El Incubo del Internado – Nueva Sangre 02
Brat sigue buscando el secreto del placer que esta oculto en el internado, aunque no aguantará mucho tanta excitación….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
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Estoy de vuelta, Brat para los compas, aunque ya lo saben, me llamo bartolomeo, pero ni quien quiera decir algo así, como sea, desde que descubrí un acceso a una especie de pasaje secreto para una especie de pasaje entre los muros de la escuela, me di cuenta que podía ver por varias partes sin ser descubierto, por ello me dediqué a buscar todos los accesos posibles, descubriendo para mi gusto que la escuela tendría al menos una docena de esas entradas, y lo mejor una estaba en la arboleda junto al jardín de los dormitorios, por lo que podría escabullirme cuando quisiera, y llegaría a ver toda clase de partes, desde baños a cada salón que quisiera, lo cual sería un gusto que nadie me iba a quitar, pues era evidente, que el director era una bestia en cuestión de sexo, y no se le escapaba ninguna, si prácticamente tenía un harem. Lo descubrí al principio cogiéndose a mis Holly, caramba, verla cogiendo con solo unas medias fue un gusto que me hizo soñarla por unos días, no me concentraba en su clase, quería cogérmela, pues es la maestra más sexy de la escuela, una mujer de cabello negro, algo ondulado, con un cuerpo de infarto, tetas grandes, cinturita, un culo de campeonato, aparte que al hacer ejercicio usaba unas mallas demasiado ajustadas, no dejando nada a la imaginación, solo lo que podía darme cuenta era del director Jay, quien la gozaba libremente, de hecho le escuchaba decir su nombre con un gusto que muchos quisieran, mientras la embestía, dejándola desnuda, haciéndole todo lo que muchos soñaban, lamerle, chuparle los pechos, mientras se la encajaba hasta el fondo, sintiendo cada parte de su piel pegado a sí mismo, ah, qué envidia.
Por otra parte no era la única, otra de las mas sexys era miss Sage, una riquísima castaña clara con tetas, quizás un poco caídas, pero de buen tamaño, con una forma apetecible, con un rostro que dan ganas que te la chupe con su lengua juguetona, y todo donde debía tenerlo, días después al revisar me di cuenta que también era su esclava sexual, siendo exacto, sería la siguiente en descubrir en un delito sexual, lo considero así porque no comparte, nos la robó a todos, maldición. Los hallé después de cursos en el salón de música cogiendo de manera impresionante, le estaba dando con todo, hasta hacerla correrse, mientras me daba cuenta, algo había entre ellos, pues no dejaban de hablarse, mientras le daba con furia, parecía entregada a todo lo que este dijera, era una tortura, como quería estar en su lugar, metiéndole la verga hasta el fondo a la preciosa maestra, mientras sus tetas se restregaban contra su pecho, haciendo que esta gimiera con fuerza, pues parecía ansiosa por que el hombre la tomara como suya, su puta personal, en verdad que envidia, ella le clavaba las uñas como si le urgiera que le diera hasta quedar tirada, mientras le dominaba por completo, y carajo, estaba haciendo un sonidito tan rico, mas cuando le llenaba la concha, que también la tenía depilada, auh, eso duele mucho y tan puritana que se ve, pero al final acabo con la concha llena, diciendo toda clase de cursilerías.
De igual forma, aunque no me tocaría verla por las miras, fue que supe que otra a quien se cogía era la prefecta, eso me resultó casi increíble, en especial porque la tomó en los establos, maldita sea, la sujeto de la cintura para metérsela toda, no sé como lo hace el director, parece una bestia, porque les da con furia, les sacaba la ropa casi arrancándoselas, dejando todo de lado, ellas se dejaban hacer con toda libertad, y cuando esos coños estaban a su alcance, le encajaba la verga hasta levantarlas sin problemas, y a Miss Kim, wow, era difícil de creerlo, pero estaba cargándola con la verga y era increíble, porque ese precioso culo era de campeonato, nunca la vi con ganas, pero ahora que se la estaban cogiendo frente a mis ojos, o casi, yo estaba escapándome de las clases cuando me escondí en el establo, y la prefecta se fue a bañar cuando llegó el director a interrumpirla, pensé que vería algo genial, pero fue mucho mejor, pues apenas se iba a desnudar cuando llegó a reclamarla, haciéndole de todo, era genial, porno en vivo, lo cual no me dejaba de parar la verga, entre ese encuentro sexual estaba por pajearme viéndoles, en verdad que locura, como quisiera saber su secreto, porque eso de tener a tanta hembra puesta es extraño, entregándose por completo, por mas macho que seas no puedo comprenderlo, aparte que la esposa es un delirio, al cual no he podido ver que se la coja, pero ver a la seria prefecta con una pierna arriba mientras le encaja la verga hasta el fondo, quedando con las piernas totalmente abiertas, dejando que este le hiciera de todo, era delicioso me corrí bastante, mientras miraba como se besaban y este se adueñaba de la mujer que me regañaba como si fuera un niño.
Cabe decir que no he querido compartir mi hallazgo con Milthon, pues es un chismoso, no sabe guardar secretos, así que prefiero quedármelo, por cierto que si se lo contara a Ned, este lo compartiría con los bravucones de la escuela, quienes no son de mi agrado, aun recuerdo su novatada con poco cariño, en lo personal que se los folle un toro, son unos tarados, por eso eh mantenido la boca cerrada, y así seguirá hasta que descubra el secreto del director, pues varias de las mujeres lo buscan para tener sus noches de pasión a mitad de clases, quedan desnudas entregándose por completo, dejándose empalar como si las vida se les fuera en ello. Que tortura es para michos ver a esas hembras y no poder hacerles nada, incluso veo a la señorita Marón, la encargada de los dormitorios, es una mujer preciosa, en otro día fue a pedirle algo porque necesitamos muchas cosas, se estaba acabando el plan estudiantil, sobramos los que intentamos cosas con ella, con su largo cabello castaño rubio y su cara inocentona que es tan preciosa, le queremos dar con todo, incluso algunos han pensado en atacarla en grupo para bañarla en leche de macho, pues ni quien se resista a su cuerpo de infarto, si hasta el mugre cabo ese quiere cogérsela, muchas veces le hemos visto coquetearle, pero le hace el caso del perro, y se porque, como decía ella se fue a pedir unas cosas.
Como de costumbre me consigo alejar de la clase de ejercicios militares, todo gracias a la escotilla perdida, de ahí llegó a interior de la escuela, para llegar a la dirección, no hay vistas ahí, pero desde otro lado me infiltro para llegar a la puerta, donde puedo ver un poco por una grieta en la madera, siendo tal como me lo imagino, la señorita Marón esta diciéndole todo para hacer encargos para el próximo ciclo escolar, pero se veía sentada en el regazo del director, quien no pierde tiempo tocándole tanto como otros quisiéramos, en especial el pecho que esta de lujo, una vez que acaba le empieza a besar el cuello, mientras su mano alcanza sus nalgas, le sube la falda para tocar libremente, en serio que envidia, como desearía ser yo, pero no termina ahí, el hombre esta puesto como toro, le va sacando desde la camisa, la falda para tenerla en lencería, negra y le queda de maravilla, aparte trae unos tacones y le dice:
Te gusta lo que ves cariño, sabes que es todo tuyo, no me hagas esperar más – lo dijo con una voz que me puso tieso, haciendo que me comenzara a sobar.
Antes que me pudiera dar cuenta, el director la tomaba para clavársela dejándola con eso puesto, mientras le devoraba las tetas, y la señorita Marón se perdía en esas clavadas como toda una puta profesional, a pesar que también como otras se portaba como una mosquita muerta, no puedo creerlo, pero todas las tipas se volvían golfas en manos del director, y ahora en medio de todo eso, le estaban sacando en la mejor cogida que había visto, el sujetador para comerle las tetas, llegando a decirle este.
Ah, te gusta ser mía, que te dé con todo, si eres solo “mía”, o te gusta algún putito de los estudiantes o quizás el cabo, dímelo Marón – le preguntaba con maldad el director.
No solo tu verga me gusta, no quiero que nadie más me preñe, mm, eres mi hombre, mi dueño, dámelo todo, ahh – le dijo la señorita Marón mientras se corría, la muy puta le gustaba que le trataran así, siendo dominantes con ella.
Luego de ello se quedarían cogiendo, este la embestía con fuerza, mientras ella se dejaba hacer de todo, se veía tan genial, sus pechos moviéndose al ritmo de las caderas de esa bestia, dejando escapar varios gemidos, viéndose como ella se perdía en todo ese gusto, y no se contuvieron se movían como locos, o eso hasta que de unos momentos después, las caderas aumentaron de velocidad hasta que por evidente dejaron saber que se estaba corriendo, luego quedaron fijos, ella descansando sobre el jefe, aferrada a su cuerpo. En serio que envidia, pero tuve que moverme, pues llegaba la preciosa señorita Sheyla, la secretaria, un primor pálido que solía usar tacones, falda corta, camisa, y su cuerpo sin ser voluptuoso estaba bien suculento, muchos queríamos meternos en problemas para verla antes que al director, no faltaban idiotas que le coqueteaban, y por ello los castigos eran peores, aunque era difícil resistirse, todos soñábamos con metérsela hasta el fondo, pero no era el momento así que me fui, para no ser visto, pensé que la iban a correr en cuanto quisiera entrar, pero mi sorpresa sería mayor cuando la viera entrar dejando la puerta entre cerrada, dejándome ver mejor.
Director, ya tengo los reportes – dijo la secretaria mientras entraba.
Déjame verlos – respondió el jefe mientras seguía con su verga metida en Marón.
No te aguantaste, maldita zorra, no lo acapares, luego se enoja Tea con nosotras – era increíble, pero lo decía Sheyla sin dejar de trabajar.
Es que no me puedo resistir, además vine por algo oficial, el reporte de los dormitorios – se defendió la señorita Marón mientras sacudía sus caderas con fuerza, restregando sus tetas.
Déjala, si yo le quería dar con todo, como siempre lo hago, aparte no es como si me faltara fuerza para darte un gusto a ti también, y sabes bien porque, preciosa – respondía el director, que parecía soltar sus últimas gotas de leche dentro de su hembra.
Estaba en eso cuando escuche el sonido de unos pasos, maldita sea, alguien más se estaba acercando, me equivoco, eran 2 personas que iban subiendo las escaleras, tuve que ser rápido, me alejé tan rápido como furtivo (me encanta esa palabra), pero una vez a la distancia pude ver, se trataban de un par de uniformados, militares, quienes entrarían al cuarto sin siquiera tocar, y al menos uno si dejaría ver cordura, pues se quejó de ver al director metiéndole verga a la mujer, aunque no se quejaría de la vista, es que en serio, la señorita Marón es una preciosidad, no muchos se le resisten.
Por favor, hombre, que no puede calmarse, me dijeron que era un pérfido, pero verlo cogiéndose ah, bueno a tan, digo – decía el viejo, de unos 70 años de muy mal humor.
Disculpe general, pero le advertí que así son las cosas aquí, una locura sexual – aseguró el otro tipo, tratando de calmar la situación.
Disculpe general, pero estaba con las manos llenas, recibiendo un reporte de las instalaciones donde descansan los alumnos, y sabe mi condición especial, aunque muchos la duden, pero puede verlo, o como cree que tengo a esta preciosidad entre mis brazos, ahora, en que puedo servirle, lo que sea, usted diga – respondía con claridad el director, pero manteniendo a la señorita Marón desnuda a su lado, como si la reclamara para él.
Bueno, es que ¿Cómo decirlo? Ah – respondía el viejo general, que era una burla, se notaba que quería darle duro a la mujer, pero no se le paraba, jajajaja.
Lo que el superior quiere saber es sobre el proyecto Incubo, ese que es propio de aquí, tu sabes, las investigaciones especiales que se han realizado desde hace años, le di una muestra de lo que me entregaste hace meses, un coronel quiso aprovecharlo, y el resultado regenerativo asombró a todos, dicen que es un compuesto reactivo, que responde cuando esta dentro del cuerpo humano, así que es difícil analizarlo, pero sus resultados son devastadores – decía el otro hombre mientras revisaba unos expedientes.
Ah, quiere más de esa poción mágica, recuerdo al coronel, se veía como de 60 años, y gracias al brebaje ahora parece haber perdido 10 años, incluso tuvo vigor para divertirse, ja, y luego dicen que lo que pasa aquí son estupideces, cuentos de hadas – se burló el director.
No, de hecho estaba buscando más cosas, pero hasta ahora la mayoría era falsa o inservible, con ustedes son los primeros que algo bueno se da, la pócima, esa realmente sirve, muchos quieren más, dígannos, como hacerla, le dejaremos un rango alto y – decía el general pero se detuvo por un ademan del Director.
Entienda una cosa general, estoy donde quiero, mi posición y rango son los ideales en este terreno, gracias a mi astucia es que tengo todo el poder necesario, digamos que esta ciudad es una bestia, yo la tengo encadenada, esa es la verdad, pero descuide, estoy de su lado, pídame las cosas, le responderé como se debe, pero no trate de poner a nadie en mi lugar, porque sin mí, todo se pierde – dijo el director, llamándome tanto la atención.
Bien, porque quiero más, de ese brebaje, el que quita años de encima, tiene verdad, también vimos ese maldito liquido, el que produce orgasmos, quiero una oportunidad con cierta mujer – decía con ganas de coger el viejo general.
Ah, eso, tiene suerte, me queda una dosis de la poción, la que rejuvenece, pero recuerde, no va a dejar de envejecer, solo retrocede el tiempo, y esta es muy difícil de hacer, me tomo mucho tiempo lograrla, así que no puede producirse en masa, es “artesanal” – señaló el director sacando una botellita con un liquido rosado.
El viejo, un tipo de cómo 70 años o más la tomó en cuanto la tuvo entre sus dedos, y fue increíble, pareció recuperar un poco de su juventud, incluso dijo con asombro que sentía una erección, lo cual no había hecho en décadas, o algo así aseguró, y vio con ganas a Sheyla, quien se quedaría al lado del director, quien la tomaría por las piernas hasta llegar a su culo, diciéndole así que era suya, lo cual detendría al general, pues la actitud del director le decía que con él no se jugaba.
Tranquilo general, estas 2 son mías, no me gusta compartir a mis mujeres, si cada una de ellas las he preñado, pero con respecto a la poción de sexo, tiene suerte, puedo darle esta, de inmediato, carajo, era testigo de todo eso, el director sacaría una botella llena de agua, y luego la secretaria iría por otra que guardaba en una pequeña caja fuerte, la cual era de metal, estaba toda grabada con cosas macabras, se veía tan genial, y agregó.
La botella de súcubos es una reliquia maldita, aprendí algo de ella en estos años, siempre parece estar llena, cuando la abres suelta un liquido que oloroso como licor que al beberlo te vuelve loco por el sexo, pero si metes una bebida dentro, soda, leche, agua, al sacarla esta gana la facultad afrodisiaca, y se pierde el olor, aunque tampoco se vuelve tan efectivo, pero eso funciona para que uno no sea descubierto – decía el director, y tomando la botella de agua la abrió dejando salir un olor que me dejó bien parado de abajo, luego sirvió agua dentro, la cual revolvió, regresó a la botella, para entregárselo.
Y con esta agua podre cogerme a esa mujer – cuestionaba el general.
La que usted guste general, dele un poco, se pondrá tan caliente que incluso lo violaran, pero recuerde, lo que pasa en el pueblo del incubo se queda aquí, el poder de este solo funciona en la localidad, con excepción de brebajes y otras cosas, pero quiere más de esto, déjeme trabajar aquí, pídame con tiempo las cosas, aun estoy trabajando en más brebajes, y todo funcionará – aseguro el director mientras mantendría a la señorita Maron a su lado.
Bien, lo dejaremos aquí, pero creo que se ha ganado una recompensa, ya veremos que hacer – decía el general contento mientras se miraba en un espejo notando su recuperaba juventud, sonriéndose pícaro.
Luego de ello el viejo general se retiraría con el otro hombre, lo que dijo era increíble, ahora sabía cómo hacer algunas cosas que deseaba, calentar a las chicas sin esforzarme en un ridículo intento como invitarlas a salir, que en veces acababa tan mal, aunque quizás debería pensar primero en conseguir algunas muestras, y evitar que me descubrieran, por lo que tuve que ocultarme. Una vez que vi seguro volví a asomarme, por suerte no cerraron bien la puerta, porque el olor de adentro era exquisito, me puso a 1000, además que me dejó ver algo increíble, dentro el director le sacaba la ropa a la señorita Sheyla, carajo, yo apenas me descargaba y esperaba un poco antes de volver jalármela, es lo normal conmigo, pero ese hombre había follado a una y sin esperar ya desnudaba a la otra para ponerla contra el escritorio, pararle el culo redondo, abrirle los cachetes y penetrarla de golpe, siendo lo mejor que al parecer la tipa estaba pero si bien caliente que se la metió de una sola vez, llegando al fondo, sacándole un pujido que me hizo correrme, aparte que su gesto fue delicioso y puedo asegurar, desde donde yo estaba logré ver como escurría, si la secretaria estaba esperando eso.
Era un semental la embestía tan duro que movía el escritorio, la hacía gemir como perra en celo, igualita a las actrices porno que tanto me encantaban, solo usaba sus tacones, toda la demás ropa estaba de lado, se la sacó tan rápido que en segundos estaba desnuda, casi ofreciéndose, pero por si eso no fuera suficiente, levantaba a la señorita Marón con una mano para meterle los dedos en la vulva, besándola, como diciéndole “eres mía”, y ella se dejaba hacer de lo lindo, entregándose de nuevo, restregando su precioso cuerpo hasta correrse, como si usara al director para sobarse, dejándolo marcado con su piel, es que aparte seguía desnuda, que maldita figura más sensual cargaba, ambas, senos grandes, vientres planos sin músculos marcados como las marimachos, solo se les veía una delgada línea, buenas nalgas, piernas deliciosas, de donde habrá sacado a esas tipas el director, eran rameras de lujo, que nomas dejaban con las ganas a todos cuando las veíamos pasar, deseando hacerles de todo, llenarles la cara de semen después de inundar sus coños, siendo peor para mí que me estaba jalando allá abajo mientras veía como estaba penetrando a ese par de preciosidades, quería ser yo quien estuviera dándoles con todo, en especial cuando se acomodara la señorita Sheyla para poner sus tacones en los hombros del director, quien no tardó en darle fuerte, si la hizo gemir de una forma que me sorprendio, se la iba metiendo con unas ganas totales, iba con fuerza moviéndole los pechos hasta llenarla de leche después de unas embestidas muy fuertes, donde se movieron esos pechos tan preciosos, daban ganas de chupárselos, aunque luego de dejarla escurriendo su carga, contrario a lo que pensé, recordando a mi papá, este no se detuvo, siguió cogiéndosela, cargándola para penetrarla mientras se besaban apasionadamente, no se contenía y la secretaria trataba de alcanzarlo, para tallarle los pechos en el, era como si quisiera marcarlo, igual Marón, eran unas perras en celo.
Por desgracia no me duró el gusto pues el cabo me estaba buscando y tuve que moverme de ahí antes que me atrapara, maldita sea con ese idiota.
Excelente excitante con morbo lujuria y erotismo, espero la continuación.
gracias, y espera, que este relato ir escalando, pensé que sería corto, pero estoy notando que tiene mucho de donde sacar mas, que bueno que te gustara…