5 relatos cortos de: Voyeur
5 historias de personas viendo a otras tener sexo. Cortas pero muy excitantes..
01.
Llegué a mi casa cansado y con ganas de descansar. Abró la puerta de mi habitación y veo a mi amada esposa montada encima de mi mejor amigo, mi compadre.
Al verme los dos se disculpaban conmigo pero el maldito no paraba sus embestidas. Y la mujer de mi vida no dejaba de mover sus caderas para darle placer a su amante.
Pero mis lágrimas duraron poco, mi pene demostraba lo contrario a mi rostro. Esa imagen me había excitado tanto, baje mi pantalón y metí mi mano entre mis calzoncillos, me masturbé viendo a mi mujer con el que consideraba mi amigo.
Ellos al ver que yo no hacía nada por detenerlos, siguieron haciendo el amor en mi cama.
Al terminar, el se fue, le dije que no lo quería volver a ver. Yo dormí por última vez en el sofá mientras agradecía no haber tenido hijos con esa mujer, ella se iría de mi casa por la mañana para nunca volver.
02.
Quise hacer algo por el dia del padre, me levanté temprano y preparé un desayuno para celebrar a mi progenitor.
La puerta estaba cerrada pero en casa no acostumbramos a poner seguro, solo abrí y vi algo sorprendente pero también esperable mamá le estaba chupando el pene a mi padre.
Papá me vio y me dijo que pasará, mamá sorprendida quiso dejar de chupar pero papá no le dejo hacerlo. «Shh tu quédate ahí amor, esté es mi regalo por el dia del padre» dijo mientras sostenía su cabeza para que no dejará de chuparselo.
Me dijo que dejara el desayuno y me fuera si es que no quería ver como le «rompía la concha» a mi madre.
No me faltó más que esas palabras para irme.
Al cabo de unos minutos desde mi habitación pude escuchar los gemidos de mamá. Nunca había escuchado a mis padres hcaiendolo pero no pude evitar excitarme.
Mientras escuchaba los gemidos de mamá y me imaginaba la escena que me estaba perdiendo. Me fui acariciando el gran bulto que había en mis boxers.
No pude más con las ganas y no parecía que papá se haya enfadado cuando los ví así que volví a su habitación, está vez decidido a masturbarme viendolos.
Volví a abrir la puerta, estaban en misionero. Papá me miro y me hizo una seña con la mano diciendo «masturbate»
De inmediato me saqué el pene y me empecé a masturbar viéndolos.
Papá se movía como loco y aún así parecia incansable. Mamá gemía mas con cada embestida, sentía el pene de su marido mientras acariciaba sus enormes tetas.
Después de un rato papá se corrió dentro de ella, y mientras se besaban apasionadamente, yo me corrí también, papá me dijo que vayamos todos a desayunar al comedor.
Nunca volvimos a usar ropa en casa.
03.
Como ya era costumbre, me levanté un viernes por la mañana y desayuné solo en mi departamento.
Como ya era costumbre, después de desayunar, todos los viernes, mis vecinos del frente iban a tener sexo en su balcón, era cuestión de tiempo para que aparecieran esos dos tortolitos que apasionadamente tenían sexo a la vista de todo el mundo.
Muchos vecinos se quejaban, otros iban directamente a encararlos. Pero nada los detenía, simplemente cada viernes por la mañana no salgas a tu balcón, a menos de que quieras verlos, porque esa pareja de unos 50 años, estaba más que encantada con sus espectadores.
Yo era uno de ellos, quizás el único, no lo sé. Pero cada viernes a la misma hora yo estaba pendiente a que ese balcón temblara junto con las pecosas tetas de la esa mujer, dueña de mis fantasías.
El hombre disfrutaba, haciendo expresiónes raras y acariciando a su mujer, cada vez los gritos eran más fuertes. Se escuchaban por todo el condominio hasta que un grito aún más fuerte anunciaba que ese hombre había llegado al límite, hasta la siguiente semana.
Exactamente así fue la semana pasada
Pero está vez ellos nunca llegaron. Esperé horas de horas, pero nunca llegaron.
Dias después me enteré por habladurías que el viejo enfermó y murio.
Un triste suceso, o, mi oportunidad para consolar a aquélla mujer…?
04.
Un día más llendo a la escuela, las horas pasaron lento hasta la hora de almuerzo. Fui como de costumbre a comer con mis amigos, en un momento me apetecía ir al baño, así que fuí al más cercano, el que estaba cerca de el despacho del director.
Entro al baño y voy hacia una cabina, de esas, de colegio, extremadamente sucias.
Me dispongo a hacer mis necesidades pero al lado empiezo a escuchar un sonido como de «chupadas» y un hombre decir «si si, así más más» para ese momento yo ya era un muchacho astuto así que supe perfectamente de que se trataba.
Me agacho para ver debajo de la pared divisoria y veo las piernas de un hombre con el pantalón abajo y las piernas de una mujer arrodillada.
Era obvio que esos dos estaban teniendo sexo oral, en ese momento en pleno despertar sexual, eso lo fue todo para mí, de inmediato me comencé a masturbar como si mi vida dependiera de ello.
Ellos seguian con sus cosas y yo salí de mi cabina y les toque la puerta, sin pelos en la lengua les dije, «se que están teniendo sexo, me quiero masturbar, salgan para verlos o le voy a decir al director».
Los ruidos se detuvieron y para mi sorpresa de ahí salió el mismísimo director de la escuela y mi profesora de biologia la cuál se tapaba la cara de la vergüenza.
Temble de miedo al ver que era el director, pensaba que era un alumno por las flacas piernas que tenía. Con mucha seriedad y guardandose el gran pene que tenía, me dijo: «mira nuchacho, si tu no le dices nada a nadie, yo no le digo a tus padres»
Acepté de inmediato pensando que nos iríamos sin más, grande fue mi sorpresa cuando me dijeron, «entra».
Pese a que el pequeño espacio hacia que lo que mas veia fueran las nalgas del director, ver su movimiento detras de la profesora penetrando su culo fue lo más excitante que pude haber visto en ese momento.
Los disimulados gemidos de la profesora hicieron que me corriera segundos después que el director.
Nos limpiamos y salimos cada uno en un turno para que nadie sospeche.
Gracias a eso siempre tuve buenas notas en biología y una diploma por excelencia anualmente por parte del director.
Además, me masturbe pensando en eso los siguientes 10 años.
05.
Manejando solo, por la costa de mi ciudad, mirando la playa en las primeras horas del día. Pasé por la que parecía ser una playa nudista.
De inmediato su magia me atrapó.
Por lo menos 50 personas tenian sexo en esa playa a la vez. Nadie se preocupaba de nada, simplemente de su placer propio de sus parejas.
Me quité toda la ropa de inmediato, bajé del auto y fuí a esa magica playa, las personas me miraban, pero no molestas ni incómodas, todos estaban tan excitados. Simplemente querían placer.
Alrededor de las parejas había gente masturbándose y gritando cosas a la pareja para animarlos o por simple morbo: «Dale, con todo» «que rica puta» «pero que enorme pene» «que tetotas tienes».
Esos comentarios eran recibidos por la pareja de la mejor manera.
Me animé y empecé a masturbar mi ya erecto pene. Algunos me miraron, una chica me lanzó un beso mientras sus dedos masajeban su vagina con rudeza.
Yo solo me concentré en masturbarme mientras veía la escena, era una pareja como de 30 años, muy guapos ambos.
La mujer estaba dandole sentones a su amante mientras este agarraba sus tetas.
No pude más con el morbo, grité «que buenas tetas» y me corrí. El hombre se lo tomó de la mejor manera, agitando las tetas de ella diciendo: «si estan buenas las tetas de mi mujer, quieres tocar?
De inmediato asentí con la cabeza y me acerqué, le toque las tetas a ella mientras saltaba en el pene del que, al parecer, era su marido.
Se las toque todo lo que pude pero no duraron mucho más y el hombre eyaculó.
Me pasé todo el dia masturbándome, viendo a todas las parejas que venían.
Ese fue uno de los mejores dias de mi vida.
———
***Dato curioso; mientras escribía el relato 02, escuchaba a mis padres, estaban teniendo sexo realmente. Eso me dio muchisimo más morbo.
Bueno eso fue todo.
Espero les hayan gustado los relatos.
Hasta la próxima.
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