Atrapado por la Señora de la limpieza IV
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Había sido un sábado genial y para mi fortuna no tuve que esperar una semana más para volver a ver a Sandra, ya que había un día festivo en miercoles y no tuve clases.
Así llegó el miércoles, por lo que me metí a bañar y estuve esperando a Sandra pero no llegaba.
Ya eran las 10 y nada, así que supuse que se había tomado también el día.
Me quedé dormido en mi cama.
Minutos después escuché la puerta, yo medio dormido salí desnudo del cuarto a saludat, no podía esperar.
Salí del cuarto y ahí estaba dejando sus cosas sobre la barra.
Sandra: Hola! Tampoco tuviste clases? – mientras se acercaba a saludarme como siempre
Yo: No, es día festivo! De hecho pensé que te ibas a tomar el día
Sandra: No, como crees, no iba a.
En ese momento, se abrió la puerta del baño y nuestras miradas se movieron hacia allá.
Era Roxana, su hija de 16 años, traía unos leggins blancos y una blusa rosa de tirantes que hacía que luciera su figura delgada.
Su mamá y yo separados por un metro a lo mucho, pero yo desnudo.
Sandra: Mira hija, Iván tampoco tuvo clases.
Ven y saluda.
Yo no podía creer que Sandra fuera a reaccionar tan tranquila.
Roxana se veía completamente asombrada por la situación, aún así se acercó a saludar, únicamente de mano.
Roxana: Hola! Como estás? Qué haces desnudo?
Yo: Bien, pues estaba dormido y me levanté a ver quién era.
Sandra: Dejalo, está en su casa.
Que ande como quiera.
Justo en eso se escuchó mi celular, por lo que fui al cuarto a ver quién llamaba.
Era un número desconocido pero me había servido para pensar que iba a hacer.
Nuevamente salí del cuarto desnudo.
Sandra: Que bueno que no hiciste caso a esta.
Bien que ha visto a los mocosos de su escuela.
Roxana: Mamá! Pues si he visto pero no enfrente de ti.
Sandra: Pues que mejor que tu mamá te acompañe.
Ademas, no creo que estén como Iván.
Jajaja.
Yo solo me sonroje y solo atine a reírme.
Roxana: Mamá! Que oso contigo!
Sandra: Hazte tonta
Sandra siguió con la limpieza y yo me quedé junto a su hija sacando plática de cualquier cosa para que se relajara mientras ponía música en Youtube en la televisión.
Yo me había puesto junto a ella de pie para que pudiera verme completo mientras ella estaba sentada en el sillón.
Cada cierto tiempo iba al cuarto para revisar que no se me bajara la erección, cada vez que hacía eso ella me veía acercarme a ella.
También iba a donde estaba Sandra, ella si me veía descaradamente y en un par de ocasiones me tomo el pene escudándose con la barra y solo sonreiamos.
Más tarde, saco ropa de la lavadora y se fue a colgarla en el techo del edificio.
Nos había dejado solos por un momento y tenía que hacer algo.
Una vez que se despidió, me metí al cuarto y salí con el pene completamente parado rumbo a ella.
Inmediatamente lo noto, se había quedado viéndome directamente y sin disimulo.
Roxana: Pues qué pasó en el cuarto?
Yo: Nada, por?
Haciendo como que no sabía a qué se refería.
Ella no dudó en señalar mi pene.
Yo: Aahhh No sé.
Tiene voluntad propia.
Jajaja.
– le dije mientras me tocaba el pene y ella me miraba directamente.
Roxana: No te creo, a poco así nomás.
Yo: Si, luego sin querer se para.
Pero al rato se baja otra vez
Roxana: Jajaja, que loco.
Pero al menos me quitaste la duda de cómo se veía parado.
Yo: Jajaja, pues me hubieras dicho y
Justo en ese momento entro Sandra y de inmediato había notado también mi erección, hizo un gesto de risa.
Sandra: Pues que estaban haciendo?
Roxana: Nada mamá! Solo se le paró.
Sandra: Está muy bien verdad?
Roxana: Mamá!
Sandra se acercó a mí para verme de cerca.
Sin pensarlo, me tomo el pene.
Sandra: Mira no más.
Bonito y de buen tamaño
Roxana solo exclamó " Mamá!", Sandra se fue a recoger el cuarto.
Mi pene estaba completamente duro, frente a Roxana y ella mientras seguíamos platicando lo veía ya sin importarle mucho si la descubría su mamá o yo.
Aún así no se animaba a más y yo no podía hacer mucho porque estaba cerca su mamá.
Con el tiempo se me empezó a bajar la erección de manera inevitable.
Roxana: Ya se está bajando.
Jajaja
Yo: Si, te dije.
Roxana: aún así se ve bien.
Yo: Gracias, pensé que te habías molestado
Roxana: No, como.
Sandra salió del cuarto y se fue hacia nosotros.
Sandra: Muy platicadores! Que paso? Ya se bajó?
Yo: Si, creo que fue una erección mañanera.
Sandra: No no no, dejame seguir viéndolo parado, verdad hija?- Tomo mi pene y empezó a jalarmelo – Me vas a decir que habías visto uno así?
Roxana: La verdad no, no he visto muchos pero nada que ver.
Este sí me gusta.
Sandra: Se siente muy rico, tocalo.
Yo no había podido creer lo que había escuchado, pero Roxana sin dudarlo había estirado su mano para agarrarlo.
Sus suaves manos se sentían delicioso.
Me lo jalaba suavemente.
Mi pene estaba a más no poder.
Roxana: Que duro se te puso
Yo: Es que tienen buenas manos.
Reímos.
Entre risa y risa, Roxana puso mi pene en su boca y comenzó a chupamelo lentamente.
Uff, se sentía delicioso, sentir su lengua, el calor de su boca y frente a su mamá.
Sandra: Oye canija! Que lista me saliste!
Roxana: Perdon, lo hice sin pensar, es que no me pude aguantar las ganas
Sandra: Pues si, para eso es pero no se te olvide que tu madre está aquí.
Primero voy yo.
La hizo a un lado y comenzó a chupar como toda una profesional.
Roxana veía atenta la escena.
Yo no podía ni hablar.
Que rica esta, decía Sandra.
Roxana se mordía los labios.
Podía ver a través de su blusa sus pezones parados y que no traía nada de bajó.
Esa señal no la podía dejar pasar, así que metí mi mano debajo de su blusa y acaricie sus senos firmes.
Ella solo me volteó a ver y no dijo nada.
Sandra dejo de chuparmelo.
Sandra: Quieres más?
Roxana sin pensarlo tomo mi pene y empezó a chupar más rápido que la última vez.
Había aprendido rápido.
Sandra estaba muy caliente, no podía disimular.
Tomaba la cabeza de Roxana y le marcaba el movimiento de la mamada.
Tanta era su calentura que se levantó y me empezó a besar como loca.
Yo obvio estaba en la gloria.
Sandra, entre beso y beso, se comenzó a quitar la ropa.
Una vez desnuda, quito a su hija de mi pene y me aventó al sillón.
Roxana se había quedado medio acostada en el sillón completamente atónita.
Sandra se montó en mi pene y comenzó a moverse.
Roxana seguía pasmada con esa imagen pero a Sandra no le importó que su hija estuviera ahí.
Estire la mano hacia Roxana para que se acercara, así lo hizo.
Comence a acariciarla, la tomé del cuello y la bese metiéndole la lengua hasta su garganta.
Ella estaba muy exitada, el pulso y la respiración la delataban.
Sandra comenzó a gemir más fuerte, señal de que estaba acabando, así fue.
Acabo y se quedó un momento inmovil disfrutando su orgasmo.
Finalmente me beso apasionadamente y se bajó.
Se acercó a la oreja de Roxana y le dijo suavemente "Quítate la ropa para que pruebes una buena verga".
Eso me puso como loco y su hija la obedeció sin dudarlo.
Ahí estaba Roxana recostada en el sillón completamente desnuda esperando a que se la metiera duro.
Sandra me beso y me dijo: enséñale lo rico que coges.
Comence a metérsela lento, disfrutando sus gestos, gemidos y lo apretado de su vagina.
Una vez que se la metí hasta adentro, comencé a cogerla más y más duro.
Roxana gemia delicioso, cada vez más fuerte.
Me levanté y la puse en 4, la tomé de la cintura y se la metí esta vez sin compasión.
Solo escuché su gemidos, lo que me hizo metérsela muy duro.
Sandra le dió una fuerte nalgada y le dijo: a poco no está rico? Roxana solo decía que si entre gemidos.
Sandra: Así te cogen en tu escuela? Roxana: No, Iván coge delicioso y su verga me encanta.
Esa imagen me hacía cogerla más duro.
Roxana comenzó a gemir más y mas fuerte.
Estaba acabando.
No me detuve a pesar de sus gemidos.
Cuando no aguantaba más saque mi verga, Sandra tomo mi pene y lo puso en la boca de Roxana, quién se tragó todo mi semen sin derramar nada.
Sandra: Rico no?
Roxana: nunca me habian cogido así de rico
Sandra: Vístete ya para irnos.
Otro día te vuelvo a traer si te portas bien.
Yo me había quedado exhausto y extasiado tirado en el sillón.
Se fueron al baño, se arreglaron y se despidieron de mi.
Sandra: Nos vemos el sábado.
Muy rico eh! – Tomo mi pene y le dió un pequeño beso
Roxana: Bye, espero que mi mamá me traiga pronto – Tomo mi pene mientras se despedía .
Se fueron, nuevamente había pasado algo que ni por mi mente había pensado.
Había estado delicioso y tan solo de recordar me había vuelto a masturbar.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!