El Incubo del Internado 25
Jay se sigue acercando a las familias, ganándose un lugar en medio de ese huracán de lujuria sin limite….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
Capitulo 25
Tras esa experiencia, la señorita Marón entendió un poco mejor lo que realmente pasaba en la escuela, de hecho se haría muy apegada a mí, como si eso fuera a salvarla de lo que ocurría, cuando no había quien le rescatara de mis deseos, así que comencé a manosearla a mis anchas cada que podía u algo más, igual que otras maestras, quienes en veces me buscaban, por otra parte la linda Elisa ahora no dejaba de verme con cara de enamorada que era difícil de tratar; por otro lado la construcción del gimnasio estaba en curso, bastante bien cabe decir, ahí pude notar que otra de las familias se hacía presente, Las Tarántulas, quienes parecían aprovechar todo lo que ocurría para hacer negocios, aunque más parecía una operación de lavado de dinero, no me importaba, mientras ellos estuvieran en sus asuntos y dejaran a los demás fuera, o eso pensé pues me tocaría ver a la líder de esa familia llegar para platicar con la directora, quien se manejaba con una mezcla de emociones diversas, al parecer eran viejas conocidas, su reunión duro un par de módulos, en los que apenas me di cuenta de su presencia, porque la vi entrar como por eso de las 9:00 am, mientras yo hacía mi trabajo, para verla irse después de las 11:00 am, todo iba tranquilo, si acaso me tope con la doña y está en su humor me dijo:
¿Sabes quién es esa mujer? – cuestiono la doña.
Ni idea – respondí confundido.
Carajo, si no tiene cuerpo seductor, tú no te fijas ¿verdad? – dijo la doña enojona.
No es eso, es la primera vez que la veo – advertí sinceramente.
Que no eras ya importante con las familias que mandan en la ciudad – cuestionó la doña.
Pues relativamente, pero no soy parte todavía, no me han presentado formalmente, y sólo tengo tratos con los cuervos o los búhos, evito a los carneros – aclaré sincero.
Ya pues, sigues limpio, bien esa mujer es la actual líder de las Tarántulas, y es de temer, no puedes pagar nada en esta ciudad sin que se dé cuenta, todo lo económico le incumbe a ella, es un enorme dolor de culo, así que ten cuidado, aparte es de las que te hubieran pagado mejor por una reliquia, aunque parece que no le interesan tanto, es problemática – me dijo la Doña.
Yo apenas y silbé para darle la razón a la vieja, y me dispuse a seguir con mi trabajo, que si bien, este nuevamente tendría un incremento, pues las celebraciones navideñas se acercaban y para comenzar se empezarían con las decoraciones, también arreglar un salón para obras, sin contar que se realizaría una gran fiesta como en Halloween, por lo que sería convertido en obrero nuevamente para los preparativos, no me importaba, era mejor eso a pasarla como fue el año pasado, antes que trabajara en la escuela, todo abría comenzado en la biblioteca:
Qué situación, pues sólo entré a esta para toparme a Brandy subida a una escalera, dejando ver como su panti quedaba entre sus redondas nalgas, trataba de mantenerse quieta, porque la escalera estaba por caerse, llegué en buen momento tanto para verla expuesta como salvarla, y una vez abajo, la sometí, ella por costumbre se quiso quejar, pero no le servía de nada:
Que haces, estás loco – me dijo con desespero.
Pero no podía contenerme, a ella le había dejado de lado por mis juegos con otras, así que empecé a sentir su esbelta figura, la sometía mientras liberaba mi herramienta que quedaba justo entre sus carnosos muslos.
Después de mostrarme lo que tienes no te vas libre – le decía invadido en lujuria.
Apenas le dije eso, le saqué las bragas no sé porque pero usaba un vestido de esos que parecen suéter, iba con unas botas, pero no me importaba, pronto la empine para exponerle el culo y ensartársela en su caliente vulva, con ferocidad, ella se quejó un poco, sin embargo no hizo nada, así que mis caderas se movían de un lado a otro, disfrutando del cuerpo de la mujer, Brandy pronto se quedó callada, o más bien conteniendo sus gemidos, pues afuera unos alumnos tenían educación física, por mi parte veía como se apoyaba con el librero para soportar mis envestidas, y debo decir siempre fue una caliente, seguramente estaba muy excitada porque sabía que le haría algo, pues la directora le indicó que debía adornar ese mismo día la biblioteca, así que me mandaría a ayudarla, por lo que cuando se le ensarté, mi estaca entró sin problema, de hecho resbalaba por los chorreantes jugos que salían de su vagina, sin duda eso deseaba la bibliotecaria, lo estaba gozando, pero quería sentirla por completo, así que alcé su vestido hasta alcanzarle los pechos, continúe el juego un rato más, porque el tiempo no era mi aliado, pronto podría entrar alguien, así que entre tanto juego se la dejé ir, soltando todo mi jugo, casi al mismo tiempo que ella tenía su orgasmo.
Después de eso la ayudé con los adornos, de hecho prácticamente me subí a los libreros para acomodar algunas cosas, terminamos rápido, luego seguí con mis actividades cotidianas, o casi, de hecho en esos días fui notando algo, Tesi dejaba de ser tan melosa conmigo, suponía que Simón estaba acercándose a ella, pero luego me daría cuenta que no era tal cual así, la tenía muy vigilada por lo del accidente del cine, de hecho también tenía en corto a Steve, a quien pronto descubrí que “molestaba” a una niña, me imagino que usaba su medallón con ella, pero por alguna razón no quise meterme en ese asunto, las fiestas eran más importantes, pues su influencia detenía el actuar del incubo, o casi, era sorprendente ver como las estudiantes hacían lo posible para seguir coqueteando, sin embargo, un buen día nos darían el aviso de que la escuela cerraría un fin de semana por culpa de la construcción del gimnasio, así que todos los alumnos debían quedar fuera, si acaso yo tendría que ir para dejar la llave a un encargado, lo cual no me molesto, pero me dejó en el aprieto de donde quedarme, pues aunque mis hermanas podrían ir sin problemas al departamento de mi tía, yo era otro asunto, aparte que no podía dejar a Blacky ahí, en eso estaba pensando cuando Giby al verme tan pensativo me pidió que las invitara a comer a la gran plaza que frecuentábamos, por suerte las grabaciones que mande me habían dejado un dinero extra, así que estaba sobrado para darles ese gusto, fuimos a la zona de comida, cada una quería algo distinto, así que para variar, les consentí, Giby quería algo de pescado, Tesi pollo, por mi parte fui a un local donde tenían para escoger arroz con 2 guisos distintos (no siempre como chatarra) todos disfrutábamos la comida cuando alguien “misteriosamente” se acercó al vernos, aunque en realidad no venía solo:
Hola muchacho, veo que estas bien acompañado, te importa si nos unimos – decía el abuelo de Tea, que para variar llegaba bien vestido.
En ese momento, mis hermanas me miraron confundidas como diciendo ¿Quién es él? Pero la pronta llegada de Tea aclaró todo:
Abuelito, ¿Dónde te metiste? – decía Tea quien vestía aun su uniforme y llamaba la atención.
Tranquila niña, mira a quien encontré, que coincidencia – se burlaba el viejo.
¿Coincidencia? – nos burlamos tanto Tea como Yo al unisonó.
Oh, qué lindo, ya se están sincronizando, eso es bueno – decía burlón.
Como si a alguien pudiera engañar con eso, Giby por suerte le cayó un poco bien Tea, aunque al principio a Tesi, no le gusto la idea, el repentino alejamiento que tuvo conmigo ahora servía para que se llevara bien con mi nueva novia, sin perder tiempo, nos sentamos todos, que cosas, el viejo también fue al mismo puesto que yo, mientras que Tea pidió una mini pizza con los mismos ingrediente que a mí más me gustan, comenzamos a charlar, de banalidades por las fiestas que estaban llegando, era si bien el cuadro de una “familia común”, aunque de hecho ellos presumían de muchas cosas, lo cual desanimaba a mis hermanas, quienes seguramente la pasarían con mi tía, mientras yo tendría que ver donde me quedaba, sin duda no era algo agradable pero repentinamente Tea añadió:
Ustedes nos van a acompañar ¿verdad? – dijo como si fuera algo natural.
Eh, todavía no estamos casados o algo así ¿sabes? – respondí extrañado.
Sí, pero pronto se hará la reunión que te decíamos, así que será oficial, ustedes serán parte la familia, Darling – dijo con un conqueteo énfasis en lo último.
La pequeña Giby se puso roja de emoción, hasta ahora las maravillas que contaba el abuelo y la chica de fiestas lujosas eran un pequeño martirio, pues las veía lejanas, eso último le dio esperanzas, así que me vio detenidamente.
Tal vez suene estúpido, pero ¿nadie dirá nada por eso? – cuestione esperando cierta respuesta.
Recuerda en que ciudad estás viviendo muchacho, aparte que tenerte en casa será como mostrar que tenemos nuevo león, y tus hermanas serán respetadas por todos – se burlo el viejo.
Bien, por mi no hay problema, pero ustedes niñas que dicen – y vi a ambas.
Yo si quiero ir – indicó Giby emocionada.
Yo no tengo problemas, aunque no sabía que así se hacían las cosas aquí – indicó Tesi inquieta.
¿Por qué lo dices? – pregunté.
No, es que, bueno, hermano, han pasado cosas, muchas, dime, te molestaría si empiezo a salir con alguien más, te quiero mucho pero, hay no se últimamente un chico me llama la atención, hasta lo sueño, en serio que hasta eso me da miedo, porque a mí me gustan los chicos como bueno, tu o Steve y este es algo – decía tesi nerviosa.
“Enclenque” – dije pensando para donde iba el asunto.
¿Cómo lo supiste? Bueno, es alguien que conoces, sé que no es malo pero no te llega, aunque tampoco es que sea feo – decía nerviosa Tesi.
Mira, no tienes que forzarte, ya me lo dirás después, confiaré en que si pasa algo me lo contaras, lo sabes, estamos juntos en esto – dije casi paternal.
Gracias hermano, mira que no habías usado esa frase desde hace un año, después de que mamá nos abandonó, aunque dejaste de decirla cuando terminaste perdido unos días antes de navidad – señaló Tesi un poco nostálgica.
No me lo recuerdes – dije con un tic en el ojo.
En ese momento Tea se acercó a mis hermanas para hablar con ellas, “cosas de chicas” y por mi parte el viejo se acercó para decirme de cerca del porque mi actitud:
Y bien ¿Qué te pasa? Porque esa actitud no es propia de ti – decía con actitud crítica.
Sabe guardar un secreto – respondí serio.
Si – respondió el viejo.
Yo también – agregué molesto.
Vamos, ahora prácticamente seré tu abuelo, puedes contarme ese tipo de cosas, más si son cachondas, además que es mejor saberlo, para evitar problemas, porque imagino que no querrás involucrar a tus hermanas en este perverso mundo de lujuria – añadió el viejo.
La verdad es que ellas ya han sido algo corrompidas – dije inquieto.
Lo hiciste tú – cuestionó de no muy buen humor.
Sí, pero no lo volveré a hacer, el hijo de los cuervos me lo advirtió – aclaré firme.
Perfecto, me ahorro explicaciones, pero dame la tuya, que siento que será interesante – dijo el viejo algo divertido.
Mejor, le cuento entonces…
Esta parte de mi vida no era muy conocida, le mencioné que gracias a mi beca pude sostener a mi familia antes, pero la perdí por culpa de mi padre, y mi madre estuvo saltando de relación hasta que se marchó, de hecho fue por esos días, en que perdíamos la esperanza que ella volviera que las cuentas se amontonaban, cuando me decidí a buscar trabajo, pero no me alcanzaba para nada, aparte que no me querían contratar, o casi, por suerte gracias a mi altura y musculatura me entré de portero en un antro, aunque tuve que mentir por mi edad, así me dediqué a sacar borrachos, cuando tuve la desgracia de conocer a un tipo que me ofreció mejor paga, desesperado y estúpido acepte, volviéndome un matón de un idiota que deseaba vender droga, por lo que me vi envuelto en el crimen, aunque no totalmente, sólo era un guarura que cuidaba de su jefe, pero ignoraba de donde salía el dinero, ahí de hecho aprendí muchas mañas bastante malas para pelear, así mismo me mantuve en forma, pero eso no duraría mucho, al parecer tuvo una gran venta, por lo que festejo, fuimos a un prostíbulo, uno de lujo, donde las mujeres eran realmente bellas, ahí nos contrató a unas putas, y que decir, me eligió una bella mujer de aspecto medio oriental pero con un cuerpo de infarto, sólo usaba unos tacones de punta, con una falda que no escondía nada, una panti negra era fácilmente vista, con la forma de su vulva, su ombligo tenía un percieng, y un top apenas cubría sus inmensas tetas, casi de inmediato fuimos a un privado, donde bailo de forma sensual para mí, pronto se me “levantó el ánimo”, ya quería contratarla para algo más, cuando al sacar un billete ella bajo, lista para un trato especial, bajo mi cierre, sacó mi herramienta, pronto mi virilidad desapareció en sus carnosos labios, y su lengua jugo de una forma que jamás soñé, su movimiento era lento pero intenso, sentía que se me iba la vida, en todo momento me miraba a los ojos con intensidad, aunque no sabía si podría durar ante ese manejo, pues parecía que me sacaría la leche en cualquier segundo, ya quería pasar a otra cosa, me urgía intentar algo más, en especial que usara sus enormes tetas para masturbarme, pues estaba encandilado con estas, deseaba sentirlas, cada vez que se metía mi verga mis bolas golpeaban su barbilla, quería alcanzar los muslos, metérsela de tal forma que gimiera, estaba en eso, demasiado concentrado cuando…
¿Qué paso muchacho? – decía el viejo emocionado.
La desgraciada me iba a morder, casi me deja inconsciente del dolor, supongo que quería robarme, de hecho le di un buen golpe tumbándole 2 dientes y me largué de ahí, le comente a mi jefe de ese entonces lo sucedido así no tuve problemas, aunque la desgraciada me pego algo, gaste mucho de mi dinero en el médico, por eso me perdí unos días de casa, por suerte quedé fuera porque el resto de la banda en mi ausencia acabo a mitad de una pelea donde a todos los llenaron de plomo, y me fui del tema, pero por ello no me gustan las mamadas…
Vaya no sabía que tenias esa experiencia, esto me ayudará, jejeje – se burló el viejo.
Estaba por decirle algo más al viejo, no se me hacía gracioso, aunque en ese momento alguien más llegó, dirigiéndose al anciano más que a mí.
Tiempo sin verte viejo búho, me enteré que estas buscando remplazo – era una mujer con un dije de araña en su saco.
Ah, eres tú, más bien ya encontré a quien dejarle mi puesto, este de aquí es Jay, será quien tome mi lugar – dijo el anciano con cierto orgullo.
No es realmente de tu familia y le vas a dejar el mando – cuestionó la vieja.
Lo mismo pasa contigo y nadie se queja – respondió el viejo.
Bien, disculpa, no estoy de buen humor, ya sabes es esa época del año, en realidad necesito tu ayuda, cosas en la telaraña, como odio esas frases pero sirven, aunque antes aclárame algo, la secta esta activa ¿no? – dijo la tarántula con fastidio.
Si, en la fiesta del carnero, aunque uso la casa de un miembro de los lobos, se metieron algunos sectarios, están activos – advirtió el viejo.
Ya veo, y creen que con esas estúpidas reliquias se salvaran – cuestionó la mujer.
Pues los lobos mandaron una advertencia de las que tú conoces y les llegó por respuesta una cabeza cercenada – dijo con toda calma el viejo.
Ya veo, escuche que ustedes tienen algunas, o me equivoco – cuestionó la tarántula.
No exactamente, las tiene Jay, por eso pagué con mi nieta, que aparte está encantada con su nuevo compromiso – se burlo el viejo.
Bien, tal vez quiera hacer negocios contigo ¿Jay? Dime ¿te gusta la carne fresca? – cuestionó la mujer con cara aterradora.
No es muy distinto a nosotros – aclaró el viejo sonriente.
Si hago una alianza contigo muchacho, nos apoyaran también ustedes ¿búhos? – dijo con fastidio la señora viendo al anciano.
Depende del trato, ¿Qué darás? – dijo el viejo sin dejarme hablar.
Qué te parece si por “protección” te doy a mis 2 pequeñas bastardas, a fin de cuentas quien heredará la casa será la hija de mi hermano, el estúpido que se largó, sabes de ella ¿no? – dijo con total frialdad la mujer.
Jejeje, se dé que hablas, me tomó tiempo, ya las eh visto, a mi no me pudiste esconder su identidad, pero eso lo decides tu “hijo” – alegó el viejo con malicia.
Sólo una pregunta, a cualquiera de los 2, ¿las conozco? – cuestioné finalmente.
Lo ignoro – dijo la tarántula indiferente.
Si – dijo el viejo confiado.
Bien, que tengo que hacer, a quien le rompo la cara – indiqué mientras me tronaba los nudillos.
En eso estábamos cuando la charla se interrumpió por la voz de tea quien decía, y con esto entendí lo que pasaba con ellas.
“Simón” – dijo sorprendida Tea.
Después de eso la mujer aprovechó para retirarse, tan fugaz como había llegado, apenas y dijo un adiós, sin siquiera vernos, yo aproveché entonces para ver qué pasaba con mi hermana, era tal como lo imaginé, aunque había algo extraño, por Tea me enteré como ese muchacho ya había empezado a acercársele, sólo unos cuantos, hola o cualquier tontería, sin embargo el impacto que causaba era extraño, pues hasta lo soñaba, lo veía en todas partes, ese bobo, sospeché que estaría usando la Daga para atraer a mi hermana, aunque era mejor él a Steve, que prácticamente la quiso violar en pleno cine, después arreglaría cuentas con él, seguimos con lo nuestro, acabada la comida el viejo y Tea se fueron por su lado, nosotros volvimos al internado, más no me imaginaba que era vigilado, una vez en la escuela las niñas arreglaron sus cosas para irse con mi tía, los preparativos empezarían el siguiente día, así que la escuela estaba algo vacía, creo que Marón y yo seríamos de los pocos miembros del personal presente, durante la noche hice mi rondín, aunque estaba cansado, pero no por nada me tocó quedarme, alguien se metió brincando una barda, imaginé que sería un ratero, apenas me di cuenta porque Blacky reaccionó, todavía no terminaba de crecer, pero imponía, nos topamos con un tipo vestido en negro con ganas de problemas, y aunque me costó trabajo, pues traía un cuchillo que si sabía usar, después tuve que cocer mi camisa por los cortes, pero no me asusté y le di una buena paliza que apenas aguantó, aunque este huyo, no se lo iba a permitir pero repentinamente sacó un revólver y me disparó, con la mala fortuna que le dio al perro, pues le mordió la mano de manera sorpresiva, por suerte el arma era de salvas, aunque al día siguiente preferí dejar a mi amigo canino en la veterinaria porque se veía maltratado, así más tranquilo vería donde me quedaba, claro que reporté esto a las autoridades, quienes revisarían lo que pasaba en el área, por mi parte, como iban hacer ciertas obras del gimnasio guardé algunas cosas, entre ellas las 2 reliquias que aún tenía (el muñeco del esclavo y la botella de súcubos) y pensé en irme a un hotel, pero que sorpresa la mía cuando alguien me ofreció asilo, donde podría pasar el fin de semana, una casa en un buen fraccionamiento cercano a la escuela y la gran plaza, un lugar agradable con un enorme parque enfrente, aparte que el lugar tenía 2 pisos, vaya casita que poseía la Directora Kim, mi salvadora. Entré un poco nervioso, pero ella fue cortés, su hija se portó bien conmigo, como veía que me llevaba bien con su madre se portaba como un angelito, casi había olvidado que yo la había desvirgado, pues me dedicaba unas miradillas pérfidas, extrañas en una menor, todo iba muy bien, pensé que me dejaría un cuarto de visitas, aunque en verdad sólo lo use para dejar mis cosas, pues la mujer tenía otros planes, no pasó del primer día en que hiciera 2 trabajos, primero por gratitud realicé algunas reparaciones, y en la noche cuando la niña dormía, Kim sacó una botella de vino, se puso a beber, yo la acompañe sabiendo como terminaría todo, pues comentaba cosas que pasaron en su matrimonio, un marido realmente abusivo que poca atención le puso a su familia, cuando ella necesitaba atención o cariño, así como pasión, ya divagaba un poco cuando la tomé entre mis brazos, la llevé cargando hasta su cuarto, la dejen en su cama, ella traía una bata y un fino camisón, la primera prenda se la quite antes de llevarla y la segunda fue cayendo lentamente.
La deje en la cama y sin pensarlo 2 veces me desvestí, quedando como llegué al mundo, mi verga estaba tomando fuerza, así que fui a disfrutar del cuerpo de Kim, la bese en los labios, mientras podía probar su saliva mesclada aún con algo de vino, el camisón fue bajando, y como me había acostado de lado podía verla perfectamente, durante nuestras caricias fui disfrutando de sus forma, primero su busto, el cual acaricie, logrando que dejara salir los primeros gemidos de la noche, seguíamos cambiando besos mientras mis manos alcanzaban su vientre, su suave piel era un placer que disfrutaba, pero eso terminó cuando pude sentir el elástico de su pantaletas, jugué con su prenda, mientras acariciaba a su alrededor, sobaba sus muslos, tentaba su culo, no podía más que gozarla, y no sabía que me embriagaba más si sus labios o el perfume de su cuerpo, sin dudarlo me apoderé de su vulva, jugando con mis dedos entre su abertura al tiempo que manejaba su clítoris, ella comenzaba a gemir más fuerte, no quería que Laila viniera a ver, así que la besé con pasión, esperando callarla un poco, y al hacerlo nuestras lenguas se entrelazaron, no sé cuánto tiempo duramos con ese juego, pero logré que se corriera, después le saqué su camisón junto a sus pantis, quedando completamente desnuda, así estaba sintiendo sus muslos contra mi palpitante miembro, tanto fue mi morbo que sin pensarlo, apunte y clave en un solo empujón, no sabía cuántas veces me había cogido a esa mujer hasta ahora, pero no me importaba, ella al sentirme dentro gimió de forma sonora, así la fui embistiendo con un ritmo cadencioso, pero quería acomodarme mejor, así que abrí sus piernas para ubicarme frente a ella, seguirla besando, sentir sus pechos, su contacto con el mío era precioso, sentía su calor, su sudor, mientras nuestros cuerpos se rozaban, mi miembro entraba hasta el fondo de sus ser, sus jugos mojaron la cama, sus piernas me abrazaron por la cintura, yo la atrapaba entre mis brazos, deseando sentir cada parte de su cuerpo, metiendo mis dedos entre sus muslos, jugando con su culo, sobándolo más no penetrándolo:
Si así, sigue más – decía kim en mi oído.
Así te gusta verdad – decía yo.
Si, sigue – respondía Kim.
Continuaba con mi juego, disfrutando de su cuerpo, para ese momento su interior se amoldó a mí, no podía negarlo, era mía, no habría nada que no pudiera hacerle que me negara, en este momento se la metía con tanta pasión, más porque era el cuarto donde seguro concibió a su hija, una pequeña preciosidad que dormía a una pared de distancia, que diría si me viera cogerme a su madre, aunque a esta también le había disfrutado antes, por culpa de un espectro, pero que sería si me viera en estas circunstancias, el sólo pensarlo hacía que mi lujuria creciera, logrando que embistiera con más fuerza a kim, quien gozaba excitada, estaba en eso cuando pude notar uno pequeño movimiento, era la niña, seguro nuestra acción nocturna la había despertado, así que desde la puerta se puso a fisgonear, eso era la cúspide del morbo, me cogía a la madre mientras la hija nos miraba escondida, con más fuerza y velocidad embestí a la madre, logrando que ella gimiera como puta barata, su cuerpo se agitaba de forma sensual, mientras ella se quedaba perdida entre las penetraciones y el alcohol:
Sigue así, no voy a aguantar más – dijo entre gemidos.
Yo también voy a acabar – dije sintiendo mi leche por salir
No sé cómo pasó, pero en ese momento fue como si mi mente se nublara, sentí algo parecido a varias corridas al mismo tiempo, incluso me corrí como no me había pasado antes, kim por su parte se agito como si le pasara lo mismo, su gesto siempre tan elegante se rompió para revelar uno perdido en el placer, también tuvo un orgasmo múltiple, finalmente me quedé cerca de ella, acostándome para dormir, y ella se acurrucó a mi lado, mientras notaba como la puerta ligeramente abierta se cerraba, el show terminó, con ello la pequeña se marchaba a dormir…
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