la mujer lo mata, yo le decía "no podés ser tan puta, seguilo enloqueciendo que me encanta", pasado unos días y habiéndose mostrado varias veces para que la mire pude comprobar que lo tenía enloquecido, el tipo no podía desviar la vista de ese cuerpo espectacular, de ese culo perfecto y esas piernas torneadas, se lo hice saber y me dijo viste que te dije que lo tenía baboso, me animé y le dije "te animarías a que lo invite a que nos vea cojer" sin inmutarse me dijo " me encantaría, te hago una fiesta que se va a morir", para reforzar la calentura un día en el que el vecino estaba en la terraza la hice salir al patio a tomar sol con una micro bikini azul infartante, cuando el vecino la vió los ojos se le salieron de las órbitas, no podía creer lo que estaba viendo.
El viernes de esa semana con la excusa de pedir una herramienta me acerqué al vecino y después de conversas de cualquier tema durante un rato le dije. Te quiero confesar que vi como mirabas enloquecida mente a mi mujer y agregué, pero no te hagas problema me encanta que lo hagas vos o cualquiera ya que es tremenda hembra, asombrado solo atinó a decirme con sinceridad " si, la verdad que es impresionante, no se puede creer lo que es esa mujer" a lo que le dije " si, es increíble y no te imaginas lo que es sexualemente además la excita extremadamente que la observen, no quisieras venir a mirar cuando me la cojo, le aclaré que solo eso que no era un trío, totalmente acelerado aceptó sin pensarlo, de acuerdo le dije mañana a las 10 de la noche te esperamos, tenés platea en primer fila.
Llegado el momento estaba tocando la puerta a la hora pactada, lo recibió Sonia con un Baby Doll rojo que dejaba ver sus 115 de tetas y una colaless diminuta que resaltaba las perfectas curvas de su cuerpo exhuberante, tomamos algo nos fuimos a la habitación, el vecino visiblemente excitado se acomodó en un sillón y nosotros comenzamos con el espectaculo, le saqué suavemente el baby y quedó solo con la colaless roja, los duros pezones denotaban su calentura así que se los empecé a chupar al tiempo que le tocaba el culo con desesperación, el vecino no daba crédito a lo que veia gotas de transpración recorrían su cara, para colmo Sonia me agarró la pija y con la maestría de una puta profesional empezó a chuparla poniéndosela totalmente en su boca, seguidamente y sin sacarse la tanguita la penetré suavemente corriendo apenas la lencería ya que era diminuta, a esta altura el vecino había sacado la verga y empezado a masturbarse, Sonia explotó de calentura por esto y empezó a decirme "haceme la cola papi haceme la cola que estoy recaliente"
Sin hacerme rogar se la puse sin ningún esfuerzo ya que le vivo cogiendo el culo y allí la calentura se apoderó totalmente del vecino que cada vez se pajeaba más rapido, nosotros, también enloquecidos optamos porque Sonia me pegara la mamada final, ya que a ella le gusta que acabemos así, entonces puse la pija en su boca hasta que al explotar llené su boca y cara de leche, la que corrió hasta sus tetas hermosas, el vecino también terminó por acabarse. Habiendo terminado nos agradeció semejante espectáculo y nos prometió hablar con la mujer para traerla a que mire y aprenda nos dijo, pero esa es otra historia
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