A TODAS LES GUSTA Y EXCITA MIRAR
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cuento esto porque me gusta mucho exhibirme, vivo en Mendoza Argentina, y todos los días, camino a mi instituto cojo cualquier medio de transporte para dirigirme a clases o a mi casa, siempre me preparo antes para dejar casi por descuido, el cierre del pantalón abajo y asomado el miembro, que al estar erecto, muestra más de lo que cualquier mujer soñaría ver por descuido.
Algunas coquetamente me dicen "joven, tiene el cierre abajo", mientras miran sin ningún disimulo mi pene, que se deja asomar, ellas tragan saliba y se aprietan la entrepierna mientras me lo dicen
Otras, sólo disfrutan tímidamente del espectáculo, y miran cada vez que pueden mientras sonríen y observan si es que alguen más ve el espectáculo.
Hay quienes son más osadas o calientes y simplemente se acomodan, se sumergen en el asiento y se inclinan hacia mi fingiendo mirar hacia el pasillo del autobus, mientras en realidad clavan su mirada fija en mi pene a unos 10 cms de él, esas son las que más me gustan y las más comunes, ellas, ya sé que no dirán nada, sólo disfrutarán cuanto más puedan, incluso pasan de largo de sus paradas y me acompañan hasta el final del recorrido para luego tomar otra en sentido contrario ( lo he comprobado).
Hay otras que no aguantan más y me lo tratan de tocar, apoyan su mano en el respaldar y a la altura de mi pene, yo conocedor de esas artimañas, de inmediato apoyo mi miembro en sus manos y de apoco comienza a salir de su encierro pudiendo ellas sentir en vivo y en directo mi pene en sus manos, normalmente ellas se excitan tanto que yo creo que algunas llegan a tener orgasmos ahí sentadas porque se retuersen el el asiento, me miran con cara desesperada y cuando finalmente me hablan me dicen(entre otras cosas)" oye..me tienes enferma, tápate por favor", "estoy con torticolis tanto mirar…se te ve todo, todo, todo.."y cosas así
Una vez la calentura fué tanta que terminé masturbamdome mientras una de ellas me miraba a escasos 20 cms. de su cara, claro, no la ensucié, y ella no podía hablar, cuando se paró se refregó completamente en mi miembro y me permitió tocarle su sexo.
Bueno son tantas las experiencias al respecto que sólo puedo afirmar que ellas también disfrutan delo prohibido, igual que nosotros, aunque después tengan un doble discurso.
Chao…Argentino hot.
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