Atrapado por la Señora de la limpieza III
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Había estado nuevamente esperando el siguiente fin de semana, sin saber que iba a hacer.
Así llegó nuevamente el sábado, me metí a bañar dejando nuevamente poco abierta la puerta; sin embargo, termine de bañarme y no había llegado.
Salí de bañarme.
Entre a mi cuarto, tomé mi celular y me puse a revisar Facebook Ahi estaba yo desnudo frente al closet con el celular en la mano y la puerta abierta, cuando de pronto se oyo que se abrió la puerta, yo me quedé revisando el celular frente a la puerta para que cuando me viera de frente.
Como cada sábado entro diciendo "Ya llegué, hola", yo sólo atine en decir que "Hola, acá estoy" pero sin dejar de hacerme tonto con el celular.
Paso lo esperado, fue y se asomó al cuarto.
– Hola, ya llegué.
Perdón por la tardanza.
Vi de reojo que se había recargado en el marco de la puerta.
Cuál fue mi sorpresa, que al quitar la mirada de mi celular, estaba junto a ella otra mujer, era mujer rubia, de unos 165 cm de altura aproximadamente, delgada, de su edad y llevaba un vestido suelto que le llegaba abajo de las rodillas.
– Hola- La salude con cara de asombro, un poco congelado, sin saber que hacer.
– Hola- Se acercó a saludarme de beso y abrazo con una cara de complicidad.
– Te presento a mi amiga Norma, espero que no te moleste que la haya traído, es que de aquí nos vamos a hacer unas compras y pasearnos.
Norma se acercó a saludarme inmediatamente después de que la presentaron.
– Hola, mucho gusto.
¿Cómo estás? – mientras me da un beso y un abrazo no tan corto.
– Hola, el gusto es mío.
– Como que como estas, que no lo ves? – Dijo Sandra, riéndose y viéndome de pies a cabeza.
Todos reímos.
– Si, ya veo que esta muy bien.
– dijo Norma viendo fijamente mi pene
– Bueno, me pongo a limpiar para acabar rápido e irnos de vagas.
Salieron del cuarto, yo me quedé ahí.
No sabía si salir así o quedarme.
Había cambiado el entorno.
Había pasado como media hora.
Su amiga se escuchaba que estaba en la sala viendo vídeos de música y ella en la cocina limpiando.
De vez en vez pasaban por la puerta y me veían, pero no me atrevía a salir
En una de esas veces, se detuvo Sandra frente a mi puerta y me dice
– ¿Te vas a quedar ahí todo el día? Vente a platicar con nosotras o ver tele.
– No, estaba viendo unas cosas en el celular.
– Vente, a mi amiga no le molesta que andes así.
Todo lo contrario.
Deja que se de un taco de ojo bien.
Jajajaja
– Jajaja, ok ya voy.
Deje mi celular, y me decidí a salir.
Norma estaba sentada en la sala, cruzada de piernas.
Mostrando sus lindas piernas.
Sandra se fue a la cocina a seguir.
Yo armado de más valor me senté junto a Norma y comencé a sacarles plática
Yo: Que ven?
Norma: Pues estábamos viendo vídeos de música pero no creo que le vayamos a poner mucha atención ya.
Yo: Jajaja.
Norma: que música te gusta?
Yo: De todo, tu pon lo que gustes.
Sandra: Veo que ya agarraste confianza, hasta sentado junto a Norma.
Los voy a molestar un poco porque voy a recoger aquí.
No es que tuviera muchos lugares donde sentarme pero se me hizo mejor estar sentado casi acostado junto a ella para que me viera mejor.
Norma se había sentado un poco de lado para platicar con Sandra y conmigo, teniendo una mejor vista.
Sandra levantó la cortina para limpiar la ventana.
Sandra: Mira Iván, ahí está nuestra amiga fumadora.
– Saludo con la mano.
Yo: No te creo.
Norma: Que amiga?
Sandra: La otra vez, estaba esa misma chava fumando e Iván se puso en la ventana, obvio que lo vio y no dejaba de verlo.
Norma: En serio? A ver
Acto seguido se levantó y se asomó por la ventana junto a Sandra.
Viendo que si estaba una chava fumado y viendo hacía donde estaban ellas.
Norma: Ven Iván, se nota que esta esperando verte otra vez- Fue, me tomo de la mano y me llevo junto a Sandra
Ahí estaba nuevamente, frente a la ventana.
Así que la salude con la mano.
Ella sonrió y me regreso el saludo enviando un beso al aire.
Norma: Ves! Vamos a darle espectáculo.
Acto seguido, empezó a tocarme del pecho hacia abajo deteniendose en mi pene.
Me la empezó a jalar.
Del otro lado sólo me hizo la ok con la mano.
Sandra se unió a Norma y también comenzó a tocarme.
Entre las dos, me la estaban jalando delicioso.
Del otro lado nos veían fijamente.
Sandra se arrodilló y empezó a mamarmela delicioso.
A Norma le tomó por sorpresa pero no se quitó.
Del otro lado se vio como que le hablaron y dijo adiós con la mano.
Yo le devolví el saludo.
Norma: aaahhh, ya se fue.
Se fue al sillón a sentarse y Sandra se levantó y siguió limpiando la ventana.
Yo, me quedé con el pene parado, así que decidí sentarme nuevamente, seguía con la respiración entrecortada y con el pene duro.
Sandra me vio ahí.
Sandra: Te dejamos muy caliente.
Échale una mano por lo menos Norma.
Norma: Es verdad.
Pobre de ti.
Norma se acomodó y comenzó a jalarme el pene.
Sandra viéndolos mientras recogía la sala, disfrutando el espectáculo.
Término la sala y se fue a limpiar el baño.
Norma aprovechando la soledad empezó a mamarmela.
Yo estaba en el cielo.
Sólo se detenía cuando Sandra preguntaba algo a lo lejos pero regresaba a mamarmelo.
De pronto se asomó Sandra.
Sandra: Con razón tan callados, jajaja
Norma: No pude resistir.
Yo ni podía hablar.
Sandra regreso al baño.
Norma se levantó del sillón, levantando también un poco el vestido, tomando mi pene y sentándose en el.
No traía nada abajo, así que empezó a darme unos sentones deliciosos, apretando los labios para no hacer mucho ruido sabiendo que había poco tiempo mientras Sandra seguía limpiando el baño.
Yo le quite el vestido dejando ver todo su hermoso cuerpo y la tomé de la cintura, tenia unas tetas y un culo espectacular, firme y de buen tamaño.
La levante y la puse en cuatro en el sillón.
Empecé a cogerla más duro.
Mis embestidas eran tan fuertes que empezó a gemir fuerte.
Los gemidos hicieron que Sandra se asomara.
– Mira nada más.
No pierden el tiempo.
Se acercó, me dio un beso en la boca y le dio una nalgada a Norma.
Norma gemia y se retorcia de placer.
Yo seguia metiéndosela muy duro.
Se notó que se había venido.
Sandra me retiro y me avento al sillón.
Se quitó la ropa frente a mi.
También estaba buenísima.
Se monto en mi pene y comenzó a darme unos sentones.
Norma se recuperó y empezó a tocar a Sandra por la espalda.
Era un espectáculo genial.
Levante a Sandra y la acosté en el sillón.
Empecé a cogerla más duro.
Norma nos besaba a ambos.
La cambie de posición y la puse en cuatro.
Gemia de placer por mis embestidas.
Sandra se vino también.
Norma saco mi pene de la vagina de Sandra y empezó a mamarmelo.
En unos instantes Sandra se le unió y me la ocupaban entre las dos.
Con esa imagen no pude aguantar más tiempo y me vine en la cara de las dos.
Solté chorros y chorros de semen.
Se dieron un último beso entre ellas y se fueron al baño a limpiarse.
Yo me quedé tendido en el sillón.
Cuando salieron del baño, ya era hora de que se fueran.
Así que se despidieron de mi de beso y abrazo.
Había sido otro sábado para no olvidar.
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