EL HOMBRE DEL SUPERMERCADO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ese sábado por la tarde nos fuimos a un supermercado, la verdad era que no habíamos planeado nada, solo íbamos a hacer mercado, comprar cosas para la casa, ella iba vestida con una camisa vaquera a cuadros y una licra blanca que le marcaba todo, no le dimos importancia a eso ya que la camisa le llegaba a media pierna y le tapaba.
Me había ido a otro lado del supermercado, cuando regrese llegue por el lado contrario a donde ella estaba, ella escogía algo que estaba a nivel del piso y estaba agachada, a mitad del pasillo había un hombre como de 45 años extasiado mirándola igual que quede yo mirándola a ella en esa posición y al hombre que estaba embobado mirándola, ella tiene unos labios vaginales gruesos que se marcaban en la lycra además esta era medio traslucida así que se le notaba muy bien toda su concha.
Esos pocos segundos de esa situación fueron electrizantes para mí.
Me fui a otro lado la llame al móvil y le conté lo que vi, le dije que yo no me iba a acercar a ella para ver qué pasaba con ese hombre o con algún otro. Me conto que no se había dado cuenta del hecho, pero que como ahora sabia cual era el hombre que se había quedado mirándola iba a estar pendiente por si el se le arrimaba seguirle mostrando, le dije que puta eres. Ella siguió comprando cosas y yo podía estar mas cerca sin despertar sospechas que era su marido. El señor la estuvo siguiendo por todos lados ella como ya lo había identificado cada vez que podía se agachaba como a mirar algún producto y mostrándole el lo que se insinuaba debajo de la lycra, cuando ella veía que estaba cerca se hacia la distraída y cerca al carrito se alzaba la camisa y se le veía ese bulto vaginal ummmmmm de solo acordarme la escena me excito, porque el hombre a penas la veía se sobaba la verga.
Una escena en la que ella de espaldas al señor se levanta un poco la camisa y se le veían esas nalgas por encima de la lycra ummmm como tenia tanga se veían esa dos bolas de carnes bien provocativas tanto que el hombre no se aguanto y se arrimo por detrás, ella me cuenta que con la disculpa coger un producto y se le pego, me cuanta que cuando el estuvo cerca sintió como un escalofrío, pero que cuando se pego del todo no sabe como hizo para contener un gemido de satisfacción, me cuenta que se le sentía una verga grande, ella se quedo quiete y el hombre estuvo pegado como 10 segundos, ella me cuenta que el hizo algunos movimientos para sobársela por las nalgas.
Ella siguió dando vueltas por el super y se detuvo a coger una caja de cereal y se puso a leer la información y este hombre se le volvió a arrimar cogió una caja y le dijo que esa era mejor pero al mostrarle algo de la caja lo que hizo fue sobar con la mano las tetas de mi mujer, ella me cuenta que se estremeció un poco y ya la excitación hizo que comenzara a humedecérsele y ponérsele duro los pezones, el sobo varias veces su mano en los senos de mi mujer, siguió el recorrido por el super y volvió a agacharse cuando vio que el hombre estaba a mitad del pasillo y a mi se puso como cuerda de violin y me imagino que al hombre también, a mi mujer se le notaba un hilito de humedad en la raja. Después de un buen rato mi mujer se puso a revisar la lista de lo que iba a comprar y el hombre se le arrimo yo no vi lo que mi mujer cuenta que sucedió, el se arrimo y disimuladamente le toco la concha con el dedo, ella se retiro un poco pero el señor volvió a rrimarsele y se puso a conversarle y a preguntarle cosas hasta que se decidió y volvió a mandar la mano disimuladamente a la concha de mi mujer, como ella estaba a mil se quedo quieta y me cuenta que no sabe como resistió cuando sintió el dedo del señor presionando fuerte la raja, fueron segundos, pero ella me cuenta que le parecieron eternos y delicioso.
Siguieron en ese juego del supermercado, el hombre ya no se separaba de ella, mi mujer me llamo al móvil y me conto lo sucedido y le dije devuélvele la caricia, la muy puta me hizo caso, se fue hacia un pasillo que estaba solo y se quedo ahí un rato mirando algunos productos y casi que enseguida apareció el hombre que se le arrimo y mi mujer le pregunta algo se pega a él y baja la mano y le agarra el paquete, ella me cuenta que en ese momento se estremeció al sentir lo grande que tenia la verga el hombre. Además hicieron algo que no me pareció normal se despidieron de abrazo y creo que duro un poco más de un abrazo de despedida, ella me cuenta que le dijo que ya había terminado y que el esposo había llegado y que se iría, el le dio su número telefónico para que lo llamara. Cuando llegamos a la casa tuvimos sexo en todas las formas, como cosa rara ella inmediatamente llegamos me pidió que la penetrara.
Como todo no puede ser felicidad, ella comenzó a adular la verga del hombre, cosa que me hizo sentir incomodo, me decía que se imaginaba ensartada por esa verga descomunal y eso se volvió tan repetitivo que era motivo de discusión constante, hasta que yo con ira le dije bueno cuadra una cita pero adviértele que yo voy a estar viendo. Ella se ofusco diciendo que era una locura, al final convenimos manejarlo como una fantasía y que trataríamos que fuera una sola vez y nada más.
Ella llamo al señor y se pusieron de acuerdo para ese sábado por la tarde en el mismo supermercado, ella se puso un vestido de algodón sin nada debajo, la parte superior es ceñida al cuerpo lo que le marca sus senos y sus pezones y abajo es una falda suelta, no se puso ropa interior, cuando se encontró con el hombre este venia preparado, traía un bombacho de sudadera ancha y una camiseta, se abrazaron como dos viejos amigos, mi mujer me cuenta que se pego fuerte a él al sentir semejante verga rozándole su rajita, que aunque no la tenía bien parada se le alcanzaba a meter por entre las piernas y rozarle su concha, que se sentía en las nubes y que no quería desprenderse. Ella me cuenta que al hombre casi le da un desmayo cuando le conto el plan, que el jamás se había imaginado tener sexo con una mujer y que el marido estuviera viendo, pero mi mujer se dio las mañas y lo convenció, se fueron al apartamento, nos tomamos unos tragos como para destensionar el ambiente y entrar en confianza, lo raro era que no tocábamos el tema y nadie decidía comenzar, hasta que la puta de mi mujer se le ocurrió decir que el hombre era un gran bailador y que le iba a enseñar, puso música y saco a bailar al hombre y se le pego, el tal vez por efecto del alcohol se desinhibió un poco y se pego a mi mujer, la arrechera que me estaba dando a mi hacia que me sobara con fuerza mi verga.
En el siguiente disco mi mujer fue más lanzada le metió mano dentro del bombacho de la sudadera y le saco la verga y ella se levanto la falda y vi como se estremeció al sentir ese trozo de carne entre sus piernas, yo no me aguante y saque mi verga me pare y me pegue a mi mujer por atrás y le levante completamente la falda, era una locura en ese momento. Hubo una sensación extraordinaria que sentí que es indescriptible y fue sentir la verga del hombre tocando mi verga y ambas humedecidas por los jugos de mi mujer, las dos vergas entre sus piernas como peleando por el hueco fue increíble. Mi mujer insinuó vamos para la cama y fue como una orden nos fuimos al cuarto nos desnudamos los tres al tiempo y ella pidió que nos quedáramos parado y comenzó a lamer nuestras vergas, en ese momento me di cuenta que realmente era una verga descomunal la del señor, que hacía ver la mía muy chiquita a pesar que no lo es.
Mi mujer se dio deleite lamiendo las dos vergas y ahí volví a sentir la sensación rara al tocar las dos vergas, me estaba inquietando algo con eso ya que era placer el sentir la verga del hombre tocando la mía, mi mujer se acostó en la cama jalo al hombre para que se acostara y se pusieron en una posición de 69 el hombre le lamia toda la concha a mi mujer y se bebía sus jugos y le tocaba el ano con los dedos, mientras ella chupaba y lamia esa verga descomunal. Mi mujer dijo no aguanto más y cambio de posición y se fue sentando en esa verga que se veía que le entraba con dificultad, en ese momento a mí se me ocurrió echarme saliva en la mano y comenzar a untársela en la verga al hombre imaginando que mi mujer estaba sufriendo con la penetración, es algo que no puedo describir con palabras al agarrar la verga del hombre la sensación que sentí, mi mujer dio un gemido de placer tan profundo que me di cuenta que lo estaba disfrutando al máximo, con la humedad de sus jugos y mi saliva ella fue sentándose mas y mas hasta tenerla toda adentro y uffffffffffff como se movía esa mujer, el hombre le manoseaba los senos la tiro contra él y la besaba y mi mujer movía esas caderas y esas nalgas que casi me hace venir.
Al ver ese culito me aproxime y le puse mi verga en la entrada y se la fui metiendo, sentí como ella se estremecía signo inequívoco que tenía un orgasmo y fue bien fuerte porque duro varios segundos temblado gimiendo y pidiendo más, mi mujer se paro y se acostó boca arriba yo me le acosté encima y le clave mi verga por su vagina que estaba bien jugosa, ahí hubo una sensación rara y grata nunca pensé que me fuera a gustar esta situación, mi mujer había levantado las piernas y las cruzo por mi cintura y yo estaba en el mete y saca cuando sentí la verga del hombre primero rozar mis pelotas después rozarme entre mis nalgas, el busco el hoyo de mi mujer y se la enterró lo sentí y además el estremecimiento de mi mujer lo denotaba, el hombre se sentó y se fue acomodando debajo de las nalgas de mi mujer pero además con sus manos tocaba mis nalgas y su dedo pulgar como distraídamente se metía entre ella y tocaba la entrada de mi culito, yo en esa locura de lujuria lo que sentía era un placer inmenso y por eso no lo rechazaba, hasta que presiono fuerte y me penetro con el dedo en mi culito, no sé, sentí que mi verga se puso más dura, me quede quieto, pero los movimientos de mi mujer hacia que el dedo se moviera dentro de mi culito y después era el hombre que lo movía, esa sensación de tener a mi mujer clavada, sentir como la verga del hombre estaba en el culo de mi mujer y su dedo en el mío
Me volvió loco de placer que iba a explotar pero mi mujer dijo paren, se puso de pie y comenzó a lamer las dos vergas y nos hizo explotar al tiempo y después con la cara toda untada de la leche de los dos, y con parte de ella en su boca nos beso al tiempo y ummmmmmmm no sé que me paso pero ese olor a semen hizo que la besara con más fuerza el hombre también y el paso su lengua por mis labios eso me hizo estremecer pero no lo rechace porque fue una sensación extraña nueva y deliciosa y terminamos los tres acostados en la cama exhaustos y a mí me quedo el recuerdo placentero de mi primera experiencia homosexual.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!