El mejor amigo de mi familia (II)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Peli.
Mi amigo se mostro tan entusiasmado con los nuevos carretes que le llevaba como de costumbre, y me conto que su seguimiento habia sido en verdad muy breve.
Pues mi nuera solo cogio el autobus, despues de usar una cabina publica para hablar con algun desconocido, marchandose a continuacion casi a las afueras de la ciudad.
Alli, junto a un viejo edificio abandonado, le esperaban tres jovenes con bastante mala pinta.
Uno de los cuales se acerco a ella y, con toda confianza, sello sus dulces labios con los suyos, estrujandole los senos mientras duraba el largo beso apasionado.
Despues, abarcandola por la cintura, la llevo hacia el interior, donde pasaron el resto de la mañana.
Lo ultimo que vio fue como los chicos le alzaban la minifalda al entrar, para ver su ropa interior.
No quise esperar a que me revelara las fotos y, con la informacion obtenida, y tras darle algunos negativos de su orgia con el perro, consegui que Francisca me narrara lo sucedido estos dos dias.
Por lo visto la mañana del dia anterior, despues de haber ido despertando el interes de los hombres con su escasa vestimenta, habia terminado por encontrarse, en uno de los puestos del mercado, donde trabajaba con su padre, con un joven que habia salido, durante una corta temporada, con su hija Carmen; que le habia dejado, poco despues, al darse cuenta de lo golfo que era.
Pues bien, el habia aprovechado la oportunidad para ayudar a Francisca a llevar su compra a casa, mientras la devoraba con la mirada, como hacian el resto de los hombres con los que se cruzaba.
Mi nuera, a pesar de saber el sucio interes que sentia el joven por ella, desde los tiempos en que este pillo salia con su hija y la devoraba con ojos cargados de lujuria, accedio a que la acompañara.
El muy picaro, sabedor de que no tendria jamas una oportunidad mejor que la presente, aprovecho la masificacion del autobus para incrustar, y despues restregar, su endurecido aparato en el amplio trasero respingon de mi nuera.
Luego, al percatarse de la pasividad de esta, decidio arriesgarse del todo.
Asi que habia estado el resto del viaje amasandole los pechos por encima del vestido, con muy poco disimulo, jugando con sus endurecidos pezones hasta que ella se bajo del autobus.
El chico, que debia seguir el recorrido, bastante a su pesar, le dijo que si queria mas de lo mismo que volviera por el mercado, que ya se encargaria de darle lo que le hacia falta.
Como ya supondran Francisca, muy excitada, regreso esa misma tarde; y el chico, que ni siquiera la esperaba, vio el cielo abierto. Cerro el puesto al instante e hizo que mi nuera le acompañara a la vieja casa abandonada que vio mi amigo.
Dentro de la casa se encontraban dos de los amigachos del joven tomando cerveza, a los que este, generoso, invito a la orgia. Francisca, que no habia pensado siquiera en tal posibilidad, se nego en redondo, tratando de huir. Fue en el forcejeo que se produjo mientras los tres jovenes la violaban por todos sus orificios donde perdio los dos botones del vestido, y le rompieron las bragas.
No me quiso dar mas detalles, pero es logico suponer que no se lo debio de pasar tan mal con los muchachos cuando volvio a repetir la escena al dia siguiente.
Yo me pase el resto de la tarde, y algunas horas de la noche, pensando en como podia sacar provecho a toda esta informacion, ya que veia en estos sucesos la oportunidad de hacerle a la soberbia de mi nieta Carmen, que estaba a punto de regresar del campo, las fotos comprometedoras que tanto ansiaba tener.
La solucion me vino a la cabeza de pronto, al acordarme de la camara de video subacuatica que tenia mi amigo en su casa, cedida por un buzo conocido suyo para que le reparara una pieza rota.
No se molesto lo mas minimo cuando le desperte de madrugada para exponerle mis planes, y me aseguro que a la mañana siguiente vendria con ella lista, para ayudarme a instalarla en la piscina.
Al dia siguiente solo tuve que desprenderme de uno de los negativos comprometedores para que mi nuera accediera a ir al mercado, para invitar a sus nuevos amigos a que pasaran la tarde con ella en la piscina; a lo que accedieron de mil amores.
Nos costo varias horas lograr meter la camara a traves de una de las salidas de agua, para que no se viera, pues el dispositivo de encendido por movimiento apenas si entraba.
No hacia ni media hora que se habia ido mi amigo cuando oi llorar a alguien, desconsoladamente, en el jardin. Sali, lo mas rapido que pude, a ver que era lo que le pasaba a las pequeñas; y una vez junto a la caseta comprendi que era algo que tenia que pasar antes o despues.
La pequeña Julia, a cuatro patas sobre el cesped, seguia abrazada todavia a su asustada amiga pelirroja, completamente desnudas las dos, mientras Otelo la penetraba fogosamente por detras, aferrado a su estrecha cintura para que no se le escapara la inocente presa, despues de haber roto violentamente su virginidad.
Con palabras sosegadas fui calmando poco a poco su lloro, al tiempo que aconsejaba a su amiga que le siguiera acariciandole los pechos, como hacia yo, de mil amores, para que el placer superara al dolor.
La joven pelirroja se aplico con un entusiasmo similar al mio, y nuestras caricias combinadas pronto lograron su objetivo.
Cuando Otelo por fin eyaculo y se salio de su interior, mi nieta habia alcanzado un par de fuertes orgasmos, que la compensaban, aunque solo en parte, de la perdida de su pubertad.
Despues de comprobar que apenas habian salido unas gotas de sangre del himen perforado, y que la pequeña se encontraba totalmente bien, les ordene que se vistieran las dos, con la enorme satisfaccion de saber que ya las tenia por completo en mi poder. Pues no quise desaprovechar la inusitada oportunidad y les asegure mi silencio, a cambio de algunos favores personales.
Capitulo 6: 5M/F, 5M/f, V, EX, C
El primero de los cuales seria entretener, aquella tarde, a los nuevos y jovenes amigos de su madre, dentro de la piscina, entreteniendolos todo lo que hiciera falta para que no salieran fuera.
Francisca, al informarle yo de la novedad, no se mostro muy conforme, pero cambio de opinion cuando vio que el picaro exnovio de su hija se presentaba con cuatro amigotes suyos, dos de los cuales le eran completamente desconocidos.
Mi nuera, sabedora de lo que se le venia encima, los llevo, presurosa, al jardin, con la esperanza de que la presencia de las chiquillas mitigara el ansia que veia reflejada en los ojos de todos ellos.
Ella era consciente de que el provocativo atavio que yo le habia obligado a ponerse para recibirlos, una simple camisa de botones atada a la cintura sobre el bikini, solo servia para acentuar sus ganas de juerga.
Por eso procuro darse bastante prisa en salir, porque las manos que empezaban a explorar su cuerpo mientras andaba le decian bien a las claras el futuro que le esperaba como no se apresurara.
Por suerte para Francisca fuera la esperaban ya mis dos pequeñas aliadas tomando el sol, pues ambas tenian orden expresa de no meterse en el agua hasta que estuvieran con sus amigos, no fuera que conectaran la camara antes de tiempo.
Estos, debido a la presencia de las niñas, decidieron quedarse tambien en bañador, como mi nuera.
El diminuto bikini que llevaba les excito aun mas, convenciendola, enseguida, para meterse en el agua, donde sus sucios manejos quedarian bastante ocultos.
Ocultos para los ojos de las dos pequeñas ninfas que, acaloradas, ya compartian la piscina con ellos; accediendo, de mil amores, a jugar con unos chicos tan mayores, tan simpaticos, y que parecian pasarselo tan bien en su compañia. Pero yo tenia la esperanza de que la camara grabara, durante algo mas de dos horas, todo lo que sucediera bajo las aguas; y que, a juzgar por el barullo que veia desde la cocina, debia de ser espectacular.
Me lleve una pequeña desilusion cuando, apenas pasada una media hora, mi nuera se salio de la piscina y, en compañia del exnovio de Carmen, y de dos amigos mas, subio a su cuarto, despues de secar su cuerpo, y su escueto bikini, con una toalla.
Yo, escondido de nuevo en mi habitacion, solo pude ver, a traves del hueco de la cerradura, como pasaban, alegres y presurosos, por la cocina, camino del dormitorio.
Eso si, Francisca llevaba ya los pechos al aire, para que todos pudieran saborearlos a placer.
Alrededor de una hora despues bajaron dos de los jovenes, que enseguida estuvieron en el agua, acompañando a sus dos amigos en los juegos que estos tenian con las pequeñas.
Debian de estar pasandoselo bien con ellas, pues aun tardaron un rato en hacer el relevo.
Luego, mientras pasaban por la cocina, oi como uno le comentaba al otro, entre risas, que si las hijas eran asi de golfas estaba deseando tener a la madre en sus manos.
Despues de pasar mas de una hora encerrados arriba con mi nuera bajaron todos, para darse un ligero chapuzon, y recoger a sus dos amigos.
En vista de que mi nuera no les acompañaba subi hasta su alcoba, para ver que tal se encontraba.
Mi nuera estaba desnuda, todavia rezumando esperma por todos sus abiertos orificios, y totalmente agotada, despatarrada sobre una cama que reflejaba bien a las claras la dureza del combate que alli habia tenido lugar. Su trasero y sus pechos tenian tantisimos hematomas que no sabia que tipo de excusa podria darle a mi hijo cuando los viera.
Apiadandome del estado de Francisca le entregue todos los negativos que me quedaban, menos el mas comprometedor, que lo guardaba para la jugada final.
Al bajar me asombre de que los jovenes continuaran en la piscina con las niñas; pero, en cuanto me vieron, se apresuraron a recoger sus cosas, e irse.
Las pequeñas pilluelas, bastante coloradas, me aseguraron que se lo habian pasado realmente bien, y se fueron tambien, a casa de la pelirroja, en cuanto les di permiso.
Me costo bastante esfuerzo sacar la camara de su escondite, pero pense que pasaria una tarde agradable en casa de mi amigo viendo lo que alli se habia grabado.
Y vaya si me lo pase bien. Al principio, con tanta gente en el agua, uno no sabia adonde mirar, hasta que aparecio mi nuera, y su reducido bikini azul se lleno de manos.
No se conformaron con amasar toda la carne que escapaba de la prenda, y pronto vimos unos preciosos planos de sus bellas ubres flotando bajo el agua en total libertad.
La verdad es que apenas veiamos su cuerpo, pues las manos de los chicos no dejaban de ocultarnos las grandes colinas que amasaban y estrujaban.
La mejor imagen fue la que vimos cuando un avispado le aparto la parte inferior del bikini; pues asi pudimos ver, claramente, el oscuro bosque que albergaba la acogedora cueva donde el chico tenia metidos los dedos. El afan con que este tipo exploraba sus grutas debio ser lo que motivo que Francisca abandonara la piscina, junto con sus tres primeros amantes, para continuar el combate en su dormitorio. Por lo que oi comentar luego a los otros dos chicos supuse que aun faltaba algo interesante por ver, y la verdad es que no me equivoque.
Ahora que solo quedaban cuatro personas jugando en la piscina el agua se veia mas nitida, apreciandose mucho mejor el enorme contraste que habia entre el bikini de lacitos de la pelirroja, que apenas si tenia carne que tapar, y el bañador de mi nieta, que se las veia y deseaba para sujetar los abultados globitos de Julia en su interior.
Tambien los jovenes se habian percatado de los suculentos manjares que tenian a su alcance, y pronto se vio como algunas manos, cautas al principio, se aferraban a ellos, mientras jugaban a las peleillas y se hacian ahogadillas los unos a los otros.
Al ver que ni mi osada nieta, ni su picara amiga, se rebelaban ante sus manoseos, estos fueron en aumento. El bikini de la pelirroja pronto estuvo mas tiempo quitado que puesto, pues descubrieron que se las dejaba tocar, y besar, de mil amores.
Julia tardo algo mas, pero tambien se encontro pronto con el ajustado bañador enrollado en el estomago, mientras sus nuevos amigos tocaban sus meloncitos, con toda comodidad. Cuando, un buen rato despues, creyeron que las tenian a punto, empezaron a hurgar en sus entrepiernas.
Mi pobre nieta, que aun tenia fresco lo sucedido por la mañana, solo les dejo ver su rosada cueva, negandose en redondo a que metieran sus dedos en ella.
Al contrario que su frivola amiguita pelirroja, que pronto se encontro con el alegre bikini infantil enredado de cualquier manera en sus rodillas, mientras las manos de su joven galan desconocido exploraban todo su interior.
Apenas si tuvo tiempo de lograr su proposito; pues, por las prisas con que ambas se volvieron a colocar bien sus bañadores, supuse que acababan de ver a los chicos que venian a hacer el relevo.
No me equivocaba y pronto fueron cuatro los cuerpos que se enredaban con los de las dos viciosas.
Los que se iban, deseosos de que sus colegas se percataran del increible chollo que alli tenian, aun permanecieron unos minutos en el agua, logrando sin grandes esfuerzos que las pequeñas volvieran a quedarse con sus palidos torsos desnudos.
Cuando estos se marcharon los que quedaban en el agua ya no permitieron que las pequeñas se volvieran a tapar; y, aunque estaban ya bastante desfogados, se las fueron pasando jovialmente de uno a otro, mientras las toqueteaban a placer, hasta decidir con cual se quedaba cada uno.
El mas osado de los chicos saco a la viciosa pelirrojita fuera de la piscina, dejando solo sus pies, bien separados, bajo el agua, con el bikini enroscado malamente en uno de sus tobillos, mientras el, bien acomodado entre sus piernas, supongo que degustaba su dulce conejo.
El otro, mas sosegado, se dedico a disfrutar de los tiernos meloncitos de mi nieta, acariciandolos, y saboreandolos, sin descanso. Cuando ambos hubieron recuperado sus fuerzas decidieron que ya era hora de que las pequeñas descubrieran lo que diferencia a los hombres de las mujeres y, tras despojarse de sus bañadores, pusieron en sus manitas sus rigidos rigidos y gruesos aparatos.
La pelirroja demostro ser bastante habil en los trabajos manuales, a diferencia de mi nieta, pero las dos se dieron bastante maña en aprender a manejar los rigidos bastones que tenian entre sus manos.
Fue la pelirroja la primera en conseguir que surgieran largos chorros de esperma de la manguera de su joven maestro, que flotaron majestuosos en el agua. Mi nietecita tardo algo mas, pero tambien obtuvo su recompensa.
No hacia mucho que habian terminado sus clases de anatomia cuando bajaron todos los chicos del dormitorio de mi nuera, deseosos de refrescarse, y de ver algo nuevo.
Esto ultimo quedo bien patente, a pesar del follon que liaron al entrar todos en el agua, cuando las dos pequeñas, despojadas por completo de sus bañadores, fueron pasando de mano en mano.
Pronto hicieron una especie de circulo, por donde iban rotando las dos chiquillas, recibiendo besos y magreos de cada uno de ellos.
Luego dejaron que mi nieta hiciera el muerto, para que un par de ellos pudieran disfrutar a fondo de su pechuguita y de su rostro encantador. Los otros tres jovenes, por su parte, se divertian de lo lindo con su amiguita; pues, mientras uno la sujetaba por el torso, deleitandose con todo lo que quedaba a su alcance, sus incansables colegas separaban todo cuanto podian sus palidas piernas, para masturbarla con comodidad. Dado el monton de manos que actuaban a la vez, suponemos que ambos agujeritos alojaron invitados.
La mejor prueba de lo que decimos es que la ultima imagen que quedo registrada, antes de agotarse la bateria, fue la de la pelirroja, con el culito en pompa, meneandose mientras alguien metia un dedo, reiteradamente, en su acogedor orificio posterior.
La pena es que no se vieran los sucesos de la superficie, pues estoy seguro de que las dos pequeñas entregaron sus bocas a los desconocidos con igual pasion que el resto de su cuerpo.
Capitulo 7: f/f, ZOO, V
Carmen, conforme a lo previsto, regreso de su excursion campestre al dia siguiente, luciendo un precioso moreno, aun mas intenso del que tenia antes. Ademas seguia exhibiendo su exuberante anatomia de una forma realmente descarada, como tenia por costumbre, usando un tipo de ropa que apenas si merece ese nombre.
Pronto me di cuenta de que la pequeña Julia desde que fue poseida por Otelo le habia cogido un cierto respeto al fogoso animal; y ahora, por primera vez, solia ponerse unos pantalones cortos cuando salia al jardin a darle de comer.
Seguia dejando que saboreara sus pechos cada vez que se quedaban a solas, pero ahora era su habil manita la que se introducia por la cremallera del pantaloncito para hurgar en su humeda almejita, hasta alcanzar el orgasmo.
Ademas mi nuera, como castigo por haberla metido en todo este follon, tampoco dejaba que el animal entrara en casa, por lo que el pobre chucho andaba algo desesperado, loco por volver a satisfacer sus deseos con alguna hembra de mi familia.
Por eso la llegada de Carmen le vino tan bien al simpatico chucho, porque volvia a tener la posibilidad de lamer las dulces cuevas que tanto le gustaban.
La misma tarde de su llegada, despues de hacerle creer que me marchaba a visitar al medico, pude ver desde mi habitacion como mi apetitosa nieta jugaba, gozosa, con el animalito, en el escondido trozo de jardin que habia frente a su caseta, justo delante de mi ventanuco.
Tambien Carmen debia de tener ganas de fiesta atrasadas de la montaña, pues cuando el inteligente Otelo empezo a lamerle la abundante carne que se desbordaba por su generoso escote, ella se quedo totalmente rigida, de rodillas, para que mi camara captara, con total nitidez, la facilidad con que el inteligente perrazo alcanzo sus dos gruesos fresones, liberandolos en un santiamen del ridiculo encierro de su camisetita de tirantes.
Mi nieta, dejandose llevar enseguida por el placer, se tumbo sobre la hierba, para introducir mas comodamente una de sus manos bajo las frivolas braguitas que se veian asomar bajo la corta minifalda, y asi poder masajearse la intimidad a conciencia.
Saque unas fotos maravillosas de la frivola escena, sacando unos primeros planos realmente increibles de los lengüetazos que el bicho prodigaba a los morenos senos de Carmen; deslizando su aspera lengua una y otra vez por sus gruesos pezones, hasta lograr que se endurecieran como pequeñas piedras ante su roce enervante.
Pero, cuando llego hasta el fino olfato de Otelo el perfume embriagador de los efluvios intimos de mi acalorada nieta, abandono las enormes golosinas que saboreaba para dirigirse, ansioso, hacia su jugosa entrepierna.
Por desgracia Carmen estaba bastante mas caliente de lo que yo podia suponer, y cuando sintio la aspera lengua del perro pugnando por invadir sus zonas privadas decidio llevar el juego hasta el final, llevandose a Otelo a su habitacion para rematar la faena.
Esta vez no me acompaño la suerte, ya que la espabilada joven habia cerrado su cuarto con llave, por lo que me tuve que contentar con oir a traves de la puerta los apasionados jadeos y gemidos que emitia la zorrita durante el acoplamiento.
La muy cachonda no salio de alli hasta que oyo regresar a su madre de la compra, casi tres horas despues, bajando con una cara de agotamiento, y felicidad, que solo ya sabia a que era debida.
Pero le duro poco su nuevo amante, porque mi hijo, ignorante de lo necesario que era el animal para la felicidad de su hogar, decidio llevarse a Otelo a casa de un amigo, durante unos dias, para que se apareara con la perra que este tenia.
Lo que el no sabia es que el animal, pese a estar en la epoca de celo, habia trabajado ya un monton de horas extras como semental, sin tener que salir de casa, y no era probable que le quedaran muchas fuerzas para aparearse. A mi su ausencia me vino bien, pues pensaba que habia llegado el momento de sacarle a mis nietas las viciosas fotos que faltaban en mi coleccion.
La pelirroja volvio a convertirse otra vez en mi aliada, sin ella saberlo.
Digo esto porque al dia siguiente, mientras las pequeñas aprovechaban la ausencia del perro para limpiar a fondo su caseta, enredo a mi nieta en uno de sus juegos.
La chiquilla, haciendose pasar por un perrito, se adueño de la caseta; y, ladrando de alegria, se puso a lamer a su amiga como hacia Otelo.
Julia, siguiendole el juego, dejo que lamiera sus manos y sus brazos, mientras le acariciaba la cabeza; consintiendo, incluso en recibir algun lameton en la cara.
En cuanto la pelirroja metio la cabeza bajo la camisa de Julia empece a sacar fotos, pues me di cuenta de cuales eran sus aviesas intenciones.
Como ya suponia despues de lamer sus pechos a conciencia se empleo a fondo con su intimidad hasta lograr arrancarle un fuerte orgasmo.
Julia no quiso ser menos y, por primera vez pude fotografiar como mi nieta masturbaba a su amiga; introduciendo, habilmente, los deditos de una mano en su almejita, mientras hurgaba con la otra en su lindo culito, arrancandole fuertes gritos de placer.
Capitulo 8: ¿M/f, V, C
Pronto me asegure de que Carmen seguia tomando el sol en top-les apenas se enteraba de que yo no iba a estar en casa; pues no me hacia falta regresar de improviso, ya que tenia en Julia una espia que me informaba acerca de los movimientos de su hermana mayor, considerandolo solo un juego inocente, en el que no le importaba participar.
Francisca accedio a invitar de nuevo a sus apasionados amigos a la piscina, sin apenas rebelarse, a pesar de que no los habia vuelto a ver desde la orgia anterior.
No solo me preocupe de que la camara volviera a estar instalada en su escondite, sino que consegui, con muy poco esfuerzo, que Julia y su amiga vigilaran que su hermana no se bañara antes de lo previsto, para no poner en marcha el rodaje.
Cuando se enteraron de que iban a volver por la casa los jovenes de la otra vez se pusieron bastante nerviosas, pero las viciosas miradas de complicidad que se dedicaron me permitian augurar un resultado realmente espectacular.
Como muestra les dire que ambas aceptaron enseguida cuando les puse como condicion, para participar el la fiesta, que debian permanecer en top-les, como su hermana mayor.
Julia fue la unica que puso reparos, pues argumentaba que hacia ya un par de años que solo usaba bañadores, y que sus bikinis le vendrian pequeños; pero me basto recordarle lo mucho que me debia para que, colorada, aceptara todas mis exigencias.
Aquella tarde memorable me marche, junto con mi nuera, conforme lo acordado, nada mas acabar de comer, en busca de mi amigo; que esperaba, ansioso, junto a la esquina.
Solo regresamos cuando Julia nos abrio la puerta del salon, asegurandome que su hermana mayor ya estaba en la piscina, tomando el sol.
Ella, que solo se habia puesto un batin para salir a abrirme, me acompaño hasta la cocina, desde donde comprobe que mi inocente victima escuchaba musica, como de costumbre, ajena a lo que le esperaba. A sus pies estaba la pequeña pelirroja, poniendose crema en sus palidos senos, que se veian bastante ridiculos comparados con los soberbios cantaros de mi nieta.
Julia, se quito el batin delante mia, al ver que mi amigo se escondia en mi dormitorio, antes de reunirse con su amiga, mientras se volvia a quejar de lo mal que le quedaba su viejo bikini.
Yo no pude dejar de apreciar lo sensual que le quedaba este, ya que se incrustaba, deliciosamente, en su entrepierna; marcandose de una forma descarada toda su apetitosa rendija inferior, debido a que su bikini infantil no llevaba forro protector. Por detras, como no podia ser de otra manera, practicamente se convertia en un tanguita, pues desaparecia casi toda la tela dentro de su canalito.
Pase bastante nervioso la media hora que tuve que aguardar el regreso de mi nuera, escondido en mi cuarto, junto con mi amigo; pero cuando la oi entrar en la casa, acompañada de un monton de voces, supe que el gran momento habia llegado.
El escandalo era debido a que la cuadrilla habia vuelto a aumentar de numero, y esta vez eran siete fogosos muchachos los que acompañaban al antiguo novio de mi nieta
Mi nuera permanecio unos minutos en la cocina, indecisa, dudando si debia dejar que los bestias que la acompañaban llegaran junto a las chiquillas, que ya se comian con los ojos, o sufrir ella sola el asalto de los jovenes, en la intimidad de su dormitorio.
No podia tardar en decidirse, pues los chicos, aprovechando que por fin estaban solos con ella, pronto empezaron a recorrer sus rotundas curvas con sus manos, buscando las aberturas idoneas para alcanzar cuanto antes sus objetivos.
Desde nuestro escondite pudimos observar como se agolpaban alrededor de Francisca, pugnando por meter sus manos bajo su liviano vestido a fin de apoderarse de todo lo que velaba su frivolo bikini, que apenas podia contener los abundantes encantos de mi nuera.
Me imagino que el recordar lo mucho que se jugaba, y el desconocer lo viciosas que eran sus dos hijas, y sobre todo su amiga, fue lo que decanto la situacion.
En cuanto oimos como irrumpian en el jardin salimos los dos a la cocina, armados con nuestras camaras, y muchos carretes, con el fin de no perdernos ni un solo detalle de todo lo que alli iba a acontecer.
Por de pronto Carmen, paralizada por la inusitada sorpresa, apenas tuvo tiempo de cubrir sus senos con las manos antes de que los chicos la rodearan. Como no se habia llevado la parte de arriba del bikini tuvo que permanecer con los brazos cruzados, en un pobre intento de ocultar sus opulentos senos, mientras los chicos se iban quedando en bañador a su alrededor.
No se que explicacion dio Francisca a la violenta situacion, pero la verdad es que apenas si tuvo importancia.
Las dos pequeñas picaronas fueron las primeras en meterse en el agua con sus nuevos amigos, que pronto empezaron a jugar, gozosos, con ellas, y con sus cuerpos.
No tardaron mucho en acompañarlas Francisca y Carmen, pues creian que esta era la unica forma de disimular el continuo acoso que sufrian por parte de los chicos que las rodeaban en la toalla.
La verdad es que los jovenes estaban de lo mas lanzados, y pronto despojaron a mi bella nuera de la parte superior de su bikini, para que todas estuvieran igual.
Los juegos que practicaban con las pequeñas les sirvieron de excusa para jugar con las mayores, y pronto me di cuenta de que la grabacion de ese dia seria memorable.
Los animos se fueron caldeando poco a poco y, cuando apenas llevaban una hora dentro del agua, salieron dos de los jovenes de la piscina, llevandose a las alegres chiquillas a jugar dentro de la casa, para que no vieran lo que iba a ocurrir.
Carmen y su madre debian de haber claudicado ya a su feroz acoso, pues dejaron que se fueran al interior sin decir lo mas minimo.
Mi amigo y yo nos escondimos, apresuradamente, mientras pasaban los cuatro camino del cuarto de la pequeña, magreando sus pechitos mientras bromeaban con ellas.
Decidimos que seria conveniente que yo subiera a vigilar lo que sucedia arriba, mientras el continuaba sacando fotos de lo que pasaba en la piscina.
Como ya iba siendo habitual tuve la suerte de cara, pues los jovenes habian optado por dejar la puerta abierta, para asi oir si entraba alguien en la casa; esto me favorecia horrores, pues desde la habitacion de Carmen tenia una panoramica casi completa de todo lo que pasaba en el interior del cuarto de mi nietecita.
Estos picaros muchachos ya debian de haber toqueteado a conciencia a las dos pequeñas en la piscina, pues solo estuvieron unos minutos jugando con sus cuerpos antes de desnudarlas del todo.
Julia seguia negandose a que le tocaran la intimidad, por lo que su galan se tuvo que conformar con ver desnudo el rubio felpudito mientras seguia devorando su boca y sus lindos meloncitos.
La pelirroja, por el contrario, disfrutaba como una loca con los dedos de su amante incrustados en sus dos orificios, dejandose llevar a un orgasmo detras de otro, mientras daba grititos de placer.
En compensacion, cuando los viciosos chicos se quitaron los bañadores, mi nieta se apresuro a degustar el rigido baston de su amigo, sorprendiendolo gratamente. El joven apenas tuvo tiempo de darle un par de consejos antes de que mi viciosa nieta medio se atragantara con su esperma.
Luego la pelirroja, para no ser menos, se acoplo en un perfecto sesenta y nueve con el suyo, logrando que no se le escapara ni una gota de esencia cuando este eyaculo dentro de sus boquita.
Como hicieran la vez anterior, a la hora y pico aproximadamente aparecieron dos de los chicos que se habian quedado en la piscina, para hacer el relevo a los que estaban en el cuarto, divirtiendose de paso con las niñas.
Por suerte los muchachos armaron tal alboroto mientras subian las escaleras que me sobro tiempo para esconderme dentro de la habitacion, y evitar que me vieran.
Los que irrumpieron en la alcoba se encontraron con las dos crias arrodilladas a los pies de sus colegas, totalmente entregadas a la laboriosa tarea de volver a poner en forma sus largos y gruesos aparatos. Utilizando sus manos, y sobre todo sus dulces bocas de una forma realmente profesional, mientras sus amantes amasaban sus tiernos pechos, pellizcandoles continuamente los pezones.
Supongo que los recien llegados no esperaban encontrarse a las pequeñas picaruelas tan entregadas en dar placer, por lo que la sorpresa tuvo que ser mayuscula.
Los que ya habian disfrutado a fondo de las jovenes se apresuraron a bajar al jardin, dispuestos a rematar la faena lidiando con las otras dos apetitosas hembras de la familia, dejando que sus asombrados amigos entretuvieran a las fierecillas de un modo similar al suyo.
Estos jovenes, bastante desfogados tras la dura batalla que acababan de librar junto a la piscina, tuvieron que acariciar sus tiernos cuerpos durante un buen rato, antes de recuperar, nuevamente, toda su firmeza y vigor.
En su recuperacion influyo, de manera decisiva, el ansia con que las dos chiquillas se apresuraron a devorar, golosamente, sus nuevos juguetes de carne, compitiendo por ver quien lo hacia mejor.
Para cuando los chicos lograron poner firmes sus enormes aparatos casi no me quedaban fotos que gastar, por lo que tuve que espaciar mucho el tiempo entre cada toma, para sacar el maximo provecho a las pocas que aun me quedaban, pues las escenas que alli se componian merecian ser plasmadas para la posteridad.
Gracias a esta precaucion pude fotografiar como la joven pelirroja perdia tambien su virginidad.
Esta que, arrodillada en la cama, habia estado lamiendo la dulce cueva de Julia, (mientras mi nieta devoraba el grueso miembro de su amante, tumbada bien abierta de piernas sobre el colchon) recibia, jubilosa, los dedos del otro chico, que se introducian en sus dos orificios con una facilidad en verdad pasmosa.
Hasta que este pillo decidio que habia llegado el momento de colmar a la viciosilla del todo; y, apoyando su larga y rigida herramienta en la esponjosa entrada rosada de su intimidad, la embistio rudamente, incrustandole mas de la mitad del largo miembro en su primer empujon.
La pobre chiquilla, pese a tener los bajos bien lubricados, no estaba preparada para albergar un estoque de tales dimensiones, y gimio desconsoladamente, mientras su primer amante la desvirgaba sin contemplaciones.
Este chico no disminuyo la violencia de sus envites hasta que sus testiculos no rozaron el suave vello pubico de su victima, indicandole que habia llegado ya al final de su calido recorrido.
Mi nieta, ignorante de lo acaecido, y llevada por su propio placer, enrosco sus pies al cuello de su amiga, por lo que sus quejas se ahogaron casi por completo.
Hasta que Julia, despues de tragarse todo lo que deposito su amante dentro de su boquita, al mismo tiempo que la pelirroja le hacia alcanzar un orgasmo, se dio cuenta, por fin, de lo que pasaba.
Ahora permanecia rigida, con los ojos abiertos como platos, viendo como su amiga empezaba a mover las caderas, torpemente, para prolongar aun mas el intenso placer que empezaba a sentir. Pues poco a poco la chica fue cogiendo el ritmo, hasta alcanzar un fuerte orgasmo, el primero de varios consecutivos. Asi, cuando el joven eyaculo, dentro de la pelirroja, esta aun jadeaba presa del ultimo climax.
La ultima fotografia que eche aquella tarde fue la de las dos amiguitas besandose, amorosas, mientras sus amantes acariciaban satisfechos sus cuerpecitos sudorosos, explorando con sus dedos sus culitos virginales a conciencia… supongo que preparandolos para una proxima visita.
No mucho despues subio un joven, bastante fatigado, a decirles que ya podian bajar todos a la piscina, que la fiesta habia terminado. Yo, sigiloso, baje detras de ellos, reuniendome con mi amigo en la ventana de la cocina, para ver juntos el ultimo acto.
A el tampoco le quedaba ningun carrete sin utilizar, por lo que nos limitamos a contemplar como los jovenes jugaban en el agua con las dos pequeñas viciosillas, que parecian incansables; a diferencia de su preciosa madre, y de mi deliciosa nieta mayor, que permanecian acostadas sobre las tumbonas del jardin, totalmente agotadas despues de la violenta orgia.
No les importaba ya que todos vieramos sus divinos pechos desnudos, que permanecian, sudorosos e irritados, expuestos a los intensos rayos solares, y a las miradas, aun mas ardientes, de sus nuevos y entusiasmados amantes; que, al igual que nosotros, no se cansaban nunca de recrear la vista contemplando sus bellisimos paisajes agrestes.
A Francisca se le noto bastante, por la cara que puso, que no le hizo ninguna gracia que los chicos dejaran a las pequeñas sin el bikini; pero como estaba completamente segura de que a ninguno le quedaban fuerzas para abusar de las jovencitas, dejo que jugaran con sus cuerpecitos desnudos.
Mi amigo se fue el primero, ansioso por revelar las fotos que habiamos sacado, cuando ya los jovenes estaban empezando a vestirse.
Quedamos en que me reuniria a la mañana siguiente con el, en su casa, para ver juntos la grabacion, y todas las fotos de la orgia, una vez que hubiera sacado la camara submarina de su escondite.
Esa noche, como todas se acostaron temprano, presas del cansancio, no tuve ningun problema a la hora de sacar la camara de dentro de la piscina.
Capitulo 9: ¿M/F, ¿M/f, V, C
Al dia siguiente, conforme lo acordado, empezamos por ver lo que en ella se habia grabado.
Esta vez, apenas meterse todos en el agua, ya estaban metiendo sus ansiosas manos dentro de los escuetos bikinis de las dos pequeñas amigas, mientras se las pasaban, alegremente, de uno a otro, como si solo fueran deseables balones de carne.
Aunque era estimulante ver con que facilidad se deslizaban sus largos dedos bajo los ridiculos triangulos de tela, que a duras penas cubrian sus lindos bosquecitos, mi mirada siempre se iba a los adorables melones de mi nietecita, que casi nunca se podian ver con claridad debido al monton de manos que tenia siempre encima.
Eran tantas que solo pudimos obtener media docena de tomas buenas, en las que se apreciaba, bastante bien, como amasaban sus tiernas colinas, mientras le pellizcaban los puntiagudos pezones, al igual que hacian con los de su complaciente amiguita.
Pronto aparecieron tambien en el agua mi nuera y la tan deseada Carmen, con sus maravillosos pechos totalmente desnudos para la camara.
Fue un autentico placer ver como los chicos despojaban audazmente a Francisca de la parte superior de su bikini, sin que apenas se resistiera a su ataque, para que su abundante delantera compitiera con los formidables globos de mi nieta; que flotaban, espectaculares, bajo el agua.
La pasividad de mi bella nuera facilito que sus nuevos amigos la incluyeran, gozosos, en los juegos que realizaban con las dos pequeñas picaruelas, arrastrando tambien asi a Carmen a participar en sus inocentes peleillas.
Estas, como ya supondran, eran una mera excusa para poder meterles mano por todas partes sin que se ofendieran demasiado; por lo que pronto pudimos ver como sus portentosas delanteras empezaban tambien a recibir algunos apretones, y hasta pellizquitos, cada vez de forma mas reiterada y descarada.
Lo cierto es que debido al barullo de gente ni mi amigo ni yo acertabamos a adivinar a que jugaban la mayoria de las veces, salvo en algunas ocasiones, como cuando las auparon como jinetes para pelear entre ellas.
Cada una de las contendientes, sentada a horcajadas sobre un chico, tenia que lidiar contra las demas, enfrentandose tambien a los otros dos jovenes que cabalgaron sobre sus compinches.
La verdad es que el metodo de lucha de estos muchachos no era muy noble, pues pudimos apreciar por las fotografias que siempre se aprovechaban de los generosos globos de mis familiares para tirar de ellos o empujarlos con tal de hacerlas caer, acompañandolas casi siempre en la caida para seguir amasando sus senos con descaro bajo el agua.
Pero no solo ellos se divirtieron a costa de los pechos de Carmen y Francisca, pues en muchas ocasiones se veia claramente como la lujuriosa pelirroja se apoderaba de ellos, aprovechando el caos reinante en la piscina.
Las imagenes de la pequeña estrujando a manos llenas los espectaculares melones de mi nuera son dignas de mencion especial.
Sin embargo, los frecuentes y aparentemente dolorosos tirones que daba siempre que podia a los gruesos y llamativos pezones de Carmen me hacian suponer que le guardaba algun tipo de rencor.
A Francisca, por ser la mas docil, pronto le bajaron el bikini hasta las rodillas, para asi manosear mejor sus oquedades; que albergaban, sin problemas, a la infinidad de ansiosos dedos que buscaban cobijo en su humedo interior.
Cuando Carmen por fin cedio, y acepto que las multiples manos que la asediaban por todas partes se introdujeran tambien dentro de su bikini, fue cuando se llevaron a las dos pequeñas al interior de la casa.
Las escenas se volvieron bastante turbias a partir de entonces, pues era un autentico monton de manos lo que ambas tenian sobre sus adorables cuerpos, ya despojados de sus bikinis, que flotaron hasta el fondo de la piscina.
Por suerte pudimos salvar algunos planos, realmente magnificos, de las rosadas intimidades de ambas, con sus piernas bien separadas, cuando los ansiosos dedos de sus amantes abandonaban sus calidos orificios, para dejar que otras manos ocuparan su lugar, y lo dejaban todo a la vista durante unos instantes.
Cuando los chicos sacaron a Francisca del agua, completamente desnuda, su adorable hija tardo bien poco en seguir su camino. El resto de la grabacion no valia la pena, por lo que nos dedicamos a ver las fotos que habia hecho mi amigo.
El, mejor fotografo que yo, habia sabido captar a la perfeccion la composicion de la orgia.
Sacando una serie de planos largos, para que se viera como cada una de ellas recibia a tres amantes a la vez, tumbadas una a cada lado de la piscina; y sacando el resto de las fotos en planos bien cortos, para que se apreciaran mucho mejor los detalles de los increibles acoplamientos a los que ambas se entregaron.
Mi nuera demostro enseguida que habia aprendido, a la perfeccion, como satisfacer a varios hombres a la vez, dejando que la poseyeran, simultaneamente, por sus dilatados orificios.
Tumbada de espaldas sobre uno de ellos, que la enculaba, gozoso, recibia entre sus piernas abiertas a otro muchacho, mientras el tercer chico incrustaba dentro de su jugosa boca su rigido estoque, amasando sus grandes globos entre los tres.
Pero Carmen era una alumna aventajada, y pronto supero la apurada tecnica de su madre, logrando que sus tres amantes la compartieran sin problemas.
Ella, sentada sobre uno de los fogosos chicos, lo cabalgaba sin piedad, a un ritmo frenetico, mientras otro la embestia por su estrecho orificio posterior, agarrado a sus firmes pechos, que se bamboleaban alborotados con cada violento empuje.
Mi nieta, en esta postura, podia absorber golosamente el afilado dardo que su tercer amante le introducia comodamente en la boca. Al tiempo que este, arrodillado sobre la cabeza de su colega, compartia los voluminosos senos con el que le daba por detras.
Los jovenes, muy ardientes, fueron cambiando continuamente de pareja, y de entrada, mientras les quedaron fuerzas. Los dos primeros amantes que se quedaron agotados fueron los que subieron al cuarto de mi nieta, donde ya saben ustedes lo que sucedio.
Los ardientes muchachos que venian de hacer el relevo ya conocian a mi viciosa nuera de sus apasionados encuentros anteriores, por lo que prefirieron fornicar con su adorable hija, que ya empezaba a dar algunas muestras de cansancio.
Aun asi supo dar buena cuenta de estos dos nuevos fichajes con relativa facilidad, adoptando una comoda postura para que pudieran usar sus dos irritados orificios al mismo tiempo, mientras ellos se deleitaban succionando sus pechos y su boca.
Pero peor lo estaba pasando su apetecible madre, que se las tenia que ver con los otros cuatro pulpos simultaneamente; pues los demas chicos, tumbados de cualquier manera a su alrededor, no querian permanecer ociosos.
Estos, cansados, pero no derrotados, volvieron a abusar de su increible docilidad, magreandola a placer mientras la masturbaban, algo rudamente, por sus dos doloridas aberturas al mismo tiempo.
En pago a su frenetico trabajo manual obligaron a Francisca a limpiarles los cuatro aparatos con la boca, mientras los muchachos procuraban no dejar ni un centimetro de sus abultados pechos sin señales de chupetones o mordiscos.
Cuando a ninguno de ellos le quedo animos para repetir a las dos mujeres casi no les quedaban fuerzas ni para ponerse el bañador, por lo que dejaron que las dos pequeñas terminaran la fiesta.
Contemplando, agotadas, como los chicos despojaban a las dos amiguitas de sus bikinis en el interior de la piscina, para jugar, encantados, con sus jovenes cuerpos totalmente desnudos.
Deleitandose, sobre todo, con sus tiernos agujeritos indefensos, que exploraron a conciencia; metiendo los dedos en su interior, divertidos, al comprobar que ninguna era virgen.
Despues las pasaron de uno a otro para besar sus boquitas, y marcar sus adorables pechuguitas con sus labios, como recuerdo.
Cuando por fin se marcharon, dejaron a las cuatro chicas cabizbajas, y avergonzadas, incapaces de mirarse a los ojos entre si, ahora que podian ver las numerosas señales que ellos habian dejado en sus cuerpos.
Yo, ahora que las tengo a todas en mi poder, estoy planteandome quedarme a vivir con el cornudo de mi hijo, y con su viciosa familia; pues, cuanto mas lo pienso, mas ideas se me ocurren para disfrutar de ellas.
¿A ustedes no?
Autor: Peli (yopeli@hotmail.com)
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