A TRAVÉS DE LOS OJOS DE UN CHICO – MIS NUEVOS VECINOS, EL TÍO Y LOS PRIMOS
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por JASROD7.
Me faltaban 4 meses para mi cumpleaños número 6, en la finca de mi papá había una casa para peones que era utilizada a lo largo del año por diferentes personas, entre ellas hombres solos dedicados a la recolección de café y familias enteras con hijos.
La casa pasaba deshabitada solo un par de meses al año, cuando la recolección del café había terminado y se debía esperar a que volviera a florecer las plantas.
Ese año un tío por parte de mi mamá pidió venir a vivir en esa casa durante ese tiempo de sesga.
Desconozco los motivos por los cuales ellos necesitaban vivir en esa casa esos meses pero lo que sí sabía era que iba a disfrutar con mis primos.
Mis tíos tenían dos hijos, uno un año menor que yo y el otro dos años menor.
Para mí era todo una alegría ya que todo el tiempo pasaba solo con mi hermana o donde mis abuelos con mi tía menor, por eso el darme cuenta que dos niños de mi edad iban a estar cerca para jugar era una oportunidad única.
Mi casa estaba a 10 metros de la casa de ellos, por lo que todos los días jugábamos en el patio, en los cafetales que rodeaban ambas casas o bien, yo estaba en la casa de ellos y ellos en la mía.
Mi papá en esos tiempos donde no se recolectaba café trabajaba un tiempo en el cafetal, ya sea abonándolo, podándolo y quitando la maleza; la otra parte del tiempo trabaja en construcción, en eso le ayudaba mi tío.
Por eso mi tía y mi mamá pasaban en sus casas casi todo el tiempo y nosotros también.
Mi tía y mi mamá se pasaban la mayoría de las tardes en mi casa tomando café.
Nosotros aprovechábamos para jugar solos en la casa de mis primos.
A mí me gustaba más jugar con el primo mayor ya que teníamos más o menos la misma edad, con mi primo menor no me gustaba tanto jugar porque al ser más pequeño molestaba mucho y siempre quería que hiciéramos lo que él quería.
En fin, un día estábamos jugando solo mi primo mayor y yo, no sé dónde estaba mi primo menor, estábamos en la casa de mi tía, ella estaba en la cocina y nosotros en la sala, cuando no sé cómo y no sé por qué comenzamos a jugar que él me mostraba sus partes privadas y yo las mías, recuerdo que cada uno se acostaba entre el piso y la pared con la pantaloneta y calzoncillo a las rodillas para que el otro pudiera contemplar sus genitales por un corto de tiempo y luego era el turno del otro.
Si me preguntan porque lo hacíamos, no tengo la más remota idea.
Nuestro juego continuó por un rato más hasta que nuestras risas nos delataron y mi tía nos descubrió, por dicha el que estaba acostado cuando nos atraparon fue mi primo y no yo.
Mi tía se enojó mucho, nos gritó a los dos e hizo que me fuera a mi casa, yo me retiré a mi casa y sinceramente no me sentí culpable por lo que habíamos hecho.
Esa misma noche, vi a mi tía hablando con mis padres, me suponía que era lo que estaban hablando, lo que no podía imaginar era como reaccionarían mis papás y mucho menos qué me iban hacer.
Cuándo dejaron de hablar, mis papás me llamaron para conversar, entre los dos me preguntaron con un tono muy calmado el motivo por el cual habíamos comenzado a jugar de esa forma con mi primo, yo les contesté un poco apenado pero con sinceridad que lo que teníamos era curiosidad; se lo creyeron porque lo que dijeron fue que ese tipo de juego no estaba bien y que procurara no volver hacerlo, yo afirmé con mi cabeza y me retiré a alistarme para dormir.
No recuerdo haber seguido con ese juego con mi primo, creo que por un tiempo no podía ir a la casa de mis tíos, después de un tiempo ellos se mudaron y los vi con menos frecuencia.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!