El Vigilante de la Privada 2
Matt sigue pendiente, aunque mas conciente de su situación, pero eso no quita que empiece a someter a las nenas….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
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No era agradable, después de eso Matt había logrado algo, cada que ambas querían un poco de sexo empezaron a colgar una tela en su ventana, dándole aviso para poder entrar a coger, ya fuera con una o las 2, tanto Samantha como Tatiana estaban contentas con recibir la verga del guardia, quien se las follaba con un deseo difícil de contener, disfrutaba te quitarles el uniforme o alguna ropa sexy que trajera, como shorts o playeras que apenas contenían sus preciosas formas, pero le gustaba más su ropa escolar, pues la arreglaron para verse como putas, si bien que las gozó en todos los lugares que pudo, en sus camas haciendo me misionero, la sala dejándolas de a 4, también en los baños las puso contra la pared, probaba todas las poses, incluso las cogía de pie viendo a la ventana, sobó sus pechos para controlar el ritmo, ambas eran un par de putas deliciosas, que estallaron en deseo desde que las había desvirgado, lo cual fue demasiado excitante. Matt lo estaba gozando, prácticamente se sentía como todo un padrote, dueño de aquel delicioso par, pero no compartiría con nadie a sus putas, o al menos eso es lo que creía, aunque estaba lejos de la realidad, pues pronto se lo aclaró el abuelo, quien con pesar le diría:
No son tuyas, si quieren se deshacen de ti y buscan a un macho más conveniente, solo eres un tarado sin futuro, así que cálmate, idiota, si quieres hacerlas esclavas de tu verga, necesitas mucho más que coger rico, y yo sé de eso, que bueno que me recuperé un poco, ibas a cagarla como no tienes idea, su papá es alguien importante, aunque eso es cosa aparte, ahora lárgate déjame pensar que hay que hacer, no vayas a echarlo todo a perder – fueron las palabras de su abuelo mientras le corría del hospital en su última visita, lo cual le fastidio…
Para Matt aquello fue doloroso, le golpearon duro en el ego, pues se sentía muy seguro de tenerlas bajo su control, si hasta la fecha las había cogido de manera deliciosa por toda su casa, haciéndolas gemir de lo lindo mientras penetraba sus deliciosos coños, los cuales escurrían sus mieles de pasión, o también ignoraban cuantas veces se corrieron solo con que le metieran los dedos, al chuparles las tetas gordas, mientras masajeaba aquellos cuerpos candentes, pues realmente las gemelas eran deliciosas, cualquiera querría dejarse llevar por sus deseos al hacerlas suyas. Sin embargo ahora que no estaba tan perdido en su sentido erótico, se debía dar cuenta, que podía hacer el para seguir cogiéndolas, si ese era el problema, sólo era un idiota con suerte, se aprovechó la situación entregada por su abuelo para tenerlas, ya que desde antes el viejo había estado entrenándolas, para hacerlas perritas fieles, pero la edad había alcanzado al viejo y lo más seguro es que no viviera mucho, si al llegar a verlo este tenía un respirador artificial, y no era de menos, recordaba perfectamente algo que le contó el anciano cuando era más joven:
Era solo un muchacho, pero me tocó pelearme en una cantina, recién estaba trabajando, era un maldito trailero, y llegué a una puta parada donde unos imbéciles me quisieron asaltar, en mal momento, era la clásica banda sin oficio o beneficio, solo un grupo de estúpidos que no sabían nada de la vida, aunque yo tampoco, pensaron que podían robarme el camión, pero en mal momento les enseñé lo contrario, les golpee con tanta fuerza usando la llave que mm, terminaron en el suelo perdido en charcos de su sangre, pero ¿Por qué te cuento esto? Mm, una chiquilla en sus dulces 16, le gustó mi hombría. Veras a las mujeres aman los hombres varoniles, nada de esas mierda de igualdad, que dé-construidos o sentimental, que va, al final quieren alguien fuerte que las someta, porque si se confían, pensarán que te tienen seguro y luego se largan con cualquier soquete, por eso debes ser tremendo, mostrarles a quien deben entregarles sus coños húmedos, para que te laman la verga deseosas de sentirse hembras de un buen macho, así de sencillo, nada de otras porquerías, ese es el instinto. Pues aquella putita me siguió, se escapó conmigo, recuerdo que me la llevé en el camión, usaba una falda larga, apenas un suéter, pero verme apalear a ese grupo de idiotas la encendió, quería una buena verga en su interior, esta de acá, pues pronto acabó desnuda en mi camión, y no pude evitarlo, manejé hasta un mirador donde la pude coger, me supo a gloria, su cuerpo precioso, tan hermoso, le comí el coño hasta casi ahogarme en su miel, también la hice que tragara mi leche, sus tetas, mm, una delicia, y debo admitirlo, no le hice nada a su culo, pero después lo haría, me la cogí hasta que se perdiera en mi verga, ella sumisa se entregaba a mis deseos, en verdad sabía cómo entregarse, de hecho fuimos tan intensos que terminé manejando con ella aferrada a mí, y si, por si tienes dudas, hablo de tu abuela, me la robe, solo era una cría cuando nos conocimos, pero eso me basto, tuvimos problemas, cierto, pero al final ella acabó conmigo, para ser mi perra de por vida.
De eso se aferraba Matt, queriendo hacer lo mismo con las gemelas, pero resultaba difícil de verlo conseguirlo, además eran cosas diferentes, debía admitirlo, no tenía muchas oportunidades de lograr nada, solo era el maldito guardia de seguridad privada, sin embargo también se daba cuenta de otra cosa, pues las niñas eran bastante lindas, un poco precoces, ingenuas, quizás si no podía manejar a las mayores, debía pensar en cómo encontrarse con las chiquitas, para hacer con ellas sus cosas, a fin de cuentas, ahora que lo pensaba, debía aceptar que para ambas golfas colegialas, sólo eran un gusto temporal. Además el abuelo le advertiría que debía cuidar su equipo de computo, pues tenía cosas importantes, si con esto fue que podría empezar a dominar a todas las nenas, solo que el viejo no lo hizo por su edad, sin embargo Matt tenía la ventaja en este caso, siendo joven y fuerte. Por ello mismo comenzaría a ver como acercarse a las otras nenas en especial a Janet, la pequeña cría de aquel hombre tonto, pues se daba cuenta de algo, los vecinos “maricones” se estaban haciendo muy cercanos a este, en especial con la nena, cuestión que no le terminaba de agradar, pues era obvio que algo estaba muy mal, y empezando a moverse por ahí, la casa de ambos (mala suerte eran vecinos), podía oler el hedor de la droga, detalle que no le terminaba de agradar, aunque eso le ayudaría súbitamente cuando rondaba por la casa.
Se puede saber que hace – le dijo severa una de las vecinas, una señora de aspecto oriental, era la mamá de Kimmy, la reconocía bien, era la única con esos rasgos.
Na, es que señora, no le parece que huele raro aquí – dijo Matt tratando de suavizar el ánimo.
No, solo es un aromatizante herbal, acaso no los usa – agregó despectiva.
Sí, pero no conozco ese olor, prefiero el de pino o menta, además que me parece familiar, por eso me da duda, es que en la academia policial seguro olí algo parecido – dijo astuto Matt pensando que era la oportunidad de calmar los ánimos de algunas vecinas.
¿Academia policial? Usted era policía – decía confundida la señora.
No, es que acabé mis estudios, recién me gradué, hace unos pocos meses, pero metieron a un tipo con palancas al cuerpo laboral, sin recibir clases, solo le compraron los títulos o papeles, fue una trampa que hicieron algunos jefes para con su amigo, yo me quedé fuera, pero mi abuelo, que se quedó malo desde la muerte de su esposa me pidió que lo cubriera, es una pena, se enfermó y luego tuvo un pequeño accidente, seguro que se nos va pronto, aunque está aguantando como siempre, si le digo es bien rudo ese viejito, jejjejejejee – dijo dando un poco de pena Matt, esperando ver que reacción tenía la señora.
Espera, el señor Benito es su abuelo, oh, ahora que me fijo si se parecen, aunque usted esta mas alto y fornido – decía la mujer extrañada.
Na, si viera fotos de él cuando estaba joven, igual de alto y musculoso que yo, mi papá no se cuido, el esta gordo, pero yo quería algo mejor, por eso estudie, aunque la academia policía fue lo único que pude tener – dijo el joven haciendo un gesto amistoso.
Con razón lo pusieron a usted, y viera que muchas vecinas quieren quejarse por que lo hicieron sin preguntar, pero todo fue por la salud del abuelo Benito, con razón, es que estaban diciendo cada cosa, error nuestro, debimos preguntar – decía la señora más calmada.
Si, de hecho, hablando de preguntas, ya me pico la curiosidad, quiero saber que aromatizante están usando, creo que le vendría bien acá a la oficina – decía astuto Matt llamando la atención de la señora quien parecía mas receptiva.
Hace unas horas todo era un verdadero caos en la casa vecina, el hombre, el papá de Janet había recibido una llamada de su oficina para hacerlo ir a cubrir horas extra a la fuerza, era tal como pensaba Matt, aquel tipo era un idiota, fácilmente se dejó manipular por su jefe, por lo que necesitaba dejar a su bebe en un lugar seguro, no podía llevarla, dada la situación seguramente estaría toda la noche fuera, tuvo que llamar a las niñeras, pero ninguna le respondió como quería, así optó por su última alternativa. La pareja de al lado, eran supuestamente un matrimonio Gay que eran tan modernos, tan fáciles de tratar, además que tenían un negocio de fiestas infantiles, o eso decían, por lo cual les sería fácil tratar con una dulce niña por una noche, sin más fue a verlos, esperando que estos le cuidaran a Janet, recibiendo una aprobación, lo cual fue su salvación, al menos eso creyó, pues en mal momento en verdad ambos eran un par de depravados de la peor calaña, dispuestos a cualquier cosa para disfrutar de cuanto coño o culo joven tuvieran a la mano, si ya tenían de “novios” a un par de chiquillos, también querían disfrutar de algunas nenas, pero no se les daba la situación, así que pensaban que hacer.
No podía ser más oportuno, si Janet estaba en la lista de presas de ambos locos, una de las muchas niñas hermosas que querían aprovechar para sus juegos especiales, pues deseaban hacerle tantas cosas como pudieran, en un principio le dieron entrada, desde que la vieron en el balcón de la casa, con un vestido rosa que le llegaba a las rodillas, pero desde la planta baja podían notar su calzoncito, un poco holgado, se le veía fácilmente la línea del culo, uno que querían penetrar, con la infinidad de juguetes que tenían, consoladores de todos tamaños, lo suficiente para abrirle tanto, meterle las vergas que quisieran. Era increíble, para aquellos tipos, Rafa y Ramon, la nena era preciosa, llena de un carisma que jamás vieron antes, sus mentes se encendieron en una serie de fantasías mórbidas, una peor que la otra, pues la chiquilla cargaba una falda que despertaba su libido, y sus sandalias mejoraban toda la escena, se veía preciosa, tan deseable ante sus ojos, se lamieron los labios mientras pensaban en todo lo que podrían hacerle, pensando que de tenerla en su “estudio” pues hacían videos de pornografía ilegal, lo primero sería quitarle todo, pensando si sacárselo lentamente como si fuera parte de un juego, convencerla a que ella misma lo haga abusando de su ingenuidad o arrancárselo con fuerza para verla llorar asustada, todo para dejar su lindo cuerpo al descubierto, una figura sudaba una inocencia que les provocaba una fuerte erección, preguntándose ¿Qué tan estrecha será? O ¿Qué tanto gritará al recibir una verga? Y ¿Cuánto les costará hacerla una putita sedienta de tragar semen? era un deleite para sus sentidos imaginar todo eso.
Aquella criatura, misma que les dejaba una erección tan dura que deseaban metérsela hasta el fondo, solo estaba jugando viendo unas mariposas volar, quería alcanzarlas, pero no se dejaban, pensaban que podrían acercarse a ella, pero en mal momento el nuevo guardia llegaba para decirle que tuviera cuidado, por lo que la nena se alejó, eso les fastidiaba, este era más vivo que el viejo Benito, quien ya no seguiría ahí. Miraban la situación, pensando en cómo actuar, por ello inventaron chismes de Matt, mientras intentaban acercarse al papá de la niña, un tipo que lucía demasiado idiota, sería sencillo manipularlo, aunque el problema es que no lo veía mucho, pero con gusto le comenzaron a dar dulces a la nena para que esta los fuera “conociendo”, eso les ayudó, aunque tenían el problema de tener más negocios que atender, pues hacían pedidos a clientes, y contaban con muchas putitas con las que filmaban sus videos o galerías de fotos, todo lo tenían arreglado, y si acaso buscaban alguna nena a quien agregar a su lista, era lo único. Ahora su objetivo era Janet, y con suerte vieron esa tarde que su padre llegaría para pedirles que la cuidaran, como siempre se estaban luciendo, muchos vecinos contaban cosas buenas de ellos, lo que en ese momento les abriría las puertas a la nena, y a sus piernitas.
Disculpe vecino – dijo el hombre atareado.
Hombre, que pasa, sabe que estamos ocupados – decía con fingido enojo.
Perdón es que necesito un favor, se que apenas nos conocemos, pero sé que ustedes tratan con niños, y si no es mucha molestia, podrían cuidar a mi Janet, parecen que ustedes le caen bien, igual que el guardia y la señora del #23B, pero no tengo tiempo, díganme si pueden, luego yo les ayudo en algo – decía el hombre perdido viendo el reloj.
Ah, solo porque te vez mal – decía Rafa fingiendo enojo.
¿Qué pasa? Rafis – decía Ramon llegando con tono falso de voz.
Nada, que el vecino necesita ayuda, de niñero – dijo Rafa fastidiado.
Ha, pero tenemos que editar video, el de la fiesta, eso nos tomara tiempo – se quejaba Ramon.
Vamos, que solo será una noche y la niña se la pasara dormida – aseguró el hombre desesperado.
Está bien, de todas maneras nos íbamos a desvelar – dijo Ramon un tanto enojado.
Aquellas respuestas en verdad solo eran una pantalla, pues ambos tipos se estaban relamiendo por dentro, sabiendo que tendrían por varias horas a la nena hermosa, lo que les permitiría hacerle todo tipo de cosas, si ya querían empezar a entrenarla, así que al aceptar el hombre se las trajo, estaba vistiendo apenas un short cortito blanco, una playera rosa, sandalias, realmente se veía preciosa, y cuando escucharon al papá decir: te quedas con los vecinos, se obediente, has todo lo que te digan; eso les encantó, les causó una gran erección que apenas disimularon, por suerte el hombre era un pelmazo de primera, no viendo lo evidente.
Una vez que se fue, ambos hombres prepararon todo, era cierto que estaban trabajando en la edición de un video, pero no era lo que parecía, una fiesta de cumpleaños, llevaron a la nena, y mientras Rafa preparaba un jugo especial, Ramon le empezaba a mostrar como trabajaba, sentándola en sus piernas, ubicándola justo sobre su verga, ansioso por poder metérsela dentro, sobando levemente en cada oportunidad, para hacerle cosquillas a Janet, sabiendo que está a su tiempo respondería a esos toques, en especial cuando le dieron su jugo rosa, uno de toronja, pero con algunos químicos que harían más sencillo manejar a la menor, quien miraba todo asombrada, pues parecía que estaban haciendo magia, o que se esperaba de una nena de solo 5 años, que no sabía nada de lo que ocurría, y poco le importaría, pues una vez que fue tomando su bebida especial, fue sintiéndose confundida, acalorada, tanto así que todo lo sentía extraño, justo como quería aquella pareja de morbosos.
Ya ves, de esta forma podemos quitar las partes que no sirven para quedarnos con las que sí – decía un tanto inquieto, Ramon, pues ya habían pasado 10 minutos desde que la niña tomó su jugo especial, al menos un buen trago.
Estas bien Janet – decía Rafa sobando su piernita.
Sí, señor – decía la niña un poco mareada, mientras aquel toque le hacía sentir extraña.
Mm, parece que tienes calor, Janet, bebita, tienes calor verdad – decía Ramon sobándole la pancita tratando de tocar su piel, dándole cosquillas.
Estoy bien, pero si tengo calor – dijo la niña aguantando la risa.
Pues muy bien, vamos a dejar este cuarto, porque seguro es culpa de las computadoras, pasemos a ver una película, nos divertiremos – decía el hombre, pero en ese momento hizo un “accidente”, le mojó la ropa a la niña con el jugo, por lo cual su compañero agregó.
Tenías que ser tú, mira, ya manchaste a la bebé, vamos chiquita tienes que sacarte la ropita – decía Rafa mientras movían a la niña.
Todo era improvisado, pero la llevaron a una mesa donde le sacaron todo, primero la playera dejando ver un pecho plano, con dos pequeños botones de aspecto tentador, si hasta los pellizcaron un poco para hacerla reír, luego le fueron sacando el short, viendo sus piernitas, eran gorditas, de una forma preciosa, y lo mejor estaban coronados por unas nalgas gorditas, antes de sacarle todo, jugaron con su calzón, el cual le subieron para hacerle ver como si fuera una tanga, tallándole la vulvita de tal manera que pudieron hacer que esta se ruborizara, pues la bebida tenía cualidades afrodisiacas, haciendo que incluso la nena, se sintiera deseosa de placer. Una vez que la dejaron desnudita, Rafa la cargó para bañarla, mientras que Ramon encendía un vaporizador especial, uno que dejara una esencia narcótica, a la cual ellos estaban acostumbrados, pero la nena sería presa fácil, además ya estaban usando un aceite especial con una ligera droga que relajaba, así que con todo ello la pequeña sería fácilmente manipulable, aunque antes de eso Rafa estaría jugando sobándola, le grababa en secreto, esperando poder introducirla en sus negocios.
Qué linda estas bebita, dime, ¿quieres unos dulces? – decía Rafa inquieto.
Sí, quiero dulces – aseguró la nena contenta por la idea.
Bien, te haré unas preguntas chistosas, si me dices a todo que si, te daré unos dulces, es un juego sencillo ¿verdad? – decía Rafa con la sangre hirviendo.
Si – dijo risueña Janet.
Perfecto, entendiste, ahora te pregunto te llamas Janet, cierto – decía Rafa inquieto.
Si – dijo risueña Janet.
Eres una preciosa niña de 5 años que va al kínder, verdad – agregó Rafa viendo a la nena.
Si – dijo risueña Janet.
Vives con tu papi, a quien quieres mucho o me equivoco – agregó malicioso Rafa.
Si – dijo risueña Janet.
Perfecto, pero esas son fáciles, ahora dime, quieres aprender a como ser más cariñosa con tu papi – decía astuto el hombre viendo a la nena.
Si – dijo risueña Janet.
Bien, pero tienes que aprender muchas cosas especiales, juegos secretos que no se cuentan a otros, quieres hacerlo – decía con la verga bien parada Rafa.
Si – dijo risueña Janet.
Excelente, te estás ganando muchos dulces, ahora dime, ¿quieres aprender a jugar con papi y con otros hombres? Como una buena niña – decía el mañoso viendo a la nena.
Si – dijo risueña Janet, quien se dejaba manejar, pues pese a estar siendo manipulada, no encontraba fallas en nada, ambos tipos sabían su juego, así que estaban contentos.
Bien, seguirás todas las reglas, porque estés es un juego súper especial, dime harás retos de valor, como comer dulces con los ojos cerrados – decía Rafa pensando en acostumbrar a la nena metiéndole la verga untada en golosinas.
Si – dijo risueña Janet.
Perfecto, dejaras que te hagan ataques de cosquillas – dijo Rafa pensando en cuanto la iba a manosear para hacerla gemir como la putita en que quería convertirla.
Si – dijo risueña Janet.
Eso le encantó al tipo, quien miró a la nena con ganas de enterrarle su verga en el acto, de hecho comenzaría a sobarla, desde la espalda, hasta llegar a su redondo culito, pensando en meterle los dedos para acostumbrarla, aunque su mente le traicionaba, quizás debía aprovechar para sodomizarla, pues la verga le molestaba, pensando que podría arreglar el problema después, pero en mal momento sonó el timbre, lo cual alertó a todos en la casa, aunque sería Ramon quien atendiera, y para su desgracia se topaba con Matt, a quien por inercia quería correr a golpes, sólo que antes notó a una vecina con él, y para su desgracia, ambos preguntaban por el aroma en el aire, lo cual lo dejó nervioso, pues era un químico especial para drogar niños, mismo que usaron antes con Randal, un vecinito, a quien violaron clavándosela hasta hacerlo gemir como puta barata, aunque eso no era lo importante, pues ahora estaba el guardia, quien preguntaba por el insistente, y aunque deseaba correrlo, no podía hacerlo o la vecina se daría cuenta que algo esconden. Muy para la desgracia de ambos, justo en ese momento Matt diría unas palabras que arruinaría todos sus planes, pues el vigilante se hallaba cerca cuando le dejaron a la niña, por hacer los rondines de seguridad, y sabiendo que Janet estaba dentro les diría.
Por cierto señora, tengo entendido que Janet le tiene mucho cariño, el papá no pudo encontrarla antes, la dejó aquí, pero los vecinos están muy ocupados con su trabajo, no será posible que pueda cuidarla, sino no acabaran tarde con su edición, estaban haciendo un video de una fiesta infantil – dijo Matt sorprendiendo a todos.
Ah, en serio, no hay problema, Janet me recuerda a Kimmy cuando era bebita, claro que la puedo cuidar, es más déjeme le hablo a Franky para avisarle, no se diga mas, ustedes deben estar muy ocupados con su bonito negocio, los vecinos debemos ayudarnos – dijo la señora del 23B arruinando los planes de ambos pervertidos.
En ese momento Ramon vería con odio a Matt, pero fingiría una sonrisa, mientras que Rafa apenas saldría a ver, y sentiría el mismo desprecio por el guardia, quien les dedicaría un gesto como si les dijera que sabía todo, por lo cual les arruinó sus planes, sacándoles de quicio, sin embargo, no pudieron hacer nada, la señora iría por la niña, a quien encontraría desnuda en la tina, porque se “ensució”, detalle que la vecina arreglaría, enojando a ambos, más no pudieron evitarlo, o se verían sospechosos, así se daban cuenta que el vigilante les miraba como perro de ataque listo a morder, quedando en silencio cuando la mujer se llevó a la nena, quien olvidó sus dulces por culpa de la droga, más no se dieron cuenta de su estado por la actitud dócil normal de la nena, mientras que Matt se ofrecía a ayudarle con unas bolsas, pues había salido a comprar la despensa, lo cual le demoró. Al final le habían arruinado sus planes, por lo que pensarían en como desquitarse, pero eso sería difícil, porque se daban cuenta, que si una de las señoras ya se percató de la verdad, no podría seguir con lo mismo, y por su parte el guardia intentaría hacer las paces con todos.
Una vez que estuvieron en la residencia, el joven y la señora comenzaron a hablar, pero estando ahí la dulce nena recordó las golosinas prometidas, la droga no era de mucha duración si se dejaba de inhalar, por lo que volvía rápido a la normalidad, así el vigilante se dio cuenta de los planes de aquellos degenerados, era obvio que la tenían en la mira, si el también era pervertido, pero solía ser muy cuidadoso, porque seducir a una nena es un riesgo, uno que iba a tomar, o eso pensaba cuando la linda Kimmy se dejó ver, les esperaba acostada en el sillón, viendo como llegaban con la despensa, pero Matt se ofrecería a ir por las golosina, así que se retiraría, pero no iría con los vecinos, le inventaría algo como se la hicieron a él, en vez de ello acabaría saliendo a comprarlas, lo cual le tomaría un rato, al volver se encontraría con el jefe, quien querría hablar de algunas ideas que tenía para implementar, llegaría tarde a la casa de la señora, después de la cena, pero la carita de Janet sería la mayor delicia cuando viera la bolsa de dulces, aunque el guardia diría:
Lo siento, pero no tenían nada, se los comieron todos, por eso fui a conseguir los mejores para ti encanto – dijo el hombre dejando a la nena contenta, mientras tomaba unos.
Gracias guardia – decía con dulzura la nena.
Por cierto, a que jugaban con ellos – decía algo inquieto Matt.
A responder preguntas chistosas con un sí – respondía la nena juguetona.
Oh, entonces, jugarías conmigo a eso también – decía Matt astuto.
Si – dijo risueña Janet.
Eso le dio una idea a Matt, mientras veía algo dentro de la casa, estaba muy tranquila, la señora se quedó dormida viendo la tele, roncaba mucho, mientras que quien le abrió, Kimmy, se hallaba a un lado inquieta, pero luego cuando acabó, cerró la puerta, dejando extrañado al joven, quien pensaba que algo estaba por pasar, y no se equivocaba, aunque tendría que pasar al menos una hora más para darse cuenta de lo ocurrido. S iría a seguir con la guardia, mirando por las cámaras furtivas, como Ramon y Rafa estaban furiosos trabajando, también en otras casas pasaban sus actividades normales, las nenas hacían sus juegos: practicas de gimnasia apenas usando sus calzoncitos, los cuales marcaban sus pequeñas vulvas, dejaban ver sus tetillas apuntando al frente, mientras hacían toda clase de poses, algunas tranquilas, propias de una danza de ballet, pero antes que se distrajera, abrían sus piernas de tal forma que exhibían sus encantos, como si quisieran seducirlo, hacer las buscara en sus cuartos para meterles la verga, Matt veía rutinas llenas de sensualidad, o untarse cremita en sus cuerpos, ya fuera por cuenta propia, o por las manos de una madre amorosa, logrando hacer de algo tan simple, un momento bastante ardiente, además espiaba a las nenas en el baño, tallando sus pequeños cuerpos, era demasiado sensual, quería sentir con su verga aquellas dulces figuras, no lo resistiría mucho. Que tortura, igual que su abuelo estaba reuniendo material de calidad, grababa todos los juegos de esas nenas, quienes en su mente rogaban por tener una buena verga clavada en la vulva, gimiendo como zorritas, jadeando entre las embestidas que soñaba, moviéndolas de manera rítmica por sus caderas salvajes, lamia sus caritas, sus tetillas, lo cual era el mínimo, pues se sentía tan caliente al verlas, que agradecía a la suerte estar tras de un mostrador en las mañanas, o se notaria la carpa en sus pantalones, y pensaba con calma como acercarse a las lolitas presentes, quienes lo calentaban con sus juegos, era una verdadera locura.
Pero quizás la fortuna no se había olvidado de este, pues notó por las cámaras de vigilancia normal que las gemelas estaban sacando su tela, querían algo de acción, más no quería ir, Matt sabía que no era buena idea, seguía con la firme intención de hacerlas sus putas oficiales, aunque era un hecho, no podría hacerlo a menos que hiciera algo, no quería quedarse como un simple perdedor con el que se acostaron alguna vez, además que las hermanas eran demasiado sexys, de esas chicas que llamaban la atención al caminar, de rostros preciosos, tetas gordas, redondas, cinturas breves, nalgas carnosas, pero lo mejor eran sus vulvas abultadas y jugosas, desprendían un olor que despertaba el deseo del sexo, por ello lejos de verlas partir, quería algo para tenerlas bien sometidas a su verga, siendo ese su fetiche. Estaba pensando que hacer el vigilante, cuando pudo notar un movimiento fuera, alguien estaba cerca, pero al tratar de abrir la puerta, se dio cuenta que la figura huía, y tenía una idea de lo que pasaba, hizo memoria, los videos de su laptop, todas las cosas que hizo el viejo, seguro que era una de las nenas, se preguntaba quién podría ser, así que se tomó su tiempo y luego salió, ya sabía cómo tenderle una trampa, por eso se retiró para ir a una tienda de conveniencias cercanas, no le tomaría ni 5 minutos a menos que hubiera mucha gente, pero ese no fue el caso por la hora, y cuando volvió, supo lo que encontraría, a una pequeña ladrona, deseosa de tomar la laptop del abuelo para borrar esos videos.
Veamos que tenemos aquí, una pequeña ladrona – dijo Matt dándole el susto de su vida a la chiquilla, quien casi se cae del susto.
Pues había dejado la computadora a difícil alcance de cualquiera que midiera menos de 1.5m, siendo ese el caso, pues la nena era bajita.
Qué pena, ¿Qué dirá tu mami cuando se entere? Seguro se va a enojar mucho – decía Matt con un tono lleno de lujuria, viendo a la nena con un pantalón deportivo y una sudadera delgada.
Por favor señor vigilante, yo solo quiero algo de la computadora – decía Kimmy algo nerviosa.
Si era algo tan sencillo, pudiste habérmelo pedido, porque entraste a mi oficina de noche, sin decir nada, mm, eso suena sospechoso, se nota que querías robarme la computadora, ah, de esta nada te salva chiquita, podrías acabar en la cárcel de menores – aseguró el joven astuto.
No, por favor vigilante, no le diga nada a mamá, se va a enojar conmigo – decía la chica asustada.
Pues que quieres que haga, esto es una clara violación, y soy policía, se el reglamento, tengo que actuar bien debido a mi posición, además que lo hago por el abuelo, así que lo siento, pero tendré que arrestarte – decía el joven buscando asustarla.
No, espere, podemos hacer algo más, lo vio, ¿verdad? Todo lo que el abuelo Benito me hizo, si quiere, haré lo mismo con usted joven – decía la niña asustada.
Lo siento, pero no soy como el abuelo, no me quedo tan corto – dijo Matt más listo.
Entonces, dígame que quiere, haré lo que sea para mantener el secreto, pero no me acuse con mi mamá – suplicó Kimmy, quien recordaba como el viejo tenía fotos de ella en sensuales sesiones fotográficas, donde la tomó completamente desnuda, incluso jugando con algunas cosas para adultos, momentos en que la nena se perdió en la lujuria, aunque apenas fueron sus primeros pasos dentro de aquel mundo erótico.
Eso era lo que esperaba Matt, bien sabía hasta donde podía llegar la nena, la había descubierto siendo grabada directamente en ese cuarto, pues era la que tenía más avanzada de todas, se daba cuenta que el viejo era mañoso, intentaba convertirlas a todas en sus putas, y tenía cierto dominio en cada una, pero no sabía hasta que punto llegaba este, por lo cual necesitaba arriesgarse, y con lo dicho de la misma boquita de aquella nena, sabía que tenía la victoria.
Bien, entonces te mostraré como se juega conmigo, pero nada de trampas, porque tendrás peores consecuencias conmigo que con el abuelo – decía Matt haciendo una seña que entendía demasiado bien la menor.
A puerta cerrada, la chiquilla comenzó a sacarse la ropita, dejando ver unas tetillas que todavía no sobresalían, era como muchas orientales algo plana, aunque sus caderas tenían una forma deliciosa, y ya se le empezaban a ver los vellos de la pubis, en cuanto fue bajando la prenda de su entrepierna, en un juego sencillo, sin intentar nada, pues el hecho de saber que eso era prohibido, ya encendía los deseos de aquel hombre, mientras la nena, hacia un esfuerzo por sus nervios, estaba asustada, se hallaba desnudándose frente a un extraño, pero en cuanto quedó como llegó al mundo, este la levantó para dejarla en la cama, le tomaría un par de fotos, lo que calmó un poco a Kimmy, incluso hizo algunas poses, pero eso solo era el principio. Frente a sus ojos Matt se desvestía, dejando a la vista su enorme verga, lo cual la dejó sorprendida, no sabía que iba a suceder, solo su instinto femenino respondía al llamado de la carne, comenzó a humedecerse ante la mirada del vigilante, quien se acostó a su lado, pero no siendo tan impulsivo, la llamó a su lado, dándole unos tiernos besos en los labios, mientras sus manos iban acariciando cada parte de su cuerpo, todo con una suavidad propia de un amante apasionado pero tranquilo, quien deseaba embriagar a la hembra en deseo, si bien tenía en mente una cosa: conviértela en su puta, que no piense en otra cosa que el sexo, pues todas las mujeres pueden ser golfas, si sabes cómo manejar su erotismo; con eso en mente, manipulaba la vulva de aquella niña, misma que se perdía en el placer, empezando a gemir entre sonrojos.
¿Qué me haces? Ah – decía Kimmy con la cara enrojecida.
Pero no había respuesta más que un beso de parte de Matt, quien necesitaba hacerla perder toda la cordura, manipulando su entrepierna, haciéndolo con tanto esmero que no dejaba que esta pensara, se perdía entre los placeres sexuales, respirando agitada, mientras fuertes oleadas de calor invadían su delicado cuerpo, que iban desde su vulva, hasta la yema de sus dedos, ahogándose entre espasmos, ayudando a la nena a abrir sus piernitas, para sentir aquel placer tan nuevo, pues el abuelo jamás la había excitado de esta manera. Recordaba como en el pasado esta se había perdido en fuertes orgasmos, pero no era lo mismo, pues el viejo usaba un vibrador para estimular la pequeña hendidura, logrando que se excitara, y sentirse atrapada, desnuda, en manos del anciano, gracias a un chantaje por unas fotos comprometedoras, siempre le calentó, pero ahora todo cambio, la situación era mucho más intensa, tanto que la niña no sabía qué hacer, viéndose atrapada hacia arder su excitación interior, no dejaba de pensar en su condición, casi una esclava sexual, mientras iba despertando un nuevo nivel de sumisión que le encantaba, se veía en brazos de aquel hombre, joven, fuerte, quien le hacia todas esas cosas, no lograba contenerse.
Me voy a orinar – alcanzó a decir zafándose del beso.
Y antes que se diera cuenta, cumplía con sus palabras, estaba soltando un chorro amarillo, pero mezclado con sus mieles de pasión, un orgasmo mezclado con sus líquidos habituales, los cuales mojaron la sabana, ella se quedaría avergonzada, mientras que pudiera reaccionar, sabía que en ese momento era más vulnerable, Matt la tomaba se montaba sobre ella, para afirmar su control, logrando imponerse por peso, pero disfrutando lo que iba a pasar.
Ahora sí, di que eres una putita – decía confiado el vigilante.
Soy una putita – acertó a responder Kimmy sintiendo ese cuerpo sobre ella.
Que linda putita, me saqué el premio gordo, te voy a gozar pequeña zorra, y te va a gustar, luego vas a volver por más – decía Matt empezando a acariciarla.
No es que fuera tan estúpido, pero el vigilante era un joven muy dominante, le encantaba sentir el poder sobre las chicas, y eso tenía sus meritos, una vez logró emborrachar a unas amigas, a quienes logró cogerse juntas, sin embargo luego de eso no le volvieron a hablar, le fastidio tanto, pues había sido la mejor noche de su vida, pasando a sentir aquellos cuerpos deliciosos, que por días tuvo miedo de haberlas preñado. Ahora intentaba algo diferente, mantenerse vigente en la vida de esas putitas, deseaba gozarlas cuando quisiera, por eso le fastidio saber la verdad de las gemelas, pero con Kimmy tenía que ser distinto, y comenzó al sobar mejor sus muslos, sus tetillas, besarla apasionadamente, jugando con su lengua, hasta alcanzar sus interior, sorprendiendo a la nena quien se sonrojaba, jamás la habían tratado así, era demasiado para su joven mente.
Espera, ah, acaso ¿Qué es ser tu putita? Mm – decía desconcertada pues no entendía nada.
Vas a hacer lo que yo te diga, o incluso vendrás a mi lado, te voy a coger y te va a encantar, así de sencillo, espera, y tu mamá – dijo algo inquieto Matt, pero apuntó su verga en la vulva de la niña.
Se fue a dormir porque mañana le toca madrugar, tomo una pastilla – apenas dijo Kimmy, sintiendo que algo estaba mal, pero no sabía qué.
Ante eso se sintió confiado, y sin demora comenzó a penetrarla, demonios, estaba tan estrecha que tuvo que esforzarse, aunque luego se dio cuenta que se hallaba tensa, así que empezó a acariciarla un poco, los besos ayudaban mucho, así comenzó a hacerla gozar, logrando que se sonrojara al punto que se relajó, y con ello logró penetrarla, rompiendo de un jalón la pequeña vulva, soltó sangre con sus primeras mieles de mujer, por lo que apenas pudo gemir, pues un beso evitaría un grito de dolor, lo había logrado, la carita de Kimmy estaba desconcertada, pero eso solo era el inicio, estaría dándole duro, primero siendo suave, para que se acostumbrara, pero mientras se iba desvaneciendo en el deseo, aumentó su ritmo, hasta que fue con todas sus fuerzas, aunque con un ritmo lento, con el cual lograría hacerla sentir un placer embriagador, consiguiendo que la chiquilla se aferrara a su cuerpo, mientras le decía como una orden:
Si, así te quería tener, ahora eres mi putita, harás lo que yo te diga, y no sólo por las fotos, sino porque te va a gustar todo lo que voy a hacerte, vas a volver para pedirme verga en tu cosita, querrás sentirme dentro siempre – decía loco Matt mientras la penetraba.
Pero soy una niña buena, ahh – dijo asustada Kimmy.
Lo eres, para tu mami, pero también te convertiste en mi linda putita, la que me va a pedir verga, pues ya te metiste a mi casa a robar, así que cálmate, lo vas a gozar – decía Matt perdido en sus deseos, mientras disfrutaba de ese pequeño cuerpo.
Así comenzaría una larga jornada de sexo candente, sometiendo a la nena, en diferentes poses sexuales, grabándolo todo para hacerla sentir derrotada, viendo toda clase de formas, le estaría metiéndole la verga tanto como pudiera, siendo el placer más ardiente de su vida, superando a cuando cogió con sus amigas, pues la nena era ilegal, un gusto inesperado, la sometió sin proponérselo, estaba haciéndola gemir como puta en celo, por lo que veía, estaba aceptando, no había pierde, lo había logrado, y cuando esta tuvo su primer orgasmos, sabía que no podría resistirse, su gesto lo decía, era toda suya…
Excelente con morbo y lujuria, pero el relato muy atropellado todo.
Delicioso relato me gusta la parte de los dos hombres que hacen de todo cogerse niños y niñas deberías hacer unos relatos de ellos dos haciendo de las suyas