Berta espía a sus vecinos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por alakram.
A Berta le gusta espiar, me cuenta que frente a la ventana de su dormitorio hay un par de bloques, muy altos, de hecho ella se cogió ese alquiler casi exclusivamente por eso, y que desde allí a veces se pasa horas espiando. Dice que tiene varios artilugios para ello. Lo primero que se compró fueron unos prismáticos, pero eso hay que sujetarlo con una mano mientras con la otra se frotaba la pipa o se metía dos deditos en su vagina y le costaba mucho tener orgasmos así, por que en cuanto empezaba a disfrutar se le movían los prismáticos y tenía que acabar sin ver nada.
Así decidió comprar se un telescopio.Pensó que como aquello tenia trípode (no se por que se ríe cada vez que dice la palabra trípode), le sería mas fácil tocarse y correrse. así que lo instaló y se dedico a espiar, pero pasaba mas o menos lo mismos. Cuando se ponía caliente empezaba a tocarse y al final para poder terminarse y quedarse a gusto se tumbaba en su cama y ya no podía ver mas, una pena me dice.
Así que me vino un día con un folleto para ver si yo se lo podía poner a funcionar, el sistema es básicamente una cámara con un gran zoom, un micrófono direccional y un televisor. La cámara va en un trípode y se maneja por control remoto. Le ha debido costar una pasta. Así que me planté en su casa un viernes por la tarde y se lo instalé, ella estaba muy alegre y me decía que me diera prisa que había una pareja que estaban por empezar, que todos los viernes por la tarde lo hacían. Yo pensaba que era broma, pero no; Cuando al final todo estuvo montado Berta agarró el mando y empezó a mover la camarita, por la pantalla se veían ventanas y mas ventanas en tanto ella se tumbaba en la cama boca arriba, colocó un almohadón bajo su cabeza y suspiró en voz baja: "Esto pinta bien…". De pronto la cámara se detuvo frente a una ventana y se accionó el zoom, era el ventanal grande de un salón, las cortinas estaban abiertas y las persianas subidas y acto seguido una chica sin nada de cintura par abajo, de coño peludo y tetas pequeñas se apoyó en los cristales mientras un chico fuertote y desnudo se colocaba detrás de ella y le clavaba su verga fuertemente. El gemido de placer de la chica debió ser alto por que incluso el micrófono lo recogió y nos sonó por los altavoces.
Allí estaba yo, poniéndome palote con la escena en directo por Tele Follada cuando escucho un gemido, Berta se había metido la mano en los pantalones del chándal que llevaba y se masturbaba. No se si creía que me había ido, o mas bien le daba igual. Y de golpe me dice: "Estas cosas me ponen la rajita húmeda en segundos… mmm." Lo que siguió después fueron gemidos y mas gemidos. Por donde tenía metida su mano se le veían sus pelos anaranjados (Berta es pelirroja), y sus dedos frotando su coño, me podía imaginar cómo se frotaba su pipa y entre eso y la tele estaba tan palote que me iba a reventar la polla. Ella giró un poco su cabeza mientras seguía tocándose y me dijo: "Si te la vas a pelar no manches nada y vete en cuanto acabes".
Con esa invitación, que no podía ser mas clara, me saqué un pañuelo de papel y deje caer mis pantalones, Berta no volvió a girar la cabeza y cada vez parecía mas entusiasmada, se frotaba y gemía mientras a la chica de la pantalla el novio le había quitado el jersey y le apretaba las tetas mientras seguía dándole empujones con la polla, de vez en cuando se escuchaba algo mas por el altavoz. Yo seguía pelando mi banana y en una de estas me corrí, lo largué todo en el pañuelo y tan contento como un niño con un caramelo me fui a mi casa.
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