Bonita enfermera

Mis experiencias personales.
Hola, mi nombre es Pamela y tengo 21 años, después de pensarlo decidí compartirles mis historias de las experiencias que tuve. Para empezar siempre fui una chica bastante cachonda, mi primera vez la tuve a los 8 años con un primo, pero esa es historia para otra ocasión que contaré si me lo piden, ahora les relataré mis experiencias como enfermera.

De apariencia no soy una chica que tenga un exuberante cuerpo, mis pechos no son tan grandes, un poco flaca, pero de trasero algo bueno; pero de lo que puedo estar orgullosa es de mi inteligencia, puesto que gracias a ello pude avanzar rápidamente en la universidad y acabar antes que el tiempo promedio. La cosa es que de la universidad nos pedían realizar prácticas pre profesionales en algún lugar, como un internado, en mi caso aunque era buena estudiante me tenían un poco de envidia, por lo que decidieron mandarme hacia un pueblo lejano.

Pues para bien o para mal simplemente acepté, puesto que solo me faltaba ese tramo para terminar la carrera. Al llegar al pueblo fui recibida por el alcalde quien me guió hacia la posta de salud donde estaría alojada y donde atendería yo, me explicó que el médico venia 1 vez al mes o solo en emergencias previa llamada.

Para no hacerla larga, simplemente me acomodé en una de las habitaciones luego de despedirme del alcalde que noté que me miraba con ojos lujuriosos que solo me excitó en el momento, en el pueblo había luz, agua, desagüe, pero el internet era algo que casi no había, los únicos sitios que tenían era la única escuela que había en el pueblo (inicial, primaria y secundaria), la alcaldía y la posta, por lo que me sentí bendecida. Básicamente yo estaría viviendo 20 días ahí y podría volver a mi casa por 5 días, hasta que acabara las prácticas que serían un año.

La situación es que la vida en ahí era aburrida, no habían muchas personas que se enfermaran, solo venían algunas madres con sus hijos para los controles rutinarios o señoras embarazadas. Mis días se pasaban en cocinar algo para comer, atender a uno que otro paciente, ver porno y masturbarme.

Pero cierta tarde eso cambió, aquel día daban las 2 de la tarde, estaba en la oficina que usaba cuando entró un chico vestido con el típico uniforme que usan en el campo no mayor de 15 años, se le notaba bastante nervioso, asi que le sonreí y le pregunté qué es lo que deseaba.

Él miraba hacia el piso o hacia los costados pero trataba de no verme directamente a los ojos, por un momento creí que era el típico muchacho que se me iba a declarar por lo que me resultó un tanto tierno.

Nuevamente le volví a preguntar qué es lo que necesitaba, y luego de un momento silencioso y luego de que él suspirara dijo en casi un susurro: “podrías darme un condón”

Al instante solté una pequeña risita, cosa que hizo que el chico se pusiera todo rojo, así que traté de hacerle charla.

• ¿Por qué no te sientas un rato? – le dije, mientras él solo obedecía callado, así que seguí hablando – un condón no es cosa del otro mundo, deberías venir seguro de ti mismo, ¿con quién lo harás? ¿será tu primera vez?

El muchacho solo asintió aun colorado que me resultó tierno, así que decidí calentarlo un poco para ver su reacción.

• Es importante que siempre uses protección si vas a tener sexo – le dije mientas me levantaba de mi silla e iba a buscar al cajón de los condones, al agacharme lo hice mostrándole mi trasero, que seguramente se transparentaba mi tanga ya que el pantalón de enfermera es de tela algo simple, me tomé un poco de tiempo al sacar los condones mientras movía mi cola de una manera lenta.

Luego de un rato de sentir como me miraba el culo, me incorporé y puse en la mesa el paquete de condones, al tiempo que sacaba unos cuantos y se los daba.

• ¿Sabes ponértelo? – le pregunté, él negó – ok ve hacia el tópico –le dije mientras yo iba hacia la puerta principal de la posta y la cerraba para evitar interferencias. Luego fui al tópico donde estaba el muchacho – por cierto, ¿cómo te llamas y que edad tienes? – le pregunté.
• Gabriel, 14 años – respondió con un hilito de voz.
• Ohh – dije, mientras me relamía los labios – muy bien, bájate los pantalones y el calzoncillo – le dije.

Gabriel solo abrió los ojos y no quería hacerlo, pero le insistí diciendo que le enseñaría a ponérselo sino podría embarazar a su novia, tanto insistirle aceptó y se bajó los pantalones, dejando salir su pene que estaba erecto, no era muy grande pero para su edad lo tenia aceptable.

• Lo importante es que tu novia juegue antes – le dije mientras tomaba su pene y lo masajeaba – ¿nunca nadie te ha hecho esto? – pregunté y él solo negó mientras veía como lo tocaba – entonces supongo que esto tampoco – dije mientras me agachaba y lo chupaba.

Gabriel solo gemía y se corrió casi al instante, me tomé todo lo que soltó asi que no iba a perder la oportunidad de coger con un chico, por lo que me quité la ropa y así desnuda besé a Gabriel en los labios, se notaba su inexperiencia pero también la desesperación que cargaba, lo acosté en la cama que había ahí y le puse el condón.

• Asi debes ponértelo cuando folles con una chica ¿ok? – le dije, mientras él solo decía que si.

Entonces me monté encima de él y comencé a moverme mientras él solo parecía estar en la 5ta nube disfrutando, no volvió a durar más de 5 minutos hasta que se corrió, ya se notaba lo cansado que estaba asi que ya, le quité el condón usado y lo boté al tacho, mientras lamia su pene limpiando el semen, luego le dije que se pusiera el pantalón, así lo hizo mientras yo también volvía a ponerme la ropa, luego le di unos cuantos condones y le dije que volviera a contarme que tal le fue con su novia.

Él todo sonriente dijo que sí y se marchó feliz, mientras que yo solo me volví a masturbar para poder quedar complacida.

Bueno eso sería todo por hoy, si quieren que siga con mis relatos me lo dicen en los comentarios, hasta otro día.